Sobre la Comunión en la mano
¡Entrad, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. Ps 95; 6-7
Por eso tenemos que lamentarnos sobremanera al ver que muchos no saben estimar en su valor este misterio saludable, que alegra el cielo y conserva al mundo entero. Kempis, Imitación de Cristo, El Sacramento Eucarístico
“La fidelidad al Romano Pontífice implica una obligación clara y determinada: la de conocer el pensamiento del Papa, haciendo cuanto esté de nuestra parte para que todos los católicos atiendan al magisterio del Padre Santo, y acomoden a esas enseñanzas su actuación en la vida” (San Josemaría, Forja, 633)
Así tendría que ser. Sería lo lógico si nos importara la enseñanza del Pontífice. Si estuviéramos en sintonía. Hay muchas maneras de decir las cosas. Una, de las más educadas, es mediante el ejemplo, justo como lo hace dulce Cristo sobre la Tierra.
No hay que responder: “cómo no estoy obligado, pues…” Así no vamos a ninguna parte. Así vale todo y no vale nada. Es lo que me desespera del Occidente, vale todo y no vale nada. Lo relativizan todo, bueno, a excepción de dinero. En eso no perdonan, ni sienten ni padecen. En eso son lo mejores, no lo discuto. En eso rigidez absoluta, milímetros y cláusulas sin fin. ¿Pero la religión? ¡Ja! ¡Y encima lo pregunta! La relativista hombre, a ver si te enteras de una vez..
Lo relativizan todo y meten goles a su antojo, por la derecha, por la izquierda, por donde le plazca.
Me importa a mí un pimiento el Anonymous y su hackeo de la página del Vaticano. Si no pueden dar más de sí, ¿qué me importan ellos? Tengo yo mis hackers desde dentro, a exportar.
Esto es uno de los hackers:
“Se está expandiendo el movimiento del “Llamado a la desobediencia”, nacido en Austria y ahora con ramificaciones importantes en Irlanda, Alemania, Francia y Eslovaquia. No faltan los simpatizantes en América Latina, EE.UU. y Australia, publican por doquier.
El Papa teme al primer cisma progresista, apoyado por cientos de curas y una patrulla de obispos. “No tememos excomuniones ni queremos un cisma, sino que la Iglesia nos escuche y dialogue”, explica el ya popular “Lutero austríaco”, padre Helmut Schueller, con 59 años, líder de la “Iniciativa de los párrocos”, que cuenta con el apoyo de 400 sacerdotes en Austria.
Los sondeos demuestran que la mayoría de los 4.000 curas austríacos, un país de hondas tradiciones católicas tradicionalistas, que vive un proceso de vertiginoso triunfo del laicismo y de distanciamiento de los fieles de una Iglesia que consideran anclada en el pasado, simpatizan con el movimiento que nació en junio pasado con el “Llamado a la desobediencia”, que firmaron 329 curas.”
Los “desobedientes”, equivalente en versión sotana de los “indignados”, reclaman terminar con el celibato obligatorio, permitir la comunión de los divorciados vueltos a casar, imponer el sacerdocio femenino, darle a los fieles laicos un rol más importante en la eucaristía, permitiéndoles predicar y administrar los sacramentos sin una misa cuando no hay sacerdotes, además de ordenar a los “Viri probati”, fieles casados y con hijos de probada fe que puedan convertirse en sacerdotes sin renunciar a su familia. Y respetar a los homosexuales, bendiciendo las uniones.
¿Novedades? Alguien los vio hace 200 años:
«Vi la Iglesia terrestre, es decir la sociedad de los fieles sobre la tierra, el ejercito de Cristo en su estado de paso sobre la tierra, completamente oscurecida y desolada» (AA.II.352)
«¡Vosotros sacerdotes, que no os movéis! ¡Estáis dormidos y el redil arde por todos lados! ¡No hacéis nada! ¡Como llorareis por eso un día! ¡Si tan solo hubierais dicho un Pater! (…) ¡Veo tantos traidores! No soportan que se diga : «esto va mal». Todo está bien a sus ojos con tal de que puedan glorificarse con el mundo!
«Vi muchos buenos y piadosos obispos, pero estaban mudos y débiles y el mal partido tomaba a menudo la fuerza» (AA.II.414)
«De nuevo vi la visión en la que la iglesia de San Pedro era minada, siguiendo un plan hecho por la secta secreta, al mismo tiempo que era deteriorada por las tormentas» (AA.III.103)
«Vi la iglesia de los apóstatas crecer grandemente. Vi las tinieblas que partían de ella, repartirse alrededor y vi muchas personas abandonar a la Iglesia legítima y dirigirse hacia la otra diciendo: «Ahí todo es mas bonito, más natural y más ordenado» (AA.II.414)
«Vi cosas deplorables: se jugaba, se bebía, se parloteaba, se seducía a las mujeres en la iglesia, en una palabra se cometían allí todo tipo de abominaciones» (AA.III.120)
«Los sacerdotes dejaban que se hiciera cualquier cosa y decían la misa con mucha irreverencia. Vi pocos que tuvieran todavía piedad y juzgasen sanamente las cosas. Todo eso me afligió mucho. Entonces mi Esposo celeste me cogió por medio del cuerpo, como él mismo había sido atado a la columna y me dijo: «Es así como la Iglesia será todavía encadenada, es así como será estrechamente atada antes de que pueda revelarse» (AA.III.120)
Vi al Papa en oración; estaba rodeado de falsos amigos que a menudo hacían lo contrario de lo que decía. (AA.II.203)
Vi también en Alemania a eclesiásticos mundanos y protestantes iluminados manifestar deseos y formar un plan para la fusión de las confesiones religiosas y para la supresión de la autoridad papal.(AA.III.179)
(De las visiones de la beata Anna Catalina Emmerick)
Volvemos al tema. Si perdemos la centralidad en Cristo, hemos perdido todo. Cristo es todo. Fuera de eso, nuestro hablar no tiene sentido, nuestra teología, vacía. Sin calor, ni prende ni calienta. Si no sabemos valorar el misterio de la fe, para y no sigas. ¿Para qué?
Y no me vengáis por si soy un trasnochado, que eso no tiene nada que ver. O que si soy un antikiko, que tampoco. Todo eso es sacar balones fuera. Soy un católico al que le gustaría ser tal cual y no hay más. Pero hasta eso te ponen palos a las ruedas.
Mira un ejemplo. Un párroco, Don X cuyo nombre no revelo, decide poner un reclinatorio para comulgar. Él se pone detrás del reclinatorio y el que quiere puede recibir la comunión de rodillas y en la boca. El que no, puede recibirla en la mano.
Pues ni con esas. Resulta que se forma una delegación de feligreses y camino a obispo, a quejarse del párroco por anacrónico.
¡Pues quéjate del Papa también, ya que estamos!
Lo que defiendo es que la comunión en la mano da pie a la creciente secularización. Me remito a las pruebas de los “experimentos” realizados en varios países europeos hace ya varias décadas. ¿Cómo están ahora?
Con razón dicen estos obispos en el Síndo del 2005:
El 5 de Octubre de 2005, durante el Sínodo de los Obispos en el vaticano. S.E.R. Arzobispo Jan Pawel Lenga M.I.C., de Karaganda, Kazakhstan, recordó a los presentes la Sacrilidad de la Eucaristía y discutió vías para resaltar este hecho. Él manifestó que “entre las renovaciones litúrgicas producidas en el mundo Occidental, dos en particular, dos tienden a nublar el aspecto visible de la Eucaristía en particular, sobre todo en lo que respecta a su centralidad y santidad: la eliminación del tabernáculo del centro, y la distribución de la Comunión en la mano.
La Comunión en la mano, dijo, se está extendiendo e incluso prevalece como que es más fácil, como un tipo de moda… Por consiguiente, humildemente yo sugiero las siguientes proposiciones prácticas: que la Santa Sede emita una regulación universal que establezca la manera oficial de recibir la Comunión en la boca y de rodillas; con la Comunión en la mano que sea reservada exclusivamente para el clero. Él pidió igualmente, que los Obispos en los lugares donde la Comunión en la mano se ha introducido, trabajen con prudencia pastoral para devolver al creyente al rito oficial de Comunion, válido para todas las Iglesias locales.
Así mismo el Cardenal, Janis Pujats de Riga, Latvia, fue el primero en resaltar el problema, diciendo al sínodo el 3 de Octubre que él piensa que los católicos deben recibir la Comunión en la lengua, mientras se arrodillan. Cuando los comulgantes están de pie, dijo el Cardenal, él se siente como un dentista que mira en sus bocas.
Cuanto más se frene esta práctica, o se abandone por completo, mejor.
Otra cosa relacionada con el tema y que me gustaría al menos tocar, es la siguiente:
¿A QUIÉN SE DA LA COMUNIÓN?
Parece que se cumple el dicho: ¡comunión para todos! Seas tu un fiel o un infiel, católico, protestante, ateo, ortodoxo, budista o un miembro de cinesiología, el que sea – puedes presentarte en una iglesia y comulgar. Eso es un problema muy serio.
No tiene por qué ser así. No hay que decir que Cristo supo lo que va a pasar y lo permitió. No, nos toca a nosotros administrar (o sea, a los ministros consagrados) a quién se le puede dar la comunión.
Lo ilustraré mediante un ejemplo:
El senador local de Nueva Jersey, Richard Codey, se disfrazó como un hombre de 65 años, ‘sin techo’ y recién salido de una institución mental. Pasó así un día y una noche vagando por las calles de la mayor ciudad del estado, Newark, e intentó encontrar un lugar para pasar la noche.
Sin embargo, la tarea resulta “casi imposible cuando eres un ’sin techo", según explicó Codey a la televisión local, ya que la mayoría de los refugios exigen que los solicitantes estén inscritos en algún programa de asistencia del Gobierno o que presenten un documento de identidad”.
O sea, para que te den una corteza de pan, necesitas mostrar el D.N.I.
¿Y para la Sangre de Cristo? No es descabellado tener un D.E.I. (Documento Eclesiástico de Identidad) o cualquier credencial que nos permita dar fe a un sacerdote desconocido que somos católicos. O como mínimo presentarse al sacerdote (en el caso de acudir a una iglesia a la que no asistimos habitualmente) para poder comulgar.
La comunión no es algo a mi antojo, de esta manera se podrían evitar muchísimas ofensas a Dios.
Pienso que al permitir que cualquiera pueda entrar en una iglesia, incluso portando armas, blancas o de fuego (ya que no cacheamos a nadie), pienso que cumplimos con la apertura al mundo. Y pienso que está bien. Pero comulgar de forma automática, NO.
El texto que cito al final del post lo encontré en una iglesia (también está en esta página). Me pareció bastante bien, a excepción de un punto que matizo.
Sobre la Comunión en la mano
1.- ¿Sabía usted que Pablo VI fue presionado por miembros del clero -en Alemania, Bélgica, Holanda, Francia- para que autorizara la Comunión en la mano, que se estaba extendiendo sin ningún permiso, en una actitud de indisciplina e individualismo?
2.- ¿Sabía usted que en Febrero de 1965 se creó el Consilium para poner en marcha las recomendaciones litúrgicas conciliares? Este organismo pidió al Cardenal Alfrink que Holanda conservase el modo tradicional de distribuir la Comunión (12-9-65).
3.- ¿Sabía usted que ante las continuas presiones, la Sgda.Congregación de Ritos concedió la nueva práctica en Alemania (6-7-68) y a Bélgica (11-7-68) pero que, debido a las protestas por esa claudicación el Papa suspendió la concesión (25-7-68)?
4.- ¿Sabía usted que la decisión del Papa no logro cortar los abusos? Pablo VI creyó conveniente realizar una ENCUESTA Mundial entre el episcopado, a la que el 12 de Marzo de 1969 habían contestado 2.136 obispos. El resultado fue el siguiente:
a) A la pregunta: “¿Se ha de acoger el deseo de que, además del modo tradicional, se permita también el rito de recibir la Sgda. Comunión en la mano?” Contestaron:
-¡NO! (Non placet): 1233 Obispos.
-¡SI! (Placet): 567.
-Según (Placet iuxta modum): 315.
- Votos inválidos: 21.
Hubo dos supuestos más en la encuesta; la opción mayoritaria fue, asimismo, la del NO a la Comunión en la mano.
