Más sobre la "inocentada" del cardenal Sistach del 28-D
El espectáculo montado por n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach, intentando boicotear el acto de la Plaza de Colón de Madrid debe calificarse como “inocentada”, porque no pueden hacerse las cosas peor, ni pueden obtenerse unos resultados más ridículos.
Su intento de plantar cara a Don Antonio Maria Rouco liderando junto al otro cardenal “perdedor” español (Don Carlos Amigo), ha sido un desastre. El acto de Madrid volvió a ser un éxito, y el cardenal de Madrid se sintió arropado por una buena parte de los arzobispos y obispos españoles y por miles y miles de fieles católicos hasta el punto que medios de comunicación de izquierdas hablaban de un millón de asistentes.
Pueden hacerse muchas conjeturas de los obispos que fueron y de los que no fueron. Sé que muchos no fueron (incluyendo algunos catalanes) pero para nada compartían las ideas de nuestro cardenal Sistach. Yo me quedo con la “calidad” de los que fueron, porque estaban la mayoría de los últimos obispos nombrados por el Santo Padre. También estaba el cardenal Cañizares, recientemente elegido para uno de los cargos de mayor responsabilidad de la Iglesia, y hasta el propio Pontífice saludó a los congregados en directo por las pantallas de la Plaza Colón (no así a los congregados en las catedrales boicoteadoras). Por eso me parece escandaloso lo que hizo nuestro arzobispo porque no fue sólo plantar cara a Don Antonio María sino a Roma y al Santo Padre.
Aliarse con Don Carlos Amigo no le da ninguna credibilidad, porque el arzobispo sevillano está en caída libre, desautorizado por Roma y viviendo tristemente sus últimos días como responsable de la Iglesia hispalense, observando como, por ejemplo, su propio obispo coadjutor, acabado de nombrar por el Papa, Don Juan José Asenjo era el primero en no ir al acto de la catedral de Sevilla, participando en cambio en el de Madrid. Que vaya tomando nota de lo que le espera a nuestro cardenal Sistach si lo que quiere es acabar de una manera tan penosa como su amigo Amigo (valga la redundancia).
Pero es que lo que sucedió en Barcelona no tiene desperdicio. El acto de la catedral fue montado a última hora, sin ninguna infraestructura, sin la más mínima campaña publicitaria. Está claro que nada bueno se puede esperar de la delegación de la Familia que preside tan penosamente el Rvdo. Claret. Sólo tenía un objetivo y era boicotear el acto de Madrid, pero a la hora de la verdad el cardenal se dio cuenta de que sería un fracaso y haría un ridículo estrepitoso y por eso tuvo que humillarse y como ayer explicó Oriolt pedir ayuda a Miró i Ardevol y a su e-cristians o a las entidades de la Familia que coordina Daniel Arasa. Pero claro, estos no estaban dispuestos a ir a una simple misa de doce a la catedral, para eso ya tienen sus parroquias habituales, así que nuestro cardenal tuvo que comprometerse a hablar claro contra el aborto para contentar a las familias que le llenarían la catedral.
El resultado: el habitual. La fábrica de chapuzas en que se ha convertido nuestro arzobispo, acaba por disgustar a unos y a otros, y a nadie deja contento. Como consecuencia de esta “inocentada” se ha ganado todavía más puntos negativos en Roma, en Madrid y entre la mayoría de sus hermanos en el episcopado español. Pero es que sus amigos los “progresistas” que tanto aplaudieron el boicot de su “cardenal” al malísimo de Rouco, también están enfadados y desengañados, no les ha gustado nada su discurso anti-abortista del 28-D.
Prueba de ello es la nula repercusión en los medios “amigos” de la Santa Misa de Barcelona. Ni siquiera Oriol Domingo dice nada en la Vanguardia, que escribió su nota del acto de la catedral antes de que se hiciera. Tampoco la agencia cristiana de noticias FLAMA del convergente Agustí Gallart. Las noticias continuas del canal 3/24 del día 28 se hicieron eco del acto de Madrid y ni una palabra de Barcelona. Y el diario AVUI deja claro su enfado con el cardenal Sistach cuando dice: “Misa multitudinaria en Madrid, con apoyo catalán contra los matrimonios homosexuales” (el apoyo catalán según este periódico es el de Martínez Sistach desde Barcelona). Tanto follón para marcar distancias para que al final el diario AVUI te asocie (aunque sea a distancia) con el acto de Madrid.
Cuando me comunicaron el fallecimiento del Rvdo. Joan Casas Rafart, pensé que era una lástima que no se sepan los fallecimientos con antelación, porque de saberlo antes, el cardenal podía haber adelantado el entierro del lunes al domingo y haber tenido una excusa perfecta para no ir a Madrid, que hubiera sido aceptada por todo el mundo y se hubiera ahorrado este bochornoso espectáculo que nos ha dado, que sólo puede calificarse de “inocentada”.
Antoninus Pius
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