¿Fin de la comunión en la mano?
En la pasada celebración de la Misa del Gallo por el Romano Pontífice ocurrió, durante la administración de la Sagrada Comunión, un hecho que me llamó poderosamente la atención. Los que fueron a recibir la comunión del Papa, lo hicieron de rodillas, como es habitual. Hubo un momento especialmente emotivo, cuando una persona de edad provecta, que se desplazaba ayudado de un bastón se arrodilló para recibir al Señor, siendo auxiliado para recobrar la posición vertical: cuando se quiere, se puede.
Esta imagen, contrasta con la cantidad de reumáticos que tenemos en España – aunque supongo que pasará igual en otros lugares -, que impide a tantas y tantas personas arrodillarse durante la Consagración.
De escuchar el canon de rodillas, ni hablamos. Tantos años hollando la liturgia, tiene sus consecuencias, ¡ay!
Siendo realmente ejemplar la actitud de dicho hermano, no es esto precisamente lo que me llamó la atención – que también -, sino lo que ocurrió en otro sitio de la Basílica. Dos personas, se acercaron a recibir la comunión en la mano. La primera, mano sobre mano, se acercó al sacerdote y éste, en vez de depositar la Sagrada Forma en la palma, la introdujo en la forma. El que venía detrás del primer fiel, hizo la misma operación y, como no podía ser de otra manera, el sacerdote también.
¿Estamos ante la revocación del indulto concedido bajo el Pontificado de Pablo VI? La manera que tiene de actuar el Papa Benedicto es conocido por todos, enseñando, no imponiendo. Otra cosa son los Obispos. Los mismos que extendieron, urbi et orbi, el indulto concedido por Paulo VI, se podrían aplicar el cuento y hacer lo mismo en sus celebraciones litúrgicas, sugiriendo a sus sacerdotes que hagan lo mismo y formando a los catequistas en estas praxis litúrgicas.
Como no soy un iluso, sé que esto no se hará: la Misa según la Forma Extraordinaria es un buen ejemplo de lo que digo. Posiblemente esto no sea el fin de la comunión de la mano, sino el principio del fin. Una pica, no en Flandes, sino en Roma.
¡Arriba los corazones!
Otros dice: Fr. Z’s blog
67 comentarios
La comunión en la boca y de rodillas impone la necesidad de poner reclinatorios y requiere de una mayor dedicación temporal del sacerdote.
Personalmente, considero que la comunión en la mano y de pie sólo debería ser una excepción singular en cada celebración: quien no puede ponerse de rodillas, quien mejor debe dársela en la mano, en las misas neocatecumenales...
La comunión en la mano y de pie ha acabado siendo degenerada por el paso del tiempo debido al abuso negligente de fieles y sacerdotes: hay quien la coge directamente, quien con la derecha o la izquierda, quien se la come ante el sacerdote o después (con el peligro de esconderla para usarla para otros fines impíos), quien se le cae...
La comunión en la boca y de rodillas, por el contrario, no admite desviaciones, irregularidades ni abusos: se dispone en la boca y de rodillas...
Y una pregunta , no lo he podido encontrar en la Biblia. ¿Dió Jesús originalmente a los apóstoles la Primera Comunión en la boca a los Apóstoles? ¿estaban estos de rodillas o tendidos como se acostumbraba?
Yo tengo la suerte de poder asistir casi adiario a comulgar a una basílica en la que se comulga de rodillas y abro mi boca entrelazando mis manos.
Aun algunos ponen la mano y otros tienen la desvergüenza de comulgar sentados, en silla de ruedas. ¡pobre pecadores!
Bórrame si quieres, no espero menos de fariseos.
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IGE: ¿Y la Iglesia, pinta algo en todo esto? Quiero decir, ¿es Pedro la roca sobre la fundó Cristo su Iglesia? ¿Está asistida por el Espíritu Santo? No se preocupe, no le borraré su comentario, porque soy tan fariseo como San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, San Juan de Ávila, San Francisco de Borja, San Pascual Bailón, Santa Ángela de la Cruz, San Francisco de Sales, San Carlos Borromeo, etc...
¡Ah, sí! Me alegro que usted se equipare con los apóstoles - por cierto, sacerdotes -.
¡Felices Pascuas!
San Cirilo de Jerusalén
Ver artículo sobre la cuestión en:
http://www.diocesisdecanarias.es/preguntarespuesta/sacramentos/02e2fa99210b53a09.html
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IGE: ¿Y? Cuando ustedes sacan a colación esa cita, ¿lo hacen mirando como comulgan los fieles en la Parroquia, o es una mera abstracción? Por cierto, yo también sé jugar a las citas, ¿le saco alguna de San Juan Crisóstomo y el canto?
http://www.youtube.com/watch?v=Ae76ZHDFDRo
Claro, Isaac, que cuando llegue el día, que llegará, que no me pueda poner de rodillas agradeceré que también pueda recibir al Señor de pie y en la boca.
