El uso de misales y hojas en la Santa Misa.
Visto en Secretum meum mihi. Fuente Zenit.
Una interesante reflexión sobre el uso de los misales en la Misa. Los antiguos misales tenían muchas bondades. No sólo contenían la Liturgia de la Misa, sino también un devocional, muy útil tanto para la Misa - oraciones para antes y después de comulgar, para profundizar el misterio - sino también para la confesión -examen de conciencia -, ejercicios piadosos, etc. Evidentemente, el devocionario es independiente de la forma del rito romano. Se pueden utilizar perfectamente en el Novus Ordo.
Precisamente para el Novus Ordo, la revista Magnificat viene haciendo una labor muy interesante.
Y a continuación, el artículo.
El uso de misales y hojas en la Santa Misa
Columna de teología litúrgica dirigida por Mauro Gagliardi
Por Paul Gunter, O.S.B., profesor en el Pontificio Instituto Litúrgico de Roma y Consultor de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.
ROMA, viernes 20 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- El uso de los misales por parte de los fieles laicos, al menos en los principales países europeos, se practica desde hace más de dos siglos. En los países que conocieron persecuciones religiosas, la posesión de tales libros representaba, para los opositores de la fe católica, una prueba suficiente de adhesión al “papismo”.
Entre 1788 y 1792 aparecieron traducciones en italiano de la Misa, tanto del rito ambrosiano como del romano, con el añadido de explicaciones sobre las principales fiestas, contenidas dentro de una guía a la oración para los fieles devotos. Hechos similares tuvieron lugar en Francia y en Alemania y se desarrollaron rápidamente, inspirados por las iniciativas litúrgicas de Prosper Guéranger, en el siglo XIX. El uso de pequeños misales favoreció un apego a la liturgia que introdujo a aquellos que sabían leer en los meandros de la liturgia celebrada en latín. Los misales a menudo incluían los textos de las vísperas del domingo, que se convirtieron en práctica de muchas parroquias especialmente en Francia, en los Países Bajos y en Alemania. Durante el siglo XX, estos subsidios fueron enriquecidos progresivamente con material catequético sobre el año litúrgico, comentarios a la Sagrada Escritura y textos eucológicos.
Actualmente, en las celebraciones según la “forma extraordinaria” (o de san Pío V), los misales se consideran un requisito previo, no sólo como medio de participación en el conocimiento de los textos eucológicos, que a menudo son intencionalmente leídos en silencio, sino, más importante aún, como instrumentos para seguir los textos de la Escritura, como también de algunos ritos particulares ligados a ciertos días. Estos contienen una versión abreviada de las rúbricas del Misal del altar y proporcionan una colección de textos e ilustraciones de arte sacro que apoyan la oración y ayudan a reducir las inevitables distracciones.
En el contexto de la “forma ordinaria” (o de Pablo VI), el fin de los misales de cara a la participación en la Misa es menos claro. A pesar de que muchas personas [sobre todo fuera de Italia, ndt] decidan tener uno, quizás inspirados en el ejemplo del pasado, la hermenéutica de la participación ha cambiado. Este cambio ha influido en los fieles hasta el punto de que muchos de ellos han dejado simplemente de usarlos. A pesar de ello, el misal sigue siendo de ayuda para los sordos y para aquellas situaciones particulares en las que la proclamación de los textos es incomprensible.
La mayoría de los católicos se ha dado cuenta de que el movimiento litúrgico del siglo XX ha luchado por la reforma de la liturgia. Pocos han apreciado el hecho de que, cuando la Sacrosanctum Concilium (SC) ha invocado la reforma de la liturgia, lo hizo pidiendo que la reforma fuese acompañada de la promoción del culto litúrgico (cf. n. 1). Con este objetivo, era necesario que la liturgia comunica efectivamente lo que celebra, para que las mentes y los corazones de quienes toman parte en ella fuesen capaces de articular lo que era promovido. Esta hermenéutica sustenta la directiva de SC 11: “los pastores de almas deben vigilar para que en la acción litúrgica no sólo se observen las leyes relativas a la celebración válida y lícita, sino también para que los fieles participen en ella consciente, activa y fructuosamente”.
