La Economía Irracional: De Cómo nos Manipula el Sistema Económico
“Piénsese ahora en un hombre terriblemente vicioso, en una especie en encarnación de los siete pecados capitales. Él está poseído, por ejemplo, por la lujuria. ¡Oh, eso da una infinidad de posibilidades para venderle una infinidad de cosas! Suscripciones a canales pornográficos, cuentas “premium”, “servicios” de todo tipo, “juegos” eróticos, “juguetes” eróticos, formas aberrantes de “turismo”, etcétera, etcétera y etcétera. Y no basta con venderle un producto (y un tipo así considera hasta a las personas como productos). Él querrá otro, y otro, y otro, y otro… Es el consumidor perfecto porque siempre está insatisfecho, siempre quiere más, y cuando se le da más, sigue insatisfecho porque sigue queriendo más… ¿Se cree que puede ser un problema la falta de dinero? ¡Pero no se olvide que ese hombre es la encarnación de los siete pecados capitales! Luego, está poseído por el pecado de la codicia, así que se habrá agenciado los medios (incluso, o tal vez sobre todo, deshonestos) para conseguir mucho dinero. Además está poseído por la envidia, así que comprará compulsivamente con tal de no estar por debajo de aquellos a quienes envidia. Es más, al estar también poseído por la soberbia procurará estar siempre por encima de todos, especialmente en sus estándares de consumo. Y, por supuesto, la gula jugará también un papel importante en constituir a este hombre como el perfecto consumidor”. (p. 94)