En este contexto, en que se piensa que recibir la comunión forma parte simplemente del acto -todos se dirigen hacia delante, por tanto, también voy yo- he querido establecer un signo claro. Debe verse con claridad que allí hay algo especial. Aquí esta presente Él, ante quien se cae de rodillas".
Y por cierto, no se trata propiamente de un "indulto" sino de una autorización. Salvo que salga un documento con una nueva normativa es muy difícil que la práctica de la comunión en la mano se extinga.
Tineo:
Aquella frase de San Cirilo de Jerusalén está dirigida a los OBISPOS, y por extensión, a los sacerdotes. Ellos si tienen la facultad de tomar la Sagrada Comunión de sus propias manos. Mas, nosotros, los fieles, no podemos ni debemos hacerlo.
Sr. Reumático:
Creo que si alguien no puede ponerse de rodillas, no es impedimento para recibir la comunión en la boca (aún cuando sentado en su silla de ruedas o de pie con un bastón). Todo esto a menos que el reumatismo le afecte la boca.
Isaac:
En efecto, es el principio del fin de un abuso que se convirtió en norma, sin duda, a causa del pecado.
Saludos!
buenísimo que comulgue, y que comulgue como pueda. Tampoco los celíacos pueden comulgar como todo el mundo.
Ahora bien, ¿por eso tenemos que hacernos reumàticos o celìacos todos?
En cuanto al falaz que pregunta cómo comulgaron los apóstoles, además de esos argumentos melodramáticos y efectistas que trae, le diremos que Jesucristo instituyó un rito en el marco de una comida ritual en sí misma. Los apóstoles se fijaron en el rito concreto, que luego se fue plasmando en formas de acuerdo con el significado que la fe daba a cada elemento. Como es claro para el católico que en la hostia consagrada se encuentra Jesucristo en cuerpo, sangre, alma y divinidad, no parece que cualquier manera de recibirla sea conveniente, sino una que exprese esta verdad.
No conozco a ningún sacerdote que imponga a sus fieles comulgar de rodillas y en la boca, aunque alguno habrá. Sin embargo, conozco muchos que de una forma más o menos directa, sí les obligan a comulgar en la mano, privándoles, especialmente a los niños, del natural asombro, admiración y respeto que surge hacia la Eucaristía del que tiene una fe limpia y sincera.
Aquí también han aumentado mucho "los reumáticos".
Sin duda el Santo Padre enseña con el ejemplo , y ojalá seamos capaces de aprender .
Me refiero a la fila de fieles en el lateral, no la del Papa. En esa fila, se ve perfectamente a un par de feligreses que extendieron sus manos y la negativa del sacerdote elevando la Hostia consagrada al nivel de sus bocas. Ambos fieles la recibieron y no en las manos.
Fue un detalle verlo en TV. Da una idea de las recomendaciones de Benedicto.
En mi opinión estas cosas llevarán su tiempo, al igual que la reforma de la reforma Litúrgica tan necesaria y vital. Los cambios y usos no se producen en un año o tres. Máxime cuando lo contrario ha sido un camino de décadas.
Lo cual no exime del deseo, lo más pronto posible, a quienes pensamos que arrodillarse ante la presencia real de Nuestro Señor, bajo las especies, no es un mero rito de gusto personal o una simple participación de los fieles a una cena conmemorativa como algunos piensan.
Dicho lo anterior, cualquier persona que físicamente esté impedida para arrodillarse, por lógica se le exime. No es necesario ni discutirlo. Sentido común.
Volvemos a lo mismo de siempre en todas las polémicas (moral, eucaristía, etc): las situaciones excepcionales no se deberían elevar a norma extendida, que es lo que ha pasado con la comunión.
Está claro que Benedicto piensa en esta línea.
Lo asemejaba al misterio de Belén, a la posibilidad de coger al Niño Dios.
En la Iglesia Ortodoxa, con todo su oropel y liturgia y incienso, etc... lo de comulgar con apenas unas miguitas en el vino directamente en la boca, le parecía muy "lejano".
Quien quiera demostrar que comulgar en la mano implica menos reverencia, adoración, admiración y sacralidad que hacerlo en la boca habrá de hacerlo con firmes argumentos estadísticos y sociológicos, y no vale decir "antes se comulgaba en la boca y eso produjo santos", porque no sabemos aún los santos que se están produciendo en nuestros años de comunión en la mano.
¿O alguien dirá que quien comulga en la mano no es afectado por Dios a través del sacramento igual que quien lo hace en la boca?
Tineo, lo de que San Cirilo hablaba a obispos, no a laicos... ¿dódne lo aprendió? ¿Cómo lo sabe? ¿Nos lo puede confirmar con algún link o algo así?
1) una cita de los Padres sacada de contexto no es Magisterio si no hay consenso unánime.
