La posesión diabólica


El demonio, sus tentaciones, la obsesión y la posesión diabólica son algunos de los temas que más pasan desapercibidos en las predicaciones.

Mediante la tentación, Satanás ejerce normalmente su acción diabólica en el mundo. A veces, el demonio despliega todo su poder infernal llegando, con la permisión de Dios, hasta la obsesión y la posesión corporal de sus víctimas. La diferencia sustancial entre obsesión y posesión diabólica consiste en que mientras en la obsesión la acción demoníaca es externa a la persona que la padece, en la posesión el demonio entra realmente dentro del cuerpo de la víctima.

La existencia de la posesión diabólica es un hecho que pertenece al depósito de la fe. En los evangelios aparecen no uno, sino varios casos de posesión diabólica, siendo precisamente una de las características de la misión divina de Cristo el imperio que ejerce sobre los demonios, a los que ordenaba abandonar de las personas poseídas. Como dice el padre Antonio Royo Marín, en su Teología de la Perfección cristiana, «no se puede, sin manifiesta temeridad y probablemente sin verdadera herejía negar el hecho real de la posesión diabólica».

En síntesis podemos decir que la posesión diabólica tiene dos características fundamentales:

- la presencia del diablo en el cuerpo del poseído.
- su imperio despótico sobre la víctima.

Hay dos momentos distintos en la posesión, uno de crisis, con afecciones violentas del mal, donde el demonio se presenta con toda claridad a través de actos, palabras, convulsiones, blasfemias, impiedades, etc, y los momentos de calma. En estos momentos la presencia del Malo se manifiesta a través de los síntomas de una enfermedad crónica, que rebasa la ciencia médica y resiste los remedios curativos.

Algunas de las notas que muestran el estado de posesión son:

- hablar lenguas desconocidas por el poseído o entender perfectamente al que las habla.
- descubrir cosas que están ocultas o a mucha distancia.
- mostrar fuerzas desproporcionadas para la edad del endemoniado.
- y otras más que, unidas a las anteriores dan mayores indicios de posesión.

Las causas de la posesión pueden ser varias, como la petición de la propia víctima – como el caso narrado por Sulpicio Severo -, el castigo del pecado y la providencia divina para purificar un alma santa, como puede ser el caso del P. Surin.

Por último, los remedios principales contra la posesión diabólica son:

- la confesión sacramental.
- la sagrada comunión. Comulgar con frecuencia, como lo manda la Santa Iglesia, es uno de los remedios más eficaces para evitar las tentaciones del diablola oración y el ayuno.
- los sacramentales, especialmente el agua bendita.
- la santa cruz. Su sola vista ahuyenta a los demonios.
- las reliquias de los santos.
- los santos nombres de Jesús y María. El nombre de nuestro Señor tiene una eficacia soberana para espantar a los diablos, así como el dulce nombre de María.

5 comentarios

  
converso
Gracias, Isaac

¿Podrías aclarar el asunto de la permisión de Dios en las posesiones diabólicas?

Estoy de acuerdo en que en las predicaciones se habla poco del demonio, y demasiado de la comunidad. Quizás el origen del problema fue la errónea traducción del "liberanos a Malo" en el Padrenuestro. Otro gallo cantaría si todos los días se rezara "no nos dejes caer en la tentación, y libéranos del Maligno". ¿Lo veremos traducido así algún día? Creo que dentro del "melón" del pro multis habría que meter unas cuantas cosas más...
29/10/08 11:20 AM
  
Noby
Tomado del Catecismo:
420 La victoria sobre el pecado obtenida por Cristo nos ha dado bienes mejores que los que nos quitó el pecado: "Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia" (Rm 5,20).

421 "El mundo que los fieles cristianos creen creado y conservado por el amor del creador, colocado ciertamente bajo la esclavitud del pecado, pero liberado por Cristo crucificado y resucitado, una vez que fue quebrantado el poder del Maligno..." (GS 2,2).
29/10/08 11:44 AM
  
German
Podéis encontrar sermones muy interesantes acerca de este tema en la pagina del padre Fortea, exorcista de la Diócesis de Alcalá de Henares.

http://www.sermonario.com/

Hay muchos sermones por lo que tendréis que buscar un poco, pero merece la pena
29/10/08 4:48 PM
  
Isaac García Expósito
Converso: Dios no tienta jamás a nadie incitándole al mal (Sant 1,13):

Ninguno, cuando sea probado, diga: "Es Dios quien me prueba"; porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie.

En la Biblia la palabra tentación se usa en sentido amplio, es decir como simple experimento de una cosa, y no con relación a la ciencia divinia, sino en relación al conocimiento y provecho del hombre mismo. Dios permite que seamos tentados para darnos ocasión de mayores merecimientos. Él no permitirá jamás que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas:

No habéis sufrido tentación superior a la medida humana. Y fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito. (1 Cor 10,13).

De esta manera, la tentación vencida con la gracia y ayuda de Dios todopoderoso, humilla a Satanás, hace resplandecer la gloria de Dios y purifica nuestra alma. Nos obliga a estar siempre vigilantes y alertas, desconfiando de nosotros mismos, esperándolo todo de Dios. Como dice Santiago:

¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman. (Sant 1,12)

31/10/08 10:07 PM
  
leon benaki
Aparte de los remedios que expones, es necesario añadir la oración y si es continua mejor que mejor, la lectura de los evangelios, y en definitiva todo lo que contempla el combate espiritual.
Es importante tener en cuenta que los ataques del maligno se producen en momentos y circunstancias en los que no puedes recurrir a nadie ni siquiera a tu manual de oraciones por lo que tu defensa la has de basar en algo sencillo y que todo cristiano tenga a mano. El Padrenuestro es la mejor oración que existe con diferencia, no solo en el cristianismo sino en todas las culturas y se convierte por lo tanto en método eficaz en la lucha de los espíritus inmundos.
La atención de todo lo que se produce en el exterior e interior de nosotros mismos, también es importante y ante la mas ligera sospecha un padrenuestro.
Pero sobre todo la fe en Jesucristo que te hace luchar con valentía.
04/06/10 10:54 PM

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