Después del Vaticano II, los pequeños misales perdieron mucho de su papel en la promoción de la vida litúrgica, dado que los fieles aprendieron las partes aprendieron las partes de la celebración que les correspondían y a recitarlas juntos “de forma comunitaria” (SC 21). Las lecturas son proclamadas ahora en voz alta y con el apoyo de sistemas de amplificación, desde un ambón dirigido hacia la asamblea. Muchos de quienes seguían antes los textos sobre los misales, se convirtieron en los pioneros del n. 29 de SC, porque, siendo ahora lectores, han descubierto una nueva y “sincera piedad”, al encontrarse ejerciendo una verdadera función litúrgica. El clero, animado por SC 24, ha comenzado a predicar de un modo ideal sobre la Escritura proclamada, con el resultado que desde los sermones se ha pasado a las homilías, arraigadas en la predicación litúrgica y destinadas a hacer accesible la palabra de Dios proclamada. En consecuencia, en la medida en que se hacían familiares con los ritos, los fieles necesitaban cada vez menos leer material de apoyo, que les diese indicaciones estructurales. Ellos habían mayormente dejado de lado los misales. Irónicamente, sin embargo, el uso de misales y de folletos va a volver a empezar, pues las parroquias deberán pronto utilizar las nuevas traducciones de la tercera edición del Misal Romano.
Es desalentador que muchas parroquias se hayan servido durante tantos años de folletos preparados de semana en semana. El desorden generado por ellos no sólo disminuye fuertemente el valor de un espacio armónico de recogimiento dentro del edificio sagrado; sino que ellos mismos se presentan a menudo mal redactados. Algunos editores de folletos añaden estrofas de cantos del todo irrelevantes respecto a los textos litúrgicos. La confianza depositada en estos cantos ha ayudado ciertamente a evitar enfrentarse con el reto, que se presenta de forma muy intensa, respecto al hecho de que hoy se canta de todo, pero se han perdido o descartado textos de las antífonas de entrada y de comunión. Además, la dignidad reconocida a las Escrituras no se valora de hecho cuando la asamblea gira la página del folleto, quizás a medias de la segunda lectura.
Queda por ver si la renovación en la publicación de los misales para la “forma ordinaria”, a la luz de las próximas traducciones nuevas, inaugurará un nuevo interés hacia un uso difundido de ellos a largo plazo. Lo que es cierto es que estas publicaciones necesitan empaparse del espíritu de la liturgia y promover la conformidad con lo q ue la Iglesia pide de nosotros, en esta renovada oportunidad para una auténtica catequesis sobre la Misa, ofrecida por las sugerencias procedentes de las nuevas traducciones. Para que los fieles sean reconducidos a una verdadera “plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas”(SC 14), es necesario aquellos a quienes se han confiado las mejoras del nuevo Misal “aprendan al mismo tiempo a observar las leyes litúrgicas”(SC 17). Entonces, los misales pequeños y cualquier otro material suplementario, resplandecerá como faro de unidad, es decir, de una liturgia celebrada, fielmente reformada y promovida de tal forma que se enseñe “tanto bajo el aspecto teológico e histórico como bajo el aspecto espiritual, pastoral y jurídico”(SC 16).
40 comentarios
Tal vez 'no' para durante la Misa (lo que manifiesta una incapacidad vergonzante para seguirla -o una falta de respeto algo más que evidente al que la oficia-)... pero sí para antes y después de ella.
: )
Y de esta forma es como lo organiza la Latin Mass Society, durante más de veinte años: Una cesta en la entrada de las iglesias con las libretas del Ordinario de la Misa, los folletos con las lecturas propias, en latín y en inglés, y otros folletos con los cánticos ( si la misa es cantada o mayor). Y les funciona divinamente.
Al final de la Misa, cada uno devuelve a su sitio las libretas y los folletos ( que en el caso de las lecturas y de los propios de la Misa, serán reusados al año siguiente) y sin problema ninguno.
Yo tengo misal y también Liber Usualis. Pero que yo sepa no hay de momento reediciones nuevas o económicas para todo el mundo. Un Liber o el Graduale Romanum, andan alrededor de los 100€. Los misales también son caros. Una familia de 5 igual no se lo pueden permitir. Pero un librito con el Ordo Missae para cada uno, no llega ni a la fracción de un solo misal. Y esto ciertamente es más asequible. Asequible incluso para la propia iglesia.
Lo mismo se puede aplicar para el Novus Ordo. Y no entiendo, porque no se podria editar un librito, con el Ordinario de la Misa por las dos formas para tener el Rito Romano al completo, que es precisamente lo que desa el Santo Padre. En esto mismo estoy trabajando, en la sociedad litúrgica a la que pertenezco.
