Lo que sois, lo que somos


Aunque este dato pueda servir de pista a los modernos cazadores de brujas que están inmersos en la tarea imposible de averiguar quiénes estamos detrás de Germinans germinabit, es necesario decir que los “chicos del germi” tenemos una gran ventaja sobre aquellos que forman parte de esa iglesia catalana incapaz de producir fruto espiritual. Nosotros somos más jóvenes, más activos, tenemos más ganas y sabemos que el futuro está de nuestra parte.

La era de Matusalén, en la que los hombres vivían siglos y siglos, no volverá. Lo que una dirección pastoral desastrosa no consigue, llegará de manos de la biología. El Cardenal Sistach pasará, como han pasado tantos otros, y nosotros seguiremos aquí, haciendo todo lo que esté en nuestra mano para que nuestra iglesia emprenda la senda del sentido común, de la comunión con el espíritu que sopla desde Roma y que ya está instalado en casi todas las diócesis españolas.

Nuestros sacerdotes forman mejor a los fieles. Nuestras parroquias están más llenas. De los hijos de nuestros seglares saldrán los futuros curas, aunque para ello tengamos que llevarles a otros seminarios a fin de evitar que caigan en manos de Turull y cía. Vosotros deformáis a los cada vez menos fieles que caen en vuestras manos. Vuestros templos están vacíos. Vuestros seglares sirven como mucho para ser monitores de campamentos de verano. No saben doctrina, no conocen la Escritura, no saben disfrutar de la buena liturgia, no tienen una espiritualidad auténticamente católica. Y no sois capaces de producir una sola vocación al sacerdocio y la vida consagrada. Como dice el que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas a la Iglesia en Sardes: “conozco tu conducta; tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto” (Ap 3,1).

Nosotros tenemos ticket para el arca de Noé y el Diluvio no nos llevará por delante. Los dinosaurios os quedáis fuera del arca. No cabéis dentro y estáis llamados a la extinción. Las nubes del laicismo radical y anticlerical derramarán sobre vosotros los goterones de lluvia más gordos y vuestra falta de fe viva no os protegerá de la avalancha que os sepultará.

Como colectivo no tenéis solución. Vuestro tiempo está ya marcado y no podéis añadir ni una décima de segundo a vuestro gobierno sobre este rebaño. Pero como individuos todavía tenéis la posibilidad de salvaros de la quema. Arrepentíos y convertíos al catolicismo, dejando atrás vuestras ataduras ideológicas socio-políticas. La fe de la Iglesia es la perla de gran precio que habéis tenido delante de vuestras narices durante toda vuestra vida y no habéis querido coger entre vuestras manos. Pero aún se os ofrece. Vuestro testimonio de conversión será el fruto que os permitirá ser sarmientos unidos a la vid y no sarmientos secos que son arrojados al fuego para arder.

Por gracia somos católicos fieles a la fe de la Iglesia. Por gracia podéis serlo. En vuestras manos está a quién queréis servir el resto de vuestros días.

Patianus

http://www.germinansgerminabit.org

[email protected]