¿Por qué un Dios bueno permite el sufrimiento?: Una respuesta desde la razón y la Biblia
¿Por qué existe el sufrimiento?, ¿por qué Dios permite que le pasen cosas malas a gente buena?, ¿por qué Dios permite que le vaya bien a gente mala?, ¿qué se puede decir del caso de personas que se alejan de Dios a partir de una experiencia de sufrimiento?, ¿qué lecciones espirituales puede darnos Dios por medio del sufrimiento?, ¿el sufrimiento puede tener un valor trascendente?, ¿qué hacer o qué pensar cuando Dios permite en nuestra vida un sufrimiento que no entendemos?
Estas y otras cuestiones fueron abordadas en la entrevista que concedí al programa “Caritas in Veritate”, conducido por Carlos Quequesana y el padre Jair Bolaños, el 7 de noviembre de 2020. Pueden verla aquí: https://www.youtube.com/watch?v=5axmYW82uDk
7 comentarios
Quiero pararme en la parte final del mismo. Por motivos profesionales, hace años, me tocó lidiar con el aborto y los abusos, bien es verdad que de manera tangencial y esporádica ente, pero en mi dejaron huella profunda.
De acuerdo al 100%de lo que expone sobre el sufrimiento y su causa primera:el pecado, el gran olvidado, en la pastoral y tb en nuestra vida diaria. Se perdió el sentido del mismo, con consecuencias demoledoras.... "no robo" "no mató" y esa es para muchos la exigencia.
Más quiero volver al tema del sufrimiento causado al inocente, y aunque de hecho todos nacemos con el pecado original, tb lo es que los niños hasta cierta edad, sin uso de razón, carecen de pecado personal. Dice Vd, que se puede ver ciertas conductas ya de pequeños, pero en mi opinión no existe advertencia, ni son conscientes de ello. Creo es así??.
Pienso en mi misma, con seis años, anhelaba tener unas zapatillas de ballet, de una amiga consentida y caprichosa. Envidia?. Hoy igual lo veo así, de aquella era una injusticia para mi.
Es un ejemplo tonto, pero los niños son inocentes a ciertas edades, y se les pueden infringir heridas muy graves, que se arrastran toda la vida. Porque Dios lo permite?. Esta claro que nuestra libertad está ahí, pero el daño aveces es tan grande, que no dudando de que Dios actuará en ese niño, no te dejas de preguntar si el requerimiento es para nosotros.
Dios en su aparente silencio nos exhorta a la acción. No se que opina Vd?
Sobre el aborto y lo que Vd. aporta, diría que para mí está claro que si Dios "quiere que todos hombres se salven", estos niños, masacrados, sin posibilidades, encerrados en el útero maternos, queridos y amados por Dios, y como bien Vd dice, creo cita a Jeremías, nos lleva impresos en la palma de la mano, no tengo la menor duda que por su Misericordia, su Bondad, su Palabra, tiene "un medio" excepcional para ellos.
Si lo pensamos un poco, somos nosotros, quienes precisamos de una mayor misericordia y perdón, porque en su justicia Dios nos reclamará la sangre de tanto inocente. Convivimos, aceptamos y no ponemos todos los medios para cortar esta lacra. Debo decir, que yo he estado años con un sufrimiento impotente. He encontrado la paz encome ndando a la Stsima Virgen a estos niños, encomendandome a ellos, que no se si es muy ortodoxo, pero me permite sentirme cerca de ellos. La verdad, pienso que ellos hacen más por nosotros que a la inversa. Algún día espero encontrarme con ellos, y esto tb lo pido en la oración. A algunos, los encomiendo de manera personal, pues sus casos trascienden públicamente o son de mi conocimiento.
Estas dos situaciones:aborto, abusos, abandonos, explotaciones.... no pueden ser equiparables a ningún otro tipo de sufrimiento. El grado de injusticia, de falta de caridad es inmenso, el mal de frente sobre los más indefensos..... al lado de nuestros sufrimientos, estos no son nada. Vaya así lo veo yo, y para mi es un misterio, o no, quizás la respuesta esté en vidas entregadas como la Madre Teresa de Calcuta. Una llamada a la santidad.
Gracias Dante, es reconfortante oír una entrevista tan repleta de verdad. Saludos.
Que Dios le bendiga.