2) justificar la generalización de una excepción (caso de la Comunión en la mano) sobre la base de prácticas que pudieron haberse dado en una supuesta Iglesia primitiva, es arqueologismo y no justifica nada desde el punto de vista teológico (y, por ende, litúrgico). Así como el dogma ha ido develándose a lo largo de los siglos, del mismo modo la liturgia ha ido evolucionando con una mayor comprensión de los signos litúrgicos y del sacramento eucarístico al menos hasta 1969; y, lo que quizá le sorprenda, las mayores solemnidades (especialmente en materia eucarística) han sido pedidas por los propios fieles al clero y no al revés, como ha quedado demostrado en numerosas investigaciones.
MUcha crueldad e insensibilidad de parte de los consejeros del Papa y del Papa mismo, al no darse cuenta lo negativo que proyecta imagenes así, forzando a ancianos a alguna fractura, que pena que para algunos les importe mas las formas que el significado de la Eucaristia, que es Sacramento del Amor y no de tortura. Cristo llamaba a estos fariseos
Y si tanto el Papa como sacerdotes, esto quiere decir la Iglesia, no obligan a ello, ¿por qué cierto grupo de laicos sí lo quieren imponer? ¿Qué buscan con ello?
Nos falta mucho y no estoy segura si lo que necesitamos para hacer más corto el camino es una mejor comprensión de lo que significa la hermenéutica de la continuidad o más bien una mejor actitud.
Ah, y enhorabuena por el blog "Sacram Liturgiam", D. Marco Antonio. Se puede aprender mucho y bueno en él.
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Yo no sabía eso. Me lo aclaró en su comentario D. Marco Antonio Echeverría Díaz. Yo solamente puse la frase de San Cirilo de Jerusalén, que provocó las iras del blogger.
No voy a ser yo quien impida nada que la Iglesia autorice o le imponga nada, pero, para su información:
"¿Quien se va a interponer entre Dios y yo para decirme que lo estoy haciendo mal, que no debo recibir así a Dios?"
El Misal Romano y el sacerdote. Usted, desde luego, no.
"¿Acaso lo voy a ofender? Y si así fuera, ¿qué mas os dá? Es problema mio
Si, es problema del sacerdote si usted ofende a Dios en la comunión. No sólo suyo. Usted necesita de un intermediario válido ante Dios; ése es el sacerdote para ofrecer el sacrificio de la Misa.
Los luteranos son los que escriben como usted, puesto que, al igual que usted, creen que tanto recibir la comunión, como el Misterio eucarísitico se produce por la fe de los participantes y no por la intermediación del sacerdote ordenado.
La Misa "no es suya" El Cuerpo de Cristo "no es suyo", ni tiene derecho alguno a recibirle a capricho o celebrar misa en el jardin de su casa por poner otro ejemplo.
Respecto de la postura corporal para comulgar cabe recordar un principio moral general: nadie está obligado a lo imposible (físico o moral). El que no puede comulgar de rodillas, puede recibir la Comunión en otra posición corporal decorosa. No se piden gestos supererogatorios para participar en Misa; lo que la Iglesia manda y aconseja es un respeto a las normas litúrgicas y un decoro, pero siempre dentro de lo razonablemente posible. Tampoco está prohibido el heroísmo, como en el caso del lisiado que aquí se comenta.
Saludos.
Que sí, que la Iglesia está entre Dios y yo, al menos en este caso, además yo tambien soy Iglesia, pero, dicha Iglesia me da la opción de comulgar como lo sienta en ese momento, siempre correctamente.
Pero, ¿Qué ganan o qué buscan los que intentan imponer comulgar en la mano? A estos me refiero yo.
¿Acaso no me puedo sacar la ostia de la boca y guardarmela una vez en mi sitio?
"Hoy se pretende evitar que nos arrodillemos"... "El demonio es muy negro, repelente, de una delgadez espantosa, pero sobre todo no tiene rodillas. El mundo diabólico no pude arrodillarse".
"Sé muy bien que la genuflexión es extraña a la cultura moderna --por la simple razón de que esta cultura está alejada de la fe. No reconoce más a Aquél frente a quien la genuflexión es el único gesto necesario. La fe nos enseña a arrodillarnos. De ese modo una liturgia que no conoce más la genuflexión será intrínsecamente enferma. Es necesario volver a aprender a arrodillarnos, reintroducir la genuflexión en todas las partes donde desapareció, para que, por nuestra oración, permanezcamos en comunión con los apóstoles y los mártires, en comunión con el cosmos entero, en unión con Jesucristo."
-- Card. Ratzinger, "El Espíritu de la Liturgia"
Pablo VI pidió que no se retiren los reclinatorios.
Decía un protestante a un católico: "no entiendo cómo os portáis de esta manera ante la Eucaristía".
"Es que si tú creyeras que en la sagrada Hostia está Dios, lo entenderías", le contesta el católico.
