La Fe como fundamento de la Patria
No se preocupen, conozco el nuevo mandamiento, el dogma inapelable, la primera consigna contra el integrismo cavernícola. ¡No mezcles religión y política! Por eso advierto que puedo entrar en terreno proscrito.
No creo en los eslóganes, en los lemas simplones y los tópicos argumentales. Casi siempre resultan ser una barrera, introducida concienzudamente para limitar nuestra libertad de criterio.
Quiero entender a España, hacer un esfuerzo por conocerla más allá del simple sentimentalismo superficial. Si España es un contrato social, la simple voluntad de un determinado número de individuos, en un espacio geográfico concreto. Entonces vivirá España, mientras existan ciertas instituciones y entidades que operen conjuntamente en todo el territorio. ¿Pero merece entonces el mínimo sacrificio una simple entidad contractual?, ¿tiene sentido el patriotismo, siendo éste el amor por un mero pacto negociable?
Quienes han tenido la virtud y la sensibilidad de entender a España, han superado esa idea jacobina. España es -nos han explicado- la suma de aquellos valores inmutables transmitidos en cada generación, es el vínculo actual y el destino común que ésta misma transmisión de valores genera. Estos lazos, que discurren entre la historia, el presente y el futuro, son los que dan un verdadero sentido profundo al patriotismo, las arterias del espíritu de la Patria. En definitiva, los conductos por los que transcurre la vida misma de España, que han sido cuidados por cada siglo y cada generación, como un proyecto de destino común.
Si hay una transmisión superior y totalmente identificativa en la existencia de España, es la fe católica. Desde el primer momento, Dios ha sido el lazo de unión y fundamento. Fin mismo de la Patria, que como un árbol centenario, ha crecido fortaleciendo sus raíces con la fe. ¿Acaso alguien lo puede negar? Si los pueblos de Las Españas se unieron, fue por la fe, si llevamos a cabo una proyección de nuestro espíritu en América, fue por la fe, si somos tierra de mártires por Cristo, como ningún otro lugar del mundo, ha sido porque heredamos en el hogar, en la iglesia, en cada nueva generación, una fe católica que nos impregna en nuestra misma condición de españoles.
España se muere atacada por muchos frentes e incomprendida por los políticos. Parece que las generaciones que sostienen su agonía no van a transmitir el destino que ha conformado a la nación. Por las arterias vitales de la metafísica de la Patria, circula indiferencia, relativismo, egoísmo. ¿La fe? eso no es cosa de España. España es un contrato, quizás a mucho una selección de fútbol. Lo demás es ¿extremismo?
Javier Tebas
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26 comentarios
No se, no se.
¡Oye! Si a lo de "..la vida misma de España, que han sido cuidados por cada siglo y cada generación, como un proyecto de destino común", hubieras añadido "en lo universal", te habría quedado de museo.
Tebas, me ha parecido un buen artículo. Aristóteles, en su libro La Política, ya decía que es necesario un amor a la tierra en la vives y a la tierra en la que has nacido, puesto que sin este amor, esa nación o patria, se deshace. Esto es muy lógico teniendo en cuenta que sólo buscamos el bien de lo que amamos, y si no buscamos el bien de España nos iremos todos muy pronto al garete.
jejeje, va Mario, no creo que haga falta entrar intentando ridiculizar. Me parece bien que pases el rato perfeccionando tu sarcasmo, pero de ahí al papel de internauta amargado con su vida, que dedica su tiempo a insultar en comentarios, hay un pasito.
Un abrazo!
Por lo del ictus, puedes estar tranquilo, pero gracias.
Y en el caso de Espania, efectivamente, la fe catolica ha ido unida a su esencia y a su historia.
Yo si hablo desde lejos de la Patria, aunque no es el desierto. Solo un descastado vitupera u olvida a una madre, por ejemplo. Quien no cuida de su Patria esta tirando piedras contra su propio tejado.
Ningun pueblo del mundo tira piedras contra su propio tejado. El concepto de "patria" y la idea de un sano patriotismo son nociones mas importantes de lo que puedan parecer para el equilibrio de un pueblo. Pese al desprestigio al que las han sometido las izquierdas en las ultimas decadas.
Tanto Argentina como España tiene por fundamento la Fe en el Dios Uno y Trino. Pues bien, la Democracia tiene a Dios y a la Fe en el mismo, por uno de sus mayores enemigos, si no el mayor.
Caída la Fe, fundamento de la Patria, ¿puede extrañar que desaparezcan las patrias?
