El Opus Dei en Barcelona
Iglesia de Nuestra Señora de Montalegre |
La Prelatura del Opus Dei tiene encomendadas dos iglesias en Barcelona: el Oratorio de la Bonaigua en la parte alta de la Diagonal y el templo de Santa María de Montalegre en pleno barrio de El Raval. No soy del Opus; ni lo he sido nunca ni he participado siquiera en alguno de sus retiros espirituales, pero muchos domingos acudo a misa a dicho oratorio. Lo recomiendo vivamente. Una iglesia siempre llena, limpia a más no poder, cuidada con esmero, en el que se hace ostensible el celo y el buen gusto litúrgico. Abierta los días laborables desde las 7 de la mañana (a las 7′15 es la primera misa), en la que se encuentran confesores (más de uno) a todas las horas del día. Además cuenta con un plantel de sacerdotes realmente excepcional. Suelo ir a la misa de las 12 horas del domingo, cuyo celebrante es el Doctor Eduardo Ulloa. Un pico de oro. Un cura al que los fieles aplauden mentalmente muchas de sus homilías. ¡Cuanto bien debe agradecerse al Padre Ulloa! No se queda atrás el padre Díaz: un sacerdote abnegado, incansable y de una gran profundidad intelectual. O el Padre Palet, verdadero guardián del oratorio. Sin olvidar a Mossèn Joaquim Lloveras, un sacerdote que siempre está en el confesionario. No solo en la Bonaigua; si alguna vez va a otra parroquia, ese es el primer lugar que ocupa, aunque tenga que celebrar misa después. Siempre me pregunto cómo es que en el Opus sobran (en el buen sentido de la palabra) sacerdotes y tan faltos están en otros lares. Sacerdotes que se dedican a confesar, que ayudan al celebrante a dar la comunión (impecablemente revestidos de sotana y roquete), pero que no se desentienden de su labor académica, intelectual y pastoral. ¡Curas que trabajan, en suma!