Feminidad versus Feminismo
El 31 de enero tuvo lugar un evento modesto en apariencia, pero que puede ser el inicio de algo muy importante. Un grupo de ciudadanos italianos, invitados por el diputado Massimo Polledri y Cristian Ricci, se reunieron en la Sala della Mercede, del Congreso de Diputados, para poner sobre la mesa una potentísima batería de ideas y argumentos sobre la feminidad, como sólido y completo cuerpo de doctrina: una doctrina claramente distanciada del feminismo feroz que domina la escena ideológica moderna, y opuesta frontalmente a la ideología de género. El fin último de este empeño es superar el fenómeno social del monopolio de esas doctrinas que actualmente están inspirando e impregnando las leyes y las instituciones de la Unión Europea y sus afines ideológicos y políticos.
Como representante de España y en nombre de la plataforma Derecho a Vivir, fue invitada Tania Fernández Arellano, cuyo parlamento versó sobre “La feminidad, patrimonio mundial”. Fue una bella conferencia, como lo fue cada una de las que se presentaron. Pero lo realmente impresionante fue, luego, a la distancia, darnos cuenta del valor superior del puzzle completo, sobre el valor de cada una de las conferencias. Intento ir presentando las piezas del puzzle por ver de compartir esta visión con los lectores de Germinans.
Habló en primer lugar el diputado sobre la obsesión por la igualdad entre el hombre y la mujer, que obviamente tiene sus campos específicos de aplicación, como son el derecho y el trabajo; pero que llevada más allá, nos ha abocado a despreciar y a obviar las diferencias, que constituyen una gran riqueza; con lo que ese desenfoque de la realidad, agotado el recorrido que le es propio, ha devenido en lamentable empobrecimiento no sólo para la mujer, sino para el conjunto hombre-mujer que conforma la sociedad.
Emanuela Vinai, (en la fotografía) periodista y publicista, puso el dedo en la llaga del “uso” de la mujer en la publicidad como “objeto” del que se valoran únicamente los aspectos físicos; y eso no como un fenómeno profesional, sino como un consenso social. Ésa es la valoración de la mujer que se consume mayoritariamente en los medios. El título de su conferencia era “Comunicar el talento de la feminidad” : una verdadera revolución de la imagen femenina, haciendo hincapié en el carácter de auténtico talento que tiene por sí misma la feminidad, es decir la condición de mujer, de la que forma parte intrínseca la maternidad como forma de enfrentarse a la realidad.
La conferencia de Ana Cristina Villa Betancourt, colombiana, responsable de la sección Mujeres del Pontificio Consejo para los Laicos, versó sobre la “Feminidad y la maternidad espiritual” , la maravillosa y fecundísima forma de maternidad que desarrollan en la Iglesia las mujeres que consagran su vida a Dios y al prójimo. Es el instinto femenino y por tanto maternal de estas mujeres lo que da a su dedicación una calidad netamente diferenciada de la que son capaces de dar los hombres consagrados a Dios y al prójimo.
Costanza Miriano, periodista de la RAI , madre de cuatro hijos, que obtuvo en 2011 el premio literario nacional “Mujer y Vida”, habló sobre la “Feminidad en el Matrimonio” señalando los distintos roles del padre y de la madre en el matrimonio, y poniendo el acento en la necesidad de poner siempre las exigencias de la familia por encima de las del Estado.
Sara Fumagalli, que trabaja en primera línea en el voluntariado en países golpeados por la guerra y por las calamidades naturales, coordinadora de la organización “Umanitaria Padana onlus”, que despliega su actividad en esas regiones, habló sobre “La vocación femenina a la caridad”. Con la viveza de quien vive y conoce de primera mano las situaciones más duras, destacó que la feminidad se expresa con un genio y una sensibilidad particular que lleva a la mujer a amar como sólo ella sabe hacerlo, y a dar dignidad en las situaciones más difíciles. Ella misma dio unas pinceladas maestras sobre el tema de “La feminidad negada” que correspondía a la diputada Suad Sbai, italiana de origen marroquí, periodista y jefa de redacción de la revista en lengua árabe Al Maghrebiya, y presidenta de la asociación de mujeres marroquíes en Italia. Pues bien, la idea de impacto que nos transmitió Sara Fumagalli en nombre de Suad Sbai, es que ante la disyuntiva entre tener derechos (opción occidental) y mantener las esencias y sobre todo el reconocimiento de la condición de mujer, especialmente de la maternidad; ante la incapacidad occidental de compatibilizar ambas opciones, la mujer árabe ha optado por no renunciar a su plena condición femenina por conquistar derechos. Y asumen el caro precio que han de pagar por ello.
Cristian Ricci, (en la fotografía) presidente de “Ciencia y Vida Pontremoli-Lunigiana”, cuya conferencia llevaba el sugerente título “¿Quién está contra este talento?” , explicó que el mayor riesgo para el reconocimiento del talento de la feminidad está en la “teoría de género”, que niega la diversidad entre hombres y mujeres; lo que tiene como resultado oscurecer un aspecto fundamental del ser humano, que es el don recíproco. Sus planteamientos fueron de profundidad antropológica.
Fue especialmente emotiva la vibrante intervención de Rita Coruzzi, escritora, cuyas obras más destacadas son “Un vuelo de mariposa” y “Gracias a la Vida ” . Ella es una chica joven, que por un error médico va en silla de ruedas. El título de su conferencia, “La mujer y la defensa de toda vida” . Naturalmente tanto en los títulos de sus libros como en su conferencia, se refiere al valor muy superior que tiene nuestra vida por ser humana y más aún, en su caso, y en el de las que están como ella, por su especificidad femenina. Fue bellísima.
Ahí queda la relación de las conferencias. Tanto la temática como el evento dan mucho de sí. Confío en poder desarrollar más extensamente alguno de los muchos temas que han quedado aquí tan sólo apuntados.
Cesáreo Marítimo