Sistach vs Novell, ahora en el caso "Reig Pla"


Hace tan sólo quince días me refería a las grandes diferencias entre los planteamientos de n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach y del obispo de Solsona Don Xavier Novell, concretamente por lo que se refiere a la aplicación del sacramento de la penitencia en sus respectivas diócesis. Esas diferencias no son puntuales, sino abismales, el estilo Sistach, es un estilo de otro tiempo, heredado de su maestro S.E.R. el cardenal Narcís Jubany, y definido por muchos como "laisser faire, laisser passer", es decir, hacer la vista gorda ante tantas manifestaciones de heterodoxia que abundan en nuestra diócesis. En cambio el estilo del más joven obispo de España, Don Xavier, está en la más clara linea de renovación y de ruptura con el pasado que está practicando esta joven generación de obispos valientes: Munilla, Iceta, del Cerro, Ginés García… Y que podría resumirse con un "hasta aquí hemos llegado", es decir no puede tolerarse por más tiempo un estilo eclesial que ha llevado a la ruina espiritual a tantas diócesis españolas.

En el polémico caso que estos días ocupa todos los medios de Comunicación, como son las declaraciones de Don Juan Antonio Reig Pla en su homilia de Viernes Santo retransmitida por Televisión Española, y sus posteriores reafirmaciones en Religión en Libertad, la diferente actitud del cardenal barcelonés y del prelado celsonense también es abismal. Con esto no estoy diciendo que nuestro amado arzobispo haya dicho ningún disparate o afirmación fuera de la doctrina oficial de la Iglesia, por supuesto que no, sólo faltaría, pero sí se ha dejado instrumentalizar por los inquisidores contra Don Juan Antonio Reig, para argumentar que hay obispos homófobos, intolerantes y despreciables y otros tolerantes, abiertos y modernos como nuestro cardenal. Sólo hace falta ver los titulares que han generado las declaraciones de nuestro cardenal en los medios de comunicación: "Sistach se desmarca del obispo de Alcalá y pide respeto para los gays" (El Periódico de Catalunya), "Martínez Sistach se desmarca del obispo de Alcalá de Henares y dice que los homosexuales ’son personas como las otras’ " (3/24 de TV3) , "Martínez Sistach responde al obispo de Alcalá de Henares y pide respeto para los homosexuales"(El Punt-Avui)…

Es evidente que los dos obispos defienden la misma doctrina, pero al cardenal Sistach ya le va bien que en casos como éste, que crean escándalo y disgusto entre el progresismo eclesial, él se desmarque de alguno de sus colegas no catalanes. Eso le hace subir muchos puntos y popularidad en Cataluña y no sólo entre los cristianos, también en los ámbitos políticos, sociales y culturales, que machaconamente no paran de repetir las declaraciones del cardenal como una forma de decir: "Nuestro Sistach no es como Reig Pla"

No sólo es feo que nuestro arzobispo no defienda a un colega en momentos difíciles, sino como decía este domingo el amigo Virtelius Temerarius, que como un "Don Tancredo" sólo se mueva en estos casos, y guarde silencio como estatua marmórea ante tantas barbaridades y irregularidades que suceden en su propia diócesis y alrededores.

Todo lo contrario sucede con el buen obispo de Solsona, que a diferencia de la mayoría de sus colegas que no han querido mojarse para no pasar como "homófobos" ante la prensa anticlerical, ha decidido hacer unas manifestaciones claras, pedagógicas y valientes en defensa del obispo de Alcalá, comparen los titulares con los que antes he dado de nuestro cardenal: "El obispo de Solsona defiende al de Alcalá" (El Punt), "El obispo de Solsona considera que se ha producido un ‘encarnizamiento" contra el obispo de Alcalá de Henares" (Regió 7), "La opinión eclesiástica sobre moral sexual no puede ser perseguida, según el obispo de Solsona" (Europa Press)

Para Don Xavier Novell la opinión de la Iglesia sobre la moral sexual no puede ser objeto de "persecución" ni puede ser tildada de homófoba y considera que se ha producido un "encarnizamiento" contra el obispo de Alcalá de Henares monseñor Juan Antonio Reig Pla, sobre sus palabras refiriéndose a la homosexualidad. Para el joven prelado en las palabras de su colega de Alcalá "no hay persecución contra nadie" sino una formación moral hacia los que quieren escuchar.

Según el obispo de Solsona, el problema no está en lo que piensa la Iglesia y en lo que presenta como "un comportamiento adecuado", sino en el hecho de si un determinado colectivo o persona está o no de acuerdo con eso. En este sentido ha afirmado que existe una "cierta hostilidad" hacia la presentación "clara y transparente" de estas cuestiones por parte de la Iglesia porque "hay grupos que se sienten ofendidos cuando sencillamente lo que se hace es exponer a los fieles estos criterios morales que pueden guiar una conducta que les traiga paz y verdad".

A mi me han encantado estas declaraciones como las que también hizo el obispo de Logroño Don Juan José Omella, y me sorprende el silencio de tantos otros. Ciertamente hay miedo entre los obispos a quedar entre lo malos en la opinión pública, y prefieren que Don Juan Antonio se coma el marrón él sólo. En Cataluña exceptuando a Don Xavier también ha faltado valentía, pero aquí todavía es más dificil, no sólo es jugártela contra los medios de comunicación, prácticamente todos en manos del progresismo, sino a la vez ponerte en el frente contrario al del único cardenal en activo de Cataluña, el que pasará a la historia por se tan tolerante, comprensivo y respetuoso con el colectivo homosexual.

Antoninus Pius