Hay que darle la razón a Pepiño
Aclárese primero que Pepiño me cae bastante gordo. Esa arrogancia, ese regocijo, esa forma de auto-bombearse en su retórica. Cuando Pepiño toma el papel de macero del PSOE y nos alecciona con sus declaraciones, deja caer los párpados con chulería, como aquel que tiene claro, muy claro, que es sobradamente más inteligente al resto de la plebe. Me alegré cuando le hicieron Ministro -saldrá menos por la tele, pensé- era indigesto aguantar los telediarios con ese tipo hablando en el tono repelente del pedante de la clase.
El hecho de que José Bono es un pecador público me parece bastante manifiesto. A excepción de la vieja guardia del clero setentero no cabe la duda. Pero cuidado – y aquí tiene razón mi querido Pepiño- tenemos millones de muertos y un aborto amparado bajo supuestos, y no me parece que haya quedado tan claro que los que lo apoyan sean pecadores públicos. Si la Iglesia quiere aclarar qué políticos cometen un pecado de excomunión, bienvenido sea, pero demasiado claro estaba que el zamparoscas de Bono comete un pecado de excomunión, y demasiado obviado y confuso queda para la mayoría de los católicos el hecho de que los políticos del Partido Popular también lo cometen.
Cabe preguntarle a nuestros pastores, con el interés más humilde y filial de quienes queremos tener las cosas claras.
¿Acaso la excomunión de quienes están en pecado público por apoyar el aborto, no es efectiva por ejemplo para quienes amparan que se pueda matar a un ser humano hasta las 22 semanas si tiene alguna discapacidad? ¿Acaso esos tres supuestos que se han llevado millones de vidas, esos conciertos económicos de gobiernos del PP con mataderos abortistas, no son motivo claro todavía de excomunión?
Nuestra Conferencia Episcopal tiene mucho que aprender de la coherencia de los obispos Norteamericanos, que han negado la comunión tajantemente a los políticos abortistas. Cuando Monseñor Rouco Varela ha distribuido públicamente la comunión a Alberto Ruíz Gallardón o Esperanza Aguirre, y la jerarquía de la Iglesia sigue sin dejar claro este punto, solo cabe sumarse al equipo de Pepiño Blanco. Por lo menos hasta que la CEE deje claro lo que hay.
Feliz año.
Javier Tebas
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20 comentarios
Y de hecho, lo que la Congregación para la Doctrina de la Fe dijo en su día es que no serían admitidos a la comunión los políticos que VOTARAN a favor de leyes pro-abortivas. Me dirás que viene a ser lo mismo votar una ley así que el no abolirla. Pues mira por donde, la Iglesia considera que no es lo mismo.
Distinto es la cuestión de aprobar conciertos económicos para financiar abortos. Ahí sí que podría discutir si se puede aplicar lo de la negación de acceso a la comunión eucarística. Pero, de hecho, esa no es una cuestión que tenga que dilucidar la CEE. Eso viene de Roma y será Roma quien tenga que aclarar lo que sea menester. Los obispos españoles no pueden ir por libre. Lo que sí pueden hacer es consultar con la Santa Sede.
Pero como su pecado ha sido de omisión (no hacer nada, dejar pasar el tiempo, no proponer ninguna reforma de la actual ley criminal) pues no tienen esa condición de pecadores públicos. Como no la tienen todos los católicos de a pie que NO han acudido a manifestaciones contra el aborto ni han hecho absolutamente nada, dentro de sus posibilidades, para cambiar las cosas.
Porque lo malo no es ser abortista, sino ser abortista y no ser del PP (que la gaviota es algo así como una indulgencia plenaria o una bula). El mayor repartidor de píldoras abortivas y la mayor financiadora de abortos de España pueden comulgar porque llevan el carnet del partido adecuado en la cartera.
Y, sí, por supuesto: los que no vayan a los actos de mi platajunta favorita son muy malos (eso sí, los que "condenan a los demás al infierno" son otros). Pero por no ir a los actos contra el aborto que se organizan todos los meses por toda España, no pasa nada.