Un saludo cordial
Fijo Dalgo, el misalito tradicional de Barroux latín-francés (yo resido en un país francófono), sale por 55 euros ¿caro? Todo depende de las prioridades de cada cual. ¿Cuánto cuesta un i-phone? ¿O una videoconsola? Y sin embargo, casi todo el mundo tiene estos artículos. Estoy suponiendo que escribe desde España, si está usted en Guatemala o Guinea Ecuatorial, estoy de acuerdo con usted en que no todo el mundo puede permitirse un misalito.
Hay buenas ediciones de misalitos para el N.O. (Socias, EUNSA), pero enmi experiencia salvo en muy contadas excepciones, el uso del misal sólo sirve para tomar conciencia de las rúbricas que no se cumplen o para desconcertarse con los prefacios y el canon que se va emplear.
Para el U.A. aquí se pueden comprar muy buenos misalitos en librerías de usados.
Saludos.
Por último, una importante noticia, la que creo debería ser imitada en todos lados, aunque en mi país no pasará de ser un sueño. Recientemente, en su discurso el Card. Bagnasco ha asegurado que se aplicará plenamente en Italia, la instrucción "Universae Ecclesiae" dirigido a dar una correcta aplicación del motu proprio "Summorum Pontificum" (documento que liberaliza el uso del misal antiguo en latín), de 7 de julio de 2007.
El cardenal Angelo Bagnasco, ha asegurado, en la apertura de la 63 ª Asamblea General del Episcopado italiano, que el objetivo perseguido por los dos documentos se dirige a "recuperar con empeño armonioso, dentro de cada diócesis, de todo el patrimonio litúrgico de la Iglesia Universal”. "En esencia - añadió el cardenal - de no herir mas la concordia de cada Iglesia particular con la Iglesia universal, trabajando para unir a todas las fuerzas y restituir a la liturgia su poderoso hechizo".
Pobreza existe en todo el mundo. España no es diferente en este sentido. Quien pueda permitirse un misal con cantos de oro y cintas de seda que lo tenga. Esperemos que tal generosidad redunde también en las colectas. Pero aún siendo este el caso, no veo inconveniente, en que cada iglesia parroquial, disponga de unos librillos con el Ordinario de la Misa. ¿Por qué? Pues porque siempre podría haber alguien nuevo, que asistiese a Misa.
En referencia al Usus Antiquior se trata de ayudar a su implementación. Y los libritos con el Ordinario de la Misa, ayudan precisamente a esto. ¿Qué sería preferible que todos los fieles dispusiesen de un misal diario? Por supuesto que sí. Pero esto no es probable. ¿Qué sería preferible que todos los integrantes de la schola cantorum dispusiesen de un Graduale Romanum o de un Liber Usualis? Preferible sería; pero tampoco lo veo probable.
En el peor de los casos, que se usen libretas o folletos para suplir estas deficiencias. Pero que esto no sea impedimento para la celebración de la Santa Misa al Usus Antiquior.
Así de sencillo.
La Santa Misa, es oración. El uso del misal diario para los fieles, podría ser recomendable en un principio y desanconsejable más tarde. Todo depende de la naturaleza de la persona.
Sería inapropiado, el uso de misalitos en la Schola Cantorum durante la Santa Misa, por la razón pertinente, que el canto bien realizado es una oración excelsa.
¿Se imaginan ustedes al organista siguiendo la Misa con el misal en vez de interpretar las piezas que le corresponden? ¿Es que acaso tiene que volver a asistir a Misa, por no poder seguir las oraciones en el misal?
Lo mismo aplicado a los acólitos. No es correcto que los acólitos sigan la misa por el misal diario. Están para servir, y seguir la rúbricas; es así como hacen oración.
¿Y que decir de las venerables viejecitas recitando continuamente el Rosario en vez de seguir la Misa por el misal? ¿Y de los que se confiesan durante la Santa Misa? ¿Es que acaso la Santa Misa es inválida para estos?
Respecto del desafortunado comentario de Martin Ellingham:
"Hay buenas ediciones de misalitos para el N.O. (Socias, EUNSA), pero enmi experiencia salvo en muy contadas excepciones, el uso del misal sólo sirve para tomar conciencia de las rúbricas que no se cumplen o para desconcertarse con los prefacios y el canon que se va emplear."
Muy señor mío, abusos de las rúbricas existen en las dos formas del Rito Romano. Aún me atrevería a decir, que hay más abusos seguramente por el Usus Antiquior que por el Novus Ordo, debido primordialmente, a que hay mas rúbricas en esta primera forma, que en la segunda. Lo que pasa, es que los que precisamente no levantan los ojos del misal diario no los advierten.
