Lo Dan Brown lleidatà


Mi incesante curiosidad y una irreprimible voracidad lectora me han llevado a leer el libro El Complot, del periodista ilerdense Eugeni Casanova. El libro se anuncia como una completa y novedosa información sobre la segregación de la diócesis de Lérida y el litigio sobre las obras de arte. A quien haya seguido mínimamente la información durante estos años –de por sí, ya copiosa- el libro no le va a aportar mucha novedad. Quizás, para destacar algo, las declaraciones que se ponen en boca de “Il Maestro”, el catalán Valentí Miserachs Grau, Director del Pontificio Istituto di Musica Sacra que, de ser ciertas, nos lo presentan como un inútil abanderado de la causa catalana. Inútil, por cuanto sus lamentos y quejas de la anticatalanidad de la curia romana, jamás son considerados. Parece evidente que la labor de “Il Maestro catalano” fuera del canto gregoriano, no goza de ninguna eficacia. Aparte de ello, el aspecto que mayor curiosidad me ha atraído del libro del periodista Casanova- por cierto, muy pobremente editado- es la sucesión que nos presenta de anticatalanes.

Porque el periodista-autor del libro ya no solo encuentra anticatalanes en Madrid, sino que ha descubierto una ciudad eterna repleta de ellos. Anticatalán, obviamente, lo es el Cardenal Rouco; también el Cardenal Cañizares (ça va de soi); pero es que, en Roma, lo son el Cardenal Martínez Somalo, el Cardenal Herranz, el hoy Nuncio López Quintana y hasta el mismísimo Cardenal Re. Todos ellos, cada mañana cuando se levantan, no tienen otro propósito que fustigar a Cataluña. Tanta unanimidad revela un caso inaudito. Todos, todos, todos, contra Cataluña. La Conferencia Episcopal española, los dicasterios y congregaciones vaticanas,y como no –no podía faltar- el Opus Dei. Porque el Opus Dei, a pesar del enorme predicamento que tiene en Cataluña, también es anticatalán. Parece mentira, pero es así. Según Casanova, claro. A mí, este rosario de anticatalanes ya me tenía con la mosca detrás de la oreja. ¿Cómo puede haber tanta gente que nos odie? Tanta gente y tan importante. Y todos a la vez. Y no han encontrado otro motivo para flagelarnos que idear la segregación de la diócesis de Lérida y reclamarle una colección de obras de arte. Francamente, para ser tan anticatalanes, podían haber escogido un daño mayor.

Pero, claro, la ocasión de ser un Dan Brown, aunque sea lleidatá ,(en tal caso Lo Dan Brown), siempre puede ser tentadora. Es entonces, cuando me percaté que el periodista Eugeni Casanova también escribe en El Debat (que viene a ser la edición digital de El Triangle) y en esa web publica un alucinante artículo, titulado “Marietes al Vaticà”.

Ahí lo entendí todo. No contento con el tema menor de los bienes ilerdenses, nuestro Dan Brown local ha hallado una trama homosexual en el Vaticano. Primero, el Opus, ahora, los homosexuales. ¡Qué mejor cocktail para una conspiranoia!. Pero el artículo, no se para en barras. No. Acusa a la Curia Vaticana de ser “el haren de los homosexuales”. Y en ese totum revolutum, incluye al propio Santo Padre, a su secretario, a la Guardia Suiza, al fundador de los Legionarios de Cristo y a Angel Acebes. Están todos. Homosexuales, Opus y el Pp. No iba a faltar el Pp.

Este delirante artículo nos da la talla del autor del libro. Un paranoico, que halla enemigos en todas partes. Un Dan Brown de pacotilla, que solo encuentra tramas anticatalanas y tramas homosexuales, dirigidas por la mano negra del Opus Dei.

Lo grave es que al autor de este libelo amarillista le han dado toda la publicidad del mundo en el lanzamiento de su libro. Indudablemente, han aportado su granito de arena, el inefable Llisterri y nuestros queridos amigos de Esglèsia Plural. Nunca fallan. Todos tienen la misma seriedad que el artículo “Marietes al Vaticà”.

Oriolt

http://www.germinansgrminabit.org

[email protected]