¿Y por qué no cierran la CONFER?
Una vez leída y digerida la entrevista al presidente de la CONFER - ¿iría vestido con el hábito o de estricto seglar? -, la única duda que resta por despejar es por qué no cierran definitivamente la CONFER.
¿Para qué sirve? ¿Cuál es su objeto? ¿Qué suma a la Iglesia?
Porque no tiene ningún sentido la existencia de una institución de la cual se desconoce su posición en la Iglesia. No se puede poner una vela a Dios y al diablo; aparte, en un religioso, no es que esté mal, sino que además está feo.
La entrevista nos muestra a un mercedario que es la personificación del pensamiento Alicia, algo así como Zapatero en versión religiosa, con un discurso más cercano al del Gobierno que al de los Obispos.
En efecto, para Fernández Barrajón, ni la asignatura de Educación para la Ciudadanía, ni el aborto generalizado en forma de pastillas suponen, al fin y a la postre, una agresión para los católicos, con lo que demuestra no sólo una falta de sindéresis, sino de desconocimiento de la ley natural: el bien y el mal están determinados no por Dios, sino por el dictamen aplastante de las mayorías.
Quizás el virus que padece el discurso de Barrajón no sea otro que el del discusionismo que se esconde tras la palabra “diálogo". Dice el mercedario que:
La evolución en el diálogo entre católicos y no católicos es muy positiva. Ha avanzado mucho el encuentro.
¿Quiere decir con esto que los no católicos han pasado a formar parte de la Iglesia Católica? ¿O quiere decir que finge y simula para hablar con los no católicos? Porque, ¿para qué le sirve a un católico el diálogo con un no católico en el orden a la salvación del alma? ¿Se puede sumar algo más de cuánto se ha recibido por gracia?
El diálogo es verdadero si es enseñanza de la doctrina y lleva a la conversión del no católico. En definitiva, ¿a qué se refiere Barrajón con esa evolución positiva en el diálogo con los no católicos?
Esta extensión del diálogo explica de alguna manera, que la visión de la realidad del señor Barrajón esté bajo los efectos alucinógenos de un buenismo distorsionador. Y además explique, no sólo el defecto gnoseológico sino el moral, poruqe el final de la entrevista no puede ser más espeluznante:
-¿Cree que hay un acoso a la educación concertada religiosa desde algunas instituciones públicas?
-Creo que la educación religiosa en nuestro país goza de gran libertad. Creo, sinceramente, que nunca ha tenido tanta.
Si la libertad para un católico es libertad para el bien, es decir ordenada a Dios, está claro que para Barrajón la libertad debe tener un sentido distinto al católico: libertad como falcultad para conformarse a la voluntad estatal, por eso nunca ha disfrutado de tanta libertad.
Visto lo visto, ¿por qué no se da de una vez el cerrojazo a la CONFER?
5 comentarios
¿Qué aportais a la Iglesia?
Si con vosotros no hay debate que valga.
Simplemente hay que decir "Amén" a todo lo que Diga Roma, no sólo en materia de doctrina, sino también en educación, sanidad, biología, astronomía...
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