No seamos quisquillosos. Y menos con la forma ordinaria del Rito Romano.
Se pueden comprar nuevos en la librería de la FSSPX, pero aumenta el valor.
Otro de los problemas co el NOM(novus ordo missae) es el cambio anual de misal. (Y hay qué ver las horrendas portadas de esos misales!!) y hay que tirarlo a la basura porque viene en papel ácido muy corriente . En cambio el Usus Antiquior es eterno, por así decirlo. Es caro, el misal que acaba de imprimir Bonaventure press edición de 1945 en EEUU cuesta $60.00, aunque la parroquia de nosotros lo encargó y salió a $ 45 por mayoreo. Y hay personas que traen misales de los 30's, 40's y 50's. Yo quiero ir a Méjico y peinar las librerías de viejo para buscarme algún misal. Un saludo, don Isaac.
No tengo nada en contra de que se editen folletos con el ordinario de la misa, de hecho se hace en la mayoría de lugares a los que he asistido a la misa tradicional. Que no todo el mundo tiene dinero para un misal, es verdad, tampoco tiene todo el mundo dinero para comer. Le repito, le parece a usted caro 50 o 60 euros por un misal que va a durar una vida?
Si lo que yo sugiero, es lo que también usted ha observado en la mayoría de lugares a los que ha asistido a la misa tradicional, por algo será. Si no, no se haría. Si los misales se vendiesen al mismo precio que los folletos con el ordinario de la Misa, lógicamente, estos últimos no se verían donde usted ahora los ve.
Un saludo.
Respecto al cambio anual de ciclo, mi Misal abulta lo mismo que una Biblia y me caben los tres, y el único problema que le veo al papel (también lo tienen los misales del Antiquor que conservo de mis padres) es el estar en "papel biblia". Lo de la acidez también puee aplicarse a la contaminación (si es que estos tiempos "modernos"...)
respecto a las portadas... los otros es que no tenían, ni fea ni bonita, o eran imitando a los códices. Pero este es el problema del "arte sacro", que unos se pasan, otros no llegan (y la mayoría intentan copiar a los maestros con bastante menos habilidad)
De la eternidad... sólo Dios lo es. Lo demás, acaba sucumbiendo
No acepto que se diga que en nuestra sociedad consumista occidental (donde usted y yo residimos, al parecer) un misal de 50 o 60 euros no esté al alcance de prácticamente todo el mundo. Precisamente, uno de los argumentos de los opositores a la misa tradicional es que sólo los "ricos" podían seguir la misa en sus misalitos de lujo, mientras que "el pueblo" era mantenido en la ignorancia, lo cuál es grotesco.
En algunos países 60 euros es una suma considerable. Pienso en África o Hispanoamérica.
Ahora, la reedición de los misalitos para el U.A. podría hacerse a menor precio si se aprovecharan las editoriales que han impreso en cantidad biblias o liturgias de las horas.
Para el N.O., la edición de misales de calidad a bajo precio es difícil por la cantidad de textos y las variaciones.
Saludos.
Por eso hablaba de sociedad consumista occidental, lo que excluye Hispanoamérica, que es occidental pero no consumista, y África.
Se podrían hacer muchas cosas, como imprimir misalitos tradicionales con el ordinario y el propio de domingos y fiestas de guardar solamente y en formato "libro de bolsillo", por ejemplo. Pienso que existe la demanda, sobre todo en latín-castellano.
Simplemente me enoja que se dé a entender que la misa tradicional es una cosa de "ricos".
Saludos
Y no creo que un misal sea un gasto tan terrible; en aquellos tiempos lo teníamos todo el mundo (sobre todo las mujeres, los hombres pasaban más)y no eran épocas muy boyantes.
Estoy totalmente de acuerdo. Se ha gastado mucho dinero en subsidiar grandes tiradas editoriales de biblias como la "latinoamericana"... ¿Por qué no lo hacen con misalitos dominicales? Yo tengo uno español, de 1962, en papel biblia, con devocionario, y es de bolsillo, cómodamente portable.
Saludos.
a.-Tener las Oraciones para la preparación de la Misa.
b.-Tener algunas letanías a mano (las homilías de los curas de Novus Ordo, no sé por qué, suelen tener menos enjundia y ceñirse menos a la Escritura de lo deseable, NO QUIERO GENERALIZAR,es simplemente mi experiencia en diversos lugares)
c.-Tener a mano las oraciones del Ofertorio y el Canon, ya que es casi un milagro que un sacerdote emplee la Plegaria Eucarística I
d.-Tener un Propio disponible, que en las celebraciones Novus Ordo suele ser sustituido por cantos genéricos "de entrada", "de ofertorio", "de comunión", etc.
