Llegó la hora de la verdad

Es el momento de realizar la declaración de la renta y los católicos nos tenemos que retratar. No podemos hacer dejación de nuestras funciones. Poner la cruz es necesario por las siguientes razones:

- porque es nuestro deber el contribuir económicamente con el mantenimiento de la Iglesia, de ahí que no es suficiente poner la equis en la declaración, la ayuda a la Iglesia no debe quedarse aquí.

- para callar de una vez a todas esas voces que nos echan en cara que la Iglesia no se sostiene únicamente con el dinero de los católicos.

- porque si queremos una Iglesia libre de cualquier poder político, tenemos que ser responsable y mantenerla.

- porque por mucho que nos quieran decir, si no fuera por los católicos, muchas personas quedarían desfavorecidas. El Estado no llega ni a una mínima parte de los sitios donde está presente la Iglesia.

Estas razones son las fundamentales para mí, lo que no es óbice que cada uno tenga las suyas que se sumarán a las aquí expuestas.

Por mucho que se haya dicho por parte de los políticos, y en este caso los meto a todos sin excepción, a la casta dirigente no le interesa una Iglesia libre, siempre les interesa tener atados, por decirlo de alguna manera, a sus miembros desde los Obispos hasta el último laico, porque en definitiva tienen un miedo inhumano a la libertad y, a fin de cuentas, el católico, que vive en la Verdad, es el más libre.

Si de verdad conseguimos el objetivo pretendido, habremos dado un gran paso adelante. Por eso, la cruz en la declaración es tan importante.

3 comentarios

  
Ana
Mucho mejor que seamos nosotros los que financiemos a la Iglesia yser independientes de ningún gobierno. Hay dinero de sobra la pega es que está todavia en nuestros bolsillos
06/05/08 11:09 PM
  
Camino
Completamente de acuerdo. Y ya vamos tarde. En la financiación y en la libertad.

Esto es de Leo J. Trese en Conoze:
"Contribuir al sostenimiento de la Iglesia es otra de nuestras obligaciones que surge de la misma naturaleza de miembros del Cuerpo Místico de Cristo. En el Bautismo, y de nuevo en la Confirmación, Jesús nos asocia a su tarea de salvar almas. No seríamos verdaderamente de Cristo si no tratáramos con sinceridad de ayudarle -con medios económicos tanto como con nuestras obras y oraciones- a llevar a cabo su misión. Normalmente, descargamos esta obligación de ayudar materialmente con nuestra aportación a las diversas colectas que organiza nuestra parroquia o nuestra diócesis, con la generosidad que nuestros medios permitan. Y no sólo a nuestra diócesis o parroquia, sino también al Papa para que atienda a las necesidades de la Iglesia universal, en misiones y obras de beneficencia. Si nos preguntáramos: «¿Cuánto debo dar?», no hay más respuesta que recordar que Dios jamás se deja ganar en generosidad"

Pues eso. Yo creo que debiéramos volver al diezmo, como no pocos católicos practican.

06/05/08 11:38 PM
  
Ana
Hemos visto lo de Birmania: Enseguida estaba Cáritas allí y vimos en la guerra de Irak todo lo que hizo Cáritas Jordania no es por triunfalismo pero a veces hay que hacer un poquito de apologética
07/05/08 4:47 PM

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