Lo que occidente olvida del hinduismo
Occidente idealiza el hinduismo como una religión muy a la última, algo así como si estuviese de moda. Parte de culpa la tendrá la “cultura” (reseño las comillas) hippie, que en los años 70 emigraba afanada a filosofar hacia India, y algo también la falta por nuestra parte de profundización en la realidad amplia y completa de ésta religión, más allá del Yoga el Karma y todas esos términos tan espiritualmente biensonantes.
Un día caminando por la Gran Vía de Madrid se me acercó un chico argentino, sin saber como, al momento me había encasquetado unos libros de yoga en cada mano (los argentinos son hábiles para eso). Total que era un hindú que me vendía su doctrina y esas cosas (fue difícil escapar). Cuando te intentan embaucar para el acercamiento a ésta religión, lo hacen presentándolo como algo compatible con tu fe católica, como si fuese una filosofía de perfil meramente pacifista, como si no entrase en contradicción con ninguna de nuestras creencias ni dogmas.
En las últimas semanas sin embargo, las fortísimas agresiones a iglesias y conventos cristianos en la India por parte de extremistas hindúes, nos han mostrado la faceta completa del hinduismo, que no está libre en absoluto del fanatismo violento, además consentido por gran parte de su población, y que no ha temblado en escrúpulos a la hora de intentar pisotear por ejemplo, casas de las hermanas de la caridad de la Madre Teresa, donde se cuidan enfermos y niños. ¡Vaya con los anfitriones de los hippies!. ¿Nos acordamos también de las castas? extraoficialmente siguen bastante vigentes en su sociedad actual, y son una humillación a la persona mayor incluso que la esclavitud.
Tuve la oportunidad de conocer la India en un viaje hace tres años. Ciertamente es muy enriquecedor conocer de cerca culturas y sociedades tan diferentes a la nuestra, además es indiscutible que tienen una historia curiosa y fascinante. Pero es un disparate idealizar la cultura hinduista, tal y como está haciendo la superficial sociedad de occidente, porque poco cuesta indagar para darse cuenta de que pese a que los hippies les tengan o tuviesen en alta estima, no son precisamente estandarte del bien y la paz.
Por último, me llama la atención lo poco que interesa a los medios generalistas estas fuertes agresiones anticristianas que se vienen sucediendo ante nuestra indiferencia.
4 comentarios
Uno de los problemas que veo, consecuencia de esta moda que se ha impuesto, es la masiva introducción de cursos de yoga en todos los ambientes. Incluso yo lo he visto que lo daban en parroquias. Lo venden como una especie de mezcla entre ejercicio físico (estiramientos y demás), y ejercicios de relajación y meditación, pero enseguida que pueden intentan meter su filosofía. Mi madre estuvo yendo una temporada a un curso y antes de empezar los ejercicios el profesor (yogi como les gusta llamarse) hacía un rato de "debate" y por lo que me contaba era como un discurso mezcla de hiduismo, budismo, con cosas crisitianas que es que no había por donde cogerlo. Menos mal que dejo de ir y que ella tiene una buena formación cristiana. Pero mucha de la gente que va tiene una formación cristiana muy escasa y claro, acaban con un batiburrillo mental de mucho cuidado.
Existe un documento vaticano sobre esoterismo y Nueva Era muy iluminador acerca de la incompatibilidad del yoga y demás con el catolicismo. Por desgracia va a ser necesario otro que explícitamente deje claro que el zen y el catolicismo tampoco son compatibles pues mientras no lo haya seguirá confundiéndose a los fieles incautos y/o aficionados a toda "novedad".
Es tremendo y escandaloso que los obispos descuiden de forma tan grave su inexcusable obligación de velar por la fe del rebaño absteniéndose de cortar con estas "modas" que pululan por ciertas parroquias.
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