Más sobre Mn. Boix y la "Unió Sacerdotal"
He leído el escrito de Antoninus Pius (12/10/2011) sobre Mn. Boix y me gustaría añadir algunos comentarios y valoraciones del mismo. En primer lugar me ha sorprendido que, acostumbrados a la buena documentación fotográfica a la que nos tiene acostumbrados Germinans publique una fotografía a blanco y negro y de poca calidad sobre el finado. Es por ello que me he permitido la libertad de enviarles esta fotografía a color por si quieren aprovecharla. En ella pueden ver a Mn. Boix hablando por su telefóno móvil, también pueden observar que lleva corbata, siguiendo el patrón de este tipo de sacerdotes, que visten de paisano, como en la fotografía que publicaron, pero que cuando participaban de algún acto importante se ponían la corbata como si se tratara de un director general de la Generalitat de Catalunya.
No soy nadie para juzgar a un sacerdote en su totalidad, además espero que en el último momento hubiera hecho un buen acto de conciencia antes de entregar su alma a Nuestro Señor. De hecho me llena de esperanza las palabras que escribió antes de morir en las que hay un reconocimiento de sus debilidades: "Sé que me espera un Padre bondadoso y que, aunque mi vida haya tenido momentos de debilidad, me dará un gran abrazo y me invitará a un gran banquete para celebrar la fiesta de mi llegada". Lo único que quiero valorar es la actitud de este sacerdote y de otros similares, en una determinada época, momento en que se fraguó la hecatombe diocesana que vivimos en Barcelona.
Me extraña que en el escrito de Antoninus Pius no se haga mención de que Mn. Boix fue presidente de la "Unió Sacerdotal" en sus momentos de máximo esplendor. Estoy hablando en los tiempos del cardenal Jubany en que la Unió Sacerdotal capitalizaba todos los cargos diocesanos y ser presidente de ese "lobby" era un cargo determinante en el gobierno de la diócesis y en la forma de hacer pastoral de aquella época. Él mismo fue vicario episcopal, como tantos otros miembros de la "U", en aquel tiempo en que empezaron a hacerse verdaderas barbaridades litúrgicas, sacramentales, doctrinales… Recuerdo que en una ocasión me acerqué a mi párroco, que no era especialmente progresista, y le recriminé que celebrara el sacramento de la penitencia en la parroquia con absolución colectiva, su respuesta fue la siguiente: "Si mi Vicario Episcopal, que es el máximo representante del obispo en nuestra zona, lo hace en su parroquia, porqué no tengo que hacerlo yo". Ese es quizá el principal "pecado" de estos dirigentes de la Unió Sacerdotal que influenciaron en toda una generación de sacerdotes para que siguieran su ritmo y su estilo.
Afortunadamente las cosas han cambiado, hoy ser presidente de la "Unió Sacerdotal" no sirve para nada, actualmente lo es Mn. Brustenga, a quien el mismo cardenal Sistach ha tenido que retirar y degradar de la parroquia de San Ramón Nonato donde estaba, por los escándalos ocasionados. No tuvieron más remedio que elegir a Mn. Brustenga, no por sus méritos o capacidades, sino porque es uno de los "jóvenes" de la "U", es decir de los que no llegan a los ochenta años.
También he encontrado otra omisión en el escrito de Antoninus Pius, y es que en las campañas de desprestigio y derribo del cardenal Carles, no sólo estaba la parroquia de San José Oriol de Mn. Boix, también estaba la parroquia del Pino, con otro capitoste de la Unió Sacerdotal y también ex-vicario episcopal del cardenal Jubany Mn. Batlles. Fue en esa parroquia donde empezó a editarse "El Pregó" la revista oficial de la disidencia al cardenal Carles, en la que se dejaba de vuelta y media al entonces arzobispo y a sus principales colaboradores. Actualmente Mn. Batlles tiene más de 90 años y cuando cumplió los 90, ya se le hizo un homenaje en Montserrat con la presencia del ya fallecido obispo Joan Carrera y también con telegrama de apoyo, como no, del obispo de Urgel, Joan Enric Vives. El día en que el Señor lo llame a su Reino, estoy convencido de que la ceremonia de despedida será todavía más solemne que la del propio Mn. Boix.
J.C. Garrido