[RMS] 3. La reforma litúrgico-musical de Pío X a Pío XII o cómo se empezó a mascar la tragedia
[Réquiem por la música sacra (capítulo 3º)]
Habíamos acabado el anterior capítulo con una imagen casi idílica de la aplicación del Motu propio de san Pío X. Pero aunque es cierto que las reformas litúrgicas iniciadas en Montserrat llegaron a grandes sectores de la sociedad (tanto eclesiásticos como seglares) no por eso fue una reforma perfecta en su aplicación. Tuvo sus fisuras.
Uno de los problemas fue la clamorosa dificultad de interpretar las melodías solesmianas. A todas luces se ve que desde la anterior edición impresa del canto llamo, la edición medicea de 1614, hasta la versión solesmiana hay un abismo. Antes el canto llano era prácticamente llano, bastante sencillo, y los sacerdotes no necesitaban una gran preparación musical previa. Incluso había en Cataluña una voz popular para designar este tipo de semitonado, el “gori-gori”, una onomatopeya del murmullo que se oía en el presbiterio. La aplicación de las melodías de Solesmes supuso un trauma para más de un sacerdote, ya que, obviamente todos los sacerdotes cantaban pero no todos cantaban bien.