5.- ¿Se da cuenta usted de que se consultó a los Obispos, escogidos por el Espíritu Santo para regir las Iglesias (Hech 20,28) pero no se les hizo caso, a pesar de que estimaron “que no se debe cambiar la disciplina vigente; más aún, que el cambio sería dañoso, tanto para el sentimiento como para el culto espiritual de los mismos obispos y de muchos fieles?” (Mem.Dom.).
6.- ¿Se había dado cuenta usted de que no se pidió el parecer de los laicos, cuando según el C.Vaticano II “tienen la facultad y, a veces, el deber de expresar su opinión acerca de lo que mira al bien de la Iglesia?” (L.G., 37) Esto fue una clara actitud anticonciliar.
7.- ¿Sabía usted que el C. Vaticano II no se pronunció sobre la práctica de la Comunión en la mano? La aprobación viene después, en un periodo de abusos litúrgicos por los que Juan Pablo II pidió perdón en “Domini Cenae” (24-2-80).
8.- ¿Sabía usted que en los primeros siglos -en que se comulgaba en la mano- se tenía un conocimiento bastante imperfecto del Misterio Eucarístico, y que esto dio lugar a muchos abusos y herejías? Por ejemplo las de los arrianos, marcionitas, aerianos, antropomorfitas, artotiritas (ofrecían queso con el pan en la liturgia), acuarios (ofrecían sólo agua en el cáliz), ofitas, catafrigas. Algunos daban la Eucaristía a los recién nacidos. Otros la colocaban en la boca del muerto o sobre el ataúd. Y los había que se la llevaban a su casa.
9.- ¿Sabía usted que el Espíritu Santo perfecciona la Iglesia con el paso del tiempo? Es algo que recoge el C.Vaticano II: “Eligió (Dios) al Pueblo de Israel, con quien estableció un Pacto, y a quien instruyó gradualmente, manifestándole asimismo sus divinos designios a través de su Historia” (L.G.,II,9). “El mismo Espíritu Santo perfecciona constantemente la Fe por medio de sus Dones”.(D.V. 1,5).
La Comunión en la mano, prendió sobre todo lejos de Roma, pero se imponía el hacerlo en la boca, a medida que se profundizaba en la comprensión del Misterio, y crecía el sentido de indignidad y respeto.
Imitando las normas de la Antigua Alianza, San Sixto I (s. II) prohíbe que los laicos toquen los vasos sagrados, y San Gregorio Niceno (s. IV) que toquen el Altar. Pero si comulgaban en la mano, caían en la incongruencia de dar más importancia al continente que al Contenido. S. Juan Crisóstomo (s. IV) advierte que el Serafín que purifica los labios de Isaías con un carbón encendido, tomado del Altar, lo hace mediante unas tenazas, mientras que los fieles reciben al Santísimo en la mano; y advierte: “Esta (la Eucaristía) es mucho más grande que la tocada por el Serafín”. Es otra incongruencia: Nosotros no somos más puros que los Serafines.Y cuando S. Cirilo (s.IV) explica que el Comulgar se sitúe la mano “izquierda como trono de la derecha” añade: “cuida que ni siquiera un fragmento se pierda. Y si … perdiese una mínima cantidad considerar la como truncada de tus propios miembros”. S. Cirilo presiente los peligros de la Eucaristía en manos de los fieles.
Son textos que demuestran como se va gestando en las primeras comunidades el abandono de la Comunión en la mano, como se ve en el punto 11.
Y si la iglesia, guiada por el Espíritu Santo, había de desechado esta práctica hace tantos siglos, ¿poe qué se volvió a permitir en contra de la inmensa mayoría de Episcopado?. Sin duda que los responsables han “contristado al Espíritu santo”.
10.- ¿Sabía usted que NO EXISTEN FUNDAMENTOS BÍBLICOS para justificar el rito de la Comunión en la mano, sino más bien para denegarlo?
Dios revela el contenido litúrgico en el Antiguo Testamento, del que Cristo no viene a abolir “ni una sola tilde”. El A. Testamento es como un cliché que ha de revelarse en la Era Cristiana. el rito de no tocar las cosas sagradas (Num. 4, 15; II Sam 6, 1-9; Jdt 11, 13), se hace realidad en el nuevo Testamento cuando Cristo dice a la Magdalena (jn, 20, 17): ¡NOLI ME TANGERE! (No me toques), y se revalida cuando la Iglesia, llegada la madurez suficiente en la comprensión del misterio eucarístico, prohibe la Comunión en la mano. Entonces se cumple también el Salmo 81:“Abre tu boca y Yo la llenaré”, en un pasaje en que dios promete alimentar a sus fieles con “flor de arina y miel de la Roca”.
Es la correcta interpretación de los textos sagrados en el tema, por cuanto la Iglesia prohibió esta práctica durante tantos siglos.
11.- ¿Sabía usted que NO EXISTEN FUNDAMENTOS EN LA TEOLOGÍA TRADICIONAL para justificar la Comunión en la mano?
Ya San Sixto I, Papa (115-125) prohibe a los laicos tocar los vasos sagrados (Mansi 1, 653). Con mayor razón hubo de prohibir la Comunión en la mano.
En la época de San Justino (100-166) sólo los diáconos dan la Comunión a los fieles (Apología 1, 65,5). Este uso es confirmado por la Didajé (15,1) y por S. Ignacio de Antioquia (+107).
El Papa San Eustaquio (275-283) en su “Exhortación a los sacerdotes” decreta que “nadie tenga la presunción de hacer llevar la Comunión por un laico o una mujer a un enfermo” (Patrol. La. 5, 165).
San Basilio (329-379) en carta del año 372, no permite la Comunión en la mano salvo en alguna situación extraordinaria como en caso de persecución (Ep. 93, Patrol. Griega, 332, 483,6).
San Jerónimo (347-420), secretario del Papa San Dámaso, aplica la Doctrina Bíblica (Ex 19,5; ISam 21,5) para descalificar la Comunión en la mano: “Si quienes habían estado con sus esposas no podían comer los panes de la Proposición… ¿Cuánto menos podrá ser violado y tocado por ellos aquel Pan que bajó del Cielo?” (C. de Panm., 49,15).
En el Sínodo de Roma del año 404, celebrado bajo el Papa Inocencio I (401-417) se impone el rito de la Comunión en la lengua (Mansi X, 49,15).
El Papa San León I “El Grande” (440-461) recuerda en su “Sermon V” que el Santísimo Sacramento es recibido en la lengua (Patrología Latina, 54, 1385).
El Papa San Agapito (535-536) curó milagrosamente a un sordomudo, cuya lengua se soltó al darle de comulgar en la boca (S. Greg. dial. III, 3).
El Papa San Gregorio “El Grande” (590-604) daba la Comunión en la lengua (Patr. Latina, 75, 103).
En el Sínodo de Rouen (649-653), siguiendo la línea observada en Roma, se prohibe Comulgar en la mano, y se amenaza a los sacerdotes que no cumplan estas disposiciones (Mansi X, 1199-1200).
En el VI Concilio Ecuménico de Constantinopla (680-681) se prohibe a los fieles que comulguen por sí mismos, y se amenaza con la Excomunión a los que tengan la osadía de hacerlo (Mansi XI, 969).
Sto. Tomás de Aquino, el “Doctor Angélico” nos dice: “Por reverencia a este Sacramento, ninguna cosa entra en contacto con Ella (La Eucaristía) a no ser que esté consagrada; por lo cual se consagran no solo el corporal sino también el Cáliz y, asimismo, las manos del Sacerdote, para tocar este Sacramento. De donde se deduce que a ningún otro le es lícito tocarlo” (Sum. T., III Q, 82, a, 3).
Por eso dice S. Francisco de Asís: “Sólo ellos (los Sacerdotes) deben administrarlo, y no otros”. (Carta 2ª a todos los fieles, 35).
Estas prohibiciones son mantenidas por el Concilio de Trento (1545-1563) de carácter dogmático.
Ya S. Agustín había advertido: “Sería una locura insolente el discutir qué se ha de hacer cuando toda la Iglesia universal tiene una práctica establecida…”. (Carta 54, 6; a Jenaro).
El “Doctor Supremo”, el Papa Pio XII, 15 siglos má tarde, mantenía la misma postura: “Hay que reprobar severamente la temeraria osadía de quienes introducen intencionadamente nuevas costumbres litúrgicas, o hacen renacer ritos ya desusados, y que no están de acuerdo con las leyes y rúbricas vigentes”. (Mediator Dei, 17).
E incluso el C. Vaticano II nos ofrece doctrina para descalificar la practica a la que nos referimos:
“Aunque cada uno de los Prelados, por sí solo, no posea la prerrogativa de la Infalibilidad, sin embargo, si todos ellos, aún estando dispersos por el mundo, pero manteniendo el vínculo de comunión entre sí y con el Sucesor de Pedro, convienen en un mismo parecer como Maestros auténticos que exponen como definitiva una Doctrina, en las cosas de la Fe y de costumbres, en ese caso, anuncian infaliblemente la Doctrina de Cristo”. (L. G., 5).
Y la mayoría de Obispos convino en que la Comunión en la mano iba a ser perjudicial para la Iglesia. Se ha roto, pues, con la Tradición, uno de los Pilares de la Verdadera Iglesia.
12.- ¿Sabía usted que Cristo está presente en las Partículas que se desprenden de la Sagrada Forma?
Es Doctrina de la Tradición Eclesiástica (”Obra Maestra del Espíritu Santo”) con fundamentos filosóficos y teológicos, desde los Santos Padres (Orígenes, Tertuliano, S. Anastasio, S. Cirilo de Alejandría, S. Cirilo de Jerusalén, S. Efrén, S. Jerónimo, Sto. Tomás de Aquino…), pasando por los concilios de Trento, hasta nuestros días. Por eso en la liturgia actual se ordena que al recibir la Comunión se utilice la Bandeja o Patena de los fieles: “El que comulga responde amén, y recibe el Sacramento teniendo la Patena debajo de la boca” (M. Romano, n. 117). Pero ¿Quién se preocupa del destino de las Santas Partículas al comulgar en la mano? ¡Y cuántos Sacerdotes han escondido la Patena a los fieles!
13.- ¿Sabía usted que la Comunión en la mano contribuye a que se pierda el sentido de lo Sagrado?
Un objeto es Sagrado cuando se ha segregado, separado del uso normal, para dedicarse en exclusiva al Culto Divino. Al Comulgar en la mano, el rito se hace más sensorial y la simbología recuerda mejor lo que es una comida vulgar; pero al someter lo Santo a los sentidos (al tacto), al humanizar lo divino, al naturalizar lo sobrenatural, se pierde el sentido de lo sagrado: se produce una DESACRALIZACIÓN en el Misterio más importante para la Fe, vaciándolo de buena parte de su contenido y eficacia.
En cierto modo, al Comulgar en la mano, el rito se degrada: el Santísimo es tratado como un objeto… sagrado, pero un objeto; como una cosa… un tanto especial, entre mis cosas. Es difícil entender en ese gesto vulgar, la unión de nuestra alma con el Dios Altísimo. ¡Qué osadía la de nuestras manos pecadoras! Sin haber sido escogidas, consagradas…
No es de estrañar que después de haber manoseado al Santísimo, el comulgante no comprenda ya la obligación de adorarle de rodillas, la necesidad de sentirse nada ante su Creador…, que sea incapaz de reconocer el Misterio de la Cruz actualizado en el Sacramento, y que no sienta la llamada a una entrega absoluta, en correspondencia al Infinito Amor de Dios humillado en el Sacramento para mi Salvación.
14.- ¿Sabía usted que existen documentos que demuestran que la Masonería, desde el siglo XIX, ha tratado de conseguir que los Católicos comulgasen en la mano y de pie? Los seculares enemigos de la Fe se salen con la suya. ¡Qué ceguera por nuestra parte!.
15.- ¿Sabía usted que hay iglesias no católicas (sectas) que “comulgan” en la mano pero no creen en la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía?
16.- ¿Sabía usted que hay iglesias orientales -unidas o separadas de Roma- según el rito Bizantino, que tienen prohibida la Comunión en la mano? Este rito, pensado para un acercamiento ecuménico (equivocado) ha resultado, pues, antiecuménico.
17.- ¿Sabía usted que el Papa Juan Pablo II no es partidario de la Comunión en la mano?
