Ojalá ...
Me había prometido a mi misma no escribir nada sobre la visita de Benedicto XVI.Antes quería leer todas sus declaraciones y discursos, meditarlos y trasformarlos en ideas concretas y prácticas para mi vida interior y beneficiosas también para los que me rodean.
Pero, después de oír y leer todas las sandeces que se están diciendo sobre el papel de la mujer en la iglesia, basándose únicamente en la imagen de las cuatro monjas que acudieron a limpiar con paños el óleo del altar y el suelo durante la ceremonia de consagración de la Sagrada Familia, me han entrado unas ganas irrefrenables de gritar a los cuatro vientos: ¡¡¡¡Ojalá hubiera sido yo una de las elegidas para realizar una tarea tan excepcional!!! ¡¡¡Ojalá el Señor me hubiera premiado con el privilegio de acicalar el altar una vez ungido en “ símbolo de Cristo, el Ungido y Gran Sacerdote que ofreció su vida una vez para siempre”.
Como decía Jutta Burggraf sobre la participación de la mujer en la vida de la Iglesia:”no se puede plantear todo desde la perspectiva del prestigio y de la ofensa”. Y añadía: “hay que aceptar que cada persona tiene su tarea, su función específica, y todo su trabajo tiene valor””.
Es más, como mujer, católica y feminista, les aseguro que ninguno de los presentes hubiera podido realizar esta tarea con más delicadeza, cariño y profesionalidad que estas religiosas. Eso sin mentar, la reflexión que todos en la Iglesia, y fuera de ella, deberíamos hacernos de las palabras de la joven sirvienta de esta famosa anécdota: Cuentan que la hija de un rey de Francia trataba de manera despótica y humillante a su joven sirvienta. Un día, enfadada, la princesa le dijo: “¿No sabes que soy la hija de tu rey?”. A lo que la joven le respondió con la humildad y sencillez de la que sabe realizar su servicio: “Y, ¿tú no sabes que yo soy la hija de tu Dios?”.
Pues eso… Como dice la imagen: SERVIR ES REINAR!!!
17 comentarios
Como tu, hubiera dado no se ni qué con tal de estar en su lugar; como tu, estas cosas también me dan ganas de gritar.
Una letrina de la mili no es un altar con un poco de aceite. De verdad que no....
La verdad es que cuando vi la escena, me acordé de esa imagen impresionante en la película La Pasión, cuando Maria Magdalena y la Virgen recogían con un lienzo blanco la sangre de Jesús tras los latigazos en el pretorio.
He sentido profundamente la muerte de Jutta Burggraf, es una delicia leer todo lo que ha escrito. Aunque he pedido por su alma, también he empezado ya a pedirle que interceda por los que estamos aquí.
De eso, los hombres no protestamos......
A Catholicus le diría que el feminismo no es un veneno, sino precisamente el feminismo mal entendido, que es el que lamentablemente está extendido hoy día por gran parte de nuestra sociedad, pero tampoco es culpa suya, sino que no saben ver más allá, o quizá nadie se lo ha explicado bien.
Así uno va entendiendo como la ideología de género que nos invade, busca destruir la idea de servicio en la mujer, en su esencia peculiar de cuidado y atención a los demás. Una aportación que el santo Padre ha pedido sea reconocida y protegida.
El cristianismo no necesita recurrir a otros ismos, porque Dios no no ha dado su Luz incompleta.
Un beso fraternal.
A que mola, eh?
Yo el altar de mi parroquia no me atrevo ni a tocarlo, al presbiterio ni a subir, al ambón casi tampoco.
En fín, los hay con miras muy cortas y no entienden que "obras son amores y no buenas razones" y que en el servir con amor está la excelencia.
Entiendo que la mente pensante habrá inventado esta alteración con la mejor de las intenciones, pero es un grave abuso que no se debería volver a repetir, menos aún en una misa de dedicación de la repercusión mediática de ésta.
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