¡Qué bien se va en AVE, señor Cardenal!
El otro día me estrené en el Ave Barcelona-Madrid. ¡Qué maravilla! Dos horas y 38 minutos. Entras en el tren y… propera parada: ¡Puerta de Atocha! Adiós a las colas de los controles, a levantarte y sentarte en las salas de espera, a los largos recorridos por los pasillos del aeropuerto. Con una puntualidad matemática. Y garantizada. Se lo recomiendo vivamente. En especial, se lo recomiendo para que pueda asistir a la misa que se va a celebrar el día 28 de Diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, en la Plaza Colón de Madrid. Al acto estarán presentes la inmensa mayoría de los obispos españoles. El Papa Benedicto XVI saludará a los congregados mediante videoconferencia. Además, probablemente, en esa fecha, será Vd. junto con los Cardenales Rouco y Amigo, los únicos purpurados con el cargo episcopal vigente en España. El Cardenal Cañizares parece que ya habrá sido designado para presidir la Congregación para el culto divino y, a lo mejor, al Cardenal García Gasco ya se le habrá aceptado la renuncia.
El año pasado, una inoportuna gripe le impidió asistir a la concentración. Tampoco había Ave. Al revés, nos hallábamos inmersos en el terrible problema de los socavones. Este año no tiene excusa. Coge usted el Ave de las 7 de la mañana y a las 9,38 se planta en Madrid. A las 17 horas coge el de vuelta y a las 19,40 en Barcelona. Con el tren, está más cerca Madrid que La Seu d’Urgell y mira que el obispo Vives se harta de venir desde allí hasta Barcelona. Además, sabemos que le encantan los viajes. Últimamente se ha desplazado, entre otros destinos, a Guadalajara (México), Sevilla y Burgos. Comparado con el viaje inacabable a Guadalajara, ir a Madrid con Ave es un paseo. Estamos seguros que nos complacerá con su presencia y podrá ver cómo en Germinans lo destacamos y lo alabamos como se merece. Aquí no hay manías persecutorias, ni juicios preconcebidos.