Misión y Tradición
Volví de Mozambique hace unos días. Circunstancias que más adelante podré contar nos hicieron adelantar la vuelta. De todas formas, creo que el tiempo del viaje ha sido suficiente para empezar a conocer de un modo más completo la realidad de un país genuinamente africano.
Pasamos unos días en la capital, acogidos en el convento de las Hermanas Misioneras de Jesús y María. Mientras en el campo -donde estaba la primera Misión que visitamos- los huertos y las casas de adobe y paja tenían su encanto, la pobreza urbana es extremadamente deprimente. Las bolsas de población masificada en torno a vertederos, el tráfico asfixiante… La vida en una gran ciudad de África es verdaderamente gris. Me he dado cuenta de que si fuese un mozambiqueño sin recursos, preferiría sin duda vivir en el medio rural.
En mitad de la dificultad, la fe se desarrolla en un entorno dificil. Por una parte la situación es muy propensa a la proliferación de sectas. Las promesas absurdas de milagros inmediatos, y de remedios mágicos a los problemas habituales de la gente, han hecho que las misiones católicas encuentren una competencia desleal en “iglesias” de parlanchines que se aprovechan de las enfermedades, los problemas, y cada dificultad para terminar sacando algo de dinero a esa pobre gente.
La realidad es que gran parte de la población sobrevive -aunque sea bajo mínimos- gracias a la numerosa presencia de órdenes religiosas de la Iglesia Católica, y es por eso que el gobierno pseudocomunista no pone demasiadas restricciones. Pero no se puede pasar por alto la autocrítica en una situación que se puede considerar bastante estancada.
Estoy totalmente convencido de que la regeneración de África pasa por Cristo, por fundamentar los principios de la sociedad sobre el amor y la fe cristiana. África necesita entender el sentido del dolor, del esfuerzo, de la caridad para con los que están a su alrededor, dar un sentido a la vida. Acercarles a la conciencia de los sacramentos, a la presencia del mismo Cristo en el altar, al aspecto más espiritual de la fe es la premisa necesaria para consolidar de una forma total la obra que la Iglesia realiza allí.
Con esto quiero criticar la idea de que la Misión es una cuestión meramente filantrópica, dedicada a los sectores más progresistas de la Iglesia. Mientras no nos demos cuenta de que la evangelización para regenerar África pasa claramente por la tradición, a toda esta obra le seguirá faltando el principal fundamento.
Javier Tebas
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11 comentarios
Si algo me entusiasma de las órdenes que defienden la Forma Extraordinaria del Rito Romano, como Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote o Fraternidad de San Pedro, es que ambas tienen misiones en África (el ICRSS en Gabón y la FSSP en Nigeria y Benin) , y han logrado crecer en ese ámbito, con todos sus rigores, pero implantando una celebración que verdaderamente es espectacular.
Un ejemplo 'youtubero':
http://www.youtube.com/watch?v=2ACWfQBYTZM
Espero que hayas podido dar mucho amor a los hermanos mozambiqueños.
lo que no me cuadra es ese empeño en ponerle al adjetivo "filantrópico" el advebio "meramente"", como haciendo de menos a las obras filantrópicas.
El caso es que el pàsaje de Mateo 25
""Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui extranjero, y me recogisteis; estuve desnudo , y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí"
no es un pasaje marginal del Evangelio. Es nada menos que el Juicio Final. De eso se nos examinará, no de liturgia, ni de cánones; ni siquiera se nos hará recitar el Credo.
Así que lo de "meramente", podría mejor ser un "nada más y nada menos".
Si encima me dices (cosa que es sabida le pese a quien le pese) que esa obras "filantrópicas" están en manos de católicos principalmente, pues mejor, porque no falta el elemento esencial de hacerlo por amor a Cristo:
""De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis"".
Coincido con Javier. Sólo el retorno y respeto a una Tradición conduce a la Fe y a la regeneración moral, de donde salen todos los buenos frutos.
Gracias Javier, por tu testimonio que nos deja tan pequeños a todos.
He releído los comentarios a ver si me había perdido alguno y sólo veo un comentario negativo, el de Vicencio. ¿Eso es "cantidad"? No hay muchos comentarios al post, pero uno sólo negativo no es "la cantidad de comentarios negativos". Justamente todas las preguntas que te haces en tu comentario son las que creo que hemos pensado los que aquí hemos dejado algunas palabras.
Y yo le pregunto a usted: ¿cuáles son esas magníficas soluciones que promueven sus allegados, tan alejadas de lo que afirma Javier Tebas? ¿Quizás desechar la evangelización? ¿Renunciar a la tradición eclesial e inventarse una nueva Fe católica a la medida de los países africanos? No sé, pregunto.
Su página web es ésta:
http://www.sptm.hu/sp_index.html
También las hermanitas y hermanitos del cordero se dedican a los más pobres, pero no por eso descuidan la liturgia, todo lo contrario.
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