Roscón de Reyes vegano
El roscón de Reyes es el dulce típico en España, para celebrar el día de la Epifanía. Los Reyes Magos visitan a los niños trayéndoles regalos y en cada casa se come este dulce consistente sobre todo en un bollo con fruta escarchada y una figurita de regalo en su interior. De un tiempo a esta parte se ha ido extendiendo la moda del veganismo llegando a inundarlo todo, incluyendo ya recetas veganas para este postre, esto es, roscones elaborados sin huevo o sin leche.
El veganismo es la práctica de abstenerse del consumo de productos de especies animales. Dicha práctica se realiza por una cuestión ética, sobre todo, por respeto al resto de los animales. El fundador del concepto Donald Watson comparaba la explotación animal con la esclavitud humana. Esto choca frontalmente con la doctrina cristiana. Desde le Génesis (9:2-3) sabemos que Dios nos permitió alimentarnos con animales, pero es que sabemos que Jesucristo comía pescado (Lucas 24:42-43) que daba de comer a las multitudes pescado (Mateo 14:17-21) y que comía carne, cordero por Pascua. De manera que no pudiendo haber mejora ética en nuestra vida sobre la de Jesucristo, no alimentarse de nada animal no supera en absoluto a una alimentación inespecífica y no deja de ser un pecado de soberbia.
Para aquellos que disfrutamos del consumo de la carne la editorial Arcopress nos ha regalado un libro llamado “el carnívoro feliz” cuyas mayores virtudes son tres: habla con propiedad de la carne, de sus ventajas y sus inconvenientes en lo relativo a la salud, habla con claridad de los tipos de piezas de cada tipo de carne, porcino, vacuno, ovino, aviar y lo hace todo en un estilo ágil y en un libro nada voluminoso. Un libro en el que hablan muchos expertos con nombre y apellidos, garantía de que lo que se dice no son las frivolidades que se les ocurran a los autores. Se detallan las IGP españolas (las que cuidan la calidad del producto) y se explica cómo comprar y conservar bien la carne. Consejos tan útiles como necesarios.
Así pues, bendigamos siempre la mesa y comamos con tranquilidad un buen plato de carne, si lo hacemos desde el conocimiento.
RUIPÉREZ, D. y CARDOSO, C.
“El carnívoro feliz”
Arcopress, 2016
17 comentarios
Pero bueno, tampoco creo que los cristianos que optan por el veganismo o el vegetarianismo pequen de soberbia.
Tengo un amigo que es de pueblo y de pequeño se impresionó mucho viendo el sufrimiento de un cochino en la matanza, y desde entonces se prometió no comer carne, y lo cumple a rajatabla.
Mientras la dieta de cada cual sea lo suficientemente equilibrada y variada, no veo ningún problema en que alguien quiera optar por ser vegetariano o vegano. Menos aún hoy en día y más concretamente en nuestra sociedad occidental y con el tipo de vida que lleva la mayoría de personas que vivímos en ella.
Como no creyente, los mandatos divinos sobre el uso de los animales para servicio y beneficio del hombre, me resultan totalmente irrelevantes, lo mismo que la dieta de Jesús. Para decidir qué como y cómo actúo frente al resto de seres vivos, me basta con mis principios éticos, mucho más universales y menos restrictivos y discriminantes que los suyos, seguro.
Pero por mera caridad, como recuerda San Pablo, no debemos comer cosas que indignarían a otro. Por ejemplo, si invito a un Testigo de Jehová no le voy a servir sangre encebollada (pese a lo que a mí me gusta).
Dicho sea de modo generalizado y si todo el mundo fuera vegano
Y desde luego nunca es lo mismo matar directamente que por omisión.
De lo contrario todos somos asesinos porque podríamos comer menos y destinar el dinero ahorrado para evitar que alguien muera de hambre.
En cualquier caso una cosa es cierta, que siendo lo más sano comer de todo (menos grasas trans y azúcar industrial) a nivel mundial no estaría de más que reduzcaramos el consumo de carnes rojas, entre otras cosas porque para dar de comer a las reses es necesario talar inmensas extensiones de selva.
Y sigo sin ver dónde está el pecado de soberbia de los veganos.
Es curioso que todavia la nutricion sea uno de los temas mas escandalosos de los que se pueda hablar (incluso entre catolicos!), sobre todo teniendo en cuenta que los dietologos o nutricionistas (o como sea que se llamen) no se ponen de acuerdo en lo que sea mejor para el ser humano.
A la final, lo que entra en el hombre no es lo que lo contamina, sino lo que sale de el. Por lo tanto, el tema de nutricion es rara vez algo de caracter trascendental.
