Casi la mitad de los párrocos de Barcelona tiene más de 65 años

En la archidiócesis de Barcelona hay 208 parroquias. De ellas, 91 son regidas por sacerdotes mayores de 65 años. El 45% del total son rectores que ya estarían jubilados en la vida civil. Sí solo atendemos a la edad de jubilación canónica, fijada en los 75 años, nos encontramos con 31 párrocos que ya la han cumplido. Casi una quinta parte del total.

Vamos a repasar únicamente a éstos:

Parroquias Párroco Edad párroco

Santa Anna Mn.Joan Arán 80

Sant Agustí Padre Casañas Galofré 80

Preciossima Sang-St.Domingo Mn. Duch Fumadó 75

María Medianera Mn. Muñoz Resano 76

Sant Salvador d’Horta Mn. Francesc Foraster 80

Sant Ferrán Mn. Amador Roig 77

Espíritu Santo Mn. Miquel Venque 75

Sagrada Familia Mn. Bonet Armengol 78

Sant Oleguer Mn. Joaquim Trias 76

Sant Joan d’Horta Mn. Ignasi Corominas 76

San Pio X Mn. Lladós Pastallé 80

Santa Eulalia Vilapiscina Mn. Miquel Bada 76

San Carlos Borromeo Mn. Joan Cortina 76

Sta. Teresita Mn. Joan Escala 80

Josepets Mn. Ricard Masclans 78

Mare de Deu de Nuria Mn. Arturo Martín 77

Sant Ildefons Mn. Lluis Saumell 77

Basílica Tibidabo Padre Oriol Oliveras 75

Sant Joan de la Creu Padre Conrad Martí 79

Santa María de Vallvidrera Mn. Josep Sendra 77

Santa Tecla Mn. Joaquín Monasterio 78

Les Planes Mn. Pere Grau 77

Santo Angel Custodio Padre Francesc Nolla 76

Santa Dorotea Mn. Francesc Vergès 81

Verge Desamparats Mn. Valentí Balaguer 78

Verge Lourdes de Badalona Mn. Miguel Pareja 79

Sant Cebrià de Tiana Mn. Joan Ballús 78

Sant Pere de Premià de Dalt Mn. Josep Colomé 76

Santa María de Mataró Mn. Joan Barat 76

St. Vicenç de Montalt Mn. Vicenç Roig 78

31 sacerdotes esperando una merecida jubilación. La mayor parte con sus naturales achaques físicos (más de uno, no solo con achaques, sino con dolencias gravísimas) que les impiden llevar la parroquia como desearían. ¿Se ha hecho algo durante el pontificado de Sistach para paliar esta grave situación? Absolutamente nada. Al revés, se demoran las jubilaciones, se insiste a los párrocos en que han de seguir, mientras el cuerpo aguante; todo ello sin la más mínima atención moral y personal a estos sacerdotes mayores, que se ven privados de su ganado retiro. Con el agravante de que en la Residencia Sacerdotal san José Oriol ya no cabe ni un cura más. Tienen que dejar salir antes de entrar. Por el contrario, hay parroquias con dos, tres y cuatro sacerdotes, algunas con rector y vicario jóvenes, cuyo nexo de unión suele ser la ortodoxia. Sistach ha dividido el mapa de las parroquias barcelonesas entre corrientes sacerdotales, pero tiene un grave problema: casi no tiene curas jóvenes progres. La causa de esta errática política se observa en la descomunal proporción de párrocos mayores. El absoluto envejecimiento de los rectores.

Esto configura un panorama desolador. ¿Qué pasará de aquí diez años? ¿Se van a cerrar la mitad de las parroquias de la diócesis? ¿Ha pensado Sistach en ello? Parece claro que sí ha pensado, no se ha atrevido a tomar una decisión. Ya quedará el problema para el que venga. El ha preferido la supuesta paz diocesana, antes de encarar los escollos del futuro. Pero lo pagaremos todos. Y entonces, pensaremos porque –cuando se podía- no se acometió la verdadera reestructuración de la diócesis y se confió en los sacerdotes más jóvenes. Simplemente por temor al progresismo eclesial. No podía verse el mapa parroquial dominado por clergymans. Por evitarlo, tendrá el mapa parroquial dominado por iglesias cerradas. Ahora están semivacías. De aquí a diez años, selladas a cal y canto. ¿Alguien lo duda?

Oriolt