El cardenal Sistach entrevistado en el AVUI
El lunes ocho de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, patrona de España, el diario AVUI se decide a hacerle una entrevista a n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach. Hay que ayudar a los amigos, sobre todo si están en horas bajas y darles un poco de protagonismo positivo, aunque sea sólo ante sus nacionalistas lectores.
Como era previsible nuestro arzobispo no habla de la fiesta del día, ni de ningún tema relacionado con la Trascendencia, tampoco sobre la realidad eclesial diocesana (mejor no hablar, claro), habla sobre todo de política: la sentencia del Estatut, la financiación autonómica, las relaciones Estado-Cataluña…
A pesar del estilo tan poco eclesial de la entrevista, el cardenal saca a relucir su gran preocupación de estos días: NOSOTROS (Germinans Germinabit). Lógicamente no nos cita, pero la alusión es bien clara. Cuando le preguntan sobre la imagen que tiene Roma de la Iglesia catalana afirma: “Tanmateix, també és veritat que hi ha persones i grups que es dediquen a enviar-hi missatges no sempre objectius (a Roma)”. (También es verdad que hay personas y grupos que se dedican a enviar mensajes no siempre objetivos -a Roma-).
Nos hemos convertido en la gran obsesión y el gran motivo de alteración de nuestro pastor diocesano. No nos alegramos de ello ni nos sentimos orgullosos, nosotros preferiríamos no existir, desaparecer y volver a la nada. Y la solución para que esto suceda es muy fácil para nuestro arzobispo: ser un pastor fiel a Cristo, a su Iglesia y al sucesor de San Pedro, sin servir al nacionalismo, ni al progresismo eclesial, ni a su voluntad de protagonismo personal, causas de la crisis profunda en la que se encuentra nuestra diócesis.
Pero tozudamente parece que hasta el momento no está dispuesto a cambiar. Este domingo, Vigília de la Inmaculada en la basílica de Nuestra Señora de la Merced tenía una buena oportunidad para hacerlo, pero como en otras ocasiones solamente le sirvió para sacar pecho como arzobispo metropolitano y dejar al nivel de comparsas a los obispos de su metrópolis: Don José Angel Saiz y Don Agustín Cortés. Su alocución como siempre sin ninguna fuerza ni profundidad espiritual, mucho más lucidos que él estuvieron el obispo conquense y el valenciano en sus palabras.
Esperemos que con motivo del encuentro de las Familias de Madrid, del 28 de diciembre no nos gaste una nueva inocentada (gripe) y esté a la altura de las circunstancias.
(este texto está escrito antes del anuncio por parte del Arzobispado de Barcelona, de la celebración el mismo día y a la misma hora de una misa en la Catedral de Barcelona)
Antoninus Pius
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