"No es eso", responde el protestante, "lo que no entiendo es que, si decís que allí está Dios, ¿cómo que no lo estáis adorando de rodillas siempre?"
¿No es lo que importa la disposición interior? ¿Tenemos la boca más limpia que las manos? ¿tenemos las manos más limpias que la boda? ¿Dónde hay más dignidad, en la boca o en la mano? Ambas son partes del cuerpo y ambas maneras requieren el debido respeto. La reverencia externa debida se puede mostrar al máximo de ambas maneras, sólo que hemos de cumplir lo dispuesto, escrupulosamente. Comulgar siempre delante del ministro del que se recibe al Señor, y tocar la Sagrada forma sólo lo permitido; si se cae al suelo, (que puede ocurrir tanto si se comulga en la boca como si se comulga desde la mano) debería ser el sacerdote, (salvo que no pueda), el que la recoja. Por la responsabilidad de los que no cumplen las normas, ¿se van a suprimir formas ESPIRITUALMENTE válidas de comulgar? Lo que importa es la disposición interior. Y no se puede alegar que si se comulga en la mano, se pueden llevar la Sagrada Forma al banco, pues el que esto pensaba hacer, ¿con qué disposición comulgaría si lo hiciera en la boca?; ¡y nos quedamos tranquilos si todos comulgan en la boca! Será que el que se la iba a llevar al banco ya no se acercará a comulgar si se le exige comulgar en la boca, porque otro razonamiento no se me ocurre.
Comulguemos dignamente, con las debidas disposiciones interiores y, mejor, no deliberemos tanto sobre las maneras externas de recibir al Señor, pues muchos se sienten más tranquilos comulgando desde la mano y de pie: afínense las maneras ya dispuestas y señaladas, y cúmplanse las normas. Por ejemplo, comulgar con los labios pintados, manchando los dedos de Sacerdote, (o de saliva), lo que es poco higiénico y, por tanto, poco caritativo; o con la boca sucia por no usar cepillo de dientes; o no sabiendo abrir la boca o poner la lengua, lo que pone nervioso al ministro, o cómo poner las manos cuando se llevan otras cosas, paraguas, bolso, un niño en brazos, etc.
Todos deberían reflexionar acerca de cómo se arrancó el permiso de recibir la hostia en la mano: con desobediencia reiterada en una época en que la Santa Sede prefería contemporizar que corregir. De manera subversiva y clandestina se comienza a introducir esta práctica en algunos medios eclesiales. Para no romper la maravillosa armonía de la nueva primavera, se publica la instrucción Memoriale Domini de Pablo VI del 29 de mayo de 1969, para permitir la autocomunión en los lugares en los que ya se realiza. Esta instrucción confirma que la manera apropiada de recibir la comunión es de rodillas y en la lengua. Solamente en las últimas líneas de ese documento, de manera completamente incoherente con respecto al razonamiento que lo precede, se otorga un indulto limitado y controlado estrictamente para recibir la hostia en la mano. Por esa brecha se generalizó la autocomunión manual, con desobediencia y alevosía. ¡Y todavía algunos dirán que es el Espíritu que sopla dónde quiere!
En cuanto al tan manido párrafo de San Cirilo de Jerusalén, que se sepa que es absolutamente único en todos los textos patrísticos. Es contradicho por San Basilio que escribe en la misma época para decir que darse a sí mismo la comunión es una falta grave. Tanto es así, que algunos especialistas dudan de que ese párrafo sea realmente de San Cirilo.
Y aunque así no fuera y efectivamente en los primeros tiempos del cristianismo se diera la autocomunión manual, si en un momento dado la Iglesia decidió que había que comulgar en la lengua sería por algo. La Tradición no es respeto de lo antiguo, sino de lo transmitido. Ya nos previno Pío XII contra el arqueologismo en la encíclica Mediator Dei. ¿Queremos volver al bautismo por inmersión? ¿Queremos volver a las confesiones públicas y a las penitencias de los primeros cristianos?
Descartemos, pues, que el Papa haya dado alguna indicación para evitar la comunión en la mano.
Estimado Tineo: Gracias por sus palabras, inmerecidas por cierto. Mi blog estuvo un tiempo en Infocatólica, pero tuve ciertos problemas para actualizar que llevaron a su extinción. Así es la vida.
Por cierto, en cuanto a la Frase de San Cirilo de Jerusalén (supuestamente atribuída a él), tengo una opinión muy parecida a expresada por don Siderúrgico anteriormente.
En general:
Creo que las precisiones hechas por don Walter E. Kurtz van en el sentido correcto de la discusión teológico-litúrgica al respecto de la comunión en la Mano. Y es un ejemplo claro de cuando no se aplica la hermenéutica de la continuidad en la tradición de la Iglesia.
Saludos a todos, y también al Blogger :D
Saludos.
Lo demás son rodeos y supone ir a su bola, sea la razón que sea. Y en el caso que toque, desobediencia.
