[DE] Capítulo 12: Las iglesias góticas. Su teología y su desarrollo (y 2ª)
|
En general, las iglesias góticas tienen una fachada principal con tres o cinco portales, enteramente revestidos de estatuas en su inmenso tímpano; en el interior tres o cinco naves, de las que la central sobresale altísima; un transepto a una o tres naves formando como una fachada secundaria, un coro muy alargado con simple o doble deambulatorio fornido de capillas radiales; pilares cilíndricos con columnas adosadas, dos campanarios esbeltos, en forma de aguja, colocados en la fachada y formando con ella una unidad arquitectónica.
Pero lo sobresale, entre la grandiosa y compleja masa constructiva, es el acentuado empuje ascensional en todas sus partes. Todo en ella empuja a elevar la mirada hacia arriba. El verticalismo informa todo el edificio, desde las pilastras hasta los pináculos. Ninguna duda que todo ello es la expresión de aquella sublime idea simbólica, la elevación del alma hacia Dios, que ha cristiana y noblemente inspirado todo el arte medieval.

Notre Dame de Paris

Sabíamos que al progresismo eclesial le había sentado como una patada la posible excomunión del Rvdo. Manuel Pousa, y que iban a mostrar su enfado de una forma agresiva y disparando a matar contra todo aquello que no sea la defensa acérrima del sacerdote que ha reconocido públicamente por dos veces haber pagado abortos. Con el "Caso Pousa" se ha acabado el buen rollo de los "progres" hacia n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach. Ahora él también está en la diana de sus ataques, ya ha dejado de ser el obispo tolerante y comprensivo que hasta ahora nos habían vendido. Por eso han buscado un obispo, para poner en contraposición con él, para que se vea clara la comparación: "Obispo bueno que defiende a Pousa" y "obispo malo que quiere excomulgarlo". Y lo han encontrado fácil y rápido: Don Joan Godayol, el controvertido obispo emérito de Ayaviri (Perú) actualmente residente en Barcelona.
Dijo en su día el Cardenal Tarancón que algunos obispos tenían torticolis de tanto mirar a Roma. Me ha venido a la mente la ingeniosa frase al contemplar el renacimiento papista que se está produciendo en estos predios catalanes. Lejos quedan las cartas de protesta contra Juan Pablo II;




