Nacido tras una selección genética
Ha nacido en Sevilla un bebé con unas características genéticas que permitirán a su hermano mayor a librarse de una enfermedad sanguínea grave. Los medios de comunicación nos lo han presentado entre penuria y penuria como la buena noticia del día, y seguro que más de uno en su casa ha esbozado una sonrisa. No quiero aguar ninguna fiesta, ni pisotear la única buena noticia del día que traen los telediarios, pero las cosas como son, no estoy de acuerdo en absoluto con ésta peculiar y novedosa “solución clínica”.
Quiero suponer que los padres del niño enfermo tenían clara la voluntad de tener un segundo hijo, y que la principal razón que les llevó a decidir su concepción no fue el hecho de que sirviera de cura, porque es una irresponsabilidad la concepción de una vida para su uso como medicamento, dado que la vida no es mercancía de remedios de sanidad, sino que la dimensión de la existencia de los hombres es mucho más amplia y superior.
Por otra parte, y quizás esto sea lo grave, la premisa para que este bebé fuese útil, se realizó por medio de un “diagnóstico genético preimplantacional”. ¿Qué es esto?. Pues una preselección genética de embriones ya concebidos. Es decir, que artificialmente en un laboratorio unen un espermatozoide y un óvulo, y a ese embrión, que es un ser humano en su primera fase, le hacen un análisis del código genético, el cual entre otras tantas cosas, determina ya si esa persona va a tener o no tal o cual enfermedad. Realizadas varias fecundaciones y concebidos varios embriones seleccionan el que corresponda a la persona con unas características concretas y adecuadas, ¿y los demás? a tomar el viento.
Lo siento por aquellos que movidos por un sentimiento de caridad (en cierto modo comprensible) estén a favor de este tipo de prácticas, lo siento también por la buena intención de sus padres. Pero en mi humilde percepción de la vida y aquello que llaman bioética, el ser humano está dotado de espíritu desde el instante preciso en el que es concebido, y quizás una atrocidad contra la vida en un laboratorio, no sea reparadora de un problema que no procede solucionar así.
19 comentarios
Pues sí, caminamos hacia una sociedad en donde los enfermos no tienen cabida. Ahora se destruyen recién concebidos ¿y más tarde? De momento ya estamos viendo el desprecio que también se tiene hacia la vida humana en fase terminal. Los que empiezan y los que terminan son los primeros señalados como no dignos de vivir. Veremos con el tiempo...
El éxito social es aplastante, nuestras apreciaciones sobre el valor de la vida serán bagatelas, nimiedades.
La familia es el único espacio donde la persona es amada por ser quien es, y no por lo útil que nos pueda venir bien; si no se cumple este amor gratuito, si no acepta al que viene como don de Dios sea como sea, deja de ser familia y se convierte en un equipo de intereses.
¿Por cierto, veis el engaño de ser engendrado para sevir de seudo-salvador, para dar su vida por la de su hermano? Hay quien me ha dicho que no le imporatría haber sido engendrado por este "buen fin".
2º.La familia NO es el único espacio donde la persona es amada por ser quien es, y no por lo útil que nos pueda venir. Ni todas las familias son así; ni, de serlo, es el ÚNICO espacio. De hecho, la familia ha sido el reducto de privacidad que oculta todas las monstruosidades posibles. Y, sí, también para quienes han tendido esa suerte, la familia un espacio donde la persona es amada por ser quien es, y no por lo útil que nos pueda venir.
3º. Espero que ninguna de las personas que "LO PRIMERO" que pensaron fue en los posibles embriones destruidos, (en vez de ser, al menos, lo segundo, después del niño enfermo o el dolor de su familia), no tendrán hijos a los que imaginar gravemente enfermos. Sólo así se expliacaría que ni tan siquiera sientan la crudeza del dilema, el amor por el hijo enfermo, el amor hacia el nuevo hermanito (¿y qué si lo tenían pensado concebiro no independientemente de la enfermedad). Y sólo así se explica, también que tengan las cosas tan, tan, tan clarísimas, rotundamente clarísimas.
Es la suerte de los que no tienen corazón. No sienten dolor... ni empatía. Aberración es esta absoluta falta de empatía con el prójimo doliente.
Por mí no lo sientas (¡qué sé yo qué habría hechoen ese caso!), ni por sus padres, chavalín (seguro que tu opinión se la s...). Tu opinión, como siempre, es todo menos "humilde". Que Dios te preserve de vivir en tu carne este dilema sobre elque tan fácil es hablar de lejos y juzgar. Que nunca veas morir lenta e inexorablemente a lo que más se ama en la vida. Aunque sólo en ese caso me interesaría pedirte que nos dieras, de nuevo, tu opinión.
Y esque le recuerdo que puede no respetar una opinión pero respeteme a mí como persona, porque léase sus comentarios detenidamente, se está cebando conmigo desde una chulería que me resulta extraña cuando por otro lado no para de obsesionarse en decir que no soy humilde.
Parece ser costumbre de tal persona dedicarse a repartir epítetos a diestro y siniestro, a veces tengo la impresión de que es alguien que está (o se considera) por encima del bien y del mal, como digo creo que queda muy bien retratado/a en el artículo mencionado.
¿Cómo puede usted juzgar a quien opina, de forma tan ligera? No sólo que no pueda imaginar hijos gravemente enfermos, sino que, de hecho, he tenido una, la segunda, con la que, se lo aseguro, hemos sufrido muchísimo. ahora tiene 14 años (a punto de cumplir los 15) y pesa 38 Kg, pero está bien, aunque tenga sus limitaciones.