Don Luis Fernando:
Salvando el matiz de que Martínez Camino no habló de excomunión, sino de no poder comulgar por convertirse en pecador público, como usted dice, creo que es innegable el argumento central del artícuolo: que la claridad a la hora de expresarse no es la misma (en general) en los obispos españoles en cuanto a los políticos de un partido y otro.
Y no, de ninguna manera justifico la actitud del PP cuando estuvo en el poder, tan tibios y cobardes. Aunque no hubieran tenido la posibilidad de sacar adelante la derogación de la ley de 1983 (que con la mayoría absoluta SÍ hubieran podido hacerlo)tendrían que haberlo intentado, presentando proyectos y proposiciones de ley una y otra vez.
Aquí nadie confunde nada. Es usted el que se fija sólo en lo que le interesa, y, a la vez, sólo en el pequeño detalle que le interesa del asunto que le interesa.
Pero ciñéndonos sólo a lo que a usted le interesa,si los que han votado a favor de la "ley Aído" son pecadores públicos (cosa que yo no dudo) también lo son los que votaron la legalización de las píldoras abortivas y de la experimentación con embriones humanos en España.
Dicho esto, cuando uno se encuentra una ley que puede derogar y no lo hace, no sólo es culpable de "pecado por omisión", sino también de todo lo ocurrido bajo esa ley que no ha derogado. Es de puro sentido común. Si el III Reich hubiese durado más tiempo y Hitler hubiese dejado su lugar a un sucesor, ¿diría usted que el sucesor de Hitler, aunque hubiese hecho lo mismo que Hitler, no era culpable de nada porque las leyes que permitieron el holocausto las aprobó Hitler y no el que le sucedió?.
Además, sabe usted perfectamente que son las comunidades autónomas las que tienen (gracias, además, a un gobierno del PP) las competencias transferidas en materia sanitaria (incluida la inspección sanitaria).
Así que, desde el año 2002, independientemente de quién esté en la Moncloa, si en una comunidad autónoma se financian abortos con dinero público (en España no hay ley que obligue a nadie a financiar un delito) y se permite el fraude de ley por todos conocido, es porque a los gue gobiernan esa comunidad autónoma les da la gana.
Eso sí, resulta curioso que los que echan la culpa del medio millón de abortos del aznarato a Felipe González, nunca le echan a Aznar la culpa de las píldoras abortivas repartidas y consumidas desde que Zapatero es presidente del gobierno.
Y, de todas maneras, la excusa "es que la ley me obliga" no sirve. Esa fue la excusa utilizada en Nüremberg por los que allí fueron juzgados y condenados (y ahorcados, en muchos casos).
También es curioso que sean casi siempre los mismos que ponen como ejemplo a Martin Luther King y nos recuerdan frases suyas como que "un hombre justo está obligado a incumplir las leyes injustas" los que nos sueltan que los de un partido no tienen culpa alguna (o, al menos, tanta culpa) de ejecutar con el mismo entusiasmo las leyes aprobadas por otro.
Quien actúa en contra de las normas morales (u omite una acción debida) en materia grave no puede comulgar, simplemente porque está en pecado mortal. Ahí no funciona el Código de Derecho Canónico, sino el vulgar catecismo.
El canon 915 ("No deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave") no está dirigido a los fieles sino a los pastores, que son los que deben impartir instrucciones en sus respectivas diócesis sobre a qué personas concretas se les debe impedir comulgar si lo intentan. No dudo de que eso se hará con la mayor prudencia, por la posibilidad de identificaciones equivocadas.
Por eso algunos pedimos que se cambie el código para incluir ese asunto de forma explícita.
Imprescinidible es que EL GOBIERNO AMPARE UNA LEY que permita abortar, y en ese sentido me parece que la cita de Pedro aclara el tema. Hay que recordar que el aborto se ha convertido en un problema sobre todo legislativo, y que solo allí encuentra su solución.
Es más útil proponer el cambio del CDC que interpretarlo a como lo hace la Iglesia.
Y conste, faltaría más, que estoy de acuerdo con vosotros en la gravedad de la actuación de los que votan o financian abortos con nuestros impuestos.
Es más útil proponer el cambio del CDC que interpretarlo de forma diferente a como lo hace la Iglesia.