El impedimento natural es otro asunto, es una excepción, no cambia la recomendación.
- En la FORMA EXTRAORDINARIA hay un sólo modo normal de recibir la Comunión: de rodillas y en la boca. No es admisible recibirla en la mano, aunque sí es posible que los imposibilitados de arrodillarse lo hagan con otra postura decorosa.
- En la FORMA ORDINARIA hay tres modos
1. De pie y en la boca.
2. De rodillas y en la boca.
3. De pie y en la mano. Pero no es universal: sólo rige en los países en los que existe indulto, y en las diócesis en las que se aceptó el indulto. En la Argentina, por ejemplo, la Conferencia Episcopal obtuvo el indulto, pero un excelente obispo no aceptó en su diócesis, en la que la Comunión no se da en la mano.
Esperemos que el indulto sea dejado sin efecto. No se perdería nada.
Saludos.
Los que aquí escribimos discutimos como demonios, como no-hermanos, y justamente sobre la Comunión. Deberíamos reflexionar sobre esto.
La otra: Hoy sabemos la cantidad de enfermedades que se adquieren por los fluidos corporales, la saliva. Y una cosa es sentarme a la mesa con Dios y con mis hermanos, y otra que me contagien sus piorreas, caries, gripes, herpes, hepatitis, etc. El cura cuando pone la sagrada forma en la lengua del fiel, suele mojarse los dedos en su saliva, y al cabo de la comunión, se ha empapado con 100 o 200 personas, convirtiéndose en un difusor de enfermedades.
Dios nos dio la mente para usarla, y pese a que el gesto es más profundo al recibirla de rodillas y en la lengua, también nos dio un cuerpo para cuidarlo como su templo.
¿O es que vamos a volver a iluminar los templos con velas?
SIDERÚRGICO: Cada persona tiene su propio ritmo ascético de acercamiento a Dios, y no se le puede violentar a que haga las cosas de una forma externa que a nosotros nos parezca más digna, porque esa forma más digna puede que nos obligue a nosotros porque así lo vemos y sentimos, pero no al cristiano que comulga a nuestro lado, que lo ve y siente de otra forma. Los ritos y protocolos están para las personas, pero no las personas para los ritos y protocolos.
Cada persona es un caso distinto y sus maneras, cuando se ajustan a las normas establecidas, TIENEN QUE RESPETARSE, aunque no nos gusten a nosotros. SÓLO DIOS CONOCE LA FE Y DEVOCIÓN DE CADA CUAL, y no somos quién para juzgar los caminos del hermano, aunque pasen por los escrúpulos de un contagio. Si no se hace así, se falta a la caridad. A nadie se le ha de exigir la perfección que nuestra conciencia nos exija a nosotros, porque cada cual tiene su propia conciencia y su propio camino.
La comunión es primero un acto personal entre Dios y el alma que comulga. Y es el Señor el que nos pone en comunión con el hermano. No nosotros directamente con el hermano siendo uniformes en las maneras y las formas, para así, en bloque, dirigirnos al Señor. El Señor no busca uniformidad de maneras. Nos hizo distintos y es así como hemos de servir a la Iglesia.
Lo que ocurre en la Argentina, en materia litúrgica, haría necesario el regreso al uso del cepo y la pena de azotes para el clero... Bromas aparte, hemos padecido un tsnunami desacralizador.
Saludos.
No es a nosotros a los que nos parece más digna, es a la Iglesia a quien le parece más digna. Le emplazo a leerse la instrucción Memoriale Domini y que luego me diga usted que forma le parecía a Pablo VI que era más digna de recibir la comunión. El que la Iglesia haya aceptado a regañadientes y por la vía de los hechos consumados una manera de recibir la comunión no la hace igualmente digna que la normal de rodillas y en la boca (de norma, no de excepción), aunque sea lícita. Creo que señalar esto no constituye una falta de respeto hacia nadie. Luego si cada cuál quiere justificarse con su decisión allá él. La Iglesia dice que hay confesarse al menos una vez al año, si yo digo que es mejor confesarse una vez al mes, no le estoy faltando el respeto a nadie ni estoy yendo contra el sentir de la Iglesia.
Por otro lado, la Iglesia puede obligar a recibir los sacramentos de una determinada manera, aunque vayan contra el sentir o la visión de quien sea. Por eso sólo se puede bautizar con agua y derramándola sobre la cabeza y no mojando el codo en coca-cola, por ejemplo.
Nadie pone en duda que es muchísimo más importante la disposición interna y que nosotros no sabemos la Fe y la Devoción ajenas. Eso sí, las formas externas no carecen de importancia. Si en una boda, un invitado aparece sin afeitarse, sin ducharse y en chandal, yo voy a pensar "a este la boda no le importa nada, ni se ha tomado la molestia de arreglarse". Si le llamo la atención y me dice: "es que nunca había ido a una boda y no sabía que había que vestirse bien", pensaré que el pobre no conoce las normas básicas de educación. Si me dice: "hipócrita, te crees que con vestirte ya has cumplido, y yo quiero mucho más a los novios que tú, no hay más que ver que ni siquiera me he vestido para que no parezca que sólo le doy importancia a lo externo", ¿qué voy a pensar?
