Santo Tomás de Aquino contra el liberalismo y el comunismo

En esta conferencia, de la mano de Santo Tomás de Aquino, muestro que un cristiano (especialmente si se considera tomista) no puede ser liberal ni comunista.

En lo que sigue comparto las fuentes citadas:

1. ¿Vale la pena conocer el pensamiento económico de Santo Tomás?

“Consejo que siempre doy: Si quieren estudiar los precios, estudien a von Mises; (…) si quieren pensar sobre Dios, lean a Santo Tomás de Aquino. Y, por favor, no hagan al revés”. (Gabriel Zanotti, “Puntos de encuentro entre fe y libertad”, diálogo realizado en la Universidad Franciso Marroquín (Guatemala) el 12 de enero de 2017)

2. Una concepción amplia y profunda de la economía

“La cooperación social no tiene nada que ver con el amor personal o con un mandamiento general de amarse los unos a los otros”. (Ludwig von Mises, Human Action: A Treatise On Economics, Yale University Press, New Haven, 1949, ch. 8)

“Es preciso que los hombres se unan entre sí con un mutuo amor. (…) Los hombres son amados por Dios, quien les preparó la fruición de sí mismo como fin último. (…) Como el hombre es naturalmente un animal social, precisa ser ayudado por los demás para conseguir su propio fin”. (Santo Tomás de Aquino, Suma Contra Gentiles, Lib. III, cap. 117)

3. El precio justo

“Si la doctrina del precio justo de Tomás de Aquino habría sido puesta en práctica, todavía prevalecerían las condiciones económicas del siglo XIII”. (Ludwig von Mises, Human Action: A Treatise On Economics, Yale University Press, New Haven, 1949, ch. 27)

“Es solo la cantidad de trabajo socialmente necesario, pues, o el tiempo de trabajo socialmente necesario para la producción de un valor de uso, lo que determina su magnitud de valor”. (Karl Marx, El Capital, 1867, Tomo I, cap. I)

“El valor no es nada inherente a los bienes. (…) El valor no existe fuera de la conciencia de los hombres. (…) El valor de los bienes (…) es totalmente subjetivo”. (Carl Menger, Principios de Economía, 1871, cap. 3)

“Un grupo insiste en que Aquino definió el precio justo como el pago necesario para cubrir el trabajo y materiales del vendedor. Un segundo grupo arguye vehementemente que el precio justo de Aquino es simplemente el precio de mercado. Aquí argumentamos que ninguna de estas visiones es correcta”. (Daryl Koehn and Barry Wilbratte, “A defense of a Thomistic concept of the just price”, Business Ethics Quarterly, vol. 22, n° 3, 2012, p. 501)

“Podemos tratar de la compraventa en cuanto accidentalmente redunda en utilidad de una de las partes y en detrimento de la otra; por ejemplo, cuando alguien tiene gran necesidad de poseer una cosa y otro sufre perjuicio si se desprende de ella. En este caso, el precio justo debe determinarse de modo que no solo atienda a la cosa vendida, sino al quebranto que ocasiona al vendedor por deshacerse de ella”. (Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, II-IIae, q. 77, art. 1, rpta.)

“El precio justo tomista es el precio que sería acordado por una persona justa como parte de un intercambio. Este ‘precio de la persona justa’ toma en cuenta el bienestar de los individuos en la transacción y el bien de toda la comunidad. Tal precio no se reduce al precio que cubre el costo ni al precio de intercambio de mercado”. (Daryl Koehn and Barry Wilbratte, “A defense of a Thomistic concept of the just price”, Business Ethics Quarterly, vol. 22, n° 3, 2012, p. 501)

“En una sociedad libre en la que la situación de los diferentes individuos y grupos no es consecuencia del designio de nadie (…) las diferencias de remuneración no pueden en rigor ser calificadas de justas o injustas (…). Nada tiene que ver (…) con la forma en que el proceso impersonal del mercado asigna el dominio de los bienes y servicios. No puede ser tal proceso justo ni injusto, por tratarse de resultados que no han sido ni pretendidos ni previstos y que dependen de una multitud de circunstancias que nadie en su totalidad conoce”. (Friedrich von Hayek, Derecho, Legislación y Libertad, vol. 2: El Espejismo de la Justicia Social, Unión Editorial, Madrid, 1979, p. 29)

“Nadie debe vender a otro una cosa a mayor precio que su valor”. (Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, II-IIae, q. 77, art. 1, rpta.)

