La vida moral y la ley civil: un documento de la Congregación para la doctrina de la Fe sobre el aborto
La Congregación para la Doctrina de la Fe publicó el 18 de Noviembre de 1.974, una Declaración sobre el aborto provocado (Qaestio de abortu). Entre otras cosas, señala lo siguiente:
19. En casi todas partes la discusión moral sobre el aborto va acompañada de graves debates jurídicos. No hay país cuya legislación no prohíba y no castigue el homicidio; muchos, además, han precisado esta prohibición y sus penas en el caso especial del aborto provocado. En nuestros días, un amplio movimiento de opinión reclama una mitigación de esta última prohibición. Existe ya una tendencia bastante generalizada a querer restringir lo más posible toda legislación represiva, sobre todo cuando la misma parece toda legislación represiva, sobre todo cuando la misma parece entrar en la esfera de la vida privada. Se repite además el argumento del pluralismo: si muchos ciudadanos, en particular los fieles de la Iglesia Católica, condenan el aborto, otros muchos lo juzgan lícito, al menos a título de mal menor; ¿por qué imponerles el seguir una opinión que no es la suya, sobre todo en países en los cuales sean mayoría Por otra parte, allí donde todavía existen, las leyes que condenan el aborto se aplican con dificultad: el delito ha llegado a ser demasiado frecuente como para que pueda ser siempre castigado y los poderes públicos encuentran a menudo más prudente tolerar de hecho. Pero el mantener una ley que ya no se aplica no se hace nunca sin detrimento para la autoridad de todas las demás. También hay que añadir que el aborto clandestino expone a las mujeres que se resignan a recurrir a él a los más grandes peligros no sólo para su fecundidad futura, sino con frecuencia también para su vida. Por tanto, aunque el legislador siga considerando el aborto como un mal, ¿no puede proponerse limitar sus daños?
20. En estas razones, y otras más que se oyen de diversas partes, no son decisivas para permitir legalmente el aborto. Es verdad que la ley civil no puede querer abarcar todo el campo de la moral o castigar todas las faltas; nadie se lo exige. Con frecuencia debe tolerar lo que en definitiva es un mal menor para evitar otro mayor. Sin embargo, hay que tener en cuenta lo que puede significar un cambio de legislación: muchos tomarán como autorización lo que quizá no es más que una renuncia a castigar. Más aún, en el presente acaso, esta renuncia hasta parece incluir, por lo menos, que el legislador no considera ya que el aborto como un crimen contra la vida humana, pues en su legislación el homicidio sigue siendo siempre gravemente castigado. Es verdad que la ley no está para zanjar las opiniones o para imponer una con preferencia a otra. Pero la vida de un niño prevalece sobre todas las opiniones: no se puede invocar la libertad de pensamiento para arrebatársela.
21. La función de la ley no es la de registrar lo que se hace, sino la de ayudar a hacerlo mejor. En todo caso, es misión del Estado preservar los derechos de cada uno, proteger a los más débiles. Será necesario para esto corregir muchos errores. La ley no está obligada a sancionar todo, pero no puede ir contra otra ley más profunda y más santa que toda la ley humana, la ley natural inscrita en el hombre por el Creador como una norma que la razón contiene dentro de sí y se esfuerza por formular, y es preciso tratar de comprender mejor, pero que nunca se debe contradecir. La ley humana puede renunciar al castigo, pero no puede declarar honesto lo que sea contrario al derecho natural, pues una tal oposición basta para que una ley no sea ya ley.
22. En todo caso debe quedar bien claro que un cristiano no puede jamás conformarse a una ley inmoral en sí misma; tal es el caso de la ley que admitiera en principio la licitud del aborto. Un cristiano no se puede ni participar en una campaña de opinión a favor de semejante ley, ni darle su voto. Ni podrá tampoco colaborar en su aplicación. Es, por ejemplo, inadmisible que médicos o enfermeros se vean en la obligación de prestar cooperación inmediata a los abortos y tengan que elegir entre la ley cristiana y su situación profesional.
23. Lo que por el contrario incumbe a la ley es procurar una renovación de la sociedad, de las condiciones de vida en todos los ambientes – comenzando por los menos favorecidos – para que siempre y en todas partes sea posible una acogida digna del hombre a toda criatura humana que viene a este mundo. Ayuda a las familias y a las madres solteras, ayuda asegurada a los niños, estatuto para los hijos naturales y organización razonable de la adopción: toda una política positiva que se debe promover para que haya siempre una alternativa concretamente posible y honrosa al aborto.
Documentos, 1.966 - 2.007, Congregación para la Doctrina de la Fe. Ed. BAC, pp. 111 - 113
Nada nuevo bajo el sol. ¿O sí? El documento se promulgó en el año 1.974, como indiqué más arriba. El 6 de Octubre de 1.983, el Parlamento español promulgó la ley que despenalizaba el aborto en tres supuestos, por 186 votos a favor (socialistas, tres diputados de Minoría Catalana y de ERC), 109 en contra (Grupo Popular, 4 de centristas, 5 de Minoría Catalana y 3 del PNV) y 4 abstenciones. La cuestión es que, cuando el PP llegó al poder, la segunda vez con mayoría absoluta, no hizo nada para eliminar dicha ley y volver a la situación anterior - ¿qué hicieron los políticos católicos del PP? – Hoy, tras como previó el documento de la CdF, la cuestión estaba ya lo totalmente madura, socialmente hablando, para que el aborto se convierta definitivamente en derecho.
2 comentarios
Sí, si la tienen, pero su conciencia no sirve a nuestro Señor, sino que sirve al "otro".
Ellos solo hacen lo que mejor les ha enseñado su padre, es decir, se dedican a la mentira y al engaño, y si a eso le sumamos la tibieza de muchos que serán vomitados, mas la contumacia de otros tantos falsos piadosos que en realidad no son mas que fariseos y herejes, mas la ignorancia de millones que se mueren por falta de conocimiento (Madre y ... ¿"Maestra"?), etc... lo que tenemos es la perdición de millones de almas y la gran apostasía de un reino que decidió suicidarse al despreciar lo mas hermoso que puede tener el hombre y dedicarse a adorar a los ídolos de todo tipo y a servir al citado "otro" señor: ¿abominación de la desolación?
Por tanto, esos "gobernantes" (casta política toda) sí son unos criminales y unos falsos cristianos (especialmente los peperoni), pero de ignorantes no tienen nada, y de cobardes en el sentido que solemos hacerlo tampoco (lo que hacen no lo hacen ni por cobardía ni por "complejos", así que cuidado cuando nos vendan eso de los "complejos").
Desde luego que sobran todos, desde juancarlitos y toda su dinastía de borbones felones (todos lo fueron, desde el primero al último, como lo será felipito, si llega...) hasta la cohorte de chupópteros demagogos que es la casta política "timocrática" pasando por toda esta plaga de endemoniados y descastados eXpañoles.
Hemos estado pidiendo fuego a gritos y fuego es lo que vamos a tener, porque el fuego limpia, desinfecta y purifica. Lo que no se si es si tras el fuego habrá catarsis o si el apocalipsis que está por venir ya será el último de la traidora España, incluso el último de esta pecadora humanidad entera.
Así pues, arrepentíos y convertíos porque está cerca el reino de Dios.
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