Capítulo 8º: "Ottobratta" Romana: ¿El deshielo de la liturgia?
El cuaderno de bitácora de nuestro ya habitual “compañero de camino” en estas crónicas comienza esta vez de este modo:
“Roma volvió a vivir hoy 28 de octubre otro de sus típicos domingos otoñales, con la característica típica de este 1962: tormenta nocturna, amanecer lluvioso, blanda neblina hasta las diez de la mañana; cielo que clarea hasta la curva del mediodía, y tarde inolvidable, con un cielo multicolor, presidido por los clásicos dorados romanos”
Se trata de una hermosa descripción de aquello que los romanos llaman una típica “ottobrata” (una jornada de octubre) y que sin duda, para cualquier espíritu sensible a la belleza, puede dejar huellas indelebles en el ánimo. Si a ello añadimos que en aquel 28 de octubre, cuarto aniversario de la elección al pontificado de Juan XXIII, el Papa dirigió tras el Ángelus de mediodía, unas cálidas palabras desde la ventana de su estudio, aún se comprende mejor la positiva impresión que todo ello dejó en el joven sacerdote leonés.