Vivimos en tiempos de confusión. Hasta las verdades que consideramos como más esenciales y bien establecidas en el Cristianismo se están poniendo en cuestión. De hecho, están reviviendo varias de las herejías de los primeros siglos. En específico, hay una herejía que se conoce como modalismo (también llamada monarquismo o sabelianismo), la cual niega la doctrina de la Trinidad aduciendo que Padre, Hijo y Espíritu Santo no son tres personas divinas y distintas sino simplemente tres “manifestaciones”, “roles” o “títulos” de un único Dios unipersonal, de modo que, por ejemplo, Jesucristo no sería más que “el Padre encarnado”. Pues bien, esta herejía ha resurgido en los últimos tiempos con el nombre de unicitarismo en movimientos que se hacen llamar “pentecostales del nombre” o similares. Y así como en épocas antiguas se levantaban los Padres de la Iglesia para combatir tales desviaciones peligrosas para las almas, hoy en día tenemos que levantarnos a hacer frente a estos movimientos. Sí, ya sé que la apologética no está “de moda” ni siquiera entre la jerarquía de la Iglesia, pero aquí estamos para servir a Jesucristo, no a “modas”. Como reza aquel dictum atribuido a San Atanasio, gran defensor de la Trinidad, martillo de herejes: “Si el mundo está contra la Verdad, ¡pues yo estoy contra el mundo!”.
En ese contexto, el día 14 de abril (Domingo de ramos) debatí contra Julio César Clavijo Sierra, quien es muy probablemente el teólogo unicitario más influyente en habla hispana en la actualidad. Como referencia, copio a continuación su reseña:
“Nacido en Colombia (1977), Julio César Clavijo Sierra es teólogo por la Fundación Universitaria Seminario Teológico Bautista, ingeniero civil por la Universidad Nacional de Colombia y especialista en gerencia de proyectos por la Universidad de Tolima. Ha sido docente durante varios años en el Instituto Bíblico Pentecostal de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, estando al presente a cargo del curso de ´Monoteísmo´. Asimismo, es autor, entre otros, de los libros Un dios falso llamado Trinidad (2007), La Trinidad: Un dogma de errores y contradicciones (2008) y Debate en Línea sobre Juan 1:1 (2011). Es cofundador del ministerio Pentecostales Apostólicos del Nombre de Jesucristo y del Instituto Bíblico Apostólico del Nombre Hechos 2:38. Su blog ´Fe Bíblica´ tiene más de 6 millones de visitas”.
Resulta que entre sus tres libros mencionados ha escrito ya más de 900 páginas contra la doctrina de la Trinidad. Pues bien, voy a dejarles el link del debate completo para que lo puedan ver o escuchar. Solo antes aprovecho la ocasión para hacer algunas breves precisiones:
1. Quien vaya a comentar, por favor vea el video. No voy a admitir comentarios fuera del tema ni tampoco ataques a mi persona o a mi contendiente. Asimismo, conforme a las reglas de mi blog, no voy a entrar a debatir con ningún comentarista. Solo participo en debates formales. Así que quien venga con ánimos de debatir, mejor ahórrese el desgaste.
2. Hay que procurar examinar el debate objetivamente. Considero que la forma más clara y honesta de evaluar el desempeño argumentativo en un debate es la siguiente: tomar lista de qué argumentos se presentaron en los distintos turnos (discurso de apertura, refutación, réplica, palabras finales y preguntas del público) y ver cuál de los debatientes dio respuestas directas y contundentes a una mayor proporción de los argumentos del otro. Si un debatiente presenta sus argumentos, pero no es capaz de responder con claridad los del otro, deja muchos contraargumentos importantes sin responder, repite las mismas cosas que al comienzo incluso cuando el otro está presentando críticas nuevas, etc. eso definidamente le resta.
3. Como dice el dicho: “No es lo mismo ver los toros desde la barrera que estar en la arena”. Estando detrás del teclado muchos se creen los sabios que tienen “justo” el argumento o contraargumento perfecto que habría “decidido todo el debate”. Es fácil decir: “Oh, hubieras agregado este texto…”, “Hubieras citado lo otro…”, “Deberías haber hablado más de…”. Pero, por lo general (siempre hay la posibilidad de observaciones válidas, por supuesto), quienes dicen eso no atienden al real contexto de lo que es un debate de este tipo. Cualquiera que vea el video notará que no paré de hablar (haciendo particular esfuerzo en que sea con rapidez, contundencia y claridad) ni uno solo de los segundos que se me dieron. No hay tiempo para “contar toda la historia de la vida”… De otro lado, varias de las recomendaciones que dan muchos “sabios” no son tan buenas como creen. Por ejemplo, varios trinitarios por allí mencionaron que yo debería haber citado 1 Juan 5:7 (“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno”); pero si se informasen mejor se encontrarían con que es tan grande la discusión sobre si ese texto habría estado o no en el original que usarlo como argumento resultaría contraproducente pues, en caso uno defienda ello, gastaría mucho tiempo discutiendo la evidencia textual en lugar de desarrollar nuevos argumentos y refutaciones.
