Las matemáticas

Yo diría más: la Matemática es la Ciencia del espíritu, como la Física y la Química son las Ciencias de la materia. La primera es el espíritu que anima a las segundas, que las permite avanzar y desarrollarse, comunicarse entre ellas sin equívocos. Cuando el resto de los saberes humanos puedan usar la Matemática como la usan la Física y la Química, veremos la siguiente revolución del conocimiento.Si a alguien le parece esto exagerado, busque a un físico cuántico y hágale leer a Santo Tomás, y verá la cara de asombro que pone al descubrir en él conceptos de la Física de principios del siglo pasado.

Muy buen post sobre la belleza matemática. También puede resultar de interés la lectura de ‘La matemática también es sobrenatural’ en scribd.com/doc/86002215/

Es que el hombre no inventa las matemáticas, las va descubriendo en la belleza del orden de todo lo creado.
Y luego, algún simple, dice que Dios no es racional.

No exageremos, las matemáticas pertenecen al orden del quantum, al accidente de la materia por el cual ésta es divisible. Es una descripción cuantitativa del movimiento de los entes pero poco más puede decirnos de la sustancia frente a otros métodos del conocimiento del ser. La matemática es el último saber que se aplica en el estudio de cualquier otra temática y no siempre responde coherentemente a los fenómenos del mundo material por lo que Dios no es concebible como el Gran Geómetra o Gran Arquitecto bajo nuestra racionalidad. Y, sin embargo, sí como Legislador y Juez.

Las matemáticas son un absoluto, son la medida de las relaciones entre entes. Por ejemplo, si hay tres personas en Dios, hay tres personas en Dios y eso no se puede cambiar. Por eso santo Tomás señaló que Dios es omnipotente para realizar todo lo posible, pero no puede realizar lo imposible, como crear otro Dios o cambiar las matemáticas.

Las maravillas de la creación se explican con las matemáticas .
Dios crea la leyes de las matemáticas , de la física y de la química . Después el hombre descubre .

No ha habido mejores filósofos que los estoicos, ni mejores científicos que aquellos que buscaron a Dios.

La ciencia del espíritu es la filosofía, las matemáticas es un sub-producto de ella, puesto a que las matemáticas tienen sustento tanto en cuanto lo tienen en la filosofía, sin ésta, las matemáticas no poseen el rigor ni la certeza asociada a ella, caen en el vacío.

''Dios crea la leyes de las matemáticas , de la física y de la química''

En absoluto Dios crea las leyes de las matemáticas, como si éstas podrían ser de otra manera. Las matemáticas emergen del ser, las leyes físico-químicas podrían ser de otro modo, no es necesario que sean así, podrían ser de otro modo, las matemáticas empero, fundadas en el ser, no pueden no ser como son.

De acuerdo .. " Las matemáticas emergen del SER "

La realidad matemática existe como sabiduría y conocimiento de Dios y determina la realidad material en casos como la ley del cuadrado inverso, pero no siempre se corresponde totalmente con la naturaleza que percibimos. La Matemática también es sobrenatural. scribd.com/doc/86002215/

La Matemática no es más que un lenguaje humano, un artificio producto de la razón, que describe el comportamiento de la materia. La Ciencia estudia la materia y la Matemática le da la estructura literaria. No es una ciencia en sí misma, ni más pura que la Física e independiente de esta, sino que es la herramienta usada para sistematizar los fenómenos físicos y darles expresión formal y comprensible. Como cualquier otro lenguaje se puede usar para elaborar juegos matemáticos fascinantes y hermosos, auténticos retos para la razón, o para elucubraciones del pensamiento que dan lugar a teorías que a veces caen en la fantasía cuando no rayan en el disparate. Está claro que con ella también se puede hacer poesía. Y hasta filosofía. Pero entonces ya no estamos hablando de Ciencia.

¿Artificio de la razón? Puede ser de utilidad emplear 10 minutos para leer www.scribd.com/doc/86002215/

https://es.scribd.com/doc/86002215/

De acuerdo .. " Las matemáticas emergen del SER "

Y la metafísica trata del ser.

