El fenómeno Facebook
Tras registrarse en Facebook, el usuario entra en una red de contactos en relación con sus datos personales introducidos, el colegio al que has ido, la universidad, tu ciudad… De este modo, al vincularse desde un principio a personas conocidas en la vida real, Facebook se convierte en una herramienta para estar enterado de lo que hacen tus amigos, para compartir fotos, blogs, o información de cualquier tipo. Los colectivos sociales, partidos políticos, periódicos, programas de televisión y radio también usan Facebook, de modo que también se crean una serie de vínculos de contacto con personas afines a tus intereses y tendencias.
Puede que el año 2008 sea recordado por la llegada del primer presidente negro a la Casa Blanca, o por el arranque de una grave crisis financiera, pero quizás los libros de historia olviden reflejar lo que en mi opinión ha sido uno de los hechos más relevantes, el nacimiento y la expansión definitiva de las redes sociales que se ha dado durante el último año. En Enero del 2008 Facebook lanzaba su versión en francés, alemán y español, extendiéndose desde ese momento en una red común entre 130 millones de usuarios registrados de casi todos los lugares el mundo.
Tan bestial ha sido este fenómeno sociológico y su repercusión, que hay quien afirma que ha influido mucho en el resultado de las elecciones americanas, y hasta el Santo Padre dio el pasado sábado su bendición a Facebook animando a los católicos a involucrarse en este “nuevo continente por evangelizar”. Pero también recordó que este tipo de interacción social virtual, no puede ser una sustitución de las relaciones reales. A modo de anécdota muchas noticias cercanas a nuestro día a día, como el escándalo de corrupción en el Real Madrid, han sido destapadas gracias a la investigación periodística en Facebook.
Pero también existen peligros… Una base con 130 millones de usuarios registrados que utilizan por lo general sus datos reales, puede despertar muy fácilmente el interés de grupos proselitistas con fines perniciosos. Por la red circula el rumor de que los mormones intentaron comprar Facebook ofreciendo 90.000 millones de euros, para utilizarlo en su afán de recopilar información y datos genealógicos sobre toda la humanidad, con los que muchas veces realizan lo que llaman “bautismos ancestrales". También hay recelosos que afirman que la CIA ha financiado bajo mano Facebook con grandes cantidades para poder controlar la seguridad mundial. La verdad es que es imposible saber hasta que punto estos rumores tienen algo de cierto.
Yo me registré, y desde luego es un lugar muy interesante donde se comparte mucha información y se está en contacto con gente cercana. Así que ya sabéis, si tenéis Facebook u os animáis a registraros, ¡por allí nos vemos! (Y espero que mientras escribo tan tranquilo, no estén haciendo con mis datos Facebook un “bautismo ancestral” en una gran catedral mormona de Sant Lake City para la Iglesia de los Santos de los últimos días):D
Javier Tebas
7 comentarios
Como todo su uso responsable, sin aislarse de las relaciones humanas reales de amistad y familiares, puede ser muy beneficioso.
http://religionenlibertad.com/blog/index.phpblog=27&title=la_era_youtube_al_servicio_de_dios&more=1&c=1&tb=1&pb=1
Un saludo!!
Pero a mi tambien me gustaria poner el foco en las personas que quedan al margen de Facebook o de Internet en general. Bien por edad, por falta de recursos economicos, falta de tiempo, etc.
Con Facebook o Internet en general estamos enterados de la realidad y estamos activos. Sin eso, se vive en el mundo que construyen los medios de la corriente progre. Quiza asi se pueda entender algo tan incomprensible como que Zapatero ganara las pasadas elecciones.
¿Y no le parece a usted, como dice mi padre, que una carta perfumada es algo mucho más humano que todas estas tecnologías virtuales?¿No cree que, por virtuales precisamente, impiden a las personas verse, tocarse, besarse, compartir?¿No estaremos creando un Gran Hermano que todo lo ve y conoce?¿No peligra ese espacio infranqueable que es la privacidad e intimidad de cada uno?
Soy partidario de la tecnología, desde luego. Pero, como todas las cosas, creo que debemos dimensionar su uso y ponerla al servicio del hombre. De lo contrario nos dañaremos con ella.
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