4. El asunto de los impuestos

“Los impuestos son un robo, sencilla y llanamente, (…) un robo en una gran y colosal escala que ningún criminal reconocido esperaría siquiera cubrir”. (Murray Rothbard, The Ethics of Liberty, New York University Press, New York, 1998, p. 162)

“Todos deben obtener un sustento de su ministerio (…). Por tanto, como los gobernantes realizan un ministerio (…), deben recibir impuestos de la gente como salario por su ministerio”. (Santo Tomás de Aquino, Comentario a la Carta a los Romanos, n. 1039)

“Es claro que la justicia requiere que los súbditos den lo que es debido a sus gobernantes: ‘Fue llevado hasta el rey uno que le debía 10 mil talentos’ (Mateo 18:24); ‘Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios’ (Mateo 22:21)”. (Santo Tomás de Aquino, Comentario a la Carta a los Romanos, n. 1042)

“Él (el apóstol Pablo) especifica qué deuda tiene que ser pagadas públicamente, diciendo: ‘tributo, a quien deban tributo’ (Romanos 13:7), porque esto se paga al gobernante para que pueda gobernar el país en paz y tranquilidad (…). ‘Impuesto, al que deban impuesto’ (Romanos 13:7), el cual se paga al gobernante en ciertos lugares como peajes para la reparación de los caminos o la seguridad del viaje, o por los gastos incurridos cuando el gobernante se traslada a lo largo del país”. (Santo Tomás de Aquino, Comentario a la Carta a los Romanos, n. 1043)

5. Nada de orden espontáneo

“Esto es algo en que todos los economistas austríacos coinciden: orden espontáneo. (…) El precio (…) funciona como un orden espontáneo porque son los oferentes de los bienes y servicios que, al buscar mayor rentabilidad, van hacia las señales que le van comunicando sobre la escasez relativa en el mercado”. (Gabriel Zanotti, “¿Cómo estudiar los principios generales de la Escuela Austríaca?”, conferencia realizada en la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala) el 22 de enero de 2019)

“Todo individuo trata de emplear su capital de tal forma que su producto tenga el mayor valor posible. Generalmente no pretende promover el interés público ni sabe cuánto lo está fomentando. Lo único que busca es su propia seguridad, solo su propio beneficio. Y al hacerlo, una mano invisible lo lleva a promover un fin que no estaba en sus intenciones. Cuando busca su propio interés termina promoviendo el de la sociedad más eficientemente que si realmente pretendiera promoverlo”. (Adam Smith, Investigaciones sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, London, 1776, Lib. IV, cap. II)

“Por cuanto hay muchos hombres juntos y cada uno busca su propio interés, la multitud se disolvería y esparciría a menos que haya alguna instancia que cuide de lo que concierne al bienestar común. (…) Por tanto, en toda multitud debe haber un poder que gobierne”. (Santo Tomás de Aquino, Sobre el Reinado, Lib. I, cap. 1)

“En cuanto la razón (…) está la herida de la ignorancia; en cuanto la voluntad (…) está la herida de la malicia; (…) en cuanto al concupiscible (…) está la herida de la concupiscencia”. (Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, I-IIae, q. 85, art. 3, rpta.)