En España no es fácil encontrar misales de mano, ni siquiera en las Librerías San Pablo. Y es prácticamente imposible encontrar un Liber Usualis salvo por encargo.
Mi último atrevimiento fue ir a pedir un Breviarium no reformado y no sabían ni lo que era. Me llamó gratamente la atención que decían tener un Misal Novus Ordo en latín "por si me servía eso". Ejem...
Pero considera varias cosas:
a.-"Compañera te doy, que no sierva: ámala como Cristo ama a su Iglesia" no es la frase final del Rito del Matrimonio en España. Es la frase final de uno de los formularios de este rito (creo que el formulario D, no recuerdo, lo usamos en mi boda), que procede por traducción y modificación y adaptación, del Rito Hispano.
Puedes adivinar que nos casamos antes del Motu Proprio y que elegimos hacerlo con algo que tuviera poco que ver con el texto Bugniniano.
b.-No hay problema en lo del Misal Usus Antiquior en el Novus Ordo. Ciertamente NO SE PUEDE USAR EL LECCIONARIO, ciertamente, pero ¿qué tiene de malo si se hace por el Propio y por el Devocional? Nada.
El día que en las celebraciones Novus Ordo se respete el Propio me lo comunicas...
c.-Si llevas un Misal de Bugnini al Usus Antiquior te servirá lo mismo que si llevas una Guía Campsa de carreteras o el último número del HOLA, y resonarán en tus cortezas parietales las palabras del cardenal Stinkler y del cardenal Ratzinger: "artefacto inventado" y "cosa nunca vista en la Iglesia". Prueba.
Si el Papa lo firma, es Traditio.
Bien, sí, pero...
De hecho, los antiguos misales buscaban centrar la vida espiritual alrededor de la Liturgia. Con los medios tecnológicos que tenemos hoy en día, no quiero ni pensar lo que se hubiera conseguido.
No, no es ninguna tontería.
¿Bugnini y el Misal Mozárabe?????
No. A no ser que
"44. Es cierto que los sacramentos y el sacrificio del altar tienen una virtud intrínseca en cuanto son acciones del 'mismo Cristo, que comunica y difunde la gracia de la Cabeza divina en los miembros del Cuerpo místico; pero para tener la debida eficacia exigen una buena disposición de nuestra alma. Por esto advierte San Pablo, a propósito de la Eucaristía: «Examínese cada uno a sí mismo y después coma de este pan y beba de este cáliz»[30]. Por esto la Iglesia define breve y claramente todos los ejercicios con que nuestra alma se purifica, especialmente durante la Cuaresma, como «el entrenamiento de la milicia cristiana»[31]. Son, pues, acciones de los miembros que con la ayuda de la gracia quieren adherirse a su Cabeza, a fin de que repitiendo las palabras de San Agustín «se nos manifieste en nuestra Cabeza la fuente misma de la gracia»[32]. Pero hay que advertir que estos miembros están vivos, dotados de razón; y de voluntad propia, y por esto es necesario que acercando los, labios a la fuente, tomen y asimilen el alimento vital y eliminen todo lo que pueda impedir su eficacia. Hay pues, que afirmar, que la obra de la Redención, independiente en sí de nuestra voluntad requiere el último esfuerzo de nuestra alma para que podamos conseguir la eterna salvación.
45. Si la piedad privada e interna de los individuos descuidase el augusto sacrificio del altar, y se sustrajese al influjo salvador que emana de la Cabeza a los miembros, esto sería, sin duda, reprochable y estéril; pero cuándo todos los consejos y actos de piedad que no son estrictamente litúrgicos fijan la mirada del alma en los actos humanos, únicamente para dirigirlos a nuestro Padre, que está en los cielos; para estimular, saludablemente a los hombres á la penitencia y al temor de Dios y para; una vez arrancados de los atractivos del mundo y, de los vicios, conducirlas felizmente por el arduo camino a la cima de la santidad, entonces son no solamente loables, sino necesarios, porque descubren los peligros de la vida espiritual, nos mueven a la adquisición de la virtud y aumentan el fervor con que todos debemos, dedicarnos al servicio de Jesucristo.
