Vandalismo en una iglesia de Mataró
Este es el titular que hemos podido leer en algunos medios de comunicación. Una agresión más a las que desgraciadamente nos vamos acostumbrando. Y no me refiero a los lamentables hechos que suceden en países de mayoría musulmana, donde la persecución, destrucción y muerte de todo lo que es cristiano está a la orden del día, sino a lo que está sucediendo en nuestro país, sobre todo desde que nuestro presidente Zapatero se ha empeñado en trasladarnos a los años treinta tal como nos recordó nuestro Santo Padre en el avión que le conducía a nuestra tierra. Amparados por el anticlericalismo gobernante no es de extrañar que los vándalos se envalentonen y que impidan celebrar la Santa Misa en la Universidad de Barcelona, o que se desnuden en la capilla de la Complutense de Madrid, o que aparezcan pintadas en muchas iglesias y centros religiosos con lemas como "Arderéis como en el 36" o "Quitad vuestros rosarios de nuestros ovarios".
Aparentemente lo que ha sucedido en la iglesia del Pla de Boet en mi querida ciudad de Mataró, es un acto más de ese anticlericalismo que sufrimos, pero los que conocemos la realidad, sabemos que este caso tiene unas raíces completamente diferentes. Los que sellaron con silicona el templo parroquial y llenaron de pintadas sus paredes no son ni anarquistas, ni comunistas reciclados, ni colectivos anti-sistema, son simplemente vecinos normales y corrientes indignados por la actuación de su párroco.
Los antecedentes de esta historia ya fueron explicados en esta web gracias a nuestro colaborador John Cheap en su artículo del 8 de septiembre de 2010, titulado: "La Casa de Santiago, el mosquito tigre del obispado de Barcelona, se carga el futuro de otra parroquia de Mataró" (en la sección De omnibus rebus). En aquel escrito se explicaba como el Rvdo. Josep Lluís Socias, párroco de la iglesia de la Virgen de Montserrat en el barrio mataronense del Pla de Boet, no sólo se había cargado cualquier titpo de pastoral en su parroquia sino que había hipotecado el futuro de la misma, cediendo los locales parroquiales para que pueda insertarse un Centro para la rehabilitación de jóvenes problemáticos, por supuesto sin ninguna vinculación con la Iglesia católica, ni siquiera con Cáritas u otras ONG’s de inspiración cristiana.
Ya hay un antecedente, de esta misma situación en torno al Centro Residencial de Acción Educativa (CRAE) La Ribera en el barrio de L’Havana de nuestra misma ciudad. Tras dos años de graves conflictos y actos delictivos por parte de los jóvenes residentes en ese centro, los vecinos se han puesto en pie de guerra, lo que ha provocado que hasta incluso nuestro querido alcalde socialista el Sr. Juan Antonio Barón, haya pedido el cierre de la instalación. En estas circunstancias el "despistado" del Rvdo Socías, sin consultar con nadie ni tener en cuenta para nada la posible reacción vecinal, decide ceder los locales para que se instale un CRAE en su parroquia.
Todo esto sucede habitualmente con este tipo de sacerdotes (en este caso parece más un vendedor de seguros "Ocaso" como nos dijo John Cheap) formados fuera del
Seminario Diocesano en aquel engendro que se llamó la Casa de Santiago (y que afortunadamente Don Ricardo eliminió). Sacerdotes de "fin de semana" o que aparecen por sus parroquias en contadas ocasiones, porque tienen demasiadas obligaciones, todas ellas ajenas completamente a la Iglesia. Eso sí son sacerdotes que conectan muy bien con algunos capitostes gubernamentales (ya sean convergentes o socialistas), y sobre todo con el espíritu ONG, siempre que no tengan nada que ver con la Iglesia, porque lo importante según ellos es "hacer el bien", los sacramentos, la catequesis, la espiritualidad cristiana, les resbala, no va con ellos.
Nuestro Rvdo. Socías tiene la parroquia completamente abandonada, sin actividad pastoral, sin vida, y para contrarestar esa imagen nefasta que ya tiene en el barrio no se le ocurre otra cosas que poner Centro con jóvenes conflictivos, para que pueda parecer que en esa parroquia se hacen cosas y se ayuda al necesitado. Pero sin duda ha metido bien la pata. El mismo es consciente, por eso como informa la prensa, ya ha tirado la toalla después de la enésima manifestación vecìnal y ha pedido un mediador. Ahora lo pide. Si lo hubiera hecho desde un principio, si hubiera hecho las cosas un poco mejor, toda esta situación tan incomoda podría haberse evitado. Pase lo que pase, se ejecute o no el CRAE, esa parroquia seguirá muerta y abandonada y malvista por sus vecinos hasta que no cambien a su párroco, pero ya sabemos que n.s.b.a. protege e incluso promociona a los sacerdotes de la Casa Santiago, uno de ellos, el Rvdo. Jaume Aymar, dirige (catastróficamente) los destinos de Catalunya Cristiana y Radio Estel.
Antoninus Pius