¿De qué se sorprenden?
Si no fuere porque un fracaso de la visita del Santo Padre a Barcelona sería interpretado como un fracaso de Benedicto XVI y de la Iglesia, resultaría francamente divertido el chocante espectáculo equilibrista que se está produciendo en el mundillo progre-eclesial catalán. Sin lugar a dudas se están recogiendo los frutos de años y años de mofa y befa de Roma, de oposición clara y taxativa a la figura del Papa, cuya última expresión callejera fue la manifestación contra la división de la archidiócesis de Barcelona, encabezada por Turull y su megáfono. No se entiende de qué se sorprenden ahora algunos. Se trata de una musiquilla que se ha venido repitiendo a machamartillo en la mayoría de ambientes eclesiales catalanes en los últimos cuarenta años.
No se trata de escandalizarse únicamente por las animaladas proferidas por el edil Ricard Gomà, en publicación del Ayuntamiento (es decir pagada por el dinero de todos), sino de toda una serie de perlas que viene dejando la carcundia progre, en aras a desmarcarse del viaje papal. Desmarcarse de una manera bastante profiláctica, dado que se hallan en un verdadero embrollo mental. Por un lado no quieren desairar a Sistach, pues lo admiten como un mal menor y le agradecen que les hubiera devuelto su minúscula parcela de poder. Pero por otro lado (la cabra tira al monte) su obsesión antirromana les imposibilita mostrar ningún tipo de entusiasmo. Por ello han de dejar bien delimitado el campo de juego.
Voy a desgranarles algunas de estas perlas progres: En primer lugar, debe señalarse que, tras publicarse nuestro Directorio sobre la preparación de la visita papal en las parroquias, el delegado diocesano de catequesis y párroco de San José Oriol, Mossèn Enric Termes, colgó (o alguien le hizo colgar) en el templo el cartel del viaje elaborado por el arzobispado. ¡Siempre a remolque de Germinans!
Sí antes hablaba de publicaciones pagadas por todos los contribuyentes, debo traer a colación el portal Catalunya Religió, que se nutre de la subvención de todos los catalanes -creyentes o no- sin que nadie se rasgue las vestiduras. Los equilibrios de este medio de comunicación son tan forzados que nos hacen temer el descoyuntamiento de su director Jordi Llisterri. Cual bien señalaba mi admirado Antoninus Pius en su último artículo, había desaparecido de la web de la parroquia de San Ildefonso un manifiesto de su Consejo Parroquial que, por hablar de manera clara, perdonaba la vida al Santo Padre. Todavía no ha vuelto a aparecer en la web ildefonsiana, pero (¡otra vez a remolque de Germinans!) tras el artículo de Antoninus, aquel comunicado apareció en el site de Llisterri. Aquí lo pueden leer con sus nueve tesis, clavadas esta vez en la puerta de Llisterri y no en la puerta de la iglesia del palacio de Wittenberg. Por cierto, la foto que encabeza este artículo demuestra (aparte del obispo Taltavull) la juventud y lozanía de los sacerdotes que colaboran en parroquia tan progre. Parroquia y web en la que también ocupa un lugar preeminente el laico Ignasi García Clavel, Presidente del Patronato de Escuelas Parroquiales (cuya movilización ante la visita papal es absolutamente paupérrima), designado por Sistach en sustitución de Mossèn Rafael Méndez. Pero no solo los ildefonsians encuentran cabida en el portal subvencionado. Una de sus columnistas, Laia de Ahumada nos habla de la "dichosa" visita del Papa a Barcelona. Tal cual.
Tampoco faltan al batiburrillo nuestros amigos de Església Plural, que siguen buscando un templo donde celebrar su acto de protesta. ¿ A ver qué sacerdote se arriesga a sufrir la ira sistachiana? Porque la verdad que este foro no se ha arredrado y no solo pretenden esgrimir su protesta visible, sino que se han permitido descalificar la decisión del cardenal de suspender las misas del 7 de noviembre por la mañana, recordando que esta situación no había tenido lugar en Barcelona desde la guerra civil. Es más, instan públicamente al arzobispo a que decrete una absolución general del pecado de no cumplir con el precepto dominical el día de la consagración de la Basílica de la Sagrada Familia
Solo me falta hacer una advertencia a Església Plural y a otros medios. Cualquier manual de buen periodismo exige citar las fuentes. Sabemos que les molesta Germinans (y todavía les molesta más que les pisemos las noticias), pero ya sea para criticar nuestros artículos o para recoger la noticia de la terna para Solsona, se agradecería se sirvieran citarnos o marcar un link. Solamente por buena educación y ética periodística. Luego exigen la reforma del papado, cuando se dedican a plagiar artículos, sin mentar la fuente. El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho; y el que es injusto en lo mínimo, también lo es en lo mucho.
Oriolt