Yo creo en Dios, a pesar del problema del mal. Creo en Dios por muchas otras razones. Pero sigo sin saber dar una respuesta cuando un agnóstico o un ateo me plantea esa pregunta. A mí también me preocupa. ¿No hay ninguna respuesta en la teología católica?
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DANTE A. URBINA
Bueno, al tratarse de una entrevista y no de un libro (ni siquiera de una conferencia), no se pueden abordar todas las aristas de la cuestión. No obstante, he hablado del mal físico, en el sentido estricto de dolor, en esta ponencia que di en 2017: https://www.youtube.com/watch?v=sDq6T78zdMc
La existencia del mal físico se explica por ser un castigo que Dios nos ha dado como consecuencia de haberle desobedecido cometiendo el pecado original, ya que en su origen el hombre había sido creado para la incorruptibilidad (Sab. 2:23).
Sin embargo sabemos que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron (Rom. 5:12; Sab 2:24). Sin embargo, la mayoría de las personas no se dan cuenta de que toda la humanidad pecó en Adán, ya que estábamos en el cuerpo de nuestro ancestro cuando pecó (Heb. 7:10).
Billuart (Summa Sancti Thomae, T. II, Tractatus de peccatis, dissert. VI, art. II, pp. 504 - 505) explica esto basándose en un libre decreto divino por el cual Adán pasó a representar moralmente a toda la humanidad que iba a proceder de él, de modo que en virtud de ese libre decreto divino, y no solamente en virtud de lo que real y físicamente se encuentra en Adán y en sus descendientes, se puede decir que moralmente hablando, no física ni metafísicamente, estábamos nosotros y nuestras voluntades presentes en Adán, de modo que participamos en su pecado y en su carácter voluntario:
“Para que Adán fuese nuestra cabeza moral, y nuestras voluntades se incluyesen en su voluntad en lo que tiene que ver con la conservación o pérdida de la justicia original, fueron necesarias dos cosas: una de parte de Dios, y otra de parte de Adán. De parte de Dios fue necesario un decreto por el que Dios estatuyese que la voluntad de Adán debía ser tomada como nuestra, lo que es constituirlo cabeza moral nuestra. De parte de Adán fue necesario que se le manifestase este decreto.
Lo primero es claro, porque que Adán sea nuestra cabeza moral y su voluntad sea nuestra, no se deriva del derecho natural ni de que sea nuestro principio natural, de lo contrario no sería posible que no pecásemos en él, ni habría razón para que solamente su primer pecado se nos imputase y no los otros, y además, con más razón habría que afirmar lo mismo de nuestros padres más próximos: por tanto, ello fue por institución divina.”
Dicho decreto divino se entiende comprendiendo que Adán había sido constituido por Dios cabeza del linaje humano en orden a trasmitir, junto con la naturaleza humana, la gracia de la justicia original.
1º discurso (Job 38, 39). Dios realiza una serie de interrogaciones retóricas en las que le hace ver a Job que no sabe prácticamente nada desde la perspectiva de Su omnisciencia y que es a causa de su ignorancia que él haya podido pensar que Dios no es justo por permitir sus anteriores sufrimientos, tal y como el propio Job reconoció después (Job 42:1-6).
2º discurso (Job 40, 41). Dios utiliza el ejemplo de dos criaturas suyas como muestra de que ante todo la sabiduría de su creación es prueba de que ninguna arbitrariedad hay en su actuar sino un designio providencial bajo el cual todo está ordenado de forma que todo siempre va a acabar bien. Es en este sentido que la restitución incrementada de los bienes a Job (Job 42:12-17) debe entenderse como una prefiguración de la que los fieles recibiremos en el Reino de los Cielos.
En el NT esta respuesta se desarrolla al enseñarnos que las penas del hombre no son nada en comparación con los dolores que sufrió Cristo y que todos los sufrimientos, por grandes que sean, palidecerán ante la gloria de la vida eterna (Rom. 8:17-18).
Creo entender los argumentos para el mal físico. En realidad no estaba del todo descaminada, pero ahora me ha quedado mucho más claro.
Gracias
Este decreto cubre todas las obras de Dios en la creación y la redención, y abarca todas las acciones de los hombres, sin excluir sus acciones pecaminosas. Mientras este decreto hizo cierta la entrada del pecado al mundo, no hace a Dios responsable de nuestras acciones pecaminosas. Con respecto al pecado este decreto es un decreto permisivo”.
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