Nos decía en la Carta “Dominicae Cenae: “El tocar las Sagradas Especies, su distribución con las propias manos, es un privilegio de los ordenados” (24-Feb-80). Y para que nadie interpretase de otra forma estas palabras, tres meses después, ante las cámaras de la televisión francesa, negaba la Comunión en la mano a la esposa del Primer Ministro, Giscard DÉstaing. El mismo año, declaró en Fulda (Alemania) que no estaba de acuerdo con el Documento que autorizaba en este País dicha forma de Comulgar. (Cfr. “Vox Fidei”, n.10-1981; “Chiesa Viva”, n.112; “Sol de Fátima”, n.82).
¿Por que después de esta fecha se le ha visto dar la Comunión en algunos lugares? Porque se le ha sometido a fuertes presiones, haciéndole creer que sería escandaloso para los fieles prohibir ahora lo que tan fraudulentamente se autorizó, o mostrarse en contra de lo que aprobaron algunas Conferencias Episcoplales.Lo mismo que Moisés permitió el divorcio “por la dureza de corazón de los Israelitas”.(Mt. 19, 8).
18.- ¿Sabía usted que la Madre Teresa de Calcuta ha manifestado que el peor mal que se da en el Mundo es el rito de comulgar en la mano? (”The Wanderer”, 23-3-89; “The Fatima Crusader”, 3er, trim.89).
Es lógico: se trata de un rito inadecuado, causa de profanación y desacralización. Así se pierden Gracias. “Si la Gracia del Señor vale más que la vida” (Ps 62,4) y la Eucaristía es “la Vida del Mundo” (Jn. 5,51), el rito aludido es un mal de primera magnitud.
19.- ¿Sabe usted que supuestas apariciones del Señor o de la Virgen, extendidas por todo el mundo, nos hablan de que el Cielo no acepta el rito de la Comunión en la mano?
No es un hecho aislado, sino un fenómeno mundial. En países como: Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, Italia, Méjico, Polonia…, se atribuyen al Cielo revelaciones que descalifican esta forma de comulgar.
Milenko: El Cielo no puede no aceptar lo que la Iglesia ha desatado. No sé el texto de esas supuestas revelaciones privadas. Pero creo que esta práctica no agrada a Dios.
20.- ¿Sabe usted que -según se ha comprobado y como se temía- la práctica de la Comunión en la mano ha potenciado incalculablemente el número de profanaciones?
Objeciones más frecuentes
1. “Jesús dio en el Cenáculo la Comunión en la mano a los Apóstoles”.
Esto no lo dice el Evangelio. Es sólo una suposición, pero aún cuando así fuere, los apóstoles estaban siendo ordenados Obispos. No eran simples fieles.
2. “Lo ha aprobado la Iglesia”.
En contra del parecer de la mayoría de Obispos del mundo. ¿Y no representaban éstos a la Iglesia? Y el Papa, ¿por qué lo prohibió en la Diócesis de Roma? ¿No es Él quien mejor representa a la Iglesia? Tampoco se consultó a los laicos, que también son Iglesia. Además, cada Obispo tiene autoridad para aprobar o denegar este rito. En estas circunstancias, decir que lo ha aprobado la Iglesia no es decir toda la Verdad.
3. “No es más santa la lengua que la mano”.
No es cuestión de anatomía sino de dignidad. Se trata de una revelación litúrgica y un logro tradicional que debemos aceptar con humildad y obediencia.
La Liturgia nos habla de las “Santas y Venerables Manos” de Jesús. Así son las de los Sacerdotes el día de su Ordenación; pero no las de los simples fieles, aptas para funciones profanas. Las manos lo tocan todo, hasta lo más bajo; en la lengua se deposita sólo lo que está limpio y puro. Además, tocar encierra cierta expresión de dominio sobre el objeto, y el Santísimo es un Regalo del Padre Dios, sin yo merecerlo.
4. “No es una práctica nueva”.
Pero sí superada y desechada por la Iglesia que, guiada por el Espíritu Santo, camina a su perfección.
La Comunión en la mano es hoy más que un anacronismo: produce una ruinosa involución. Con un agrabante: Cuando se utilizaba esta práctica no se comprendía con tanta profundidad el Misterio Eucarístico. Así lo confirma el Documento de legalización.
5. “Para los antiguos cristianos, comulgar en la mano no significaba menos respeto que comulgar en la boca”.
Para algunos sí. Pero la comparación no es válida si los Cristianos a que se hace referencia, no conocían otro modo de hacerlo. y la predicación de los Santos Padres, ya desde el S. II, exhortando a “Comulgar con temor y temblor”, y prohibiendo tocar el cáliz e incluso el altar, está pidiendo a gritos la llegada del rito de Comulgar en la boca.
6. “En las manos es un gesto más natural”.
Pero en la Sagrada Eucaristía nada es natural. Todo es sobrenatural. Las apariencias no nos dan la Vida.
7. “En caso de aglomeración de fieles, cualquiera puede dar la Comunión para que la ceremonia no se alargue”.
Es una tentación. Cristo no entrego su Cuerpo a las multitudes del Monte de las Bienaventuranzas. Allí ofreció sólo un símbolo eucarístico, y les alimentó con el Pan de su palabra. pero su Cuerpo y su Sangre los reservó para la intimidad del cenáculo. Por eso, una celebración multitudinaria, o se organiza bien (suficiente número de Sacerdotes, acólitos y comulgatorios) o se deja solo la celebración de la Palabra.
8. “En algunas Parroquias en que, por la escasez de Sacerdotes, no tengan regularmente Misa Dominical, es bueno que algún seglar o alguna monja, celebren la Palabra y repartan la Comunión”.
Nueva tentación. Si faltan Sacerdotes, hay que hacer “rogativas” para que elDueño de la Mies envié obreros a su Mies. Y si no hay Misa, se puede organizar a los fieles para que recen el rosario y/o mediten la Palabra y hagan una Comunión Espiritual.
Santa Catalina de siena -Doctora de la Iglesia- nos dice que si no fuere posible comulgar, podrían recibirse las mismas Gracias en una Comunión Espiritual.
9. “Yo sigo las indicaciones de mi Párroco o de mi Obispo”.
Pero ellos no siguen el ejemplo de los Papas.
10. “No somos niños para que se nos dé el alimento en la boca”.
Pero no recibimos un alimento cualquiera que deba asimilar nuestro cuerpo, sino al contrario: Al Comulgar hemos de ser transformados por Cristo, ante el que hemos de sentirnos ni?os para entrar en su Reino.
11. “La Ceremonia es más rápida si se Comulga en la mano”.
Todo lo contrario, los que comulgan según este modo reprobable, deberían:
1º Hacer un acto de Adoración (M Romano).
2º El Sacerdote observa si la mano del comulgante está limpia (Doc. 3-4-85).
3º El comulgante extiende la mano izquierda sobre la derecha.
4º El Sacerdote muestra la S. Forma diciendo ” El Cuerpo de Cristo”, y espera a que el Fiel responda Amén
5º El Sacerdote deposita la S. Forma en la mano del comulgante.
6º este la toma con la mano derecha y la consume delante del Sacerdote. (Carta anexa a M.D.).
7º Tanto el Sacerdote como el fiel han de comprobar que no quedan Sagradas Partículas en la mano. (Inmensae C., 5).
¡Tantas cosas y tanto tiempo para hacer una cosa que no está bien!.
La Ceremonia se acorta cuando los fieles se disponen arrodillados a lo largo del Comulgatorio. pero tampoco es cuestión de rapidez sino de dignidad. Y a Dios no se le escatima el tiempo.
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Estoy tentado a sacar una copia en papel y entregarla a mi párroco, ya que es un furibundo partidario de comulgar en la mano. Según su explicación, se recomienda la comunión en la mano por supuestas razones de higiene; las razones de sacralidad, parece que no le causan la menor preocupación.
Es que el texto original no trae el verbo en aoristo: "Me moú ápse". Ahora bien, tal modalidad verbal no indica propiamente tiempo alguno. Al contrario;por algo la palabra está compuesta de un "alfa privativa" y el verbo "orizo" (de donde: horizonte, límite, fines, definición), siendo entonces un caso verbal "in - definido".
En cambio el texto trae el imperativo de presente: "Me móu 'aptou'", que prohibe solamente la continuación de la acción, que ya lleva su tiempo.
El resucitado, prácticamente le está anunciando a la Magdalena: "Ya es suficiente, déjame, ya me volverás a ver, me volverás a tener, porque todavía no he ascendido a mi Padre".
Los católicos debemos evitar los abusos litúrgicos.
Este abuso litúrgico tiene varios aspectos repudiables.
El aspecto más repudiable, a mi juicio, es que impide recibir al Señor de rodillas.
Que es como se lo debe recibir.
Que es como Él prefiere que se lo reciba.
Y también el Papa.
Por si a alguien le interesa el dato.
"Que todo laico tiene derecho a escoger una de las siguientes formas de administrar la comunión:
1. Si es bajo el pan eucarístico, puede tomarlo:
a) De pie y en la boca o en la mano, ésta sólo según la norma
b) De rodillas y en la boca
c) En casos especiales (impedidos, celíacos): sentados, con pan especial para celíacos...
d) Lo puede administrar tanto un sacerdote, un diácono, un religioso o un laico con el ministerio extraordinario correspondiente y en estado de gracia (no en unión de hecho, no pecador notorio, no hereje o escandaloso...)
2. Si es bajo el pan y el vino eucarísticos:
a) Como el caso anterior, pero recordando la prohibición de que el fiel moje por sí mismo el pan en el cáliz, ni reciba en la mano la forma mojada
B. Existen, sobre Jesús-eucaristía, muchas otras formas que pueden ser reguladas y recordadas, como por ejemplo:
...el sacramento de los enfermos, la exposición del santísimo, la adoración a Jesús en el sagrario, la administración de la eucaristía a enfermos y ancianos...
C. Otra cuestión es que los católicos podamos denunciar o informar inmediatamente de las malas administraciones de las especies eucarísticas, detectadas en parroquias, abadías y otros lugares, para conocimiento del propio obispo a través de un formulario de internet, como por ejemplo los casos siguientes:
...comulgan excomulgados, escandalosos, pecadores notorios o no católicos o no cristianos, abusos en la administración (con pan inadecuado, como bollos; vinos inapropiados), intintaciones efectuadas por los propios comulgantes, falta de libertad de elección en la forma de administración (niegan la eucaristía a quienes se arrodillan, faltan reclinatorios...)
Si todos comulgaran en la boca, se evitarían muchísimos sacrilegios. Ya que muchos fieles no son concientes de ésto, los sacerdotes, los buenos y piadosos sacerdotes, los que realmente aman al Señor, deberían prohibir la Comunión en la mano, explicarles a las personas que con ésto se corren muchos riesgos, y de hecho ocurre mucho,lamentablemente. A ellos Dios les pedirá cuentas, ¿y qué van a decirle, qué excusa van a poner por ésta indiferencia con que lo trataron?
Pero también les pedirá cuenta a los fieles, cuando siendo concientes de éste peligro, siguieron en ésta actitud obsecada e indiferente
La comunión en la mano es un abuso tolerado mediante un INDULTO.
Así como se dio ese indulto, así se puede retirar. Cuando el Papa así lo estime conveniente.
Y los Papas, por lo general, son sensibles a los pedidos de los fieles. Los pedidos que le llegan, claro.
Así que a insistir a tiempo y a destiempo para que este abuso tenga un pronto fin.
Estoy seguro que a nadie se le ha negado la entrada al Cielo por comulgar en la mano en las condiciones que la Iglesia permite. Miles, millones de almas benditas están allí, ante el Señor, alabándole a Él con esas mismas manos alzadas, las manos en las que Lo han sostenido.
Comulgar en la mano no es pecado, y no me vais a convencer de ello. Cuando el Papa ordene que todos comulguemos en la mano, yo le obedeceré. Mientras tanto, es una opción personal y cultural.
Especial gracia me hace todo el rollo JUDAIZANTE sobre quién es puro para tocar no sé que cosas...
Me pregunto si San José necesitaba ser obispo para cambiarle los pañales a Nuestro Señor, o si nunca se atrevió siquiera a tocar a su hijo el Santísimo...
Me pregunto si los niños que jugaban con Jesus Niño (y eso implica contacto físico), probablemente incluyendo a sus primos y parientes eran unos blasfemos, tocando al Santísimo sin purificarse.