El que saca a relucir la higiene está diciendo implícitamente que habría que prohibir recibir la comunión en la lengua.
Cada fiel está directamente sometido a su obispo y su párroco. No se puede estar discutiendo delante del pueblo de Dios día y noche si tal obispo cumple o no cumple, o si tal párroco o sacerdote cumple o no cumple, porque hace mucho daño a la Iglesia y sus fieles. El Papa confirma a sus hermanos en el Episcopado y guía al Pueblo de Dios en su conjunto; y cada obispo hace otro tanto en su Diócesis. Si todo está dentro de ese espíritu, deberemos aceptar las normas, aunque sea a regañadientes si no nos gustan, y aunque hayan sido promulgadas a regañadientes.
Esto es una cuestión. Y otra, nuestras ‘preferencias’ reales sobre las actitudes a tomar dentro de la vida de la Iglesia, en cuanto que formamos parte de ella. Si se cambian las normas, obligando a comulgar a todos en la boca, cumplámoslo, pero si hay autorización en una diócesis, a comulgar desde la mano, animemos a los fieles de esa diócesis a que lo hagan siempre que lo estiman oportuno: tienen derecho a ello.
A los fieles sencillos les llegan las normas de la Iglesia a través de la diócesis a la que pertenecen, y a través de sus parroquias. Sólo los fieles inquietos indagan más allá de lo que reciben de la Iglesia, pero a las gentes sencillas les escandaliza las disensiones internas sobre estas cosas y otras semejantes, y esto llega a provocar su alejamiento de la Iglesia. A las gentes sencillas les basta con la parroquia, y la Iglesia no les exige más. Pero ya digo, siempre dentro del espíritu de la Iglesia, que emana y que es ‘emanadora’ de la Jerarquía, (permítaseme el uso de esta palabra).
Usted dice que “el que saca a relucir la higiene está diciendo implícitamente que habría que prohibir recibir la comunión en la lengua”. Tal cosa no es cierta en mi caso, como se puede deducir de mis comentarios. Pero mi primer pensamiento no era la higiene a efectos humanos, sino la dignidad o indignidad de tocar al Señor con nuestra piel, la cual, de paso, puede estar más sucia o más limpia, si se refiere a la lengua o si se refiere a las manos. Por eso preguntaba qué es más digna, la lengua, o la palma de la mano. El Sacerdote emplea la MANOS para bendecir y para consagrar, cogiendo el pan que será, con las palabras de su LENGUA, el Cuerpo de Cristo. Son igualmente dignas. No sé por qué se ha de primar a una sobre la otra. La única razón que se me ocurre, es que con las manos podemos manipular y con la lengua es más difícil. Pero, si empleamos la lengua para predicar el Evangelio, también la empleamos para mentir. Pero no me parecen razones de peso para preferir una forma sobre la otra, pues, en principio, todo el que se acerca a comulgar, lo hace con las debidas disposiciones. En cualquier caso, los indignos, pasan desapercibidos, comulguen desde la mano o comulguen en la lengua
Por mi parte, sacar la limpieza de manos y lengua ha sido para ilustrar el estado de dignidad con la que nos hemos de dirigir al comulgatorio. También muchos sacerdotes se lavan los dedos al ofertorio, a pesar de que ya tienen las manos limpias. Es de suponer que también la boca la tenemos, por lo menos en la medida de lo posible, enjuagada y sin partículas. Pero es más comprobable la limpieza de las manos que la de la boca.
En segundo lugar, y sólo en segundo lugar, he sacado a colación lo de la higiene, pues constituye una falta de caridad hacer pasar por el aro a quien es escrupuloso, o la forma de abrir la boca y sacar la lengua, pues a veces se hace de forma que hace dudar al ministro, y la Sagrada Forma cae al suelo. Si uno comulga desde la mano, también puede ocurrir, pero es más difícil. Pero he de advertir, que ante unas normas que se promulguen, nos gusten o no nos gusten, hemos de ser sumisos y no confundir a la gente sencilla.
(Cuando los fieles pasan en fila a besar la Cruz o alguna imagen, se suele frotar la imagen con un paño para limpiarla del aliento, antes de ofrecerla al siguiente hermano).
Y sin hablar de higiene ni de declaraciones de altura, digo que cada persona tiene su propio ritmo ascético de acercamiento a Dios que los demás hemos de respetar. No se debe violentar a nadie a que haga las cosas de forma más digna, según nuestros sentimientos, porque esa forma puede que nos obligue a nosotros porque así lo vemos y sentimos, pero no necesariamente al cristiano que comulga a nuestro lado, que puede verlo y sentirlo de otra forma. Y todos, someternos a las directrices que en cada momento promulgue la Iglesia, dentro del espíritu y competencias jerárquicas, aunque sea a regañadientes.
