Un sacerdote llamado Jordi
El próximo domingo, 29 de abril, la Asociación Benéfica Jóvenes de San José organiza la peregrinación anual a Montserrat en sufragio del alma de mossén Jordi Moya, y como tributo de homenaje a este ejemplar sacerdote, fallecido hace poco más de un año. El acto central de la peregrinación será la Santa Misa solemne que se celebrará en el altar mayor de la basílica. Será a las cuatro de la tarde.
Esta peregrinación tiene cuatro focos de interés. El primero, la memoria de mossén Jordi Moya: un sacerdote que llevaba su condición de ministro del Señor y pastor de los fieles con gran dignidad. En él veíamos claramente al sacerdote, no sólo por las señales externas, sino también por su porte y por su discurso sacerdotal: gran singularidad en una época en que abundan mucho más los sacerdotes que prefieren vivir confundidos entre el pueblo de Dios y el que no es pueblo de Dios. Pero al mismo tiempo llamaba poderosamente la atención su conmovedora modestia. Era además de un buen sacerdote lo que solemos llamar una bellísima persona.
Jordi Moya estuvo siempre dispuesto a acompañar a los jóvenes en su fe y en sus obras de fe. Por eso tuvo una amplia relación con los Jóvenes de San José, uno de cuyos hitos era la subida a Monserrat a pie, en la que Jordi hubiera sido fiel y seguro acompañante. Por eso han convertido éstos la subida anual a Montserrat en un vivo memorial del joven y añorado sacerdote ausente. Contarán con la presencia de los padres de éste, que vendrán desde Murcia, su tierra natal.
El segundo foco de interés de esta peregrinación de los Jóvenes de San José es el deseo de ofrecerle a Dios, al tiempo que el sacrificio de la Misa en sufragio de mossén Jordi Moya, la labor de caridad a la que se dedica la Asociación. Por eso suben acompañados de las personas a las que asisten material, moral y religiosamente las noches de los sábados. Quieren regalarles un día especial en el que además de disfrutar de la visita a la santa montaña, impresionante por lo que hace en ella la naturaleza y por lo que en ella ha creado la espiritualidad cristiana, los invitados de honor podrán conocer ¡y ojalá que más de uno gozar! del esplendor del culto católico. Puede ser para ellos una lección espléndida, puesto que van de la mano de esos jóvenes que tienen a su lado y les ayudan en tiempo de tribulación.
Y puesto que se trata de darle brillo, belleza y esplendor a la caridad, van acompañados de un grupo de hermanas de la Caridad de la madre Teresa de Calcuta: el más genuino y conmovedor icono de la caridad cristiana. Las Hermanas acompañarán y asistirán a los sin techo. Un elemento más para vestir de belleza este acto de homenaje a mossén Jordi Moya. Apoyará igualmente este acto la Unión Seglar de San Antonio María Claret y sus Misioneros de Cristo Rey.
El tercer foco de interés de esta peregrinación está en la liturgia que se celebrará. Para los Jóvenes de San José que tan a fondo se emplean en la restauración del culto público de la Iglesia y que junto con mossén Jordi Moya aprendieron a amar la Gran Liturgia de la Iglesia, que quiso reavivar Benedicto XVI mediante el Motu Proprio Summorum Pontíficum , es un hito celebrar de nuevo en el altar mayor de la basílica de Montserrat una Misa solemne, en latín, según el misal de Juan XXIII, después de decenios en que no se vivía esta liturgia en Montserrat. Hasta podría ser para este monasterio, la premonición de un futuro litúrgico digno de su glorioso pasado. Quizá un empujoncito de mossén Jordi desde el cielo para encarrilar de nuevo la abadía y la basílica de Montserrat hacia la Gran Liturgia, en la que fueron ambas un gran faro en los dos últimos siglos. Y sirviéndose de los Jóvenes de San José como instrumento de esta renovación. ¡Dios lo quiera!
El cuarto foco de esta peregrinación es el culto y el amor a la Virgen, que en Cataluña tiene su máxima expresión en Montserrat. La Mare de Déu de Montserrat, decimos los catalanes, poniendo el acento en su condición de Madre y por tanto en nuestra condición de hijos. Madre de Dios, Madre de la Iglesia y Madre nuestra. A su santa montaña acudimos a implorar mediante su intercesión la gracia de Dios para Cataluña, de la que es patrona la Virgen de Montserrat, cuya solemnísima fiesta se habrá celebrado dos días antes. Y sobre todo para que los sacerdotes, especialmente aquí en Cataluña, la reconozcan como madre y se pongan bajo su protección y amparo, como hizo mossén Jordi Moya durante su peregrinación en esta tierra.
Prudentius de Bárcino