Yo soy templo del Espíritu Santo: si el Espíritu me santifica tanto como para poder comer sin peligro el Pan del Cielo, también me santifica lo suficiente para poder tocar el Pan del Cielo...
Los israelitas no se arrastraban por el suelo comiendo tomando con la lengua el maná, pan del cielo que nos enseña como tratar al verdadero Pan del Cielo sino que lo recogían con la mano.
En fin, libertad en lo opinable: elegir si se comulga en la mano o en la boca es parte de la libertad de los hijos de Dios, y cada vez me parecen más pesados y molestos los hermanos que hacen campaña con este tema: es SPAM no solicitado.
Lo próximo, ¿qué es? ¿Cómo engendrar hijos sin placer, por miedo a la concupiscencia?
Jose Angel, no se trata de puritanismo. Sino de recibir a Dios. En eso todo esmero es poco.
¡En mi parroquia yo he visto meter (al mismo tipo -no tiene otro nombre-) una ostia en el bolsillo y recibir la segunda en la mano (aunque ésta si la introdujo posteriormente en la boca).
(y yo sin poder comulgar)
: (
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No lo tratan como un simple objeto. Ellos creen en la presencia real.
Aunque me gustaría que comulguen en la boca.
Laise fue uno de los mejores obispos que tuvo la Argentina y no aceptó el nefasto indulto sobre la Comunión en la mano, a pesar de las presiones de la C.E.A.
Saludos.
Los neocatecumenales deben obedecer al Papa como todos los catolicos y empezar a darla como se debe dar.
Un saludo
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Tienen derecho de recibirla en la mano allí donde el ordinario del lugar se lo permite. Lo demás lo mismo que a Boyka.
POR FAVORRRRRRRR !!!!!
¿Y quiénes han tocado antes lo que ellos han tocado después?
En otro orden estoy totalmente de acuerdo contigo, Milenko, en que se debería restringir y controlar mejor a quién se da la comunión. Sin embargo yo me pregunto : ¿Es eso posible con el bajísimo nivel católico que demuestran muchos prelados?
Vaya como muestra este botón:
Un sacerdote de Washington (EEUU) negó recientemente la comunión a una pecadora ostensible y no arrepentida. Acto seguido su obispo ¡se disculpó ante la pecadora e inició proceso al sacerdote! Sin darse cuenta, supongo, que el sacrilegio que iba a cometer esa mujer era gravísimo y el cura, con toda caridad y valentía, lo evitó. Pero el obispo se ha fijado más en el "qué dirán" que en las cuestiones propias e importantes de la Fe.
¿Adonde podemos ir con semejante nivel?
Pero para que lo IMITENN!!
Bendiciones!
Por cierto, ¿cómo repartió Cristo el pan en la Última Cena? Y era su cuerpo.
Creo artículos como este encarnan una religión de preceptos y normas más que la verdadera relación con Dios. ¿Se acuerdan de aquello de estar limpios por fuera o por dentro? ¿Qué es lo más importante?
Me parece una discusión parecida a la del sexo de los ángeles de la escolástica.
La Iglesia permite la comunión en la mano y directamente en la boca y no es ni mejor ni peor hacerlo de una manera o de otra.
Saludos
Creo que en el primer siglo hubo místicos que comulgaban en la mano, pero también es cierto (ver Corintios) que también había despistes entre algunos.
La fe en la presencia real es firme desde el primer instante. Si con el tiempo se llegó a la comunión de en la boca y de rodillas es por buscar el mayor honor posible a Dios.
Una práctica que no deja de ser reivindicada por el Pontífice mismo.
Pedro celebra la Eucaristía en una reunión de los primeros cristianos.
Es una de las primeras reuniones de los cristianos, en los días inmediatamente posteriores a Pentecostés.
Los doce apóstoles son de nuevo doce, porque Matías, que ya ha sido elegido en lugar del traidor, está entre ellos. Y el hecho de que estén los doce demuestra que no se habían separado todavía para ir a evangelizar, según la orden del Maestro. Por tanto, Pentecostés debe haber tenido lugar poco antes, y todavía no deben haber empezado las persecuciones del Sanedrín contra los siervos de Jesucristo. En efecto, si así fuera, no tendrían esta celebración con tanta tranquilidad, y sin ninguna medida de precaución, en una casa conocida, demasiado conocida, por los del Templo, o sea, en la casa del Cenáculo, y precisamente en la habitación donde se verificó la última Cena, donde fue instituida la Eucaristía, donde empezó la verdadera y total traición, y la Redención.
…..
En la sala hay hombres y mujeres de todas las edades. En un grupo de mujeres, junto a la mesa, aunque en uno de los ángulos, está María, la Madre, rodeada de Marta y María de Lázaro, Nique. Elisa, María de Alfeo, Salomé, Juana de Cusa... en fin, de muchas de las mujeres discípulas, hebreas y no hebreas, a las que Jesús había curado, había consolado, había evangelizado, había hecho ovejas de su rebaño. Entre los hombres, están Nicodemo, Lázaro, José de Arimatea, muchísimos discípulos, entre los cuales Esteban, Hermas, los pastores, Eliseo el hijo del arquisinagogo de Engadí, y muchísimos otros. Y está también
Longinos, no vestido de militar, sino como si fuera un ciudadano cualquiera, con una larga y sencilla túnica cenizosa. Luego otros, que claramente han entrado en la grey de Cristo después de Pentecostés y las primeras evangelizaciones de los Doce.
Pedro habla también ahora. Evangeliza e instruye a los presentes. Habla una vez más de la última Cena. Una vez más. Y es que, por sus palabras, se comprende que ya ha hablado otras veces de ella.
Dice:
-Os hablo una vez más - y remarca mucho estas palabras - de la Cena en que, antes de ser inmolado por los hombres, Jesús Nazareno, como le llamaban, Jesucristo, Hijo de Dios y Salvador nuestro, como ha de ser afirmado y creído con todo nuestro corazón y nuestra mente, porque en este creer está nuestra salvación, se inmoló por espontánea voluntad y por exceso de amor, dándose como Alimento y Bebida para los hombres, y diciéndonos a nosotros, siervos y continuadores suyos: "Haced esto en memoria mía". Y esto es lo que hacemos. Pero, oh hombres, de la misma manera que nosotros, sus testigos, creemos que en el Pan y en el Vino, ofrecidos y bendecidos, como Él hizo, en memoria suya y por obediencia a su divino mandato, están ese Cuerpo Santísimo y esa Sangre Santísima que lo son de un Dios, Hijo del Dios altísimo, y que fueron crucificado y derramada por amor y para vida de los hombres, también vosotros, todos vosotros, que habéis entrado a formar parte de la verdadera, nueva, inmortal Iglesia, anunciada por los profetas y fundada por el Cristo, debéis creerlo. Creed y bendecid al Señor, que a nosotros, sus -si no materialmente, sí moral y espiritualmente- crucifixores por nuestra debilidad en servirle, por nuestra cerrazón en comprenderlo, por nuestra cobardía en abandonarlo huyendo en la hora suprema, por nuestra cobardía en nuestro... no, en mi personal traición de hombre temeroso y cobarde hasta el punto de renegar de Él, y negarlo, y negarme como discípulo suyo, es más: como el primero de entre sus siervos (y gruesas lágrimas ruedan y surcan el rostro de Pedro), poco antes de la hora primera, allí, en el patio del Templo; creed, decía, y bendecid al Señor, que a nosotros nos deja este eterno signo de perdón; creed y bendecid al Señor, que a aquellos que no lo conocieron cuando era el Nazareno les permite conocerlo ahora que es el Verbo Encarnado vuelto al Padre. Venid y tomad. Él lo dijo: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre tendrá la Vida eterna". En aquel momento no comprendimos (y Pedro llora de nuevo). No comprendimos porque éramos obtusos de intelecto. Pero ahora el Espíritu Santo ha encendido nuestra inteligencia, fortalecido nuestra fe, infundido la caridad, y comprendemos. Y en el Nombre del Dios altísimo, del Dios de Abraham, de Jacob, de Moisés, en el Nombre altísimo del Dios que habló a Isaías, a Jeremías, a Ezequiel, a Daniel y a los otros profetas, os juramos que esto es verdad y os conjuramos que creáis para poder tener la Vida eterna.
Pedro habla lleno de majestad. Ya nada queda en él del pescador no poco rudo de poco antes. Ha subido a un escabel para hablar y ser visto y oído mejor, porque, siendo bajo como es, si sus pies hubieran permanecido sobre el suelo de la habitación, los más lejanos no lo habrían podido ver, y él lo que quiere es alcanzar a todos con su vista. Habla equilibradamente, con voz apropiada y gestos de verdadero orador. Sus ojos, siempre expresivos, ahora hablan más que nunca: amor, fe, mando, contrición... todo sale a través de esta mirada suya, y anticipa y refuerza sus palabras.
Ya ha terminado de hablar. Baja del escabel y se coloca detrás de la mesa, en el espacio que hay entre la pared y la mesa, y espera. Santiago y Judas, o sea, los dos hijos de Alfeo y primos de Cristo, extienden ahora sobre la mesa un mantel blanquísimo. Para hacer esto levantan el arca ancha y baja que está puesta en el centro de la mesa. También extienden sobre la tapa del arca un paño de finísimo lino.
El apóstol Juan va ahora donde María y le pide algo. María se quita del cuello una especie de llavecita y se la da a Juan. Juan la toma, vuelve al arca, la abre y vuelve la parte que está delante, la cual queda apoyada en el mantel, y cubierta con un tercer paño de lino.
Dentro del arca hay una sección horizontal que la divide en dos secciones: en la de abajo hay una copa y un plato, de metal; en la de arriba, en el centro, la copa usada por Jesús en la última Cena y para la primera Eucaristía, los restos del pan partido por Él, colocados en un platito, de material precioso como la copa. A los lados de la copa y del platito que están en el plano superior, a un lado, están la corona de espinas, los clavos y la esponja; al otro lado, uno de los lienzos, enrollado, el velo con que Nique enjugó el Rostro de Jesús, y el que María dio a su Hijo para que se cubriera con él las caderas. En el fondo del arca hay otras cosas, pero, dado que quedan más bien ocultas y que ninguno habla de ellas ni las muestra, no se sabe lo que son. Sin embargo, respecto a las otras, respecto a las visibles, Juan y Judas de Alfeo las muestran a los presentes, que se arrodillan ante ellas. Pero ni se muestran ni se tocan la copa y el platito del pan. Tampoco se extiende toda la sábana; sólo se muestra enrollada, mientras sé dice lo que es. Quizás Juan y Judas no la desenrollan para no despertar en María el recuerdo doloroso de las atroces vejaciones sufridas por su Hijo.
Terminada esta parte de la ceremonia, los apóstoles, en coro, entonan unas oraciones. Yo diría que son salmos porque los cantan como acostumbraban a hacer los hebreos en sus sinagogas o en sus peregrinaciones a Jerusalén para las solemnidades prescritas por la Ley. La gente se une al coro de los apóstoles, que, de esa manera, cada vez se hace más solemne.
En fin, traen panes y los colocan en el platito de metal que había en la parte inferior del arca, y traen unas pequeñas ánforas, también de metal.
Pedro recibe de Juan, que está arrodillado al otro lado de la mesa (mientras que Pedro sigue entre la mesa y la pared, aunque vuelto hacia la gente), la bandeja con los panes; la alza y la ofrece; luego la bendice y la pone sobre el arca.
eso no es fe católica.
"El que no tiene la Iglesia por Madre, no puede tener a Dios por Padre.", decían los Padres desde bien temprano.
-Que Él vino a servir como medio de Vida viva, y no servirse del comuniante como medio de escabel para ser ensalzado y adorado.
"La Iglesia permite la comunión en la mano y directamente en la boca y no es ni mejor ni peor hacerlo de una manera o de otra"
Según José Angel Antonio:
"La comunión en la mano no es un "abuso tolerado". Es la forma lícita en la que comulgamos millones de católicos hoy,..."
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Infórmense por favor y luego opinen.
La historia de la comunión en la mano es muy reciente. Se la impusieron al Papa Paulo VI y éste concedió un indulto. O sea una "despenalización", como suele decirse. Lo cual significa que no se castiga, que se tolera, pero no que eso haga de la cumunión en la mano una "forma lícita", como pretende José Angel. O que "no es mejor ni peor", como afirma ASD.