Y allí adonde se ha dejado entrar a la Democracia, la Fe ha sido expulsada.
Dios desde la eternidad no nos preguntó quienes serían nuestros padres, ni donde naceríamos, si ricos, pobres, aquí o allá. Todo lo decidió Él porque era lo mejor para nosotros.
En el culto a la Patria se evoca el culto a Dios Creador, al padre que nos da alimento, cuidados, casa, familia y un entorno donde crecer.
Por eso dice Sto. Tomás que despues de a Dios, a los padres y a la Patria es a quienes más debemos.
El Patriotimo es una virtud, pero en su sentido cristiano es bien distinto del patrioterismo. El nacionalismo es la extensión diabólica de esta virtud, que sabemos por los Doctores que llevadas al extremo, las virtudes devienen pecados.
Y meteduras de pata como las palabras de la musa de la derecha religiosa norteamericana Ann Coulter diciendo, respecto a los musulmanes: "Debemos invadir sus países, matar a sus líderes y convertirlos al cristianismo", provocan las reacciones en contra de la población árabe cristiana en países como Iraq.
Así que el fervor patriotero debería de mantenerse alejado de la religión, que siempre acaba provocando daños irreparables.
Que ya sabeis lo que dijo Jesús de Dios y el César.
Aquí hablamos de la virtud cristiana del Patriotismo. Es imposible que sea por "patriotismo" el perseguir a discípulos de Jesús. Será por idolatría, aunque las persecuciones masivas y los genocidios vienen casi todos del laicismo (ateismo, paganismo etc) en todas sus variedades. Son decenas de millones en el Siglo XX.
Casi todas esas matanzas de corte jacobino, son también hechas por nacionalismo, patrioterismo etc.
Ninguna de esas cosas es la Virtud del Patriotismo cristiano, es decir, el grato a Dios. Pertenece esa virtud a la virtud cardinal de la Justicia, dar a cada cual lo que le corresponde.
En definitiva, que salgas de tu confusión de conceptos.
En cuanto al artículo de Javier Tebas en sí, nota que si la Patria es “suma de aquellos valores inmutables transmitidos en cada generación”, y no es un contrato social comenzado en 1812, entonces la clave es el tradere, lo transmitido, la Tradición.
O sea, “el sufragio universal de los siglos” que decía Vázquez de Mella.
Con lo cual es impepinable que España va adquiriendo su forma definitiva con los pilares de la Fe y la Monarquía Católica. Con lo cual, en lo que respecta a España, y si se es coherente, no cabe la profesión de accidentalismo en cuanto a las formas de Gobierno.
Al otro troll no hay que darle de comer.
"... es necesario aclarar la divergencia esencial entre una forma peligrosa de nacionalismo, que predica el desprecio por las otras naciones o culturas, y el patriotismo, que es, en cambio, el justo amor por el propio país de origen. Un verdadero patriotismo nunca trata de promover el bien de la propia nación en perjuicio de otras... El nacionalismo, especialmente en sus expresiones más radicales, se opone por tanto al verdadero patriotismo...".
Juan Pablo II
Ahora se empeñan en decirnos que España es un Estado lleno de "estadillos" autónomos,, y hasta se inventan historietas propias para justificar lo injustificable. La única verdad es que en cada pueblo de esa España. la que quieras llamarle, hay un devoción a la Madre de Dios, España es tierra de María y chicos, eso si que es un signo diferencial, pues a través de Ella llegamos a su Hijo y ese no es ni mas ni menos que Dios. Por tanto algo habrá, no?
Ahorro una crítica de los contenidos, pero déjeseme decir que los párrafos 3º y 4º son encantadores.
En definitiva, que si no vuelven a las andadas esos que hablan falsamente de "libertad", no pasaremos por más horrores, teniendo que defender todo aquello que un hombre debe defender llegado el momento: su Fe y su Patria.
Disfruta del cierto orden y prosperidad que te legaron tus padres y los que los gobernaron en estos decenios pasados. Muchos tuvieron que dejar su juventud y su vida en los campos de batalla para ello. Agradécesolo.
Disfruto, si, del orden y la prosperidad que me legaron mis padres, que mucho trabajaron para poco más que para sobrevivir.
Disfruto tambien, sin triunfalismos, de la libertad -no falsa en la medida en que cierta- que hoy me permite moverme, pensar, hablar, actuar sin miedo; sin el miedo que sintieron mis padres, y también yo, que ya tengo mis años.
Pero no disfruto tranquilo: nos queda mucho para civilizarnos bien civilizados. Para conseguirlo renuncio a la fuerza bruta de obra y de palabra, con la que nunca se consiguió.