4. Me he quedado estupefacto del enorme grado de prejuicio de algunos unicitarios que en el chat en vivo del debate decían una y otra vez cosas como: “Dante no está citando nada de Biblia”, “¡Dante, danos Biblia!”, “Ese trinitario no cita nada de Biblia, pura filosofía”, etc. Y mi estupefacción es por lo siguiente: como puede comprobar cualquiera que vea el debate ¡cité muchos textos bíblicos en cada una de mis intervenciones! Y el punto aquí es que estos unicitarios no decían ni siquiera “Dante tergiversa la Biblia” o “Su discurso está lleno de malinterpretaciones de los textos” sino que lo que directamente decían es que ¡yo no citaba ningún texto! Nunca, nunca en mi vida me había encontrado con algo como esto: una cerrazón de mente tal que les cierra también los oídos y los ojos. ¡Ni siquiera de parte de ateos me he encontrado con tal tipo de comentarios! Pero bueno, vamos a la evidencia. Como podrán ver en el video cité, entre otros, los textos de Génesis 1:26, Génesis 2:24, Génesis 22:2, Números 23:19, Deuteronomio 6:4, Salmos 2:7, Isaías 9:6, Daniel 7:13, Miqueas 5:2, Mateo 3:16-17, Mateo 19:5, Marcos 12:29, Marcos 16:19, Lucas 1:36, Lucas 4:18, Lucas 10:16, Lucas 21:27, Lucas 22:42, Juan 1:1, Juan 1:18, Juan 1:29-30,34, Juan 3:16, Juan 4:24, Juan 6:38, Juan 6:46, Juan 8:16-17, Juan 10:30, Juan 12:26, Juan 14:23, Juan 14:16, Juan 16:7, Juan 16:13-14, Juan 16:28-29, Juan 17:5, Juan 17:10, Juan 17:21, Hechos 13:33, Romanos 8:26, Romanos 8:32, Romanos 8:34, 2 Corintios 3:18, 2 Corintios 8:9, Gálatas 4:4, Filipenses 2:5-6, Colosenses 1:17, Colosenses 2:9, Filemón 1:10, Hebreos 1:3, Hebreos 1:8, Hebreos 5:7, Hebreos 10:5, Hebreos 13:8, Santiago 1:19, 1 Juan 4:8, 1 Juan 5:20, 2 Juan 3, 2 Juan 7, Apocalipsis 22:3.
5. En los espacios en que se compartió el video hubo (de ambos “bandos”) comentarios con insultos, fuera del tema, etc. Pero hay algunos que se pueden rescatar. Entre ellos me llenó de alegría en Cristo el comentario de un unicitario que escribió a Clavijo lo siguiente: “Mi hermano, con todo respeto, miré todo el debate y me pareció mejor la defensa del trinitario que la suya. Él lo hacía con textos bíblicos y Ud. lo que hacía era ´insultarlo´ y no defender su ponencia a través de la biblia. En lo que sí estoy de acuerdo es que Jesucristo es el único Dios verdadero”. Tal vez ahora esta persona rechace la Trinidad, pero se ve en que tiene mente abierta y corazón sincero así que confío y oro para que Dios le lleve a la Verdad plena. Por el lado trinitario, me pareció sustancioso el comentario de la página de Facebook Por el Perú: “Al margen de las coyunturales interpretaciones personales de quienes debatan al respecto y de los ´aplausos´ que les prodiguen “entusiastas” de uno u otro bando, se impone el respeto para los Testamentos Bíblicos de la universal lógica epistémica del lenguaje en el idioma original en que fueron escritos (…). En ese sentido, es Dante quien lo hace, no así Julio quien, por sobre el concepto de “persona”, que epistemológicamente constituye un absoluto a-temporal y a-espacial, lo trastoca transformándolo ´alegremente´ en ´personalidades´ o ´personificaciones´ de tal suerte que cómodamente ´humaniza´ a Dios”. Asimismo, muy pertinente (y muy popular, dada la cantidad de “reacciones” que obtuvo) fue la reseña que hizo Javier Montero: “Acabo de ver el debate y lo encontré muy interesante. (…) Me parece que el enfoque que dio Dante al tema fue el correcto: Desde una perspectiva racional, ¿cuál de las dos posturas resulta más compatible con el cristianismo bíblico? Creo que quedó bastante claro que la teología trinitaria emana de las Sagradas Escrituras de manera espontánea y natural. El unicitarismo, por el contrario, es artificioso. (…) Me llamó la atención la actitud del señor Clavijo, pues desde que se le otorgó la palabra por primera vez, ya se notaba molesto, emocionalmente afectado y recurriendo a ataques personales. Pienso que esto se debe a que, en el fondo, sabía que los primeros 5 argumentos de Dante a favor de la Trinidad eran, ya de por sí, demoledores. Además, dicho con todo respeto, era evidente que Dante maneja conceptos filosóficos que el Señor Clavijo no”.
Bueno, ya mucho preámbulo. En este link pueden ver el debate completo, estimados amigos: https://www.youtube.com/watch?v=X7-h5a4Puqg