Estas opiniones, tan equivocadas como generalizadas, lamentablemente, demuestran lo cuestionables que resultan ciertas tolerancias cuando a la larga, llevan a convertir un abuso en norma.
Y lo digo con fundamento. Son muchos los sacerdotes que al negarse a administrar la comunión de rodillas, argumentan que se debe priorizar la "uniformidad". Cosa que no les importaba cuando aparecieron los primeros comulgantes pidiendo la comunión en la mano.
No nos enzarcemos con discusiones irrelevantes. La finalidad de la imposición de la comunión en la mano no tiene nada que ver con la higiene. El objetivo de la comunión en la mano es terminar de una vez por todas con la comunión de rodillas.
No hace falta recurrir a Valtorta para advertir que la comunión en la mano ha sido un abuso y un arqueologismo impuesto en gran parte por la jerarquía, con la honrosa excepciòn de obispos como Monseñor Laise. En los países rioplatenses fue así.
En las parroquias de la prov. de San Luis, Argentina lo mismo.
Y en otras parroquias algunos sacerdotes practican la comunión con las dos especies, sumergiendo la hostia en el caliz. Imposible comulgar con la mano una hostia sumergida en la Divina Sangre.
En los ritos orientales se comulga en la boca con las dos especies y de pié. No podemos entonces decir que comulgar de pié como se comulga en ritos tan antiguos, en la misma Iglesia que tiene mas de treinta ritos reconocidos, son una ofensa a Dios.
El problema pasa más bien por hacer desaparecer las diferencias liturgicas entre el sacerdocio de los ordenados y el sacerdocio ordinario de los fieles. Asi luego autorizamos a laicos a "celebrar la misa" y por ende queda oculto a los ojos de la mayoría que el Santo Sacrificio se ha suprimido. Relean las visiones de la beata Anna Catalina Emmerick.
Por eso la salvación viene del Este, del encuentro con las liturgias orientales. Pronto y es un pronto de nuestro tiempo habrá celebración de la Santa Eucaristía junto con los hermanos ortodoxos y pronto no habrá más comunión en la mano, no más inventos como sacerdotizas y laicos "celebrando" la misa profana, y el Santo Tabernáculo volverá al centro del altar.
Y adviertan que ya comenzó el proceso de unificación de la fechas de Pascua según la fecha del calendario juliano en Oriente Medio.
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La salvación nos viene por el Espíritu Santo, como la unidad, cum Petro.
No sé si era san Ambrosio el que afirmaba "el Altar significa a Cristo porque Cristo está sobre el Altar", refiriéndose probablemente no sólo a la celebración del Sacrificio de la Misa sino también a una de las antiguas formas de reserva eucarística (en un copón o suspendida colgando sobre el altar).
En la estructura de los templos de la Iglesia postmoderna se ha suplantado la Presencia Real por la simbología: el Altar, el Ambón, tendrán toda la fuerza simbólica que quiera dárseles, pero no son más que símbolos. En el Tabernáculo, sin embargo, está Él.
Habida cuenta del desarrollo que la adoración eucarística ha tenido en Occidente me parece un despropósito la moda injustificada de "deslocalizar" al Salvador del centro de sus templos y ponerlo en una esquina.
Pero bueno... la pastoral justifica cualquier delito en los últimos 50 años.
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La última frase está de sobra. Me parece no acertado por completo lo de sacar el tabernáculo, me entristece, pero no veo bien utilizar la palabra "delito".
Con frecuencia se minimiza el peligro de las profanaciones, diciendo que siempre existieron. En lo que respecta a las profanaciones involuntarias, con la Comunión en la boca, el uso de la bandeja de Comunión, las purificaciones prescriptas por el misal y el natural cuidado al dar y recibir la sagrada Forma el riesgo es prácticamente nulo. Con la Comunión en la mano se necesitaría un milagro para que en cada Comunión no caiga alguna partícula al suelo o quede en la mano del fiel.
En cuanto a las profanaciones voluntarias nadie puede negar que se facilitan considerablemente las circunstancias para quien quiera robar una hostia consagrada. Se dice que en todas las épocas se produjeron inevitables sacrilegios y eso es cierto, pero en tan escaso número que no motivaron una especial legislación por parte de la Santa Sede, pues la misma forma de distribuir la Comunión dificultaba la sustracción de las hostias, mientras que tanto ahora como antes del s. X fueron necesarias recomendaciones especiales de la autoridad eclesiástica para evitarlo.
Pero además de facilitarse la caída de partículas o el robo de hostias con fines sacrílegos, se ha dado lugar a una trivialización de la recepción de la eucaristía dando ocasión a una novedosa forma de sustracción: con frecuencia gente no creyente (en gran parte turistas que asisten a celebraciones multitudinarias) por curiosidad lleva como "souvenir" una hostia consagrada durante la celebración y recibida en la mano en el momento de la Comunión..." (Juan R. Laise, obispo emérito de San Luis).
En el colmo de la irracionalidad, llegaron a hostigar a Mons. Laise a tal punto que el obispo franciscano tuvo que pedir a Roma un aval a su decisión de no permitir la comunión en la mano en su diócesis de San Luis. Aval que le llegó inmediatamente, claro. Y causa finita, pues hasta el día de hoy no hay comunión en la mano en San Luis, reinando allí ya el segundo sucesor de Laise.
Si una determinada "cuestión X" hace que todo un episcopado -o una parte importante del mismo - se decida a agraviar a un obispo diocesano.
Y si esa misma "cuesión X" motiva una urgente carta a Roma, la cual es respondida con prontitud.
Pues entondes la tal "cuestión X" no es moco de pavo, señores. A despabilarse pues, quienes todavía creen que es algo secundario e irrelevante.
Lo que se celebra y hace presente no es lo que aconteció en el Cenáculo sino lo que sucedió en el Calvario. La primera misa se celebro sobre el Golgota, no en casa de Fulano.
Celebrando la Ultima Cena del modo en que Jesús lo hizO simplemente es para revelar el sentido ultimo de los ritos judíos, "para que se cumplan las escrituras".
Recuerda las palabras de Jesús: "el que a vosotros escucha, a mí me escucha".
Dios no se separa de su Iglesia.
Por lo demás, esta noticia respecto a negar la comunión a una budista y lesbiana está relacionada con el tema. No hay derecho a "Comunión para todos".
¿¿Tradición original??
¿¿¿Tradición original???
¿¿¿¿¿¿TRADICIÓN ORIGINAL??????????!!!!!!!!!!!!!!!!
Sólo dos comentarios:
a.-El libro del Apocalipsis, que representa la mentalidad litúrgica de la segunda generación de cristianos y que podemos presumir está en continuidad con la primera plasma una noción muy diversa a la de tus "historiadores", entre los cuales no dudo se encuentran Carmen y Kiko
b.-El Concilio de Trento confiesa que la Tradición litúrgica se remonta a los apóstoles incluso en aspectos meramente rituales como "luces, bendiciones y decir cosas en alto yo tras en voz baja".
Para lo cual me ciño a exponer los que afirmó siendo Cardenal y después ya como Sumo Pontífice de la Iglesia.
En la obra "Dios y el mundo", que es un libro-entrevista en la que Peter Seewald le hace una serie de preguntas sobre distintas cuestiones que afectan a la Iglesia en su relación con el mundo, o simplemente sobre cuestiones doctrinales varias.
En la citada obra, en la página 388, le pregunta P. Seewald: "¿Comunión en la mano o en la boca?"
Y responde el entonces Cardenal Ratzinger:
"En este ámbito no me gustaría ser estrecho de miras. Eso ya existía en la antigua Iglesia. Recibir la comunión en la mano con respeto es una forma muy oportuna de comulgar".
Pero más interesante es la respuesta dada por Ratzinger siendo ya Papa:
Le pregunta P. Seewald al Papa (puede verse en "Luz del mundo", Herder, pagina 166-167).
"Como Papa comenzó usted a dar la comunión a los fieles en la boca, poniéndose de rodillas ¿Considera que es la actitud más adecuada?"
Y responde Benedicto XVI: "...No estoy por principio en contra de la comunión en la mano: yo mismo la he dado y la he recibido de ese modo. Pero al hacer que ahora se reciba la comunión de rodillas y al darla en la boca he querido colocar una señal de respeto y llamar la atención hacia la presencia real. No en último término porque, especialmente en actos masivos, como los tenemos en la basílica y en la plaza de San Pedro, el peligro de vanalización es grande. He oído hablar de gente que guarda la comunión en la cartera y se la lleva consigo como un souvenir cualquiera...".
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Veamos ahora que dice el "Ritual de la Sagrada Comunión y del Culto a la Eucaristía fuera de la Misa" (Ritual que por cierto, fue confirmado por la Sagrada Congragación para el Culto Divino por decreto del 19 de junio de 1974).
En el capítulo 1, en la Observaciones Previas, en el n. 21 dice literalmente el texto del ritual: "Al distribuir la sagrada comunión conservese la costumbre de depositar la partícula de pan consagrado en la lengua de los que reciben la comunión, ya que se basa en el modo tradicional de muchos siglos. Sin embargo, las Conferencias Episcopales pueden decretar, con la confirmación de la Sede Apostólica, que en su jurisdicción se pueda distribuir también la sagrada comunión depositando el pan consagrado en las manos de los fieles, con tal que se evite el peligro de faltar a la reverencia o de que surjan entre los fieles ideas falsas sobre la santísima Eucaristía".
El ritual en este párrafo cita al pie de página, a la Sagrada Congregación de la Disciplina para el Culto Divino, instrucción Memoriale Domini, del 29 de mayo de 1969.
De lo expuesto se puede colegir que la Iglesia admite las dos formas de recibir la comunión: en la BOCA y en la MANO. Aunque advierte asimismo de los peligros que se han de evitar al recibirla en la mano, también el Papa hace hincapié en esto. Pero en todo caso, el sentir de la Iglesia es que es lícito recibir la comunión en la mano, pero es necesario que el comulgante la reciba con RESPETO Y suma DEVOCIÓN, sabiendo que es Cristo mismo el que está dándose como alimento espiritual, en Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad.
Creo que esta cuestión es hasta cierto punto baladí, ya que los dictámenes de la Iglesia son bien conocidos a través de los documentos oficiales. Por tanto, todo fiel debería atenerse a lo que la Iglesia ha dicho hasta el momento. Sabemos que esta es una cuestión "disciplinar" que puede cambiar, si surge un decreto en el que se aconseje dar la comunión únicamente en la boca por razones o motivos graves de profanación, etc... Pero hasta el momento, las directrices actuales son las que el Papa ha sostenido, mientras la Congregación para el Culto Divino no decrete otra cosa, con la aprobación del Romano Pontífice.
Creo que mi postura personal es bastante razonable, no es ni contra la comunión en la mano, ni a favor, sino que han de ser los propios ministros de la sagrada comunión (sacerdotes o diáconos) los que tienen que observar estas medidas litúrgicas con suma cautela y mirando siempre que no se cometan abusos litúrgicos bajo ningún concepto.
descuento lo de las entrevistas de peter seewald que valen unicamente para conocer la opinion personal del ciudadano joseph alois ratzinger, parcialmente y encima en formato sumamente inadecuado.
en los mismos textos oficiales q mencionas la comunion en la mano se ofrece como una posibilidad, pero nunca se recomienda, mas bien todo lo contrario, y se exponen dos peligros de la misma.
y que la Iglesia antigua¿.
tambien santa monica iba a las tumbas de los martires a orar mientras q otros iban a emborracharse... la practica tenia, a ojos de agustin, un "yes, with caution", que es mas o menos lo q la comunion en la mano tiene.
lo ideal es q el fiel elija, n funcion de la predicacion q haya recibido y reciba sobre la Presencia Real y Substancial y la adoracion debida, pero lo cierto es q a comulgar en la mano se nos ha enseñado.
los propios sacerdotes llevan decadas enseñando a comulgar en la mano y de pie, sin que nada absolutamente nada, promueva ambas practicas.
1969 - comunion de rodillas y en la boca
1970 - comunion de pie y en la mano
por que¿.
por una decision activa y dolosa, por cierto, de la jerarquia, no por clamor popular.
