Y Pousa dando conferencias por las parroquias...
La actual situación de la diócesis de Barcelona es catastrófica pastoralmente y caótica organizativamente. Lo que está sucediendo con la basílica de la Sagrada Familia no tiene nombre, tengo amigos católicos que todavía no han podido entrar a ver el templo que consagró nuestro Romano Pontífice en noviembre. Se quedaron afuera, como miles de buenos fieles en la Jornada de la Familia, por una organización (yo diría desorganización) pésima del evento y este domingo pasado decidieron desistir al ver más de cuarenta mil personas que querían entrar en la basílica colapsando el tráfico de todo el centro de Barcelona para poner en práctica la famosa "Solución Sistach" (que yo diría la "chapuza Sistach") es decir abrir unos contados domingos y dejar pasar gratuitamente a los visitantes.
Pero lo peor del gobierno de n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach no son sus decisiones, muchas de ellas chapuceras y sin ninguna visión pastoral de futuro. Lo peor son los pecados de omisión, es decir lo que consiente que se haga en su diócesis mientras él mira para otro lado. Un cardenal que permite que se organice en una emblemática parroquia de la ciudad un acto contrario a la autoridad del Santo Padre, a tan sólo 300 metros de donde iba a dormir nuestro pontífice al día siguiente, o un pastor que permite que uno de sus sacerdotes que ha manifestado públicamente que ha pagado abortos y en ningún momento se ha retractado de su declaración, siga ejerciendo el sacerdocio como si no pasara nada.
Pues de este señor quiero hablar hoy, porque no sólo sigue teniendo cargo pastoral en una de las parroquias de Barcelona, sino que además se permite el lujo de ir haciendo conferencias por otras parroquias para que todo el mundo vea lo buen sacerdote que es y lo comprometido que está socialmente. Entiendo que TV3 le dedicara un programa en horario de máxima audiencia, ya sabemos que la televisión del tripartito promocionaba a todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que fueran heterodoxos, pero no se entiende que este hombre extienda sus ideas y su conducta por otras parroquias sin que nuestro pastor haga o diga algo.
La parroquia de Sant Medir, una de las más emblemáticas en cuanto a actos del nacional-progresismo eclesial se refiere invitó al Rvdo. Manuel Pousa, el pasado viernes 13 de enero para pronunciar una conferencia sobre el tema "Fe y compromiso social". No se pierdan por ejemplo la respuesta de este original sacerdote a una pregunta sobre el tema de la charla:
¿Crees que unir Iglesia y Compromiso social, ayudaría a mejorar la imagen que tiene esta institución (la Iglesia) hoy en día?
Sí, porque hemos conseguido que la gente se aleje (de la Iglesia), es decir yo creo que la fe es una experiencia personal y que cada uno tiene que hacérsela suya. Pero cuando se dice Iglesia también a veces se identifica con una parte de la institución, de la jerarquía que no creo que esté en consonancia con el Evangelio y la figura de Jesús. Porque no todo el mundo tiene que ser cristiano y practicante, pero para mi todo el mundo tiene a Dios dentro. Hay personas que no creen que existe, pero esta persona es tan creyente como yo, es decir que no hay una categoría superior entre el creyente y el no creyente. Además, sin duda, la Iglesia no puede ser una imagen perfecta y también tengo que decir que lo fácil es criticar al Papa y a los obispos, pero es que hemos dado pie y fundamentos a la gente para que nos critique. YO CREO EN LA REVOLUCIÓN, QUIERO HACER LA REVOLUCIÓN..
No está mal, en una sola respuesta, aunque de forma bastante destartalada el cura abortero nos dice, que es lo mismo ser creyente que no creyente, que la culpa de que la gente se aleje es de la jerarquía, porque ésta no está en consonancia con el Evangelio y con Jesús, que es normal que la gente critique a la Iglesia porque nos lo hemos ganado y finalmente acaba con un alegato magistral para que no tengamos ninguna duda: "Yo soy un revolucionario".
Un angelito este Pousa, no sólo paga abortos, sino que cuando hace declaraciones se queda a gusto. Y las parroquias abriendo sus puertas para acoger a este individuo, y nuestro obispo sigue con su estilo de "tolerancia máxima" con la heterodoxia.
Antoninus Pius