6) Necesidad de meditación y prácticas espirituales.
46. La genuina y verdadera piedad, aquella que el Doctor Angélico llamo, «devoción» y que es el acto principal de la virtud de la religión, por la que los hombres se orientan debidamente, se dirigen conveniente a Dios y se dedican al culto divino[33], tiene necesidad de la meditación de las verdades sobrenaturales y de las prácticas espirituales, para alimentarse, estimularse y vigorizarse, y para animarnos a la perfección. Porque la religión Cristiana, debidamente practicada, requiere ante todo que la voluntad se consagre a Dios e influya sobre las demás facultades del alma. Pero todo acto de voluntad. supone el ejercicio de la inteligencia y antes de que se conciba el deseo y el propósito de darse a Dios por medio del sacrificio, es absolutamente necesario el conocimiento de los argumentos, y de los motivos que imponen la religión, como por ejemplo, el fin último del hombre y la grandeza de la divina Majestad, el deber de sujeción al Creador, los tesoros inagotables del. Amor con que El nos quiere enriquecer, la necesidad de la gracia para llegar a la meta señalada y el camino particular que la divina Providencia nos ha preparado, ya qué todos, como miembros de un cuerpo, hemos sido unidos con Jesucristo nuestra Cabeza. Y pues que no siempre los motivos del amor hacen mella en el alma agitada por las pasiones, es muy oportuno que nos impresione también la saludable consideración de la divina Justicia, para reducirnos a la humildad cristiana, a la penitencia y a la enmienda de las costumbres.
47. Todas estas consideraciones no deben ser una vacía y abstracta reminiscencia, sino que deben tender, efectivamente, a someter nuestros sentidos y facultades a la razón iluminada por la fe; a purificar nuestra alma, uniéndola cada día más íntimamente a Cristo, conformándola cada vez más a El, y sacando de El la inspiración y la fuerza divina de que tiene necesidad; a convertirse en estímulos cada vez más eficaces, que exciten a los hombres al bien, a la fidelidad al propio deber, a la práctica de la religión y al ferviente ejercicio de la virtud: «Vosotros sois de Cristo, y Cristo de Dios»[34]. Sea, pues, todo orgánico y, por decirlo así, «teocéntrico», si verdaderamente queremos que todo se encamine a la gloria de Dios por la vida y la virtud que nos viene de nuestra Cabeza divina: «Teniendo, pues, hermanos, en virtud de la Sangre de Cristo, firme confianza de entrar en el Santuario, que El nos abrió, como camino nuevo y vivo a través del velo, esto es, de su Sangre; y teniendo un gran Sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con sincero corazón, con la fe perfecta, purificados los corazones de toda conciencia mala y lavado el cuerpo con el agua pura. Retengamos firme la confesión de la esperanza... Miremos los unos por los otros para excitarnos a la caridad y a las buenas obras»[35].
48. De aquí se deriva el armonioso equilibrio de los miembros del Cuerpo místico de Jesucristo. Con la enseñanza de la fe católica, con la exhortación a la observancia de los preceptos cristianos, la Iglesia prepara el camino a su acción propiamente sacerdotal y santificadora; nos dispone a una más íntima contemplación de la vida del Divino Redentor, y nos conduce a un conocimiento más profundo de los misterios de la fe, para que de ellos obtengamos el alimento sobrenatural, con el que, fortalecidos, podamos adelantar seguros hacia la perfección de la vida por Cristo. No sólo por obra de sus ministros, sino también por la de todos los fieles, de tal modo impregnados del espíritu de Jesucristo, la Iglesia se esfuerza en empapar de este mismo espíritu la vida y la actividad privada, conyugal, social y, por último, económica y política de los hombres, para que todos aquellos que se llaman hijos de Dios puedan más fácilmente conseguir su fin.
49. De esta manera, la acción privada y el esfuerzo ascético dirigido a la purificación del alma estimulan las energías de los fieles y les disponen a participar más aptamente en el Sacrificio augusto del Altar, a recibir los Sacramentos con más fruto, y a celebrar los ritos sagrados de modo que salgan de ellos más animados y formados en la oración y la abnegación cristiana; a cooperar activamente a las inspiraciones y a las llamadas de la gracia y a imitar cada día más las virtudes del Redentor, no sólo por su propio beneficio, sino también para el de todo el Cuerpo de la Iglesia, en el cual todo el bien que se realiza proviene de la virtud de la Cabeza y redunda en beneficio de los miembros.