1969 - misa totalmente centrada en el Sacrificio
1970 - misa en la cual el sacrificio es solo algo mad, y encima pasa a seundo plano si se emplean nueve de las doce plegarias eucaristicas posibles
por que??
dimplemente una nueva doctrina, una nueva praxis eclesial, y una nueva docencia de los fieles.
yo particularmente llevo once años sin oir a un cura diocesano hablar del Sacrificio y de la Presencia, salvo a un anglicano en la catedral anglicana de Edimburgo y a los tradicionale.
no es esto, acaso, otra Iglesia???
Las prácticas habituales de
- comunión en la mano
- comunión de pie
- retirada de los reclinatorios y de los "altar rails" (no sé cómo se dice en español)
- retirada de los Tabernáculos
ha sido una decisión de la jerarquía, se ha promovido desde la jerarquía y ASÍ SE HA ADOCTRINADO A LOS FIELES desde hace décadas.
Son los sacerdotes los que han promovido, enseñado, difundido, apoyado y estandarizado estas prácticas.
Motu proprio.
No hay documendo alguno de la Iglesia que abogue por ellas, excepto un muy cuestionable y ambiguo recomendación sobre retirar los Tabernáculos.
Y lo que subyace es una teología diferente sobre la Misa, sobre el Templo y sobre la misma Eucaristía.
Y, ¿qué quieren que les diga? En mi opinión hay culpa manifiesta, es una actitud deplorable y dolosa.
Todo amor que se le muestre es poco.
En cuanto al lugar del sagrario en la iglesia, por ejemplo Redemptionis Sacramentum:
«Según la estructura de cada iglesia y las legítimas costumbres de cada lugar, el Santísimo Sacramento será reservado en un sagrario, en la parte más noble de la iglesia, más insigne, más destacada, más convenientemente adornada» y también, por la tranquilidad del lugar, «apropiado para la oración», con espacio ante el sagrario, así como suficientes bancos o asientos y reclinatorios. Atiéndase diligentemente, además, a todas las prescripciones de los libros litúrgicos y a las normas del derecho, especialmente para evitar el peligro de profanación.
El Sacrificio eucarístico, nunca es suficiente instruir en el mismo.
CDC: TÍTULO III.
DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA
Canon 897.
El sacramento más augusto, en el que se contiene, se ofrece y se recibe al mismo Cristo Nuestro Señor, es la santísima Eucaristía, por la que la Iglesia vive y crece continuamente. El Sacrificio eucarístico, memorial de la muerte y resurrección del Señor, en el cual se perpetúa a lo largo de los siglos el Sacrificio de la cruz, es el culmen y la fuente de todo el culto y de toda la vida cristiana, por el que se significa y realiza la unidad del pueblo de Dios y se lleva a término la edificación del cuerpo de Cristo. Así pues los demás sacramentos y todas las obras eclesiásticas de apostolado se unen estrechamente a la santísima Eucaristía y a ella se ordenan.
Creo que este Pontífice tiene suficiente criterio como para tratar con solvencia ciertos temas, y entre ellos podemos contar el de la liturgia. No olvidemos que escribió no hace muchos años, "El espíritu de la liturgia. Una introducción" (Ediciones Cristiandad, Madrid 2007). Es decir, estamos ante un Papa, que quiere "mimar" y cuidar casi al milímetro el aspecto litúrgico de todas las celebraciones. No hay más que verle celebrar una Misa. Por eso, su opinión, aunque sea sólo en el ámbito personal, es muy valiosa, porque quien habla no es un cualquiera, sino que estamos refiriéndonos del máximo representante de la Iglesia en el orbe. Y cuando dice las cosas las piensa primero. De hecho, la Congregación para la doctrina de la fe, publicó un "Nota sobre la banalización de la sexualidad. A propósito de algunas lecturas de "Luz del mundo", el 22 de diciembre de 2010.
Sin embargo, de esa misma entrevista, no se conoce que la Congregación para el Culto Divino haya tenido que publicar una nota aclaratoria sobre lo expuesto por Benedicto XVI con respecto a la comunión en la mano. Por tanto, podemos decir sin miedo a equivocarnos que el criterio que enseña el Papa es el adecuado y el correcto. Es más, el mismo Pontífice no esconde en esta entrevista los peligros que dimanan al optar por esta recepción de la comunión en la mano, pero al mismo tiempo es consciente de que es legítimo recibirla de esta manera, haciéndolo eso sí con sumo respeto y fervorosa devoción. No pretendamos ser más papistas que el Papa.
El Papa no da la comunión un domingo de una manera y otro de otra. Celebrar la misa de una determinada manera es una enseñanza de las más "formales". Que el Papa no ha prohibido universalmente la comunión en la mano, eso es cierto, pero eso no quiere decir que da lo mismo.
Es obvio que la comunión en la mano está permitida allí donde el obispo no la prohíbe (como por ejemplo en Bosnia-Herzegovina creo que todos) pero la comunión en la boca y de rodillas no está prohibida en ningún lugar; excepto que de hecho se le haga vacío.
También ocurre que en alguna iglesia el sacerdote EXIGE que se comulgue en la mano (conozco el caso), contrario a derecho.
¿De eso no dice nada?
Sí. Pero en la instrucción general del misal romano se da ambiguamente a entender que es preferible que el Tabernáculo esté en una capilla adyacente y no sobre el alta.
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Sobre lo que dice Koko, que es sacerdote, basta remitirse a la etilogía de la enfermedad.
- ¿Hay una enfermedad?
Sí.
- ¿Cuál?
Que se equiparan dos formas de tomar la comunión, cuando la Iglesia no sólo no lo hace, sino que además llama la atención sobre los riesgos de una de ellas.
- ¿Pero la Iglesia permite la comunión en la mano?
Sí, con reservas, restriccion es de su puesta en práctica y avisos sobre las consecuencias negativas que ésta puede acarrear.
- Considerada la comunión en la mano tal como la Iglesia la considera, es decir, práctica de excepción y además de riesgo, ¿es ilícita?
No. No es ilícita cumplidas las condiciones que restringen su uso.
- ¿La comunión de pie y en la mano es, por lo tanto, una excepción?
Sí.
- ¿Entraña riesgos?
Sí.
- ¿Por qué es, entonces, una costumbre tan difundida?
Porque los sacerdotes llevan décadas inculcándola, promoviéndola, difundiéndola y apoyándola.
- ¿Se trata acaso de una práctica que la Iglesia concede dado su extendido uso?
No. Tal práctica no existía ni en Oriente ni en Occidente antes de la década de los 70.
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Yo no conozco ningún caso en el que el sacerdote EXIJA la comunión en la mano.
Pero sí es frecuente que el sacerdote ENSEÑE la comunión en la mano, la promueva.
Un lío y no decir nada, seguir igual sin inmutarse no sea que se moleste alguien.
Que no se permita comulgar de rodillas y en la boca, da igual, es lo mismo.
No es lo mismo, y eso es lo que ocurre, que se ponen trabas a esta forma de comulgar. Una forma a la que Iglesia llegó y promovió durante siglos.
Recibir la comunión en la mano ni fue propuesto por el CVII ni bajo ninguna indicación papal; fue impuesta por una práctica arbitraria y con el tiempo se consolidó.
Si el Papa quisiera IMPONER la comunión en la boca y de rodillas se le armaría un cirio que no veas. Lo único que puede es promoverlo.
Si se le hace vacío a la iniciativa que él mismo practica, no podemos sino lamentarlo.
Allí donde se extendió la comunión en la mano, pues ya ves cómo están las cosas.
Con "no pasa nada" han empezado tantas cosas. Luego es muy difícil luchar en sentido contrario. A pruebas me remito. Pero no desespero.
Me parece que ente Dios soy una pequeñísima creatura y que El merece toda mi piedad y reverencia.
11. [...] En algunos Países se ha introducido el uso de la comunión en la mano. Esta práctica ha sido solicitada por algunas Conferencias Episcopales y ha obtenido la aprobación de la Sede Apostólica. Sin embargo, llegan voces sobre casos de faltas deplorables de respeto a las Especies eucarísticas, faltas que gravan no sólo sobre las personas culpables de tal comportamiento, sino también sobre los Pastores de la Iglesia, que hayan sido menos vigilantes sobre el comportamiento de los fieles hacia la Eucaristía. Sucede también que, a veces, no se tiene en cuenta la libre opción y voluntad de los que, incluso donde ha sido autorizada la distribución de la comunión en la mano, prefieren atenerse al uso de recibirla en la boca. Es difícil pues en el contexto de esta Carta, no aludir a los dolorosos fenómenos antes mencionados. Escribiendo esto no quiero de ninguna manera referirme a las personas que, recibiendo al Señor Jesús en la mano, lo hacen con espíritu de profunda reverencia y devoción, en los Países donde esta praxis ha sido autorizada".
La carta completa puede leerse en el siguiente enlace: http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/letters/documents/hf_jp-ii_let_24021980_dominicae-cenae_sp.html
Podemos también consultar lo que dice a este respecto la INSTRUCCIÓN GENERAL DEL MISAL ROMANO:
161. Si la Comunión se recibe sólo bajo la especie de pan, el sacerdote, teniendo la Hostia un poco elevada, la muestra a cada uno, diciendo: El Cuerpo de Cristo. El que comulga responde: Amén, y recibe el Sacramento, en la boca, o donde haya sido concedido, en la mano, según su deseo. Quien comulga, inmediatamente recibe la sagrada Hostia, la consume íntegramente.
El tema hay que centrarlo a otro nivel, me parece. La comunión en la mano fue una iniciativa clerical. No era necesario ser profeta para darse cuenta por dónde iban los tiros cuando los obispados presionaron a Roma pidiendo insistentemente esa práctica. En Argentina, me consta, todo fue iniciativa episcopal, al punto que los feligreses nos desayunamos casi sorprendidos cuando se nos propuso la alternativa.
Los textos que usted cita están orientados pastoralmente a no hacer diferencia entre ambas prácticas, lo cual me parece correcto. Pero usted no puede ignorar que técnicamente la comunión el la mano fue aceptada VIA INDULTO, mientras que la comunión de rodillas es VIVAMENTE RECOMENDADA por el actual pontífice.
Son diferencias que pueden parecer sutiles, pero que hacen una cierta diferencia, ¿no le parece?
Pero para confrontar lo que se ha expuesto en este post con otra opinión igualmente respetable, invito a leer completo el siguiente artículo, titulado "Comunión en la mano o Comunión en la boca, aclaraciones del Cardenal Cañizares":
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http://sanctamariaodiguitria.wordpress.com/2011/08/01/comunion-en-la-mano-en-la-boca/
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El citado artículo, remata con unas conclusiones interesantes que añado a continuación por su interés:
1. La comunión en la mano era práctica original en la Iglesia de Jerusalén y en muchos ritos no romanos hasta la imposición del Rito Romano en cada Iglesia local. En España en el siglo XI.
2.El Rito Romano que se impuso a la fuerza, no permitió la comunión en la mano en ninguno de los lugares donde esta práctica era habitual, ni en ninguna otra hasta finales del siglo XX.
3. Pablo VI introdujo la posibilidad de que se empezara a dar la comunión en la mano, previa petición de las conferencias episcopales interesadas y ratificación de la Sede Apostólica.
4. Muchas conferencias episcopales se sumaron al famoso “indulto” al poco de permitirse.
5. Las sucesivas instrucciones de los papas confirmaron la introducción de la comunión en la mano en los términos que estableció Pablo VI.
6. El Santo Padre Benedicto XVI como Cabeza y Autoridad Suprema de la Iglesia hizo anunciar que no distribuiría la sagrada comunión en la mano sino sólamente en la boca. Como era “natural” en el Rito Romano.
7. El Cardenal Prefecto de la Congregación para el Culto Divino recomienda la comunión en la boca y de rodillas para promocionar la devoción y la adoración a la sagrada eucaristía.
8. Ni es pecado, ni sacrilegio, ni lo será jamás el sólo hecho de comulgar en la mano, ni de pie con las debidas disposiciones, reverencias y precauciones.
Cito el punto 7 del que usted dice:
"7. El Cardenal Prefecto de la Congregación para el Culto Divino RECOMIENDA la comunión en la boca y de rodillas para promocionar la devoción y la adoración a la sagrada eucaristía."
Tampoco podemos olvidar que "El Santo Padre Benedicto XVI como Cabeza y Autoridad Suprema de la Iglesia hizo anunciar que no distribuiría la sagrada comunión en la mano sino sólamente en la boca."
