Se rompe el tabú Dossetti
Les aconsejo a mis queridos lectores que lean el artículo del vaticanista Sandro Magister en torno al libro del historiador católico Roberto de Mattei, en las que se pone negro sobre blanco las maquinaciones de Giuseppe Dossetti (1919-1996, en la foto), que fue perito del cardenal Giacomo Lercaro, arzobispo de Boloña.
Dice Magister:
Como perito conciliar, Dossetti usufructuó sus habilidades. El 10 de noviembre de 1962, otro célebre perito, el teólogo dominico Marie-Dominique Chenu, anotó en su diario esta frase de Dossetti: “La batalla eficaz se juega en el procedimiento. Es siempre por esta vía que he vencido".
Su apogeo fue en 1963, en la segunda sesión del Concilio, cuando durante algunos meses Dossetti actuó de hecho como secretario de los cuatro cardenales “moderadores", uno de los cuales era Lercaro, convirtiéndose en el sostén de todo la estructura.
Era él quien debía escribir las cuestiones sobre las que los padres conciliares debían pronunciarse. El 16 de octubre de 1963, cuatro de esas cuestiones – sobre el tema de la colegialidad episcopal – fueron publicadas, inclusive antes de ser entregadas a los padres conciliares, en el diario boloñes “L’Avvenire d’Italia” dirigido por Raniero La Valle, amigo muy íntimo de Dossetti y Lercaro. Irritado, Paolo VI ordinó el retiro de las 3000 copias de este diario, como cada mañana, estaban a punto de ser distribuidas gratuitamente a los padres conciliares.
También luego del Concilio Dossetti siguió ejerciendo una influencia profunda en la cultura católica no sólo italiana.
Es él quien dio vida – con algunos historiadores, seguidores suyos, el primero de los cuales fue Giuseppe Alberigo – a esa interpretación del Vaticano II que hasta el día de hoy ha tenido más fortuna en todo el mundo, condensada en cinco volúmenes de “Storia” traducidos en muchos idiomas.
No sólo eso. Dossetti fue para muchos también un gran inspirador de una visión conjunta teológica y política. Con un fuerte ascendiente entre el clero, entre los obispos y entre los católicos políticamente activos en la izquierda.
Según cuenta Magister, el primero que rompió la baraja en torno a Dossetti fue el cardenal Biffi, arzobispo de Bolonia. Magister recoge en el artículo una parte sustancial de sus memorias. Todo magro. Sino vean los siguientes ejemplos:
Eclesiología
Más aún, en la misma circunstancia Dossetti se complace directamente en haber “llevado al Concilio – aún cuando no fue triunfante – una cierta eclesiología que era reflejo también de la experiencia política hecha". ¿Pero qué tipo de “eclesiología” podía brotar de tal inspiración y de estas premisas “mundanas”?
Él fue introducido en el juzgado de instrucción del Vaticano, con el título de experto personal del arzobispo de Boloña [Giacomo Lercaro]. El 12 de setiembre de 1963, el nuevo Papa, Paolo VI, comunicó su decisión de designar cuatro “moderadores”, en las personas de los cardenales Lercaro, Suenens, Döpfner y Agagianian, con la misión de presidir por turnos la asamblea conciliar por cuenta del Papa. Como se ve, era un encargo que cada uno de los designados habría debido ejercer solamente en forma individual.
Pero Lercaro persuadió a sus colegas para que aceptaran a don Dossetti como su secretario común, y con este nombramiento se configuró en la práctica una especie de “Consejo de los moderadores”, que termina cumpliendo en forma indebida una función muy diferente de la prevista y concebida, con una autoridad mucho más amplia que la pensada originariamente.
Es el momento de la máxima influencia de Dossetti, pero ella no podía durar. En el fondo, se trataba, de un arbitrario golpe de mano que alteraba la estructura legítimamente establecida. El Concilio ya tenía una secretaría general, presidida por el obispo Pericle Felici, quien no tardó en lamentarse de la situación irregular que se había creado.