C) NO HAY REPUGNANCIA
50. Por esto en la vida espiritual no puede haber ninguna oposición o repugnancia entre la acción divina, que infunde la gracia en las almas, para continuar nuestra Redención, y la colaboración activa del hombre, que no debe hacer infructuoso el don de Dios[36]; entre la eficacia del rito externo de los Sacramentos, que proviene del valor intrínseco de los mismos («ex opere operato») y el mérito del que los administra o recibe («ex opere operantis»); entre las oraciones privadas y las plegarias públicas; entre la ética y la contemplación de las verdades sobrenaturales; entre la vida ascética y la piedad litúrgica; entre el poder de jurisdicción y de legítimo magisterio y la potestad eminentemente sacerdotal que se ejercita en el mismo ministerio sagrado.
51. Por graves motivos la Iglesia prescribe a los ministros de los altares y a los religiosos que en los tiempos señalados atiendan a piadosa meditación, al diligente examen y enmienda de la conciencia y a los demás ejercicios espirituales[37], puesto que están destinados de manera particular a cumplir las funciones litúrgicas del sacrificio y de la alabanza divina.
52. Sin duda, la plegaria litúrgica, siendo como es oración pública de la Esposa Santa de Jesucristo, tiene mayor dignidad que las oraciones privadas; pero esta superioridad no quiere decir que entre los dos géneros de oración haya ningún contraste u oposición. Pues estando animadas de un mismo espíritu, las dos se funden y armonizan, según aquello: «porque Cristo lo es todo en todos»[38] y tienden al mismo fin: a formar a Cristo en nosotros[39]".
"en un mismo templo por un lado quienes están celebrando según la N.O. y por otro los que están con el misal U.A."
No tiene nada de malo. Así se ha hecho siempre.
"Eso sería un Babel."
No, de eso nada. ES un único y mismo Sacrificio no sólo por lo muy bien que nos llevemos los que constituyamos la asamblea: la Unidad viene del Sacramento, no de la asamblea que se lleva bien o está físicamente junta.
"misa que no es "kika" (que me ocurre más de una vez)"
Yo no entiendo de Misas kikas, en tanto que se les ha dicho por activa y por pasiva que se ciñan a los libros litúrgicos aprobados. Ahora, si ellos quieren construir un verdadero Babel, pues que sigan.
"Oir".
El término "oir" aquí no se limita al hecho físico de percibir sonido. Más bien es una forma anticuada de decir lo que se quiere decir con el término "actuosa participatio".
Las palabras tienen sus limitaciones... fíjate la que se monta si traducimos "actuosa" por "activa" y además lo entendemos igual de mal que tú entiendes lo de "oir".
"no un derecho."
El propio Vaticano reconoce que los fieles tienen ciertos derechos litúrgicos.
¿Será acaso un don de Dios un texto, como el del Misal de Bugnini, redactado por una Comisión de Expertos setentera???
No, no nos confundamos.
El Don, en todo caso, es el Sacramento, su Presencia, su Sacrificio actual... pero no el absurdo texto del desgraciado Bugnini (en sentido no teológico lo de "desgraciado", sino más bien intelectual).
Tulkas: "así se ha hecho siempre" No será desde el vaticano II con la misa Novus ordo
"Oir", es cierto que es ambivalente, dejémoslo en "escuchar", poner hacia el Señor "todo nuestro corazón, toda nuestra alma, todas nuestras fuerzas"
Misas kikas. nos atenemos bastante más a lo que nos ha sido indicado que lo que muchos creen, y oberdecemos mejopr que otros so capa de defender la tradición litúrgica. Luego sigo.
Muy hermosos los textos de Pío XII (que algún día espero ver santo), pero por favor, ¿no hay textos sobre la liturgia más modernos que los de antes del Concilio Vaticano II? ¿No se ha legislado nada nuevo desde entonces?
La cantinela de la secta de los kikos es siempre la misma: somos los que "más" obedecen, somos los "más" católicos, somos los que "más" evangelizamos, somos, en fin, el motor de la Iglesia.
Pues vale.
De todas maneras, y ya que sacas al publicano y al fariseo, y dado que tanto gustas de apreciaciones subjetivas he de decirte que fue precisamente en una Misa Tradicional en la que yo me sentí, por vez primera, ante el Misterio y cómo debió de sentirse el publicano.
Pero eso son APRECIACIONES SUBJETIVAS, que ni quitan ni ponen.
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Pero precisamente esa actitud de acoger el Don recibido es lo que faltó en la Comisión de Expertos setentera que redactó el Misal de Bugnini.
