Tienen miedo
Cuando uno lee el desaforado artículo de Llisterri, titulado "La dreta espanyola dona la benvinguda al Papa" le transmite una sensación de miedo e impotencia por el hecho de que el éxito de la visita papal a Barcelona pueda deberse a la movilización de la derecha española. Ya de por sí resulta muy exagerado limitar la exitosa campaña "Bienvenido Benedicto XVI" (desde la que nos hemos adherido en esta web y que lleva en pocos días la inusitada cifra de 26.000 firmas) a la derecha española o al CEU y a e-cristians, por hablar del ámbito catalán, cuando entre los firmantes catalanes, se hallan, entre otros, Mercedes Aroz (ex diputada socialista, que renunció a su cargo por la ley del aborto); Josep María Coll Alemany (hijo del ex Presidente del parlamento catalán, Miquel Coll i Alentorn); Isabel Estapé Tous (hija de Fabián Estapé, economista muy próximo al PSC); Laureano Molins (el médico que ha operado al Rey) o Valentí Puig (periodista y escritor, que se confesó convertido nuevamente al cristianismo, tras su asistencia a los funerales de Juan Pablo II). Confiemos en que ello se deba a la tradicional indolencia de Llisterri y no a un afán manipulador, aunque es preciso recordarle que Barcelona homenajea al Papa, no el Papa a Barcelona.
Otra de las paradojas del vergonzoso artículo radica en que se sorprende de que los firmantes tengan suficiente dinero para gastárselo en una página entera de publicidad. ¡Alto ahí, Llisterri! Tengan o no dinero, se lo gasten o no se lo gasten, el dinero es suyo. Y hacen con él lo que quieren. En cambio, tú no te gastas un euro, sino que vives del dinero de todos los catalanes, habida cuenta que tu web Catalunyareligio, ha sido agraciada con una subvención anual de 25.000 euros. 25.000 euros cada año, haya crisis o no. 25.000 euros pagados a tocateja, no por el gobierno tripartito, que se limita - que no es poco- a concederlos, sino pagados por todos los catalanes, les guste o no tu web. Sean creyentes, ateos o agnósticos. ¿Por qué en estos tiempos de laicidad militante y oficial, tiene que subvencionar el erario público una web religiosa? Creo que este hecho debe conocerse por todos y esos contribuyentes -ateos o agnósticos- deben denunciar el hecho. Y los partidos laicistas también. Basta ya de parasitismos. Y encima se queja de que los otros se gasten su dinero. Mientras él se aprovecha del de todos.
Detrás de esta salida de pata de banco no hay más que miedo e impotencia. Miedo a la absoluta falta de iniciativa de los medios de comunicación catalanes ante la visita del Papa. Impotencia ante la falta de respaldo económico de los sectores más progres del catolicismo, incapaces de hallar la más mínima colaboración. Se han acostumbrado a vivir del mundo de la subvención pública y son incapaces de trazar cualquier conexión con el ámbito privado. Por ello se rasgan las vestiduras, sí éste se gasta su dinero o sí realiza una hábil labor publicitaria.
El miedo y la impotencia se ha apoderado del sector progremente correcto, eclesialmente hablado. Este miedo también se ha observado ante los recientes nombramientos parroquiales en la diócesis de Barcelona, de los que nos habló en su último artículo mi admirado Antoninus Pius. Nombramientos agridulces, pero que también han dejado una sensación de desconcierto en el sector oficialista. Me llegan noticias de que se está gestando una auténtica revolución en la parroquia de Sant Oleguer, por la designación de Mossèn Joan Obach Baurier, como nuevo párroco.
La revolución la estaría incubando el consejo pastoral de la parroquia, que considera que este sacerdote quebraría la línea del anterior, el fallecido Joaquim Trias, compañero de viaje de Totosaus y vieja gloria de los curas filocomunistas de Santa Coloma de Gramenet. Obviamente, el consejo pastoral no representa a nadie (menos en una parroquia mortecina), sino que -como sucede en muchos templos- consideran que la parroquia es suya y no solo no admiten a un párroco con ideas renovadoras, sino que tampoco admiten a nuevos feligreses. Se trata de su territorio. Absolutamente vedado. Prefieren una iglesia vacía, a perder su exigua cuota de poder. Pero la misma puede verse amenazada en Sant Oleguer, sí sigue los pasos de la vecina Parroquia del Roser, que ha germinado en una parroquia viva y dinámica, gracias a la excelente labor de su rector, Mossèn Costa Bou y, en el último año, a su vicario, Jordi Moya.
Otra noticia esperanzadora de los últimos nombramientos es el nombramiento del Padre Barrallo, como vicario -y de facto responsable- de la parroquia de San Carlos Borromeo, de la que ya se estaba encargando desde la jubilación de Mossèn Cortina, con notables éxitos, entre los que se apunta haber devuelto la misa al altar mayor y no a la capilla donde se oficiaba en los últimos tiempos.
Y se me olvidaba: hasta nuestro muy progre y denostado Cabot ha abierto su iglesia de Lourdes todas las mañanas, aunque no haya celebración. ¿Se nos hará germinante? ¿O esa noticia esperanzadora se debía a su vicario, al que ya han trasladado y sustituido por el oncólogo Doctor Yglesias, que no tendrá tanto tiempo para atender la parroquia? ¿Volverá a cerrarla? Esperemos que no.
Oriolt