Educación, permanente debate
La educación de los niños es un tema recurrente. En España se lleva hablando del tema y lleva siendo manoseada por los políticos varias décadas, pero nadie parece tener claro que esté mejorando y las cifras que nos llegan de informes internacionales no son alentadoras.
Dos libros, muy interesantes, que han sido recientemente editados tratan el tema desde perspectivas diferentes y complementarias. Por una parte Inger Enkvist, catedrática de español, asesora del gobierno sueco y con varios libros publicados en España sobre la materia, mantiene una conversación con la periodista Olga R. Sanmartín. Es un libro que trata de generalidades, de la situación de la educación en todo el mundo, pero las referencias al caso español son constantes. En el libro queda claro que las opiniones de Enkvist son minoritarias dentro de lo que se puede leer en prensa y en la literatura pero que son opiniones que se alejan de los lugares comunes porque la experiencia, la historia, demuestra que hay cosas que funcionan mientras que se han implantado muchas novedades sin haber sido suficientemente testadas o bien, habiendo sido testadas y obviando sus dudosos logros. La autora publicó hace años un libro imprescindible “la buena y la mala educación” que recomiendo vivamente.
Por otra parte un profesor de música en el instituto, Alberto Royo, autor de libros como “contra la nueva educación", escribe un diario de un curso escolar. El autor no esquiva las polémicas, dice lo que piensa y lo hace de manera razonada, y como en el caso de Enkvist, algunas de sus opiniones no las comparten ni los políticos ni los pedagogos a los que se suele dar tribuna en la prensa. Pero en ambos casos la docencia, el tiempo dedicado a la enseñanza, les ha brindado muchos argumentos para enfrentarse a tanta idea que sobre el papel parece funcionar, o al menos suena atractiva, pero que llevada al aula queda en nada.
Si hubiera que sacar algunas conclusiones diría que para aprender hace falta disciplina, tanto en el aula como en la manera de trabajar del alumno. Que un sistema igualitario es aquel que pretende (y logra) elevar a todos desde la ignorancia hasya la excelencia, según sus capacidades, sin negarles la posibilidad haciendo referencia a su clase social, tipo de hogar o nivel de ingresos del hogar. Y que los malos estudiantes, aquellos que no lo quieren hacer y están estabulados en el colegio, nunca deben impedir progresar al resto. No debemos engañarnos, tiran de la clase para abajo si se les permite comportarse como desean.
Dos lecturas agradables y repletas de contenido interesante. Les dejo para terminar una idea definitiva de Inger Enkvist que sin duda Alberto Royo suscribiría:
“Hay que aprender las cosas de memoria porque no hay otra manera de aprender. (…) Sin memoria sencillamente no hay pensamiento.“
ENKVIST, Inger
Encuentro, 2019
ROYO, Alberto
Plataforma, 2019
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