“La normalidad de la diferencia”
Juan Pablo II: ¡Respeta, defiende, ama y sirve a la vida, a toda vida humana!
De entrada tengo que confesar que siento debilidad por la Fundación Talita. Tal vez sea porque conozco a muchas familias que se benefician de su apoyo y asesoramiento, o tal vez, porque sus miembros son un ejemplo admirable de profesionalidad, de servicio y de humanidad que se empeñan diariamente en “normalizar la diferencia” con sus proyectos de integración escolar, laboral, y social.No sé, no sé…
Como bien dice su presidente, Miguel Viñas: “La misión de Talita es realizar cualquier actividad relacionada con la integración. Para ello tenemos una dirección técnica, el asesoramiento a escuelas, los servicios a familias, la educación del tiempo libre y actividades. Nuestro reto es mejorar, mejorar y mejorar. Buscar la excelencia continuamente en lo que hacemos”.
Y añade: “Nuestro primer objetivo es el asesoramiento a las familias que, generalmente, acuden a las pocas horas de haber visto que tienen un hijo con discapacidad. Lo primero que se les aconseja es tranquilidad y que hagan lo mismo que con cualquier otro bebé. En definitiva, lo único que ha pasado es que tienes un niño diferente de los otros”.
Un hijo diferente que es “una persona especial, que te enriquece. No es que nosotros lo ayudemos a él, sino que él nos ayuda a ser mejores personas. De hecho, el porqué de la integración es éste. Por un lado, es una cuestión de justicia elemental, de replicar en los diferentes ámbitos de la sociedad, la realidad física, la realidad del mundo. Por lo tanto, si vieras un colegio con todos los niños de más de metro setenta o de menos de metro cuarenta - me da igual por dónde sea la segregación - no dejaría de ser extraño. Por otra parte, el otro motivo es el del beneficio mutuo. En la familia, también. La personalidad, la forma de ser de estos niños, es pura bondad. Es verdad que das mucho, pero también recibes mucho. En el aula sucede lo mismo. Un aula en el que hay un niño con dificultades es mucho más rica, recibe mucho más que un aula sin ningún niño con dificultades, en la que la competitividad es mucho mayor”.
Mediante una atención personalizada, cada uno de los reeducadores, titulados superiores, profesores en educación especial, psicopedagogos o psicólogos de la Fundación trabajan por objetivos. Cada quince días se hace una revisión, niño por niño, de lo que se ha trabajado hasta la fecha y se marcan nuevos objetivos, para los quince días siguientes.
Además, la integración escolar en la que trabaja la Fundación Talita “significa poder desarrollar el currículo en un centro de enseñanza normalizado, en contraposición con la educación especial, que es en centros en los que sólo hay niños con necesidades educativas específicas o con dificultades”.
A partir de los 18 años pasan a promover la integración laboral en un entorno normalizado. Se analiza niño por niño, sus capacidades y sus debilidades y se mide cuales son las tareas para las que el niño está más preparado, se le pregunta qué es lo que quiere hacer. Después se orienta al niño y a la familia sobre lo que más le conviene y, el paso siguiente, es formarlo y que entre a trabajar en una empresa. Talita tiene acuerdos previos con empresas para que la inserción laboral sea posible. (…) Al resto de miembros del centro de trabajo se les da la posibilidad de trabajar con una persona discapacitada. De esta manera, el equipo se cohesiona, y la gente se da cuenta de que no todo es haber cuánto he producido en los últimos sesenta minutos”.
Por ello, no es extraño, que el lema que la Fundación Talita ha elegido para el lanzamiento del calendario de 2011 sea: “Ayúdanos para que la inclusión social de niñas, niños y jóvenes con discapacidad intelectual sea una realidad".
Los beneficios recaudados por la venta del almanaque irán destinados a la asociación de Barcelona que ayuda a niños que necesitan una educación especial, así como a sus familias. Este año, además, esperan promover la conciencia social y recaudar fondos para seguir trabajando en la integración de estos niños.
“¡Compra calendarios para regalar a tu familia, amigos y empleados y estarás ayudando a que las personas con discapacidad tengan una vida plena y un presente y un futuro feliz!”
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