Por lo tanto, NO ES LO MISMO una cosa que otra. ¿O lo que usted quiere decir es que es lo mismo? Aunque sea por eso, no es lo mismo si una cosa está recomendada y otra no.
Y todo esto desde un punto de vista puramente "legal".
No he dicho en ningún momento que la comunión en la mano es un pecado, aunque sí que puede dar lugar a las profanaciones.
Si yo fuera obispo prohibiría la comunión en la mano en la diócesis encomendada. Y no sería el único obispo, gracias a Dios, que procede de esta manera.
- la introduccion por la fuerza del rito romano en pate de España en el siglo xi (otra parte ya lo habia adoptado, como las ciocesis de Vic o de Braga, antes de la impositio alfonsina) ni quita ni pone.
porque si lo acontecido enel siglon xi quita o pone, mas quita y pone lo acontecido en los años setenta que no es sino otra imposicion por la fuerza de un rito nuevo.
huelga decir que las imposiciones tanto de la edad media como de los años setenta del siglo xx fueron llevadas a cabo por la Autoridad competente, aunque su legitimidad en tanto que imposiciones, sea dudosa en un caso y en el otro.
- la costumbre de la comunion en la mano es, como dije yo antes y repite ricardo, UNA INICIATIVA CLERICAL Y NEOCLERICALISTA acontecida en el postconcilio vaticano ii sin mandato de la Iglesia.
los curas han adoctrinado a los fieles a comulgar en la mano, igual que a no arrodillarse en la Consagracion o a asistir a misas en las que la vertebraciin escrituristica de la celebracion (el Prorpium Missae) es substituido por absurdas canciones ad hoc, ajenas a la Liturgia del dia y a la unidad de mensaje y sentido del rito que se esta celebrnado.
a mi tambien me parece penoso, pero como dice Federico Jimenez Losantos (opinoon tan digna como la del ciudadano joseph alois): "¡y luego se extrañana de que la gente no va a misa!, pero ¿como van a ir?"
- aun estando en pide igualdad en cuando a la posibilidad, alla donde el uso este indultado, no estan ambas practicas en pie de igualdad en cuanto al grado de recomendacion por parte de la Iglesia.
parece mentira que una Iglesia (como la Latina postmoderna) que ha optado por lo simbolico en lugar de por lo real, por el accidenteen lugar de por la substancia, por el significante en lugar de por el significado, por la corteza en lugar de por la miga, por la pastoral en lugar de porla predicacion... prefiera prescindir de un significante que es ciertamente accidental (propio de Occidente y no de Oriente), que es simolemente externo, pero que es fuertemente pastoral y simbolico, comoes la comunn de rodillas y en la boca.
la misma Iglesia que aparta el Tabernaculo de los templos para favorecer asi el simbolismo huero del altar y del ambon sin Su Presencia real y substancial, prescinde tambien del mas profundo signode adoracion posible????
Allí es donde vemos que la comunión en la mano implica, evidentemente, desechar de manera definitiva la comunión de rodillas.
En otro orden, hay un hecho que demuestra palmariamente que NO son formas igualmente legítimas de comulgar. A saber:
* En algunos lugares ESTA PROHIBIDA la comunión en la mano. Y la Iglesia permite que esté PROHIBIDA.
* Contrariamente, en ningún lugar del orbe está prohibida la comunión de rodillas. Y la Iglesia RECOMIENDA vivamente esta postura.
Post Scriptum: En rigor de verdad sí está prohibido comulgar de rodillas en muchísimos lados. Pero no de derecho sino de hecho. Son prohibiciones ilégítimas de sacerdotes impíos. En mi ciudad tenemos algunos. Te hacen levantar, caso contrario no te dan la comunión. Y a veces de manera ostensible y hasta enfadada.
Estos curas impíos toleran la comunión en la boca, hasta ahí llegan, pero no la genuflexión. Por eso me queda clarísimo que toda la cuestión alrededor de "la boca" o "la mano", apunta en realidad a proscribir definitivamente la genuflexión.
- abolicion de la vertebracion escrituristica de la misa (Proprium Missae) y su suplantacion por canciones hijas de la idiocia, como el lamentable "Cantoral Liturgico Nacional" de la conferencia episcopal española: suplantar la Palabra de Dios por la ramploneria mas en boga en los setenta
- abolicion de la Real y Substancial Presencia del Redentor en sus templos y su sustitucion por meros elementos simbolicos e iconograficos, muy implrtantes sin duda, pero esteriles en si mismos: retirada de los Tabernaculos de casi todas las iglesias por las que ha pasado el pico y pala postconciliar (para nada conciliar, por cierto)
- abolicion de la mayoria, practicamente de todos los signos externos de adoracion: basta asistir a una Misa Tradicional y a una misa postmoderna y ver la diferencia.
y nadie juzga aqui las actitudes interiores de los fieles. partimos de que todos soos pecadores, y yo el que mas.
lo que se pone aq en tela de juicio es si los sacerdotes actuan fielmente como "administradores de la multiforme gracia de Dios" enseñando a sus fieles como un padre enseña a un hijo: no lo peor sino lo mejor, no lo mas feo sino lo mas hermoso, no lo mas facil sino lo mas dificil.
porque en nada difiere el amor paternal de un padre a sus hijos del que ha de tener el sacerdote hacia la grey que se le encomienda.
pero ya basta de devoradores de ovejas!!!
Dicho artículo titulado, ¿Es lo mismo recibir la comunión en la mano que en la boca? puede leerse en el siguiente enlace:
http://www.teologoresponde.com.ar/respuesta.asp?id=517
Al margen de las diversas opiniones, es de agradecer a Milenko la publicación de este tema, ya que nos lleva a reflexionar sobre la importancia de cuidar al máximo la Liturgia, hasta en los más mínimos detalles, especialmente cuando se trata del Señor en la Eucaristía, pues en esto, todo empeño por evitar abusos litúrgicos o banalizaciones es poco.
pero como todo neoconazo no entra en el fondo de la cuestion.
los textos q cita son indignantes, y me trae sin cuidado q sean oficialistas.
se menciona que la comunion en la mano es "un derecho del fiel", pero esto no es verdad, ya que seguidamente se menciona que tal "derecho" existe solo donde el Ordinario lo ha permitido.
huele un poco a positivismo juridico: el derecho no es intrinseco al sujeto de derecho, sino supeditado a la autoridad legislativa.
pero hasta tal punto llega el cacao mental de la Iglesia postmoderna? de donde viebe esta inusitada capacidad de confusion, este lenguahe a medias, esta penumbra conceptual?
el fiel tiene derecho a q se le instruya concenientemente sobre como adorar y orientar su vida a y desde Dios, y la Iglesia Mater et Magistra, particularmrnte por medio de los sacerdotes tiene esta mision.
todo lo demas son brindis al sol y ladrar a la luna, ficticias autocomplacencias, fantasmagorias de ilusiones... pero lo cierto, lo cierto, es que al fiel no se le dice con claridad "esto es vlanco y esto es negro", "esto es norma y esto es excepcion", "esto es permisible pero esto otro es bueno".
los curas hoy dia valen para el "ex opere operato " sacramental, pero paea poco mas salvo agravar el desastre liturgico, el desastre de catequesis de los fieles, el desastre de confusion de la Iglesia postmoderna.
También le pediría que coloque el sagrario en el centro, si no es el caso.
En cuanto a la sugerencia de Milenko, me parece magnífica. Conozco a un sacerdote que la practica. A quienes van a comulgar de pie no les molesta en absoluto, menos que menos a quienes reciben la comunión en la mano. Y quienes quieren comulgar de rodillas no se sienten como sapos de otro pozo.
La bandeja para la Comunión de los fieles se debe mantener, para evitar el peligro de que caiga la hostia sagrada o algún fragmento.
Además, si se eliminaran o redujeran sensiblemente los abusos litúrgicos -demasiado frecuentes- descritos en la Redemptionis Sacramentum, habremos avanzado un enorme trecho en la "peregrinación hacia la patria celeste".
Aclaro que en lo personal, comulgo de rodillas y en la boca, aunque el resto de la comunidad lo hace de pie y muchos en la mano. No los condeno, tampoco el Papa. En fin, creo que lo sustancial está en lo que afirmo en los dos párrafos anteriores.
La ley sirve para impedir injusticias, no puede dar amor.
El amor procede de Espíritu Santo, es gracia de Dios. Ese amor, y no legalismo o puritanismo, no escrúpulos, ha sido lo que ha impulsado la comunión de rodillas y en boca.
Me cuenta una persona de treinta años: yo recibí la primera comunión hace veinte años en la mano, porque todos los niños tuvimos que recibirla así.
En alguna ocasión se recibe en la boca con ocasión de la primera comunión, porque el fotógrafo solicita que sea de ese modo porque "queda mejor en la foto".
Pues ni con esas. Resulta que se forma una delegación de feligreses y camino a obispo, a quejarse del párroco por anacrónico.
¡Pues quéjate del Papa también, ya que estamos!"
En nuestra diócesis, es el Obispo directamente el que nos hace la guerra... No necesitamos de estos feligreses... Así estamos en Argentina...
Conozco el caso de un párroco que tiene el reclinatorio que encargó al carpintero al lado de la puerta de entrada, y ésto desde hace más de un año. La intención era colocarlo como sugiere Milenko, pero no se anima.
Y razones no le faltan. No es ni tonto ni timorato, eso lo aseguro.
De nuevo, la II Ruptura Litúrgica.
La primera fue una catequesis del cambio: todo ha cambiado y todo es diferente. Y lo previo lo abandonamos como un juguete roto.
Si la participación de los feligreses en la Liturgia Tradicional consistía en rezar sus devociones, la participación de los fieles en la Liturgia Moderna consistirá en "hacer" cosas en Misa: subir las ofrendas, hacer las lecturas, organizar los cantos, leer las preces, hacer las moniciones, etc.
Es decir: el feligrés deviene en un actor más del plató de televisión en el que se ha convertido el presbiterio.
Todo cambió, y fue obligado a cambiar desde arriba, desde el Vaticano, y casi me atrevería a decir desde la Sede de san Pedro, que obligó al cambio de los libros litúrgicos, válidos y lícitos y todo lo que se quiera, pero que albergaban en su seno la primera fase de la revolución.
La segunda fase es simplemente el "dejémoslo como está", "así esta bien", "da lo mismo", "son detalles pequeños"...
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Por eso me parece injusto lo que hace Savonarola. Me parece injusto acusar a los feligreses de las inercias del abuso institucionalizado.
¿Quién los instruyó?
¿Quién los formó así?
¿Quién les inculcó esa mentalidad?
Los sacerdotes.
Ellos son la mano que hizo la primera agresión a la feligresía, y ahora la mano que niega el bálsamo que puede sanar.
De ellos vino el error y sólo de ellos puede venir la solución.
Pero, ¿por qué se niegan?
¿Quién creó al monstruo?
¿De qué se queja Victor Frankenstein si su criatura ahora no le abandona, le persigue infatigable?
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Tulkas,:
MEMORIALE DOMINI
DEBE CONSERVARSE EL USO TRADICIONAL DE ADMINISTRAR LA
COMUNIÓN
INSTRUCCIÓN DE LA SAGRADA CONGRECACIÓN PARA EL CULTO DIVINO (29 del mes de mayo del año 1969).
No llegaron a tanto como los pseudoobispos anglicanos, pero por el mismo camino iban los tiros.
Por aquel entonces yo iba a misa prácticamente todos los días a una parroquia fuertemente neocatecumenalizada, donde se comulgaba al estilo neocatecumenal entre semana, incluso no siendo de ellos.
El sacerdote se saltó a la torera las recomendaciones de la conferencia episcopal de Inglaterra y Gales, por absurda.
Pues lo mismo con el "obispo que hace la guerra".
Por consiguiente, fueron propuestas a los obispos tres cuestiones, a las que, hasta el día 12 del mes de marzo último, respondieron del modo siguiente:
1. ¿Se ha de acoger el deseo de que, además del modo tradicional, se permita también el rito de recibir la Sagrada Comunión en la mano?
Placet: 567. Non placet: 1.233. Placet iuxta modum: 315. Votos inválidos: 20.
