La salvación de la tele
Ayer veía la tele, pésima costumbre que voy aparcando bastante. El panorama era desolador, ¿Cómo siempre? Incluso un poquito más.
Juan Adriansens (pintor fracasado convertido en debatista) gritaba con su característico tono amariconado las excelencias de la masturbación (creo que nunca ha hablado de otra cosa). Y una pobre desdichada prostituta, cuyos rasgos parecían denotar algún retraso mental, del que tristemente ella no tiene la culpa, gritaba más desaforada todavía que Adriansens, batiendo su boca desdentada mientras afirmaba a gritos que ella con su cuerpo, hace lo que quiere.
No me sugirió esta escena (para echarse a llorar) ningún interrogante sobre el debate que se trataba, el de la prostitución. Tan solo se me figuró como ejemplo gráfico de la tristeza y bajeza humana de la humillante inmoralidad que supone el alquiler de personas por sus órganos sexuales.
Sin embargo sobre lo que vine a reflexionar, fue en busca de una vía de escape a la degradación televisiva, que en progresión está llegando a lo más alto dentro de nuestros cubículos (cada vez más aplanados).
Creo (y Dios quiera que así sea) que de aquí a cinco años, uno podrá ver la tele con la libertad de saberse ante una programación no vejatoria, soy así de optimista.
El incremento de las plataformas televisivas, que nos ofrecen muchos canales a elegir, ya ha ido introduciendo esta idea de televisión selectiva, donde la audiencia tiene la libertad de ver lo que quiere. Con el apagón analógico, y las maniobras empresariales de las cadenas de bien, que ya se están moviendo para situarse ante esta novedad, podremos acordarnos con poca melancolía del oscuro pasado, donde poner la tele era prepararse para un simple atracón de sexo, sexo, sexo, intercalado entre alguna oportuna palabrota.
Todavía queda tiempo para que esto suceda plenamente, es cierto. Principalmente porque hasta que los presupuestos de antena3 o tele5 y cadenas como PopularTV, LDTV, Intereconomía, o EWTN sean ecuánimes, la balanza de las audiencias va a caer para los grandes de siempre. Pero el paso del tiempo con una variada oferta, conseguirá irrevocablemente acercar las cifras económicas de las cadenas, para presentar una calidad en la programación idéntica en cuanto a presupuestos.
9 comentarios
Por cierto, un saludo y bienvenido aquí.
1º La televisión (ya se que es una perogrullada) es un medio de comunicación, que antes de Internet y junto al mismo, es el más importante que hasta la fecha ha desarrollado el ser humano, con sus bondades, con sus inconvenientes.
2º Los televidentes (en general) no tenemos criterio, no somos lo suficientemente críticos a la hora de enjuiciar un determinado programa. Por tanto nos vamos a lo fácil, el programa de cotilleo, las series con sexo o casi sexo, el fútbol. En este punto habría que anotar una falta de formación, de criterio, de critica, que no es ni más ni menos el reflejo de la educación media del españolito de a pie.
En lo que se refiere al fútbolme gustaria señalar a aquellos periodistas importantísimos que se empeñan en presentarnos el fútbol como, en tanto que espectáculo, una distracción de orden y categoria intelectual.
3º Las empresas de televisión, como cualquier otra empresa, tienen la obligación de ganar dinero, el problema es que, si bien en otras actividades económicas se critica a quien gana dinero a costa de la dignidad humana, en la televisión no se critica sino que, parece ser, que cuanto más se denigre al ser humano, mayores beneficios.
Por tanto al Director General de una televisión lo que le importa son los dividendos a repartir a los socios, no si lo que se trasmite a traves de sus ondas, es moral, es pornográfico, incita a la violencia, o simplemente es basura pura y dura, si la gente lo ve, las empresas se anuncian, aumentan los beneficios, se reparten dividendos, todo va bien.
Por tanto, me gustaria ser lo optimista que es D. Javier Tebas, pero mucho me temo que en los próximos años vamos a asistir, si no a una degradación aún mayor de la televisión, al menos al mantenimiento de la falta de calidad de la misma.
Le ruego al Señor equivocarme y que la cosa cambie, si no a medio plazo, al menos a largo plazo.
En ONO-Familiar:
1. Son de toda confianza:
PopularTV, LDTV, Intereconomía TV, EWTN, Boomerang, Boomerang+1 Disney Channel, Disney Channel+1, Disney CineMagic, PlayHouse Disney, KidsCo, TeleDeporte, EuroSport, ESPN Classic Sports, Canal Cocina, Canal Hogar Útil, Canal Parlamentario, y Canal Senado.
2. Hay que supervisar y seleccionar los contenidos de:
Cartoon Network, Cartoon Network+1, Jetix, Jetix+1, Nick, Clan TV, Discovery Channel y Canal Historia.
3. Hay que elegir con cuidado los programas que se ven en:
Cinestar, Cinestar+1, Calle 13, FOX, AXN, People & Arts, Bloomberg, BBC, CNBC, CNN, Deutsche Welle, TV5 Monde, y Arte.
Como se puede comprobar, no tengo sintonizadas ni las TVs locales y autonómicas, ni las emisoras "en abierto" (La-1, La-2, Antena-3, Canal Plus, Tele-5, Tele-5², FDF, La Sexta, Paramount Comedy, etc).
Por desgracia la sociedad en general no tiene esa capacidad de criterio, y no la tendrá a no ser que la oferta de los canales televisivos actualmente "secundarios" ofrezcan una programación que parta de más altos presupuestos, triste pero real. Tiempo al tiempo
Aunque reconozco que la programación se ha degradado en los últimos años, eso sí tenemos muchisímo más donde elegir.
tv popular es muy buena , lo que ocurre es quel 90% de los catolicos no la conocen............. hay quedaela aconocer
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