De tal manera que, sin fundamento en la metafísica, la matemática desaparece y carece absolutamente de cualquier rigor, pues los presupuestos axiomáticos son metafísicos.

A nuestro modo de conocer, la matemática se adquiere por la percepción de la substancia -materia y forma-, empero, no es exclusiva de ésta, pues también los ángeles saben matemáticas sin necesidad de nada material.

Dios es el fundamento o razón de ser de 'las matemáticas', que no dependen, sino que son " ajenas a nuestra presencia en el mundo" como señala el autor del post. 'Sólo 10 minutos' para leer https://es.scribd.com/doc/86002215

fh dijo lo que yo quería decir, exactamente.

La matemática no es más que un lenguaje. Tiene su sintaxis y su semántica (que depende de en qué ciencia fáctica se aplica).

Como con todo lenguaje se pueden decir verdades y falsedades. Por ejemplo, hay muchas teorías físicas que están descritas con elaboradas matemáticas, pero son falsas o se demuestran falsas.

La ventaja de las matemáticas sobre otros lenguajes es su exactitud. No hay ambigüedad en las matemáticas.

Tampoco es una parte de la lógica, como ya se demostró con los trabajos de los filósofos del atomismo lógico y del Círculo de Viena, especialmente Russel, y de Gödel, Peano, etc.

Las matemáticas, como el lenguaje es fruto del espíritu humano. Es una prueba màs de nuestra dimensión, por así decirlo, espiritual.

Saludos.

Vaya broma...

El artículo que Vd. menciona no dice otra cosa que suposiciones sin sustento alguno. Nada que vaya más allá de un acto de fe. Todo pensamiento, toda idea, nace del intelecto humano; de su cerebro, en definitiva; de su capacidad de razonar llevado por la curiosidad y por el ansia de conocer. Esto último sí es constatable, pero que una raíz cuadrada se encuentre realmente en un lugar concreto y determinado, no lo es. Podrá ser imaginado, pero no hay forma de demostrar tal cosa. Se pueden imaginar cosas inexistentes y publicar un libro con ellas; de ahí la fantasía, todo un género literario. Afirmar que las matemáticas están en la mente de Dios es como no decir nada porque también la materia lo está puesto que Dios es el principio de todo. Sostener que la matemática es la esencia del pensamiento y razonamiento divino es una osadía porque nadie puede conocer la sustancia de Dios yo no afirmaría alegremente que Dios razona. Razonar es deducir y si Dios es infinito y lo tiene todo al mismo tiempo no le hace falta partir de algo para llegar a algo desconocido (esto es razonar y deducir).

El pensamiento matemático, precisamente por su cualidad de pensamiento, es de por sí abstracto; al igual que todo pensamiento humano (filosófico, literario, musical, etc.). En esto no hay controversia. Un silogismo filosófico, basado en el razonamiento lógico, no es menos abstracto que el cálculo infinitesimal; ni tampoco menos abstracto que las reglas gramaticales de un idioma. Así que si las matemáticas existen por sí mismas, independientemente de los objetos que describen, habría que decir que las lenguas y sus normas, también. Si se es platónico para un campo del conocimiento, como son las matemáticas, forzosamente se ha de ser platónico para todo. Por otro lado: decir que la sucesión de números primos es infinita en contraposición a las partículas universales es erróneo. Entiendo que el articulista se refiere al total de partículas atómicas y subatómicas que conforman el Universo. Para empezar, no hay infinitos números. Es más: no hay números, sino objetos contables (las partículas universales, p. ej.). Mediante una expresión particular del lenguaje, como son las matemáticas, nombramos la realidad que percibimos y la conceptualizamos: el objeto solitario es denominado con la voz “uno” y si añadimos otro objeto lo llamamos “dos” y así sucesivamente. Y a eso lo llamamos suma, y si quitamos un objeto lo llamamos resta. La matemática es el idioma, el lenguaje, el sustento de todos esos conceptos, desde los más sencillos a los más complejos (dos más dos igual a cuatro no dice menos ni nada distinto que 2 + 2 = 4). El término infinito es además impropio: como la sucesión de números naturales también es infinita, ¿es más grande el infinito del conjunto de los números naturales que el de los números primos? ¿Es más grande el infinito de los números quebrados o el de los números racionales? ¿Se acabarían los números enteros si quiero numerar cada uno de los números quebrados o racionales o primos? Infinito, pues, es un término vaporoso e inadecuado. Salvo Dios, nada es infinito.