"¿Ir a Misa? sólo no es suficiente. El precepto es "oir Misa entera", la que sea, pero "oir Misa entera". Si estoy leyendo, o en mis devociones...¿cómo "oigo"?. "
no es correcto, ya que la Misa es más, mucho más. La Misa no se puede racionalizar ni reducir a los sentidos. ¿Cómo puede preguntar la manera de "oir"? Se oye a Dios.
Y respecto a las devociones personales, me remito otra vez a Mediator Dei:
"132. Hay que advertir también. que están fuera de la verdad y del camino de la recta razón aquellos que, arrastrados por falsas opiniones, atribuyen a todas estas circunstancias tanto valor que no dudan en afirmar que, al omitirlas, la acción sagrada no puede alcanzar el fin prefijado.
133. No pocos fieles, en efecto, son incapaces de usar el «Misal Romano», aun cuando esté escrito en lengua vulgar, y no todos están en condiciones de comprender rectamente, como conviene, los ritos y las ceremonias litúrgicas. El ingenio, el carácter y la índole de los hombres son tan variados y diferentes, que no todos pueden ser igualmente impresionados y guiados por las oraciones, los cantos o las acciones sagradas realizadas en común. Además, las necesidades y las disposiciones de las almas no son iguales en todos ni son siempre las mismas en cada, persona. ¿Quién, pues, podrá decir, movido de tal prejuicio, que todos estos cristianos no pueden participar en el Sacrificio Eucarístico y gozar sus beneficios? Pueden ciertamente hacerlo de otras maneras, que a algunos les resultan fáciles, como por ejemplo, meditando piadosamente los misterios de Jesucristo o realizando ejercicios de piedad y rezando otras oraciones, que, aunque diferentes en la forma de los sagrados ritos, corresponden a ellos por su naturaleza".
Respecto a lo de los fieles que no entienden el Misal Romano, es claro que pueen adherirse espiritualmente a Dios, al sacrificio (yo apuntaría más, recordando que si uno no se encuentra digno para comulgar, puede hacerlo espiritualmente, y así no peca) pero ponerse a rezar con un Misal o un breviario...creo que no van por ahí los tiros de lo de las "formas de piedad" y lo de las otras oraciones, que creo uno ya se sabría de memoria y no necesitaría de "chuleta". en fín, creo que en el fondo vamos a lo mismo y nos une el amor a cristo Sacramentado(¡y posiblemente usted tenga más que yo!) Creo que es mejor dejar el tema.
Para Tulkas...pues no sé qué decir, si ya empezamos con los prejuicios, y si lo que diga "puede ser utilizado en mi contra". Si considera la parábola como una apreciación subjetiva, cabría pensar si ante ese Misterio en la Misa Tradicional se ha sentido Tulkas verdaderamente, pero verdaderamente, pecador, indigno, de esas veces terribles en que todo se vuelve amargo y se pierde la consciencia de ser hijo de Dios, de ese Dios que es todo Justicia pero también Amor;en que sólo el Sacramento de la reconciliación nos devuelve la alegría y la Vida. Y a esa "muerte óntica" ¿se le da la categoría de "subjetivo"?... ¿A verse empecatado hasta las cejas se le puede decir "subjetivo"? ¿A la alegría santa que da el arrepentimiento y la absolución se le puede llamar algo "subjetivo"? No entiendo.
Respecto al "kikismo"(que no niego que lo haya), a mí tampoco me gusta. Pero no se puede negar que el Neocatecumenado está siendo un medio para atraer a la Iglesia a muchos que de otra forma ni apareceríamos, y de madurar la fe que nos entregaron y perdimos (o dejamos perder). Y que el Señor suscita entre los neocatecumenales vocaciones al sacerdocio, y a la vida contemplativa, y al matrimonio abierto a la vida (que no es tener hijos irresponsablemente)es innegable. ¿Como en otros tantos sitios? Bien, pero a algunos no nos valieron en su momento esos "otros sitios" para encontrarnos con el Señor. Luego sí, hemos ido conociendo otros carismas, incluso ritos como la adoración al Santísimo, y hemos visto que son una riqueza, una joya más de nuestra madre la Iglesia que desconocíamos. ¿Mejores que nadie? quien nos conoce lo sabe ¿Más fieles que nadie? Obedecemos muchas veces aunque no entendemos, y punto. Como dijo un Padre del desierto: "los cabritos son los que son como yo; las ovejas, Dios lo sabe".
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