Entonces, ¿por qué sigue siendo cura?
El cura rojo de entrevista vuelve para cocear de nuevo contra la Iglesia. Enrique de Castro se mantiene en sus treces. Protervia y contumacia se llama.
A este buen señor se la trae al pairo todo, es más, piensa que «el sacerdocio se lo cargó Jesús como se cargó el templo». Esta actitud beligerante, progre, me parece bastante hipócrita. Si él no cree en la Iglesia como cuerpo místico de Cristo, Pueblo de Dios, Templo del Espiritu y, de forma analógica, «como un sacramento e instrumento de la unión interna con Dios y de la unidad de todo el género humana» (LG 1), ¿qué hace en ella? ¿Por qué sigue siendo sacerdote? ¿Por qué sigue viviendo del presupuesto?
Hay cosas que son ininteligibles. Ahora no hay necesidad de que este hombre llegue al sufrimiento por el que parece estar pasando. Posiblemente, si montara una ONG, sería felizmente gratificada por su amigo Zerolo.
Sin embargo, parece que nada más lejano pasa por la mente de este «cura rojo».
Tampoco entiendo como estos progres han monopolizado la pobreza. Parece que ellos son los que más saben de este asunto, comportándose como chamanes que nos aleccionan al resto sobre las causas y soluciones de la pobreza. Nada más falso. Las Hermanas de la Cruz, las Misioneras de la Caridad de Teresa de Calcuta, los «kikos» e inclusos el Opus Dei, tan denostados por los progres, saben tanto o más que ellos sobre la pobreza, por ejemplo. Su trabajo es silencioso, callado y sin tantos aspavientos, pero sobre todo, es eclesial, llevando a Cristo en cada una de sus obras.
Mucho de pose tiene este cura de Entrevías en sus actitudes. Si fuese consecuente, y tan a disgusto se encuentra en la Iglesia Católica, se iría. Digo yo
6 comentarios
1- Come de eso y no sería nadie ni merecería la atención de nadie si no fuera cura
2- Porque su obispo no tiene la sufiiciente conciencia episcopal para haberle sancionado canónicamente y haberle incoado proceso de suspensión a divinis
Lo grave es que escandaliza y envenena la fe de muchos débiles de fe.
Es lobo con pellejo de oveja. Así de claro.
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Hermano Isaac.
Perdona que te haga una crítica dura a tu escrito, no pretendiendo herirte, no es mi estilo, pero cuando a una persona se le humilla de esta forma es necesario que hasta las piedras hablen. Es de justicia defender a Enrique, sino lo hago soy cómplice con mi silencio.
¡Tú que sabes del sentimiento y conciencia profunda de Enrique de Castro ¡.¿ eres acaso Dios ?. En tu escrito lo poner como un guiñapo; lo calificas como destructor de la Iglesia, lo llamas despectivamente "cura rojo" belicoso, lo descalificas por sus amistades, le dices hipócrita, que sigue comiendo del presupuesto, le llamas progre, como si serlo fuera un apestado. Lo único que te ha faltado que le digas que tiene rabo y cuernos.
Hermano si eres de verdad creyente en Jesús convendría que te recataras en tus escrito , pues entiendo que cometes una grave falta en descalificar de una manera cruel a un hermano.
Es verdad que no tienes porqué estar con su forma de pensar o actuar , pero eso no te da patente de corso para difamar a una persona y destruirla. Salvo que tu mente te engañe creyéndote que eres un salvador y tienes que destruir con tu martillo destructor al oponente, pues entiendo según tu postura no se merece ni es pan nuestro de cada día. Perdona nuevamente que te diga que tu actitud es fanática. ¡Que pena me da que haya personas como tú que sólo ven la viga en el ojo ajeno!.
Hermano hoy pediré por ti para que nuestro Señor te ilumine y te dé el don del Amor al prójimo que te hace falta.
No se puede estar con E.Castro y pretender argumentar en cristiano: Ese mal sacerdote es un enemigo de la Iglesia, y falsea la verdad del Evangelio cuando habla y cuando actúa.
Y los que estén de su lado, lo mismo.
A ver si nos claramos!
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Si por ti fuera nos llevabas a la hoguera a Enrique Castro a otros y a mi.
Gracias a la sociedad secularizada eso ya no es posible, pero aún quedan lenguas piperinas de letrados y fariseos que predican la añoranza de la Inquisición.
Que Dios te bendiga hermano santísimo.
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