Cosas perdidas (y recuperadas) del Domingo de Pasión
Los que tuvieron la suerte de asistir el pasado Domingo a Misa Usus Antiquior, escucharon el Evangelio del Primer Domingo de Pasión – denominación que ha perdurado en el pueblo; en el NO se denomina Quinto Domingo de Cuaresma -, que corresponde al capítulo octavo, versículos cuarenta y seis a cincuenta y nueve. Parte del mismo lo podrán escuchar el próximo jueves, los que asistan a misa NO (Io 8, 51 – 59). El texto completo, no pasó la criba de la reforma litúrgica y en el camino se dejaron atrás unos cuantos versículos, en concreto estos:
En aquel tiempo dijo Jesús a las turbas de los judíos: ¿Quién de vosotros me argüirá de pecado? Si os digo la verdad, ¿por qué no me creéis? El que es de Dios oye las palabras de Dios. Por eso vosotros no las oís, porque no sois de Dios. Respondieron los judíos y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros que eres samaritano y tienes el demonio en el cuerpo? Yo no tengo demonio, sino que honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis a mí. Yo no busco mi gloria, hay quien la busque y juzgue