Dice el artículo: “La matemática es necesaria para el entendimiento del hombre, pero la existencia de toda la realidad matemática es esencialmente coherente en una razón absoluta y además tiene correspondencia con la realidad de hechos materiales”. Más bien, del entendimiento surge la matemática, como del entendimiento surge el resto del saber humano, y no al revés. Decir que la matemática es coherente con una razón absoluta –supongo que es una forma de decir Dios– es un acto de fe. No veo cómo del cálculo de matrices, por ejemplo, se puede llegar a esa conclusión. Para establecer esa coherencia hay que conocer la otra premisa, es decir, a Dios, y eso es imposible. Y que la matemática tiene correspondencia con la realidad no siempre es verdad. La matemática –el matemático más bien– puede imaginar, y de hecho lo hace, cosas inexistentes. De ello, junto con los físicos, los matemáticos saben mucho.

“Dios es el fundamento o razón de ser de 'las matemáticas', que no dependen, sino que son" ajenas a nuestra presencia en el mundo". Bien: Supongo que, siguiendo el razonamiento, el idioma español, el latín, etc., o las ideas filosóficas ocuparán un lugar concreto y real en algún lugar, ajenas a nuestra presencia en el mundo. Dios es el fundamento o razón de ser de todo lo que existe, no sólo de las matemáticas. Es la razón de ser de la lógica, de la semiología, de las reacciones químicas, de la biología, de la filosofía. Eso, para un creyente (y yo lo soy) no alberga duda. Pero esta afirmación parte de un acto de fe. Un no creyente o un ateo parte del acto de fe de que Dios no existe y no necesita de Él para explicar la existencia de nada. Ni las matemáticas, ni la física actual con su teoría del Big-bang, pueden demostrar la existencia de Dios, llámese razón absoluta o como se quiera. Podremos intuir y postular la existencia de un principio, de un origen, de una causa primera, como decía Santo Tomás, tomando a Aristóteles. Podremos decir que el orden observado no es azaroso y que todo viene de algo, y podremos asumir que no se puede postergar la causa primera hasta el infinito. Es verdad. Pero no lo podemos demostrar. Nadie puede demostrar la existencia o no de Dios. Ambas son creencias que no se pueden demostrar científicamente. Un cristiano –también un judío o un musulmán–, cree además por la revelación. Yo soy católico y creo en la Revelación del Evangelio. Pero lo cierto es que, en la vida, hay que manejarse con la realidad palpable y concreta; con la racionalidad de las cosas que nace de nosotros. Dios nos creó con esa capacidad de raciocinio, y usar la razón para desentrañar el Universo es un enorme y divertido placer.

Fh. Sé que sus textos generalmente mejoran. El artículo no sustenta que la matemática es la esencia del pensamiento y razonamiento divino, ni que las matemáticas existen por sí mismas. Lo que surge del entendimiento es el lenguaje de la matemática, a partir de la realidad matemática. No parece haber correlación entre las matemáticas, que como verdades de razón determinan la realidad natural, con idiomas como el español, latín, etc. Como su comentario hace referencia al artículo objeto de su refutación, lo mejor es recordar su contenido, si el autor de este post lo permite teniendo en cuenta que Ud. ha empleado aquí más de 6000 caracteres. “Hay información eternamente determinada en la realidad matemática sin necesidad de soporte material. Tal es el caso de cualquier combinación de números- que resulta de la sucesión como cifras decimales- ya determinada matemáticamente en ciertos números irracionales (por ej. Pi). No es necesaria la comprobación experimental por el hombre para lograr que, cualquier objeto matemático- aritmético o geométrico- sea resultado de una operación posible y/o antecedente lógico de otros objetos de su misma naturaleza. No hay necesidad de mundo sensible. En la progresión numérica, vemos que los números primos son más difíciles de encontrar a medida que aumenta la cantidad que indican los números enteros, pero existe infinitud de números primos que supera la cantidad de partículas universales. La matemática es necesaria para el entendimiento del hombre, pero la existencia de toda la realidad matemática es esencialmente coherente en una razón absoluta y además tiene correspondencia con la realidad de hechos materiales. Negar la existencia inmaterial es tan carente de lógica como negar la evidente realidad matemática que no está totalmente representada en la materia.