6. Intervención sí, intervencionismo no

“La primera etapa de la revolución obrera es la constitución del proletariado en clase directora, la conquista del poder público por la democracia. El proletariado se servirá de su supremacía política para arrancar poco a poco todo el capital a la burguesía, para centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado en clase directora, y para aumentar rápidamente la cantidad de fuerzas productivas”. (Karl Marx y Friedrich Engels, El Manifiesto Comunista, 1848)

“Lo mejor de cualquier gobierno es que todas las cosas gobernadas sean atendidas conforme a su modo de ser, pues en esto consiste la justicia del régimen. (…) Sería contra la razón del régimen humano que el gobernador de la ciudad impidiese a los hombres el ejercicio de sus propios oficios, a no ser circunstancialmente, por alguna necesidad”. (Santo Tomás de Aquino, Suma Contra Gentiles, Lib. III, cap. 71)

“El precio justo de las cosas no está fijado con precisión matemática, sino que depende de cierta estimación, de modo que una pequeña adición o sustracción no parecería destruir la equidad de justicia”. (Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, II-IIae, q. 77, art. 1, sol. 1)

7. Propiedad privada

“Los comunistas pueden resumir su teoría en esta fórmula única: abolición de la propiedad privada”. (Karl Marx y Friedrich Engels, El Manifiesto Comunista, 1848)

“Es lícito que el hombre posea cosas propias. Y es también necesario a la vida humana por tres motivos: primero, porque cada uno es más solícito en gestionar aquello que con exclusividad le pertenece que lo que es común a todos o a muchos, puesto que cada cual, huyendo del trabajo, deja a otros el cuidado de lo que conviene al bien común, como sucede cuando hay multitud de servidores; segundo, porque se administran más ordenadamente las cosas humanas si a cada uno le incumbe el cuidado de sus propios intereses; sin embargo, reinaría confusión si cada cual se cuidara de todo indistintamente; tercero, porque así el estado de paz entre los hombres se mantiene si cada uno está contento con lo suyo. De ahí que veamos que entre aquellos que en común y de modo indiviso poseen alguna cosa se suscitan más frecuentemente contiendas”. (Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, II-IIae, q. 66, art. 2, rpta.)

9 comentarios

  
Ramón montaud
A veces tengo la impresión de que la Iglesia católica se olvida ( las evangélicas no, porque no creen) de que todos nacemos con el pecado original y por lo tanto somos egoístas por naturaleza (amor personal,solo su propio beneficio, cada uno busca su propio interés), y esto en economía es bueno.
Hoy en día Santo Tomás de Aquino es un desconocido y según este texto, se adelantó al comunismo en seis siglos, las tres causas para la propiedad nos revela a un psicólogo más que a un teólogo.(solicito en gestionar, administrar mejor las cosas propias, reinar la paz por si uno está contento con lo suyo).
También es un adelantado en el papel del estado en relación con el liberalismo, con su afirmación de que el precio funciona como un orden espontáneo, Santo Tomás cree que en toda multitud debe haber un poder que gobierne. (Que intervenga, como en la realidad se hace en los estados democráticos y en mayor medida, para su fracaso en los regímenes comunistas, por su hiperintervencionismo).


11/11/21 7:05 AM
  
Alberto GT
Sublime.
El Liberalismo y el Marxismo son pecado
11/11/21 9:01 AM
  
jose javier
El problema de fondo es fijar el precio justo de un bien. Para el liberalismo economico el mercado fija el precio adecuado en cada instante sin tener presente de modo deliberado al menos el bien comun. Para el doctor Angelico, en la consideracion del precio de un bien deberia intervenir su valor social mas alla de su precio, es decir, el interes social y, esto, convengamos, es de dificil realizacion. Siquiera en las Reducciones jesuiticas de America pero a costa de emplear un concepto evangelico y limitar el uso de la propiedad privada. En cuanto al distributismo, no se ha aplicado nunca.
Atemperar los excesos del capitalismo basandose en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia seria loable, pero me temo que la Economia es ciencia social humana, la Teologia, divina. La conciliacion, interes privado/ publico, al menos en este mundo es de no poca dificultad. A ello contribuye , en parte, los impuestos. Los cristianos son peregrinos en este mundo, su patria es el cielo, lo que no impide, claro, que laboren por la implantacion de la Justicia y el Reino de Dios en la tierra.
11/11/21 10:19 AM
  