No se nos planteó, desde luego, lo de estos padres (lo de mi hija también es genético), pero tengo muy claro que cada embrión destruido es una vida humana destruida, y mil veces volvería a tener a mi hija enferma, aún a sabiendas de que me pasaría los tres primeros años de su vida de hospital en hospital, y temiendo a cada momento lo peor. Sí, es un sufrimento muy grande, el mayor, ver cómo un hijo tuyo se te va muriendo, pero repugna a mi conciencia consentir la muerte de un hijo mío, aún en fase embrionaria.
Así es que yo sí puedo hablar, y no de lejos, porque he sufrido en carne propia ese dolor.
¿A la ligera, Inmaculada?
Aquí es donde todo es de una ligereza que... ¿repugana a tu conciencia qué? Pues sí, la verdad. He pensado en las intervenciones de este post, en lo ligeras, ligerísimas, facilonas, ramplonas, cargadas de muletillas, de consignas, de bla, bla, bla
Decididamente lo que no hay aquí es buena gente. Simepre he participado aquí con la idea de responsabilidad, de no dejar nunca sin respuesta las barbaridades con las que os habéis cargado la fe y la Iglesia. Pero obviamente es perder el tiempo.
No tenéis nada que ver con el Evangelio, eso es lo único que, tras año y pico por los blogs integristas, combatiendo, tuve claro y hoy más que nunca: no tenéis nada que ver con el Evangelio.
Yo puedo callar, de hecho lo harè. ¡habèis ido asqueando tanto! pero jamàs faltarà alguien que diga la verdad, que os señale copmo lo que sois y que os avergüence dejando en evidencia la inmensidad de vuestra hipocresìa y de vuestra MENTIRA con mayùsculas.
Ya tienes para echar espumarajos un ratillo.
Y luego, a seguir mintiendo y escupiendo al evangelio, y a cerrar las Iglesias, como diría el coordinador.
Creo que eso no está bien, y decirlo no es escupir al Evangelio, así que te vuelvo a pedir porfavor que te moderes señora RNA. Eres un poco agresiva con los que no piensan como tú... Sino empezaré a borrar (cosa que no he hecho todavía), porque no es apropiado estar en esa actitud.
El argumento de que el crimen está excusado si quien lo perpetra lo hace porque "está sufriendo" una determinada situación es el mismo que "justifica" los abortos. En ambos casos es inaceptable. Nótese además que tanto el aborto como las técnicas de reproducción asistida y selección de embriones son negocios ya privados ya subvencionados con los impuestos de todos.
Por otra parte, un ser humano tiene derecho a la existencia con independencia total de que sea o no útil para alguien. El utilitarismo es un argumento inhumano que se finge humanitario: la típica "limosna" que se da con dinero ajeno.
Lo dicho, Vd. está por encima del bien y del mal, Vd. está en posesión de la verdad, Vd. es la única persona capacitada para decidir sobre quien tiene razón o no, sobre quien puede tener opinión propia dependiendo de su edad, supongo que tambien de su status socio-económico o de sus títulos académicos. En definitiva creo que una cura de humidad, mirarse el almario un poquito no le vendría mal, a mi tampoco, e intento hacerlo de cuando en cuando, se lo recomiendo es bastante saludable.
No obstante tambien a Vd. la/le encomiendo en mis oraciones.
D. Javier, disculpe esta intervención un poco subida de tono, pero como puede ver quien firma RNA sigue en la tesitura de "atizar coces" a tirios y troyanos.
Estoy absolutamente de acuerdo con Vd, tanto es así que le recomiendo que practique lo que aconseja a los demás.
¿Recuerda aquello de la paja en el ojo ajeno?
¿Que ocurrirá con esta persona? Pues no sé si se lo habrán planteado. ¿El origen de su vida es curar a su hermano? ¿sentirá por ello que su vida es útil o absolutamente inútil, una vez cumplida su "misión"?
Me ha llamado la atención las declaraciones de la madre en contra de la Iglesia, que lo único que ha hecho, como en este caso Javier, es hacer presente lo que la Iglesia dice al respecto. ¿De donde tanta violencia? ¿Hay en su interior un germen de verdad que no le deja tranquila con lo hecho? Si no ¿que más le dá lo que diga la Iglesia, si ha hecho lo que quería y con permiso de la ley?
Dios sabe, a él los encomendamos.
Por los mismos motivos que expresan los que justifican este nacimiento ¿no es igualmente válido entonces la realidad que refleja la película? ¿Se pueden sacrificar unos cuantos miles de personas para probar unas vacunas y curar a unos posibles millones de enfermos? Si se justifica lo primero ¿Por qué condenar lo segundo?
¿No es más "útil" experimentar con humanos? Pues dejemos de hacer sufrir a los animalitos y vayamos directos al grano... ¡pero siempre por el bien de la humanidad!
No tenéis nada que ver con el Evangelio, eso es lo único que, tras año y pico por los blogs integristas, combatiendo, tuve claro y hoy más que nunca: no tenéis nada que ver con el Evangelio".
¿Que le pasa a esta buena señora? Ya es raro que dedique año y pico a "combatir al integrismo", pero que además lo haga insultando y descalificando a quienquiera que no piense como ella, no es que sea raro, es que es ridículo.
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