Esquerra Republicana carga contra Sistach
Últimamente nuestro cardenal no tiene suerte. El mismo día en que los medios de comunicación estampaban en sus páginas el grandilocuente título "Sistach se enfrenta a Rouco Varela", el partido Esquerra Republicana (por medio de su agrupación de les Illes Balears i Pitiüses) presentaba una moción ante el Ayuntamiento de Banyalbufar, al objeto de que le sea retirado el título de Hijo Ilustre del municipio.
Tanto el supuesto enfrentamiento con el obispo de Madrid como los motivos que han llevado a Esquerra Republicana a instar tan drástica decisión tienen su origen en la entrevista que concedió el arzobispo barcelonés a Catalunya Radio el pasado 6 de marzo. Aquí les dejó el audio. Quienes tengan la paciencia de escuchar a nuestro cardenal en la entrevista radiofónica podrán comprobar que del supuesto enfrentamiento nada de nada. El entrevistador Manel Fuentes, que de conocimientos eclesiales anda bastante pez, con motivo de que Sistach le hablase de las actuaciones de la Iglesia en relación con la crisis económica, le preguntó sobre la desautorización de Rouco respecto a un documento de la JOC y la HOAC contrario a la reforma laboral. Como sea que Fuentes recalcó que Rouco lo había reprobado como presidente de la Conferencia Episcopal , Sistach saltó a aclarar un extremo que era absolutamente cierto: esa decisión había sido tomada como arzobispo diocesano de Madrid y no en el seno de la CEE. Luego se le preguntó sobre su opinión particular y manifestó que él se ceñía a la doctrina social de la Iglesia.
Hasta ahí el terrible enfrentamiento Sistach-Rouco. Ahora bien, al progresismo oficialista le va siempre de perlas presentar a nuestro cardenal como la antítesis del prelado madrileño y -ni cortos ni perezosos- se pusieron a titular que Sistach había replicado a Rouco y apoyaba un texto crítico con la reforma laboral. La satisfacción era plena, con un tiro se mataba a los dos cocos de la progresía: Rouco y el PP.
Pero a Esquerra Republicana (partido siempre propenso a dar la nota) no le pareció oportuno contribuir a la algarabía anti-Rouco y se fijó en otro pasaje de la entrevista: aquél en que el cardenal manifestó que el tema del robo de recién nacidos durante el franquismo debía ser analizado según los parámetros de la época. Por dicho motivo, el concejal de Banyalbufar Gabriel Seguí presentó la moción para que se le retirase la distinción de Hijo Ilustre de la villa, acusándole de franquista.
No sabemos que pasará definitivamente con dicha propuesta. El ayuntamiento de Banyalbufar está gobernado, con mayoría absoluta, por el partido Convergència per les Illes, que no es más que la continuación de la Unión Mallorquina de María Antonia Munar, que dejó a sus espaldas un reguero de escándalos de corrupción. Este partido ni siquiera logró representación parlamentaria en las últimas elecciones autonómicas de Baleares, pero retuvo el pequeño municipio de Banyalbufar, gracias al poder carismático del alcalde Mateu Ferrà. El mismo que, por medio de la extinta Unión Mallorquina, había otorgado al cardenal Martínez Sistach el título de Hijo Ilustre de la población.
Esquerra Republicana sólo cuenta con uno de los siete concejales, pero se debe advertir que en Banyalbufar ya tienen experiencia en retirar los títulos de hijo ilustre. No en vano, el pasado 7 de diciembre de 2011 desposeyeron de la distinción nada menos que a Francisco Franco. Cierto es que había sido declarado como tal en diciembre de 1936, con lo que haciendo gala de la tradicional galbana mallorquina la decisión llegó con 75 años de retraso. Creo que puede estar tranquilo nuestro arzobispo. En el pequeño pueblo de la sierra de Tramuntana pasa cada año unos días de asueto veraniego, nada menos que desde 1947 (ya se sabe que es un hombre conservador), donde se aloja en el Hotel Mar i Vent, muchas veces acompañado de sus dos hermanas y donde suele pasar largos ratos con su amigo de la infancia Sebastià Picornell. Nada le iba a importunar más que volver este verano sin ser un ilustre hijo de la localidad y tildado de franquista.
Pese al estrambote del partido independentista (mediante su sección de las Illes Balears i Pitiüses) no deja de ser la comparación entre ambas noticias un palmario ejemplo de la doble vara de medir de nuestra progresía. ¡Imagínense que el cardenal Rouco hubiese declarado que los robos de recién nacidos en el franquismo debían ser interpretados con parámetros de la época! Probablemente, no sólo le habrían retirado el título de hijo ilustre de cualquier población (si es que lo tiene), sino que ya tendría interpuesta una denuncia penal, por medio de cualquier asociación de agraviados. Por el contrario, el cardenal Martínez Sistach se iba de rositas y se le presentaba como un adalid de las protestas contra la reforma laboral del Partido Popular. Suerte de la agrupación de Esquerra Republicana de les Illes Balears i Pitiüses…
Les decía al principio que no tiene fortuna últimamente nuestro cardenal. El sagaz Antonius Pius les hablaba en su último artículo de la rebelión de los sacerdotes ancianos de la Residencia sacerdotal San José Oriol, que tuvo que sofocar el auxiliar Taltavull. El pasado día 2 de febrero, en una reunión de delegados y arciprestes, de la que se tuvo que ausentar Sistach para honrar al Rey en su visita al Colegio de Abogados barcelonés, tuvo que ser otra vez el obispo menorquín el que apaciguara el primer intento de revuelta de algunos miembros del clero diocesano, que le hicieron llegar su hartazgo por la política del cardenal, que se limita a hablar de la Sagrada Familia y la visita del Papa. Menos mal del talante componedor del obispo auxiliar. Sistach siempre bien protegido por las Illes Balears. Esperemos también que por las Pitiüses.
Oriolt