¡Bendita sea tu pureza!
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea,
en tan graciosa belleza.
A Ti celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día,
alma vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.Amén.
Mayo, Mes de María.
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Por la mañana, a las 9, rezábamos:
"¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a Vos y en prueba de mi filial afecto os ofrezco en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro ¡Oh Madre de bondad!
Guardadme, defendedme, como cosa y posesión vuestra. Amén"
Y antes de irnos a casa, rezábamos:
"Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir de Vos, que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestra asistencia, haya sido abandonado por Vos. Animado por esta confianza, a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, que aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vuestra presencia soberana. Oh madre de Dios, no desprecieis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén."
Y a las 12h, por supuesto, el Ángelus.
Oh, Maria, madre mia
Oh, consuelo del mortal.
Amparadme y guiadme
a la patria celestial...
Mírame con compasión,
no me dejes Madre mía,
en mi última agonía
sé mi amparo y protección.
En mi país, Ecuador, también en los últimos años se ha comenzado a rezas con esa omisión (por influjo de misioneros o inmigrantes). Y también se ha dejado de cantar con la música tradicional (por eso también la omisión).
"No me dejes Madre mía
morir sin tu bendición"
Pero el original es el que aquí figura, con la sola salvedad de que se han puesto dos versos en un mismo renglón.
Creo que Ricardo tiene razón.
"...no me dejes, madre mía
morir sin confesión
en la última agonía"
Ya por afán erudito y sin intención polémica, ¿serían tan amables de informarme las fuentes de su afirmación? En mi calidad de profesor de Historia de la Iglesia he encontrado el texto que cito en documentos coloniales. Y de acuerdo con las normas comunes de la crítica de textos tiendo a aceptar la "versión más difícil", en este caso: es más fácil la supresión de dos versos que la suma. Las variantes pueden darse justamente porque la gente sabía que había dos versos más y no los recordaba con exactitud. La supresión, por daños en las copias manuscritas.
Desde el punto de la devoción a la Madre de Dios, es gratificante que en nuestro mundo hispano hablante continuemos con esa vieja tradición, rezando, y cantando, una oración tan sencilla, pero profunda y teológicamente intachable. La aprendí de labios de mi madre y siempre la rezamos después de las tres avemarías antes de acostarnos.
Mirame con compasión, no me dejes Madre Mía. Por tu pura concepción, Madre del Divino Amor. Amen.
Para mí, más que poesia, o la metrica, es una oración, un diálogo amoroso entre la Madre del Cielo y nosotros sus hijos terrenales.
Viva Jesús, Viva María.
Saludos desde México. Al estar buscando material para un concierto que estoy preparando, me encontré con esta página y me llamó la atención la información que todos están compartiendo. ¿Tendrán ustedes de casualidad alguna partitura con la notación musical de esta alabanza? De ser posible en aechivo electrónico, mucho mejor.
Se los agradeceré infinitamente.
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