Cristología.
A fines de octubre de 1991, Dossetti me llevó cortésmente a leer el discurso que le habían encargado por el centenario del nacimiento de Lercaro. “Examínelo, modifíquelo, agregue o quite con libertad", me dijo. Era ciertamente sincero: en ese momento hablaba el hombre de Dios y el presbítero fiel.
Lamentablemente, encontré efectivamente algo que no encajaba. Era la idea, presentada por Dossetti con fervor, que así como Jesús es el Salvador de los cristianos, del mismo modo la Torah, la ley mosaica, es también el camino hacia la salvación para los judíos. Esta aseveración estaba tomada de un autor alemán contemporáneo, y era grata para Dossetti, posiblemente porque entreveía la utilidad a los fines del diálogo judeo-cristiano.
Pero como primer responsable de la ortodoxia en mi Iglesia, jamás habría podido aceptar que se pusiera en duda la verdad revelada que Jesucristo es el único Salvador de todos. […]
“Don Giuseppe, – le dije – ¿pero jamás ha leído las páginas de san Pablo y las narraciones de los Hechos de los Apóstoles? ¿No le parece que en la primera comunidad cristiana el problema era directamente el contrario? En esos días era indudable y firme que Jesús era el Redentor de los judíos; nunca se discutió si también los gentiles podrían estar plenamente alcanzados por su acción salvífica".
Entre otras cosas, – me decía entre mí – no hay que olvidar una pequeña frase de la Carta a los Romanos, en ese pasaje en el que dice que el Evangelio de Cristo “es potencia de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primero y luego del griego” (cfr Rm 1, 16).
Dossetti no estaba acostumbrado a renunciar a ninguna de sus convicciones. Al final, aquí cedió frente a mi advertencia que, en este caso, lo interrumpiría y refutaría públicamente. Él se permitió pronunciar esta sola expresión: “No parece que sea conforme al pensamiento de san Pablo decir que el camino de la salvación para los cristianos es Cristo, y para los judíos es la Ley mosaica". No había nada de erróneo en esta frase, y yo no puse objeciones, aun cuando lo que yo habría preferido hubiera sido no insinuar siquiera una opinión teológicamente un tanto aberrante.
Y mucho más.
Es realmente triste que en España estos debates no se puedan tener públicamente, sin que en menos que se persigna un cura loco, le llamen a uno cualquier cosa menos bonito. Será cuestión del fulanismo español, como dijo Ortega.
14 comentarios
Dice Billuart que "si un hereje pervierte con una falsa doctrina una comunidad entera, si un particular se entera y puede hacerlo, debe impedirlo aún a riesgo de su vida. Si se debe proporcionar socorro al riesgo de la propia vida cuando el riesgo amenaza el bien común temporal, con mayor razón en el caso del bien espiritual".
El entonces Cardenal Ratzinger coincidió en señalar en la Iglesia postconcialir la falta del socorro debido: "El mito de la dureza del Vaticano frente a las desviaciones progresistas se revela como una vana elucubración. Hasta el momento solamente se han pronunciado admoniciones, y en ningún caso penas canónicas en sentido propio (...) El mismo obispo que, antes del Concilio, había expulsado a un profesor irreprochable por causa de su forma de hablar un poco rústica, no ha sido capaz, después del Concilio, de echar a un profesor que negó abiertamente algunas verdades fundamentales de la fe".(desgraciadamente así es).
¿No es verdad que esta falsa doctrina de Dosseti sobre los dos caminos de salvación, está hoy muy extendida en el ecumenismo actual con los judíos? Es bastante obvio que sí, y lo más preocupante no es la heteropraxis, sino que esa misma heterodoxia, eso sí matizada y nunca afirmada claramente, se sigue diciendo en las más altas instancias de la Iglesia. Prefiero no citar un ejemplo reciente, para evitar, si cabe, ser censurado, dada la frecuencia conque últimamente se hace.