Daremos gloria a Dios si así lo hacemos.
¿Qué está permitido y es lícito recibir la comunión en la mano con las normas actuales de la Iglesia? Sí, nunca he dicho lo contrario.
¿Qué me tengo que callar y no decir que la comunión en la mano es una práctica introducida con trampas? NO
¿Qué me tengo que callar y no decir que la comunión de rodillas y en la lengua expresa una mayor reverencia a Cristo Sacramentado? NO
¿Qué tengo que callar estas cosas porque a lo mejor le doy mala conciencia a alguien o le violento? NO
Volviendo al ejemplo de la confesión anual obligatoria prescrita por la Iglesia: ¿Quiere esto decir que no hay que recomendar la confesión frecuente porque a lo mejor se da mala conciencia al que se confiesa anualmente y cumple con las normas? Contéstese usted mismo.
El argumento higienista o de limpieza corporal para defender una u otra forma de comulgar me parece pueril y absurdo y no he sido yo el que lo ha introducido en la discusión. Eso sí, no confunda las manos del sacerdote, que son manos consagradas, con las de los laicos.
Parece desprenderse, pues, que las Conferencias Episcopales pueden imponer la comunión de pie. Sin embargo, en una carta de la Congregación para el Culto Divino anterior a dicha Instrucción, se reconocía el derecho de los fieles a comulgar siempre de rodillas:
"Aún en aquellos países donde esta Congregación ha aprobado la legislación local que establece el permanecer de pie como la postura para recibir la Sagrada Comunión, de acuerdo con las adaptaciones permitidas a las Conferencias Episcopales por la Institución Generalis Missalis Romani n. 160, § 2, lo ha hecho con la condición de que a los comulgantes que escojan arrodillarse no les será negada la Sagrada Comunión".
http://unavocecba.wordpress.com/2009/10/08/para-recordar-sobre-la-comunion-de-rodillas-y-en-la-boca/
Bajo lo que tu señalas, la forma de interpretar la norma sería:
La forma de recibir la Sagrada Comunión es de rodillas o de pie, según establezca la conferencia episcopal, CON CONFIRMACIÓN de la Santa Sede (esto último nunca se ha dado en muchos lugares, y es particularmente grave en el caso del tema de la comunión de la mano).
Por otro lado, los fieles tienen el derecho de recibir la comunión de rodillas, según la práctica tradicional de la Iglesia.
Por tanto, se tendrá que no se puede negar la comunión de rodillas a juicio de la conf. de Obispos, pero si es posible negar la comunión de pie, es decir, volver a la práctica tradicional (salvo los casos donde la imposibilidad física impida la comunión de rodillas).
Está demás decir que la comunión en la mano puede ser abrogada, inclusive, por un sacerdote, cuando exista peligro de profanación.
efectivamente, como tú bien señalas, el punto 91 de la RS deja bien en claro la imposibilidad de negar la comunión a un fiel por el solo hecho de estar arrodillado. Esta norma, legislada por la Autoridad suprema de la Iglesia, tiene un rango mayor que lo decidido por la autoridad territorial correspondiente.
Además está la respuesta de la Congregación del Culto Divino a un fiel individual en donde figura esa respuesta que tú copias. Para verificarlo, sería interesante acceder a los originales de los protocolos en donde la Congregación aprueba a las Conferencias Episcopales la forma de distribución de la comunión. Yo no he podido hacerlo nunca.
la referencia que yo tengo es la siguiente, de acuerdo al testimonio de un participante habitual a las jornadas de la Sociedad Argentina de Liturgia:
"En la Argentina se establece, como forma habitual, que los fieles reciban la Comunión de pie y realicen antes, como gesto de reverencia, una inclinación de cabeza.
(CEA, 84º Asamblea Plenaria, nov. 2002, Res. n. 12; Recon. CCDDS, Prot. n. 23/03/L, 28 jun 2003"
"Aún en aquellos países donde esta Congregación ha aprobado la legislación local que establece el permanecer de pie como la postura para recibir la Sagrada Comunión, de acuerdo con las adaptaciones permitidas a las Conferencias Episcopales por la Institución Generalis Missalis Romani n. 160, § 2, lo ha hecho con la condición de que a los comulgantes que escojan arrodillarse no les será negada la Sagrada Comunión".
"Comentario de Martin Ellingham
El argumento higienista a favor de la Comunión en la mano olvida varias circunstancias: las manos tocan dinero, cosa sucia como pocas, antes de la Comunión, cuando se hace la colecta; en la mayoría de las iglesias es materialmente imposible lavarse y secarse bien las manos antes de comulgar; al tocar con las manos asientos y reclinatorios se pierde la higiene; en el rito de la paz se toca la mano de desconocidos, que pueden tener las manos sucias; etc. "
Su argumento si que es pueril, seguro que usted también piensa que los átomos de la materia son "bolitas duras" o "perdigones" ¿verdad?