2. ¿Place que se hagan antes experimentos de este nuevo rito en pequeñas comunidades, con el consentimiento del ordinario del lugar? Placet: 751. Non placet: 1.215. Votos inválidos: 70.
3. ¿Piensa que los fieles, después de una preparación catequética bien ordenada, han de
recibir de buen grado este nuevo rito? Placet: 835. Non placet: 1.185. Votos inválidos: 128.
Por las respuestas dadas se ve que la mayor parte de lo obispos estiman que no se debe cambiar la disciplina vigente; más aún, que el cambio sería dañoso, tanto para el sentimiento como para el culto espiritual de los mismos obispos y de muchos fieles.
Así, pues, teniendo en cuenta las observaciones y el parecer de aquellos a quienes «el Espíritu Santo ha constituido obispos para regir» las Iglesias (11), de acuerdo con la gravedad del asunto y con el valor de los argumentos aducidos, el Sumo Pontífice ha decidido no cambiar el modo hace mucho tiempo recibido de administrar a los fieles la Sagrada Comunión.
La conservación de la Tradición no es democracia, es ACCIÓN DE GRACIAS POR LO RECIBIDO.
En Nicea ganaron los poquitos arrianos (políticamente hablando) e igualmente en el post v-2 han ganado los obispos corrosivos para la tradición, que han formado una generación de sacerdotes que que ignoran totalmente la Teadicion, y que han erigido una neo iglesia que, gracias a Dios, se desploma.
Que El tenga misericordia!!
Le he preguntado: TemEis los catOlicos los ortodoxos?
Y me ha respondido: No tememos a los ortodoxos, tememos a los impios...
Los ortodoxos tememos a los impios tambiEn.
Soy feliz, al leer los textos catOlicos, somos los cristianos todos.
Pero hay que temer más todavía a los HEREJES. Porque los herejes deforman la Fe. Es mucho más fácil que la Fe resurja de países que han sido sometidos al odio ateo, que en los países donde pululan los herejes. Como en América o en Europa, adonde la fe se está secando por la inmensa cantidad de herejes que no son debidamente sancionados por la Jererquía católica.
¿Cómo identificarlos? Hay detalles que los delatan. A la comunión de rodillas, por ejemplo, todos los fariseos la detestan.
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No sé si algo está indicado sobre eso. Pero la hostia está hecha para que se disuelva por si sola. Personalmente creo que es mejor no masticar.
Cicerón murió poco después de escribir ese libro, aproximadamente 40-45 años antes de que naciera Jesús. Cuatro décadas antes de nacer Jesús ya había romanos que creían comer el cuerpo de Dios comiendo pan y creían beber sangre de Dios bebiendo vino. Ciceron, rechazando estos ritos desde su sentido de la racionalidad, dejó testimonio irreversible de su existencia.
Conocer el carácter precristiano de la transubstanciación del pan y del vino en cuerpo y sangre de Dios me ayudó mucho a relativizar los dogmas religiosos hasta el punto que considero a Cicerón como la persona que más ha hecho en mi vida para dotarme de una religiosidad madura.
Así las cosas, a diferencia de Uds., creo positivo des-sacralizar la comunión como paso previo a asumir que este rito solo puede practicarse desde el pleno conocimiento de su carácter precristiano y, como mucho, con carácter meramente simbólico o tradicional.
Se preguntarán si se puede seguir siendo cristiano y confiar en los evangelios cuando se conoce, por ejemplo, que la eucaristía ya era un rito precristiano. Sinceramente, creo que la respuesta es que no, salvo una enorme transformación del concepto "cristiano". Mi reflexión personal fue, desde que leí a Cicerón, que prefiero conocer la verdad histórica aunque mi religiosidad deje de ser cristiana a seguir siendo cristiana en la ignorancia, por ejemplo, del origen de la eucaristía, con lo que ello conlleva de desautorización del relato evangélico.
Y los obispos que apuestan por esta des-sacralización, ¿han leído a Cicerón? No tengo respuesta, pero no me extrañaría.
Deseo muy sinceramente haber sido capaz de expresar mis ideas con el máximo respeto a quienes profesan una religiosidad muy distinta de la mía. Precisamente para ello he censurado la concreta terminología que usó Cicerón y he dulcificado su exposición.
¿Has visto la película de Mel Gibson "La Pasión de Cristo"? ¿Recuerdas una preciosa escena en la que la Madre corre en ayuda de su pequeño y posteriormente Ella misma se estremece ante una de las caídas de Cristo con la cruz a cuestas? ¿Recuerdas la respuesta de Jesús?
¿Ves cómo hago nuevas todas las cosas?
El Amor ya existía. Las religiones ya existían. Los ritos ya existían. Las madres ya existían...
Sin embargo Él hizo nuevas todas las cosas, dándoles una nueva realidad y un nuevo significado. Si no lo sientes, no lo podrán entender. Primero se siente con el corazón. Una vez estás enamorada de ese Hombre, lo entiendes todo...
Elmpersonaje biblico Job es un pagano que tiene cierto conocimiento de Dios, e igualmente la pagana zninive recibe el anuncio del profeta.
la gran novedad del cristianismo, su originalidad , su verdad ultima no es otra que Dios hecho carne, hecho hombre con los hombres, se entrega a la muerte, y una muerte de Cruz, por amor, de manera totalmente gratuita, inmerecida por nuestra parte, y nos salva.
El Papa, en su calidad de Obispo, puede prohibirla en su diócesis, pero en calidad de Papa aún no lo ha hecho, así que creo que lo que los demás opinemos está sobrando.
He visto muchas más cosas, muchas... y dan miedo.
Todo ello no es pasado, es al Antiguo anunciando al Nuevo Testamento, donde la Eucarístía es los más santo de lo santo, al punto de dejar el Arca y el Sancta Santorum como irrelevantes.
Exclusivamente la clase sacerdotal tenía acceso. Lo mismo era en las ofrendas mosaicas, donde a lo puro no tenía acceso el pueblo llano.
Es graciosísimo ver a la gente decir que le "encanta" poder recibir el cuerpo de Cristo en sus manos, porque le hace sentir muy unidos y cosas así.
Exactamente lo que Dios no quiere, que la gente piense que por más amigo nuestro que sea, no hay una diferencia infinita entre su santidad - su pureza- y la nuestra.
Pero nada, seguimos en la Iglesia yeyé.
Como tantas mentiras que nos contaron la generación pasada de Obispos tibios, esta es otra más en la praxis. Hacen la excepción norma... y así todo se degrada.
Y los Obispos nuevos de ahora, como siguen acomplejados o educados parcialmente en la tibieza por la misma generación anterior, no modifican nada.
Monseñor Cañizares desde Roma desaconsejó abiértamente la comunión en la mano e instó a comulgar de rodillas.
Ni caso....
De facto en sus celebraciones se EXIGE la comunión en la mano. Ellos tienen la misma liturgia que los demás, excepto un par de cosas que tienen concedidas, pero no la forma de comunión que puede ser no solamente en la mano. Sin embargo ellos suelen decir, "el que quiera comulgar de otra forma que vaya a otra misa". Eso no está bien.
Ellos creen en la presencia real, pero esto es un asunto que deben hacer mejor. A la Iglesia no viene bien esta difusión de la comunión en la mano que hacen ellos, y lo mismo la costumbre de no arrodillarse en la consagración ni tampoco hacer la genuflexión al entrar en una iglesia.
La comunió a la mà és més higiènica que a la boca.
Y esto se ve, lo he visto, cuántos comulgan en la mano, se dan prisa al terminar la Santa Misa, para salir a la calle. Pero en la iglesia, hablan entre ellos mismos.
Por el contrario, los que comulgan de rodillas y con devoción, se une más a Cristo, comprenden mejor las cosas, los mundanos, los tibios, los mediocres, indiferentes, inclinan la balanza de su corazón con mayor peso, hacia sus propios caprichos y al mundo. Reciben la Comunión en la mano, pero cierran su corazón a Cristo.
Los que reciben la comunión en la mano, en los momentos de consagración, ya ni se arrodillan ante el Santísimo. Las irreverencias son interminables.
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Anoche, en la misa de Vigilia Pascual, ocurrió un hecho llamativo. El Papa daba la comunión delante de un reclinatorio, en la boca y de rodillas. En un momento una hostia cayó al rozar los labios de una persona, pero al haber una patena, fue allí donde reposó. Además, la imagen de la práctica del Papa vale más que mil palabras.
Un sacerdote me dijo este Domingo de Resurrección, que no era tan importante arrodillarse ante Dios. Y que si la mayoría de los que hay allí, no se arrodillan, yo tenía que hacer lo mismo. Pero he visto cosas terribles en otras ocasiones, irrevencias, desprecios al Santísimo por ese tipo de conductas...
Yo prefiero perder mi vida, antes de rebelarme contra el Magisterio de la Iglesia Católica y desobedecer al Papa. Si ellos viven una medida de fe, que no es la que enseña la Iglesia y el Papa, yo no puedo hacerlo. Debo mucho a nuestro Señor Jesucristo, y no puedo cometer ninguna traición, no puedo ni deseo perder la fe, ni la caridad, porque ahí encuentro la vida, y el amor a mis hermanos, y los valores cristianos, que otros no quieren vivir, aunque eso no es cosa mía, pues tengo que dar cuenta a Dios de lo que yo haga o piense, y los demás tendrán que hacer lo suyo.
El cielo, los Santos, la Santísima Virgen María y el mismo Dios Uno y Trino nos reclaman sobre este acto Santo de recibir a Jesús en la Comunión.
No nos debemos olvidar que vamos a rendir cuentas ante el Señor después de la muerte.
Cada uno debe interrogarse así mismo sobre el respeto que tiene por Jesús el la Eucaristía.
“Los tiempos de florecimiento o colapso dentro de la historia de la Iglesia siempre fueron asociados con el manejo de la Santa Eucaristía.”
-Mártir y Santo Cardenal John Fisher, † 1535
Cabe decir, que solo quien recibe a Jesús Eucaristía en pecado mortal, y no quien la recibe en la mano, comete sacrilegio.
El mal manejo de la Eucaristía se debe a que hay sacerdotes que son indignos de celebrar la santa Misa y consagrar la hostia, por lo tanto, cometen sacrilegio y profanación de la hostia. Me refiero a los malos sacerdotes que se encuentran en pecado mortal y aun así celebran la santa Misa, son ellos y no quienes reciben la hostia consagrada en la mano, quienes cometen sacrilegio.
Realmente lo que importa aquí, es recibir la sagrada Eucaristía en estado de gracia y no en pecado mortal, ya sea de pie, sentado, de rodillas, en la boca o en la mano, o como lo determine la congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
A este respecto, la Instrucción Redemptionis sacramentum, de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (25/03/2004: AAS 96 (2004) 549-601), señala lo siguiente:
[92.] Aunque todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca, si el que va a comulgar quiere recibir en la mano el Sacramento, en los lugares donde la Conferencia de Obispos lo haya permitido, con la confirmación de la Sede Apostólica, se le debe administrar la sagrada hostia. Sin embargo, póngase especial cuidado en que el comulgante consuma inmediatamente la hostia, delante del ministro, y ninguno se aleje teniendo en la mano las especies eucarísticas. Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la Comunión en la mano.
Dicho lo anterior, hay dos puntos importantes que rescatar:
1) Podemos decir que la Comunión en la mano es una excepción allí “donde la Conferencia de Obispos lo haya permitido, con la confirmación de la Sede Apostólica”.
2) Solo puede existir peligro de profanación al recibir la Eucaristía en la mano, si la persona no la consume inmediatamente delante del ministro, puesto que puede ser usada para otras intenciones.
Por eso en mi humilde opinión, es más conveniente recibir la sagrada Eucaristía en la boca, porque el riesgo de que sea profanada es mucho menor, pero todo queda a petición del fiel y del Obispo, pero no por dar o recibir la hostia consagrada en la mano, es sacrilegio.
Una anécdota:
El papa Juan Pablo II daba siempre la comunión, a petición del fiel que quería recibirla, ya sea en la mano o en la boca, en ningún momento tanto el fiel como el papa, incurrían en sacrilegio. El recibir la Eucaristía en la mano está aprobado por la Sede Apostólica a petición de la Conferencia episcopal, que así lo determine para su zona territorial.
Dios le bendiga.
Mucho menos meterse con los Del camino Neo catecúmenal, a quienes la iglesia ve con buenos ojos.
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