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NOTA DEL BLOGGER: Ha hecho Daniel una correcta interpretación de mis palabras. Gracias
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NOTA DEL BLOGGER: Si Jesucristo comía pescado la posición vegana basada en la superioridad moral-ética del no consumir animales es un error. Respecto a si Jesucristo comía pescado o algas, lo que no cabe duda alguna es que en la pesca milagrosa hizo que se llenasen las redes de peces y que para pagar impuestos hubo que pescar y abrir un pez. Respecto a su decisión de tomar sólo alimentos vegetales, actúe con libertad, la Iglesia no critica su decisión.
Renzo: Es bastante innecesario que un ateo diga que le importa poco lo que comiera Jesús. Of Course!
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y el que avisa no es traidor, hay un libro de un nutricionista que sostiene la teoría de que la antropofagia ritual de los aztecas era debida a su falta de proteínas. Los aztecas tenían que ser vegetarianos, muy en contra de su voluntad, porque no había animales a su alrededor excepto pavos y unos perrillos pequeños que criaban. La población de Tenochtitlán creció tanto que ya no fue posible encontrar un venado o un conejo a muchas millas a la redonda y los pavos y perrillos no estaban al alcance más que de los más ricos. Así que se comían todo bicho viviente, desde gusanos a serpientes, pero no debía ser suficiente. La población esperaba a los sacrificios para que, cuando los cuerpos sin cabeza rodaban por las escaleras del teocalli, se pudieran desmembrar, asar y comer.
No tengo ni idea de si esa teoría es cierta pero la alimentación de un azteca era bastante equilibrada y si hoy existen veganos me parece que la supuesta falta de proteínas no ha lugar.
No se puede tirar de Evangelio para justificar cada ocurrencia que tengamos. Porque por ese razonamiento podemos llegar a conclusiones absurdas. Como Jesús mandó arrojar las redes podríamos afirmar que cualquier método de pesca actual más sofisticado es un pecado de soberbia tecnológica por llevar la caricatura al extremo.
De verdad, teniendo en cuenta las noticias que aparecen hoy, con los brutales ataques que está recibiendo la Iglesia en medio mundo, ponerse a divagar sobre veganisno buscando pecados nuevos por no comer vegetales, me parece de traca.
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NOTA DEL BLOGGER: Palas Atenea te ha contestado atinadamente. Por otra parte sólo quisiera aclarar que si he comentado el tema del veganismo era porque quería comentar el libro de la carne y esa noticia me había llamado la atención y era de alguna manera complementaria. Un saludo
Precisamente porque Jesús no daba mucha importancia a lo que entra por la boca los cristianos no tenemos más que abstinencia penitencial de carne algunos días.
Un vegano cumple unos principios que se autoimpone que, evidentemente, Jesús no cumplía y si para él eso es tan importante tiene que chocarle mucho que para el Maestro no lo fuera.
El amor a los animales de San Francisco de Asís no nos dice si era vegetariano o no, porque pretender que el amor a los animales nos lleva a no comerlos es una exageración. Hasta el mismo símbolo del Cordero de Dios, el cordero pascual o sacrificial, tiene que repugnar a un vegano, con lo que su comprensión de la Biblia tiene que verse afectada. De baladí nada.
Es lo que nos faltaba.
No obstante sobre lo que comemos o bebemos no hay nada escrito y cada cristiano puede comer lo que quiera. Efectivamente Juan era un nazareo, pero Jesús no. A partir de ahí no hay normativa sobre eso.
Si toda la humanidad fuese vegana, no habría NINGÚN animal de granja. Aunque no los consumiese nadie, habría que dejarlos morir de viejo (alguien debería pagar la manutención) o sacrificarlos pues carecerían de interés. Muchos ni siquiera son 'naturales'
Afortunadamente estamos lejos de semejante cosa.
Por cierto, ser vegano o vegetariano no es garantía de bondad; Hitler era un conocido vegetariano, amigo de los animales y no fumador.
Es el mismo argumento que usan los defensores de las corridas de toros: ¿Quién se tomaría la molestia de criar toros bravos si no hubiera corridas?.
Pues los mismos que se toman la molestia de criar pandas o linces ibéricos, las administraciones públicas y algunas entidades privadas. Hasta que las especies dejan de estar amenazadas y se reproducen por si mismas.
No necesitamos comer pandas ni hacer espectáculos en los que se matan linces.
Todos los animales de granja descienden de criaturas salvajes domesticadas, dejar de consumirlos no acabaría con ninguna especie, pues siempre habría ejemplares en reservas naturales.
En cualquier caso repito que no soy vegano ni vegetariano.
Y Hitler a pesar del tópico no era vegetariano (se sabe que le gustaban las carnes de aves y el pescado).
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