¿Son más indignos los átomos que forman la mano que los que forman la boca? ¿la boca es más santa que la mano? ¿es más evangélica la forma de comulgar en la boca?
No sé si usted habrá estudiado Biología, puede que no, de modo que le daré sólo un dato; Ese "mundo cálido" que es la boca es el medio perfecto para la existencia y proliferación de suciedad y bacterias.
Basta con bostezar o aspirar por la boca para que millones de ellas se abran paso y se instalen cómodamente en tu cavidad bucal (dientes, encías, lengua, saliva… todo les viene bien para construirse un "techo").
¿En las iglesias se reparte colutorio para enjuagarse la boca antes de comulgar? Me imagino que no, al igual que tampoco se lavan las manos.
Se estima que existen nada menos que 100 millones de bacterias por cada milímetro de saliva que contiene tu boca, los cuales están conformados por más de 600 especies de bacterias diferentes.
Le diré que, desde el punto de vista de la biología, la flora bucal humana es mucho más sucia que la de un perro o un gato.
Por último, si bien por su composición microbiana la parte más sucia del cuerpo humano se trataría del intestino, por su acumulación de polución en conjunto y por su continua exposición al medio externo así como la calidad de su mucosa, la parte del cuerpo "más contaminada" es la boca.
Con todo, por lo que leo aquí, sin duda lo más sucio que tiene el ser humano es la mente...
NO, hay cosas peores: i.e. el pecado de profanación del Santísimo Sacramento, que se da también con la irreverencia hacia las partículas en las que está presente Nuestro Señor.
Saludos.
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... No se obligará jamás a los fieles a adoptar la práctica de la comunión en la mano, dejando a cada persona la necesaria libertad para recibir la comunión o en la mano o en la boca...
...Estas normas, así como las que se dan en los documentos de la Sede Apostólica citados más arriba, tienen como finalidad recordar el deber de respeto hacia la Eucaristía, independientemente de la forma de recibir la comunión...
...Los pastores de almas han de insistir no solamente sobre las disposiciones necesaria libertad para recibir la comunión o en la mano o en la boca...
ayer fue que me puse a pensar un pco sobre el tema por una palabra que veia en un artículo: Recibir la hostia en la mano es SACRILEGIO. Yo siempre he creido que el sacrilegio se debe a una profanación debido a que haya sido arrojada por tierra (las especies consagradas) o quien las lleve o retenga para una finalidad sacrílega (eje,mplo de esto segundo el Milagro de Santarem-portugal).
Que muchos reciben con toda la piedad y adoración cayendo de Rodillas el Santisimo Cuerpo de Nuestro Señor, es verdad. Pero tambien es verdad que otros que no se han arrodillados, también van con todo el Decoro a recibir a su Señor.
Hoy, tomando frases de los santos, decimos que el mal es recibir la Hostia en las manos. y allí creo que no radica el mal, en recibir. Se debe pensar mucho más.
Comparto unas palabras del P. Jordi Rivero:
1: El Papa nos recuerda que la Eucaristía merece la mayor devoción y nos da ejemplo con su atención a la postura.
2: La comunión en la boca es la ley universal y por lo tanto la norma vigente, válida en toda la Iglesia.
3: La comunión en la mano es una dispensa de dicha ley, permitida en las diócesis en muchos países.
4: RESPETEMOS LA OPCIÓN LÍCITA DEL PRÓJIMO Y EVITEMOS TODO COMENTARIO QUE ROMPA LA UNIÓN Y LA CARIDAD FRATERNA YA QUE SERÍA UNA CONTRADICCIÓN ANTE LA EUCARISTÍA
Si a un rey del mundo sus subditos no le toman de la mano para saludarle como a un camarada cualquiera...! COMO RECIBIR AL REY DE REYES EN LA MANO ??!! COMO SI FUERA UNA GALLETICA CUALQUIERA ??!!!
Cada catolico creo yo, deberiamos de seguir las indicaciones de nuestro guia espiritual supremo en la tierra que esta en la persona de nuestro querido Papa Benedicto XVI, por que la rebeldia,? por que la arrogancia ? Jesús nos enseño a ser humildes y esa humildad tambien es el de recibir de nuestros Sacerdotes la Sagrada Eucaristia en la lengua, recordemos que las manos de los Sacerdotes estan UNGIDAS !! LOS LAICOS NO TENEMOS LAS MANOS UNGIDAS..!!! Por amor de Dios no ofendamos más a Dios con estas actitudes soberbias.!!
Cada uno responderemos ante Dios en el juicio final de nuestra actitud en la tierra.
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