Aristóteles afirmaba que los entes matemáticos no existen por sí ni en acto, ni en el orden sensible o en el inteligible. Su existencia sería sólo potencial en el entendimiento. Varios filósofos modernos con distintos argumentos coincidieron sobre el lenguaje matemático para la explicación del mundo material y el enunciado de teorías. Los pitagóricos consideraron que la realidad era matemática. Con Descartes la matemática pasó a ser propia del entendimiento. En la actualidad según la ciencia formal o ideal, la lógica y la matemática- con su coherencia interna- tratan de entes ideales; estos entes, tanto los abstractos como los interpretados (aplicados), sólo existirían “en” la mente humana. A su vez las ciencias fácticas tratan sobre hechos y objetos naturales. Dentro del esquema científico se propone como concepto abstracto al Creador, el Ser sobrenatural en quien creemos los teístas. Tanto si se considera al universo, como temporal desde que existe o como ‘eterno’ porque existe sin un “antes”, es lógico suponer una condición sobrenatural eterna. Negarse a considerar la posibilidad de que pueden existir otras razones de causa u origen, además de las que percibimos en el mundo sensible, es imponer una seria limitación a nuestros procesos lógicos, cognitivos, afectivos y éticos. Para quienes creemos en la sobrenaturaleza otra manera de explicar la realidad del número y las relaciones matemáticas es que- como conceptos abstractos- existen “para” el entendimiento (que elabora un lenguaje matemático). La realidad matemática existe como sabiduría y conocimiento de Dios y determina la realidad material en casos como la ley del cuadrado inverso, pero no siempre se corresponde totalmente con la naturaleza que percibimos. La realidad matemática también contiene información eternamente determinada que no tiene correspondencia con la realidad natural. Las relaciones matemáticas existen sin necesidad de soporte material.

Muchos pensadores ateos sólo aceptan identificar realidad con naturalismo. Rechazan la posibilidad de existencia real con origen y finalidad sobrenaturales. Paradójicamente también hay teístas que reducen su comprensión del plan de Dios a algo exclusivamente temporal. Se puede determinar, por ejemplo, la imposibilidad matemática de longitud infinita en líneas curvas abiertas (con sus puntos ideales a igual distancia del centro) y la posibilidad de longitud infinita (fractal) en una línea curva cerrada. No confundimos infinitud en el Pensamiento con algo material, temporal espacial. No confundimos eternidad con tiempo así como tampoco infinitud con espacio. Más allá de la noción de infinito potencial de los números naturales, y de la cualidad suprafinita de la matemática en sus relaciones y objetos, aquí decimos que la matemática también es sobrenatural. La Causa Primera de nuestro conocimiento moral es sobrenatural. Así también el pensamiento válido y las causas naturales están subordinados a los principios filosóficos (metafísicos y éticos inclusive), lógicos y matemáticos, que conforman y se comprueban temporalmente, en distinta medida, en nuestra razón y conciencia. El razonamiento lógico ‘valido’ no puede reducirse a un proceso material. La gravedad universal, como causa de atracción o movimiento (a partir de la masa) de los cuerpos, es distribuida en superficie e intensidad, según la ley del cuadrado inverso, que es gobernada por la matemática supramaterial. Además, la matemática excede absolutamente la realidad material que percibimos. Tanto es así, que la matemática como realidad supramaterial, persistiría en la sabiduría y conocimiento de Dios aunque desapareciera toda la materia.

