Raíces de la pederastia en la Iglesia (1)
Entre el fundador del Opus Dei y el fundador de los Legionarios de Cristo
Tengan la valentía de mirar a la Iglesia cara a cara: empiezo por la cara buena. Hace pocas semanas veía un vídeo del fundador del Opus Dei. “Rezad por los sacerdotes -decía- que lo necesitamos muchísimo. Rezad por mí, porque yo soy capaz de cometer los mismos crímenes que cualquier otro hombre, y necesito vuestras oraciones y la gracia de Dios para ser un buen sacerdote”. Por supuesto que esa afirmación a mí no me pareció nada retórica. Yo también me considero capaz de cualquiera de los crímenes que están cometiendo hoy los sacerdotes. Por eso doy infinitas gracias a Dios porque habiéndome hecho pasar por el seminario, me libró del sacerdocio en esta época tan turbulenta. Yo podía haber sido uno de ellos. Por eso, junto a mi condena sin matices, tienen mi más profunda conmiseración. Miserere mei Dómine, miserere eorum!