El artículo de Barrajón
El presidente de la CONFER ha escrito en la revista Vida Nueva un artículo pasmoso. Se titula «Un nuevo integrismo».
Dice este señor que:
En los últimos tiempos están surgiendo algunos maestros de la descalificación que se refugian en los blogs de actualidad, para lanzar palabras como arietes contra todo lo que se mueve en la Iglesia. Descalifican a algunos obispos y canonizan a otros. Y a la vida consagrada no le pasan una. Y siempre desde la derecha más radical y desde el integrismo más prehistórico. Se empeñan en demostrar que la vida consagrada está al borde del abismo y disfrutan ofreciendo estadísticas y destacando la baja numérica de las congregaciones en los últimos años.
No me dirán que esto parece un arcano. Es como lo que decía Polifemo con la estaca clavada en el ojo: Nadie me ha dejado ciego. A día de hoy, las bitácoras más criticas con ciertas órdenes religiosas (ojo, señor Barrajón, no confunda la parte con el todo), firman con nombres y apellidos. De refugio nada. Pero si hay algo más oscuro es eso de la «derecha más radical y el integrismo más prehistórico». ¿Cómo sabe él que son de derechas o de izquierdas?. Es más, si fuesen de derechas, ¿pasaría algo?. Habrá que discernir sobre la razón o no de sus afirmaciones, a no ser que el señor Barrajón lo que quiera es discutir de política. ¿Eso es lo que promueve la CONFER?. Por otro lado lo del integrismo es para mear y no echar gota. Por lo visto a la fidelidad a la Iglesia, al Magisterio, se le llama integrismo.
No paremos en algo, que en boca de este señor, no es más que una mera anécdota. Vayamos al fundamento. Dice Barrajón que lo importante no son los números, algo evidente; pero tampoco se puede obviar que precisamente, las órdenes que destacan por su distanciamiento del magisterio eclesial, abandonando el carisma fundador, son las mismas que están deslizándose por la pendiente que les lleva a la nada, mientras aquellas que siguen el carisma de su fundador, son las que más brilla, como por ejemplo las Hermanas de la Cruz.
El mismo Barrajón da muestra de este hecho. Dice que «la fuerza y la gracia de la vida consagrada no está en sus números, sino en su capacidad para ser alternativa, para apostar por una vida cristiana radical y profética. Su fuerza está en la pasión por Jesús y en su búsqueda permanente que la lleva a los pobres». Queda retratado en el lenguaje. La fuerza está en la pasión por Jesús, no en la creencia en Cristo. No buscan la realización de las bienaventuranzas, sino «ser alternativa, para apostar por una vida cristiana radical y profeta». Todo mínimos, ningún máximo.
Yo no se si el presidente de la CONFER cabalga; lo que sí se, porque es verdad alcanzable por la razón, que algunos religiosos han traicionado a los padres católicos admitiendo la componenda en la asignatura de la EpC. Han pasteleado con el Gobierno olvidando a los padres católicos que llevan a sus hijos a los colegios públicos.
Esta postura de los religiosos sí que es integrista, prehistórica y radical, además de poco evangélica.
10 comentarios
La higuera que no da frutos es la que Dios deja seca.
Si el argumento de ustedes para defenderse es este... tal vez deberían pensárselo: esto es un juicio, y no un argumento. O este otro: "las órdenes que destacan por su distanciamiento del magisterio eclesial, abandonando el carisma fundador, son las mismas que están deslizándose por la pendiente que les lleva a la nada" ¿Quiénes usted para decir su una Orden religiosa ha abandonado el carisma de su fundador... y por eso deisminuye? ¿Es usted de los que piensan que "Dios nos castigó" Tal vez tendría -y perdone si me permito- que revisar su teología.
Lo que sí veo yo en algunos bloggs que aparecen en páginas y con temas de religión es que "Descalifican a algunos obispos y canonizan a otros", y que sino siempre, la mayoría de las veces lo hacen "desde la derecha más radical y desde el integrismo más prehistórico". Tal vez una prueba de esto es su reacción ante este artículo de alguien denuncia un hecho, y al que, como reacción- se le ataca en primera persona -no a las ideas que expone- y a su Orden, casi queriendo culparle a él de los "males" de la misma...