Federico
Excelente artículo, lo felicito. Solamente dos comentarios: con respecto a la cita de Santo Tomás sobre el orden espontáneo, creo que no se refiere al mercado sino a cualquier sociedad, y en lo que respecta al gobierno (quitando a los anarcocapitalistas) los liberales y minarquistas suelen reconocer la necesidad de una autoridad que gobierne (el mismo Adam Smith es defensor del Estado en varias ocasiones). Por ese motivo creo que no es incompatible pensar en un mercado con un orden espontáneo en el marco de una sociedad donde existe un gobierno, pero esto es solamente una valoración personal.
También me ha parece muy interesante la cita de Santo Tomás sobre vender un bien a un precio que supera su valor. ¿Conoce usted algún texto de Santo Tomás donde se defina el concepto de valor? Creo que sería muy interesante para entender el razonamiento completo.
Un saludo y felicidades por su artículo
11/11/21 10:45 AM
  
Néstor
Todavía no vi la conferencia, pero la colección de textos me parece muy buena y sugerente. Y muy malo el consejo que da Zanotti en el primer texto. Especialmente tratándose de Santo Tomás, que como nadie vio todas las cosas a la luz de Dios (subrayando no solamente "a la luz de Dios", sino también "todas las cosas"), querer reducirlo al solo tema de Dios es lo contrario de su pensamiento real.

Saludos cordiales.
11/11/21 3:50 PM
  
Feri del Carpio Marek
¿Qué libro más o menos actual recomiendas para aprender los principios católicos de la economía y la política?

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DANTE A. URBINA

Centesimus Annus
11/11/21 4:02 PM
  
Lohengrin
El hecho de que un cristiano no puede ser liberal ni comunista se demuestra también si vemos como eran los sistemas económicos cuando la sociedad en verdad estaba inspirada por los principios cristianos, al menos parcialmente. Claramente el imperio español no era liberal (había Estado, impuestos, aranceles a los productos importados, fuertes regulaciones a la actividad económica, también en sentido protectorio al trabajador), ni mucho menos comunista.
Que no era liberal ademàs se comprueba con que los que sí lo fueron (los independentistas del siglo XIX) lo odiaban e hicieron todo por destruir el sistema colonial. Lo que -no tan casualmente- coincidió con que a partir de ahí, los países de Hispanoamérica pasen a lo que ahora se llama el subdesarrollo.
11/11/21 4:22 PM
  
Néstor
Ahora sí la ví. Excelente. Es parte de la predicación concreta del Evangelio hablar de economía, y es imprescindible hacerlo a la luz del tomismo, y no a golpes de "Evangelio" como se ha acostumbrado a veces a hacer en el post-Concilio, donde "Evangelio" quería decir al final la interpretación del Evangelio que uno hace influido inconscientemente por los principios protestantes de nuestra cultura moderna. Santo Tomás realista porque es evangélico de verdad, y por eso utilizó a Aristóteles, el más realista de los filósofos. Nuestra cultura necesita esas verdades como la tierra reseca, agostada y sin agua del salmo. Felicitaciones.

Saludos cordiales.
11/11/21 4:49 PM
  
sofía
Me ha parecido un video interesantísimo, aunque el tema es muy complejo y resulta difícil en la práctica saber cómo se debe actuar.
Al menos algunos puntos me parece que sí me han quedado claros:
1.- No aceptar ninguno de los dos extremos, ni el capitalismo salvaje ni el comunismo.
2.- Como creyente, plantearme en los casos concretos lo que es más justo, en la medida que conozca los datos.
3.- Debo conocer, y dar a conocer la doctrina social de la Iglesia Católica.
4.- Necesitamos conocer cómo funciona la economía realmente, tanto en cada país, como en el mundo en general.

Pero es este último punto, el 4, el que me resulta más problemático, porque realmente no sé dónde buscar la información que necesito sobre economía, no tanto sobre la teoría sino sobre la práctica.
En ese sentido, me gustaría, si es posible, que nos aportara alguna información bibliográfica, links on line...etc y nos diera ideas sobre como llegar a conocer las circunstancias concretas que envuelven la producción de determinados objetos de consumo. También me gustaría saber qué tal funcionan las asociaciones de comercio justo, si son fiables y qué tipo de asociaciones existen que fomenten la justicia social internacional.

Saludos cordiales

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DANTE A. URBINA

Lo estaré considerando para temas a futuro. Saludos!
13/11/21 3:55 PM

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