Sólo hay un camino de salvación: Cristo; y aquel judío que no crea en Él, excepto ignorancia invencible, no se salvará, al igual que cualquier otro de otra nación en la misma actitud. Así que sigamos orando por la conversión de los judíos a Cristo y si tienen oportunidad, hagan misión y evángelicen entre ellos, porque de lo contrario no se cumple con el mandato del Señor : "Id y evangelizad..." . Ël nunca dijo "id y evangelizad a todos, menos a los judíos". Ni jamás la Iglesia lo entendió así, porque es un mandato divinamente revelado, contra el que nadie puede ir, ni la misma Iglesia.
Tesis: A es B.
Prueba de la tesis: se prueba que A es B, por la simple afirmación A es B.
Respuesta a las objeciones: la solidez teológica del argumento con el que se prueba la tesis es suficiente para presumir la estupidez, o la arrogancia pertinaz, de quienes formulan objeciones. Además, los objetores, no están en plena comunión con la Iglesia; ergo, su inhabilidad moral los incapacita para plantear cualquier dificultad contra la tesis probada.
Acierta como siempre Martin Ellingham.
Resulta descorazonador, no obstante, que cuando creíamos que el pontificado de Benedicto XVI supondría la superación de ciertos excesos ecuménicos, se nos anuncie la reedición en octubre de este año del "numerito" de Asís.
Italiano de http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1346167
"In quei giorni era indubbio e pacifico che Gesù fosse il Redentore degli ebrei; si discuteva CASO MAI se anche i gentili potessero essere pienamente raggiunti dalla sua azione salvifica".
Traducción correcta:
"En esos días era indudable y firme que Jesús era el Redentor de los judíos; se discutía EN TODO CASO si también los gentiles podrían estar plenamente alcanzados por su acción salvífica".
Y sabemos que se discutía por las explicaciones que tuvo que dar San Pedro cuando volvió a Jerusalén despues de bautizar al centurión Cornelio, en un episodio en que no sabemos si Pedro hubiese bautizado a Cornelio si el Señor no le hubiese "forzado la mano" derramando el Espiritu Santo sobre Cornelio y su familia.
LA NOTICIA. El fundador de MILES IESU, Alfonso Durán, ha sido apartado de su cargo por "severos problemas de salud mental y física", y la comisión de numerosos abusos contra sus subordinados:
http://www.catholicherald.co.uk/news/2010/07/29/miles-jesu-founder-dismissed-for-totally-unacceptable-behaviour/
Un comportamiento calificado de "totalmente inaceptable", motivado "por un equivocado sentido de la obediencia". Todo en un instituto religioso de claro perfil neocon, con el obediencismo ciego como cuño.
Los "fundadores iluminados" giran cheques en blanco a la cuenta del Espíritu Santo pero la Iglesia luego tiene que hacerse responsable.
Saludos.
Felicidades, don Isaac, caramba, no había encontrado esta perla de gran precio! Muchas gracias a todos, he aprendido algo nuevo hoy. Los 72 schemata o borradores perfectamente ortodoxos que se sometieron para discutir en el Concilio Vaticano II, fueron preparados por 871 académicos de todo el mundo durante dos años. Un día antes de la apertura del Concilio, todo este material fué arrojado al cesto de la basura. No sobrevivió ni una sola frase.
Todo se rehizo nuevamente, dando preferencia total al material presentado por los progres, los Chenu, Schilebeeckx, Kung, DeLubac, Rahner y demás impusieron la agenda y marcaron el rumbo. Y lo demás es historia...
¿Tan penetrado estaba el clero por las malas doctrinas?, ¿qué hicieron esos papas y los cardenales para impedir que la mala hierba prosperase?, ¿qué se enseñaba en los seminarios?
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