Dios no tiene una causa para su existencia que tendría que ser absurdamente extrínseca a Él, pero si tiene razón suficiente en sí mismo para ser Dios (incausado). Razón suficiente de ser Su naturaleza divina. Cada razón suficiente asocia finalidad. Y existe una concatenación jerárquica en las causas. En la atracción gravitatoria la causa inmediata es la masa (cantidad de materia) de cada cuerpo. Esto es cierto según la experiencia, pero no ‘explica’ la gravedad. ¿Qué es la gravedad? Sabemos cómo se comprueba y que hace unir o atraer entre sí trozos de materia. Pero todas las comprobaciones materiales no dan la razón suficiente para ser la gravedad, sin la cual el universo no tendría una forma como percibimos. Si bien nada puede ser sólo porque sí- pues todo obedece a una razón- se entiende que todo tenga razón suficiente no quiere decir que siempre podamos saber cuál ni cómo es. En el caso de la gravedad llamamos razón suficiente a lo que comprobamos como ‘gravedad’ que funciona, por ejemplo, en el movimiento de los astros. Dios como Causa Primera es el que da razón suficiente de toda su creación. Los entes matemáticos no existen fuera de las cosas mismas o de la mente divina y de las otras creadas. Como entes están (pueden estar) en acto como inteligibles es nuestras mentes. Por Dios son razón suficiente de ser, en cosas como la distribución e intensidad de la gravedad, determinada por la relación matemática donde ‘la superficie de la esfera aumenta al cuadrado de la longitud del radio”. Esto estaba en potencia para nuestro entendimiento hasta Newton, pero la Causa de este conocimiento es sobrenatural. Hay variedad de ejemplos, pero el de la ley del cuadrado inverso es de particular importancia (bastante ignorado) para ir comprendiendo la organización de la materia, como por ejemplo permite la fórmula de Einstein de conversión de masa en energía, y sus corolarios, respecto a la ‘velocidad’ de la luz al cuadrado (que no significa superar enormemente la velocidad de la luz sino que es como una película en reversa de la expansión de la energía a generar). En Dios no es contradictorio su conocimiento de ‘todos’ los entes y relaciones matemáticas, que aunque infinitos ya están definidos, y no pueden ser de otra forma (son verdades de razón)”.

No tienen idea de lo que dicen. Independientemente del lenguaje, la relación entre una circunferencia y su diámetro es Pi y la suma de los cuadrados de los catetos será la hipotenusa.

al cuadrado.

A ver. Lo cierto es que cuando un lado de un triángulo inscrito en una circunferencia es su diámetro (o sea que la cuerda más larga es la hipotenusa), este triángulo es rectángulo. En la Creación es parte de la organización matemática de nuestro universo curvo: “de todos los vínculos entre los números y la naturaleza estudiados por Pitágoras, el más importante es la relación que lleva su nombre. El teorema de Pitágoras nos suministra una ecuación que es verdadera para todos los triángulos rectángulos (la suma de los cuadrados de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa) y que por tanto sirve también para definir el ángulo recto. A su vez, el ángulo recto define la perpendicular, es decir, la relación de la vertical con la horizontal, y, en última instancia, la relación entre las tres dimensiones (‘espaciales’) del universo que nos es familiar. Las matemáticas, a través del ángulo recto, definen la estructura misma del espacio en que vivimos (Simon Singh en ‘El último teorema de Fermat’, Ed. Norma)”. Lo más probable es que Fermat haya descubierto una sencilla “demostración geométrica” de que, además, “es imposible descomponer un cubo en dos cubos, un bicuadrado en dos bicuadrados, y en general, una potencia cualquiera, aparte del cuadrado, en dos potencias del mismo exponente. He encontrado una demostración realmente admirable, pero el margen del libro es muy pequeño para ponerla”.

Acerca de https://es.scribd.com/doc/86002215/ No existe matemática personal. Pero en la sabiduría de Dios, la matemática- también sobrenatural- es inmutable y eterna.