Y conste, faltaría más, que estoy de acuerdo con vosotros en la gravedad de la actuación de los que legislan contra la vida o financian abortos con nuestros impuestos.
PD: Borra el anterior comentario, que tiene un error en el segundo párrafo.
Es una situación parecida a la de los divorciados recasados. No pueden comulgar, pero no están excomulgados.
Esto hay que distinguirlo de las situaciones personales concretas, respecto de las cuales han de ser los sacerdotes y obispos con jurisdicción sobre esas personas quienes adopten las medidas de corrección, privadas o públicas, que prudencialmente estimen más convenientes para el bien de esas personas, de la comunidad eclesial pequeña a la que pertenezcan y de la Iglesia diocesana en su conjunto.
En algunas de las catequesis de mons.Munilla explicando el Catecismo, y en respuesta a preguntas muy concretas planteadas en directo sobre el asunto de que los divorciados vueltos a casar no puedan comulgar, don José Ignacio ha explicado este tema, y la diferencia entre el fuero interno y el fuero externo, entre excomunión como sanción pública y falta de comunión de quienes están en pecado mortal, etc, que me ha ayudado a comprender también otros casos.
Aunque no sea estrictamente el tema, recordaré siempre que mi profesor de Derecho Penal, el asesinado por eta don Luis Portero, nos ayudó en las clases prácticas a ser estrictos en la calificación objetiva de los delitos o faltas, y muy benevolentes en la aplicación de las atenuantes y eximentes... según los principios tradicionales cristianos de aplicación de la justicia, que esperamos de la justicia y la misericordia de Dios. Buen católico don Luis, que Dios le tenga en el Cielo.
http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=5193
Sobre la polémica en EEUU -ellos llevan años de "ventaja", para bien y para mal, en este asunto- a nivel de obispos y de fieles laicos
En español está la Declaración Catholics and Political Responsibility
http://www.usccb.org/bishops/catholicsinpoliticallifesp.shtml
y en inglés la Carta del Prefecto CDF al Presidente de la USCCB
http://www.lifesitenews.com/ldn/2005/apr/050419a.html
Mons.Demetrio Fernández
http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=4512
Mons.José I.Munilla
http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=4776
Recomiendo leer "todo" lo que hay en español, y el que sepa inglés, lo que hay en inglés también, en la web de la Conferencia de Obispos de EEUU y en las webs providas de allí sobre el tema de los políticos que apoyan la legislación abortista, la admisión a la comunión, las intervenciones de distintos obispos. Es muy interesante.
http://www.usccb.org/prolife/issues/abortion/index.shtml
Me parece que, o has leído muy poco de los Evangelios, o sólo te has quedado con una parte de ellos (o con la película "Jesucristo Superstar").
Volviendo al tema del artículo, me parece una interpretación equivocada (la diga quien la diga) afirmar que un político que posibilita la aprobación de una ley abortista no coopera necesariamente con los abortos que se van a cometer. Sería como afirmar que Hitler no "cooperó" con lo que pasó en Auschwitz porque él "sólo" hizo las leyes. Ségún esta interpretación del derecho canónico, en Nüremberg habría que haber juzgado únicamente a los soldados que abrían la espita del gas en las cámaras de la muerte, y haberse limitado a darle una pequeña regañina a los jerifaltes nacionalsocialistas.
Por cierto, también he leído por ahí una entrevista (realizada en un avión camino de Brasil, creo) al actual Sumo Pontífice (aunque no sé si por entonces era todavía cardenal) en la que interpreta muy claramente ese artículo del derecho canónico en el sentido de que un político que vota una ley abortista está excomulgado.
Pero ya digo, hay cosas que son de sentido común. La ley canónica, en este caso, puede ser interpretado tanto en un sentido como en otro. Y la interpretación habitual que se hace de ella me parece encaminada a buscar no tener follones con el poder secular. Cesaropapismo, ni más ni menos, basado en el iuspositivismo canónico (pero iuspositivismo al fin y al cabo).
¿Se cometen más abortos desde que el aborto está despenalizado o menos? ¿Si despenalizáramos el robo, se robaría más o menos? Si se cometiesen más, ¿los políticos que despenalizaron el robo no fueron cooperadores necesarios de la nueva situación?.
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