En cualquier caso; enhorabuena por el trago de aire fresco.
NO sé a qué miedo te refieres de tus padres. Yo sí te digo que entre mis "padres" muchos pasaron por las checas y varios acabaron en las fosas de los "padres" de otros, sin que hibiesen hecho nada.
Y créetelo, no eran los padres de "uno" los que ANTES de la guerra ya asesinaban a los "otros", les quemaban sus "templos", asaltaban las urnas y asesinaban a sus políticos. Era más bien al revés.. ¿verdad que sí?.
Se honesto contigo mismo y profundiza en el detalle del "antes", es muy relevante para enjuiciar moralmente las cosas.
Por otro lado yo la única ilusión que me hago es en la libertad de Cristo, toda la demás, la vuestra, no es más que sumisa esclavitud a lo que dicte cada tiempo y moda. De ahí no salís demasiado.
Con la misma libertad defendéis el empozoñamiento de los niños que su exterminio masivo en los vientres de vuestras propias mujeres "libres".
Nuestra Esperanza está puesta en Cristo, la vuestra en las nubes, porque atiborrando a las mujeres de anticonceptivos, píldoras y matando a vuestros hijos, con una natalidad del 1,1 no vais a quedar muchos para defender esa libertad frente a los del sur. Vamos, que de 40 millones quedarán en la primera vuelta sólo 20 y pocos. En la segunda vuelta, de 40 millones quedaremos 10.
Es la libertad del suicidio dirigido por las Tinieblas. Pero todo antes que tener que luchar por algo que valga la pena...
Feliz día del Señor.
tus palabras me permiten poner un ejemplo del miedo a que me refiero.
Si an los tiempos del mayor miedo alguien me hubiese acusado públicamente de las imputas que me haces en tus párrafos 5º y 6º -y tu serías algien prominente, tal vez ocupando cargo político e institucional, o por lo menos influyente- las consecuencias para mi podrían haber sido mui graves. Tendría yo motivo para temer. Viviría en el temor. Le paso a muchos.
No importaría que aquello de lo que me acusas no fuese verdad -tu no puedes saber si yo soy o no uno de esos, lo que suma temeridad a tu juicio.
Otros ejemplos prácticos podría poner, todos ellos conducían a un fin: mantener la población sometida al miedo, aterrorizada.
Ya se que por la otra parte tampoco fueron santos. Aquellos perdieron y pagaron amargamente. Vosotros ganasteis, pero solo la guerra, no la paz. Tus palabras son la prueba.
Yo lamento ambas derrotas, la de unos en la guerra y la de los otros en la paz. Y quiero aprender de eso para no repetir.
La paz es buena, mejor que la guerra, y posible.
Paz en la verdad. Muchos fuimos educados por excombatientes, en mi caso requeté, y SE HIZO SIN ODIO NI RENCOR; igualito que sus admirados giliprogres,adoradores del relativismo.La 5ª columna la tenemos entre nosotros(en internet están en desventaja, pero son constantes los rojetes,ehh)
No veo donde te he imputado nada personal, entre otras cosas porque nunca fue mi intención.
Eres tu el que ha hablado de padres, yo solo digo que algunos pasarían miedo, pero te digo que además de miedo el mío propio (huyendo con sus hermanos por los metros de Madrid y aguantando escupitajos en el barco al grito de fascistas - con unos 14 años de edad-) otros de mis "padres" acabaron además en las fosas de Paracuellos y cunetas del Madrid lacista y amante de la "libertad" republicano.
Como ves, las historias son diversas para cada uno, y no me cabe duda, y en lo que me toque de sangre pido a Dios y a ti perdón por ello, que muchos otros sufrirían injustamente en la posguerra.
Lo que no puedo es renunciar a la verdad, y es que no todos los horrores los causan todos por igual. Eran los de un bando los que asesinaban sacerdotes, líderes de la oposición, quemaban iglesias y asaltaban las sedes electorales y los periódicos de los católicos ANTES de la guerra.
Para mí todo eso es una vergüenza para lo que amo, mi Fe católica y mi España revoltosa, y no un motivo de odio, sino de pena, por la mitad de mis compatriotas que sufrieron unos justamente por sus crímenes, otros por estar demasiado cerca de ellos, y otro injustamente por inercia.
Pero la culpa gorda de la guerra, esa fue de los laicistas, socialistas, masones o como sea que quieras que les llamemos. A la verdad no voy a renunciar porque es cristalina.
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