La vida religiosa, por encima de los números, está en manos de Dios, y si tenemos que desaparecer, no pasa nada, como no pasó cuando el Espíritu decidió que surgiéramos para servir a la Iglesia y a la sociedad en un momento concreto de la historia. La vida religiosa quiere ser fermento, semilla, piedra preciosa escondida en el campo; y eso creo que no va de la mano con los grandes números... que se quedan para otros. Es más importante que nos preocupemos todos por ser piedras vivas; y no piedras arrojadizas contra nadie: de eso no se habla en el Evangelio. Que nadie se preocupe si somos pocos y viejos... al principio eran doce, y no muy jóvenes: porque "si el Señor no construye la casa, en vano se fatigan los albañiles". La preocupación en este momento de la sociedad y de la Iglesia no debe ser cuántos somos los religiosos, o si crecemos o disminuimos, sino si la vida de cada uno de sus miembros -religiosos o no- es según el Evangelio: que todos sean uno.
No intente justificar lo injustificable.
Y dejen de utilizar a los pobres como arma arrojadiza y sobre todo evangelizelos ¿ o qué pasa qué como son pobres no merecen conocer la Buena Nueva?
Yo, modestamente, no tengo nada que justificar: mi intención es sólo participar en un foro que creí que era libre -la página se llama "religionenlibertad.com"-, buscando la verdad juntos. Y mi redacción no debe ser muy buena, si le he transmitido a usted la imagen de que yo manipulo a los pobres... entre otras cosas, porque yo soy pobre.
¡ Faltaría que un religioso no fuera pobre!, bueno aunque que con esto del espiritu del Concilio igual a algunos les da por renegar del voto de pobreza.
La Verdad es una, que es Cristo. Así que olvidemonos de buscar peras al olmo.
¿ Cree usted en Cristo Resucitado y su Mensaje comprendido en el Evangelio?. Si es así coincidimos en la Verdad, en caso contrario está en el error.
Pues es eso lo que tiene que anunciar a los pobres a la par que propone soluciones económico-sociales para combatir las estructuras de pecado que han provocado esta pobreza salvaje.
Evangelio, Evangelio, Evangelio.
Pero los religiosos se han olvidado de que es lo que da sentido a la fe cristiana y prefieren cosas más modelnas tipo la revolución marxista, el zen, apoyo a políticas anticatólicas, denigrar a la Jerarquía, descojonarse de sus padres fundadores.......
Eso en el ejército se llama deserción y minar la moral. ¿Con esa mentalidad van a despertar vocaciones?
El mundo tiene SED DE CRISTO, hay millones de personas que no han oído hablar de Jesús, y en Occidente millones de europeos opulentos que no hemos visto de cerca lo que es una opción radical. Queremos santos locos y obedientes como Francisco y Clara, como Ignacio y Teresa, místicos y con milagros y todo.
Queremos comunidades fieles al Magisterio, con amor fraternal y mirada misionera. Y las hay y dan fruto: Hermanos del Cordero, Comunidad de Jerusalén, Bienaventuranzas, Franciscanos de la Renovación, Puntos Corazón... nuevas comunidades vivas, fieles al Magisterio, creativas, radicales, con vocaciones...
No: no es voluntad de Dios que desaparezca la vida religiosa.
Si algunos religiosos tibios o malos estropean la rama del arbol que Dios plantó, Dios la podará, para dar más fuerza a las ramas sanas. Ayudemos en la poda, si es que la rama enferma no se puede salvar.
Por otro lado, creo que no sabe lo que es un razonamiento. Primero, el que está repartiendo carnés de fachas es el señor Barrajó, demostrando además que es un ignorante: no sabe lo que es ni la democracia, ni el fascismo ni nada.
Segundo: lo del abandono del carisma fundador es evidente, si no, mire a la Compañía de Jesús, por ejemplo. Y usted, ¿piensa que Dios les ha castigado?.
Tercero: así que Barrajón denuncia un hecho y los blogs "integristas" no lo hacen ¿no?. Por favor, defina qué es un hecho.
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