4.05.16

DROGA: un negocio criminal

En una entrevista que concedió Don Winslow afirmaba lo siguiente sobre el mundo de las drogas:

“Si nada cambia, nada cambiará. Necesitamos grandes cambios a nivel político. En primer lugar, necesitamos legalizar las drogas. Son ellas las que financian los cárteles y las guerras. Y somos nosotros, Estados Unidos y Europa, quienes las compramos. Me da mucha rabia pensar en esa gente que se preocupa por si el paquete de café que han comprado es de comercio justo, pero luego no les parece mal fumarse un poco de marihuana, y no piensan que para que esa marihuana llegue a ellos ha tenido que pasar por manos de psicópatas. En cualquier caso, para acabar con las drogas hay que preguntarse por qué las consumimos. Y si las consumimos es porque algo no está yendo bien en nuestra sociedad. La adicción es síntoma de una falta de afecto, una falta de vínculo, con otro ser humano, con un lugar, con lo que sea. Vivimos en un mundo tan obsesionado con el dinero, que nada más parece importarle. Es curioso, pero cuanta más tecnología para comunicarnos inventamos, más lejos estamos unos de otros.”

La entrevista la realizaba a raiz de la publicación de su premiada novela, durísima, “el cártel” continuación de “el poder del perro". Es una novela que se centra en la lucha sin cuartel contra los clanes de la droga mejicanos. Lucha legal, ilegal, alegal y con todos los medios posibles por parte de los gobiernos estadounidense y mejicano. Una guerra vieja ya, que no ha disminuido significativamente la entrada de droga en EE.UU. o Europa y que supone un fabuloso negocio (legal e ilegal) valorado en varios miles de millones anuales.

No se plantea la novela el tema de la legalización o no del comercio de las drogas, más bien en cómo se articulan los cárteles, como tienen a sueldo desde policia hasta políticos pasando por periodistas, jueces o alcaides. Cómo la guerra en sí misma resulta un lucrativo negocio que muchos no desean termine realmente (tampoco queda claro que pudiese terminar) y cómo son víctimas no sólo los que consumen dichas sustancias, sino que todo aquel cuya vida tenga alguna relación con dicho mundo, siquiera tangencial, es una probable víctima de la violencia que rodea este negocio.

Esta novela puede ser una buena excusa para pensar con mejor criterio cuales son las razones para legalizar o mantener la prohibición sobre las drogas. Es un debate soterrado que terminará haciendose público y en Cortes probablemente y cuya respuesta no es sencilla. La pregunta clave es ¿por qué con todo lo que sabemos seguimos consumiendo tanta droga? ¿Por qué mantenemos con nuestro dinero organizaciones criminales tan peligrosas? ¿Todo por un vicio, una evasión? 

CIC

2291 El uso de la droga inflige muy graves daños a la salud y a la vida humana. Fuera de los casos en que se recurre a ello por prescripciones estrictamente terapéuticas, es una falta grave. La producción clandestina y el tráfico de drogas son prácticas escandalosas; constituyen una cooperación directa, porque incitan a ellas, a prácticas gravemente contrarias a la ley moral.

WINSLOW, Don

“El cártel”

RBA, 2015

6.03.16

De la República al Imperio: Hispania

La primera guerra civil de la República de Roma ocurrió durante el siglo I a. C. propiciando su final y la instauración del Imperio romano, con César Augusto como primer Emperador romano. La guerra tuvo lugar cuando los líderes de las dos facciones enfrentadas en el senado los Optimates (la facción aristocrática de la República) y Populares, Lucio Cornelio Sila y Cayo Mario respectivamente, compitieron por los honores de liderar la guerra contra Mitrídates VI rey del Ponto, quien había invadido la provincia romana de Asia y asesinado a miles de romanos. Inicialmente Sila obtuvo el respaldo del Senado para liderar la guerra, pero los populares anularon esta decisión recurriendo directamente a la decisión de la asamblea popular, otorgando el mando a Mario. Sila marchó sobre Roma con sus legiones, haciendo huir a Mario y reotorgándose el mando. Ya en Roma el senado romano declaró enemigo de la República a Mario, y Sila embarcó hacia Grecia sin contratiempos. Lucio Cornelio Cinna un cónsul electo popular, ante la ausencia de Sila propició el retorno de Mario desde su exilio, y juntos marcharon sobre Roma, se hicieron nombrar cónsules y establecieron una sangrienta represión contra los optimates, pero tras unos pocos días en su cargo Mario murió. Sila tras terminar la guerra en oriente con el Tratado de Dárdanos, regresó a Italia donde derrotó a los populares y se estableció como dictador, reformó la Constitución Republicana cediendo más poder al Senado, recortó el de los tribunos y el de las asambleas populares.

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21.02.16

El AYUNO: ¡Explícamelo!

“Yo sufro, es verdad, para que Él me perdone; yo me castigo para que Él me socorra, para que yo sea agradable a sus ojos, para gustar su dulzura”

San Agustín, “la utilidad del ayuno”

En estos días cuaresmales libros como el que reseño son especialmente útiles. Todos los años la misma pregunta ¿por qué no comes carne los viernes de cuaresma? Y la supuesta sesuda diatriba sobre el sacrificio, el marisco y otras ideas inteligentísimas de gente que no entienden que alguien pueda hacer sacrificios voluntariamente.

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7.02.16

El apocalíptico Elías

En 1996 el escritor canadiense Michael O´Brien publicaba una novela importante en la narrativa católica del XX. “El padre Elías: un apocalipsis". Era un libro grueso en su contenido y en su voumen. Era una biena novela donde los buenos triunfaban de la mano del Señor sufriendo lo indecible. Y donde pese al tono necesariamente apocalíptico brillaba la Esperanza. Allí se leía “Aunque el diablo hiciera grandes progresos, aunque lograra engañar a la mayor parte de la humanidad, aun en ese supuesto no deberíamos perder la esperanza. ¿No está ordenado que la Iglesia deberá un día padecer una segunda Pascua?” (…) “Nuestra labor es la de proclamar a Jesús. Debemos reforzar lo que aún queda.No es tarea nuestrala de contar el número de los que escuchan". Ante un mundo hostil, la Iglesia y quienes la forman deben encarar el presente y el futuro conscientes de que el non praevalebunt tiene eterna vigencia.

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22.01.16

Soldados ancianos

Hay dos cosas por las que me entusiasma la ciencia ficción. La primera es que al ser todo necesariamente imaginario, casi todo vale y puedes admitir que ocurra cualquier cosa. Es cierto que se pide cierta coherencia interna al relato y que una sucesión de cosas absurdas es difícilmente una novela de éxito, pero el margen de maniobra para el autor es mucho mayor que en una novela sobre la edad media, por poner un ejemplo. La segunda razón es que se da la oportunidad a que surjan ideas o situaciones que van más allá de lo cotidiano y tiene el autor posibilidades de tratar temas psicológicos, filosóficos, metafísicos, religiosos o políticos.


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