Un futuro no tan extraño
La literatura juvenil es una por la que hemos pasado todos los grandes lectores (grandes en el nº de libros leído, nada más) pero que ya, habiendo dejado esa etapa de la vida no se suele visitar, como mucho revisitar lo que se recuerda con mucho agrado. Es una postura lógica, pero con el riesgo de perderse algunas cosas de interés. Hoy traigo una interesante novela.
En un mundo futuro, la vida es muy distinta pero no tanto como para no reconocer las cosas. La conexión con el resto de los ciudadanos es total, pero virtual, todos conectados a la Ultranet que forma parte de un enorme emporio que lo domina practicamente todo. El protagonista, un chaval tan perdido como el resto pero que tuvo la fortuna de recibir una pátina de educación antigua, se dedica a la honorable profesión de los agentes de libros; esto es, los que compran libros impresos para ser escaneados, subidos a la red y puestos a disposición de todo el mundo gratis en formato electrónico.
De manera fortuita conocerá el mundo marginal de los libros impresos con sus fanáticos amantes del papel (peligrosos terroristas) conocerá el amor y sobre todo, la falsedad del mundo en el que vive “feliz".
Los referentes son tan evidentes como explícitos. 1984, un mundo feliz y Fahrenheit 451 son libros sobre el que se ha construido esta novela. Algo que a los jóvenes que probablemente no se hayan acercado a dichos clásicos no molestará y quizá sirva de acicate para hacerlo. Lo que encuentro interesante en esta obra es la hiperconectividad que desemboca en un desolador aislamiento físico, todo es virtual. Más aún, una denuncia de la política del hijo único que impide al protagonista tener alguien a quien llamar con propiedad hermano (y que tan necesario se le hace) y el peligro evidente de tener a la familia unicamente como concepto, pues los padres apenas se hablan y menos aún interactúan con su hijo. Otros temas como el sincretismo religioso o las maquinaciones de los poderosos para ampliar su dominio son tocados y es posible que hagan reflexionar a los lectores.
SONNTAG, R.M.
“El gremio secreto de los libros”
Siruela, 2015
44 comentarios
En principio me parece interesante el tema y, aunque no es el género de ficción el que más me atrae, consideraré leerlo.
El tema de la hiperconectividad y el hijo único, o la familia desestructurada, no son temas futuristas sino muy actuales y los adictos a los libros impresos también estamos en peligro de extinción ya mismo. Así que, salvo pequeñeces, por lo que cuentas este libro tiene poco de utópico y bastante de actual.
Y la novela es ciertamente muy actual aunque se ambiente en un futuro no tan lejano.
Pudiera ser que este medio electrónico sólo sea apto para cosas más ligeras, tipo "Código Da Vinci", pero transmita peor. No lo sé porque lo mío es la Galaxia Gutenberg.
2) Tal vez el horror no sea que una organización secuestre todos los libros, sino que la gente sabiendo leer, deje de hacerlo. Que es lo que pasa hoy.
3) El papel para la literatura será como el vinilo a la música, sobrevivirá para coleccionistas. Espero que no nos tachen de terroristas.
No coincido con el nº 3. También se dijo que los aviones dejarían en desuso a los barcos.
Desde LAMETRON y sus numerosas filiales, pedimos al gobierno que promueva una mayor libertad de expresión, una mayor facilidad para el acceso universal a la cultura y una más férrea defensa de los derechos de las editoriales reconocidas (LAMETRON y sus filiales).
Consultando en internet una cita de La Biblia, aparece "La Biblia en lenguaje actual".
¿Qué es el lenguaje "actual"? Porque está en español, claro. Es el español, sólo que con un vocabulario mucho más reducido que las ediciones bíblicas corrientes.
O sea, que aquí "actual" es un eufemismo de "para personas con gran pobreza de vocabulario".
Y entonces, se infiere que "actualmente" la gente adolece de falta de vocabulario (actual=conoce pocas palabras). Las implicaciones de esto darían para escribir mucho.
Así que si arde el "Imitación de Cristo" no hubiera dicho nada.
Pues sí lo hubiera dicho porque no me gusta que se queme ningún libro.
Tuve en el bachillerato un profesor ateo y anarquista que decía que la mejor poesía española eran los textos de san Juan de la Cruz.
No importan las creencias ni las ideologías para apreciar la belleza estética o simplemente saber la importancia cultural de un libro.
Pero vivimos en tiempos en que un pastor protestante quema el Corán, y un bloguero católico dice "lo entiendo, en el fondo, el medio y la superficie. Y los musulmanes que se aguanten". (Infocatolica 08\09\2010).
Es imposible manipular las existencias y tráfico de libros de esa manera. Lo que dice Jaime es lo más parecido que se podría lograr.
Gringo
¿Cuántos ateos protestan ante la quema de Biblias?
Y, efectivamente, soy miope pero no con la clase de miopía que tu me atribuyes.
Los profesores ateos y anarquistas tienen sus preferencias, no hay manera de neutralizar a San Juan de la Cruz así que a ese lo dejamos. Tampoco se meterán con Maimónides, ni con Edith Stein, ni con San Agustín...Seleccionan unos cuantos libros-sobre todo si no contienen doctrina bendecida por la jerarquía.-y así pasamos por liberales.
Se supone que si un profesor ateo disfruta con la poesía de san Juan de la Cruz, no es porque realmente le guste desde el punto de vista estético sino porque pretende pasar por liberal en vez de por el comecuras que es (como todo ateo).
Pues anda, descansa maja. Que malpensar debe cansar mucho.
Si me entersase de la quema de alguna Biblia yo protestaria.
Y por qué no ves nada malo en quemar libros de Darwin y HG Wells?.
Jaime Fernández de Córdoba:
Quemarlos es peor porque impides a otros leerlos. Tú si no quieres leerlos pues no los leas pero deja a los demás.
Lo de cascarrabias por la edad te ha quedado muy fino, gringo, una verdadera galanura. Que soy vieja y miope ya lo sabía pero ya están aceptadas, no tanto por irremediables sino porque tengo cierta facilidad para aceptar defectos, sobre todo teniendo en cuenta que uno de ellos es muy común y el otro afecta a todo el mundo que no haya entregado su alma al Creador mucho antes.
No soy mal pensado, es que los conozco.
No hay constancia de que un joven Jaime Fernández de Córdoba anduviera por allí.
Un par de muestras gratis:
infocatolica.com/?t=noticia&cod=19834
infocatolica.com/?t=noticia&cod=10342
Digamos que porque Wells era un fascista. Y Darwin para ayudar a avivar las llamas. Para algo debe servir.
No concuerdo. No es la quema de libros en sí el problema, sino qué libros. Cuando en el NT se narra que fueron quemados una gran cantidad de libros de magia, ningún apóstol lo denunció como un ataque a la libertad de expresión. Se quemaron libros peligrosos. Tal es el criterio a seguir para una censura no abusiva.
En aquellos tiempos, no hacía falta un parlamento para determinar qué se podía decir y qué no. Hoy en día nada existe si no consta en un papel. Puede que a mi me dé lo mismo si se me prohíbe hablar o no. Lo más probable es que lo haga de todos modos.
Si algunos se hacen los neutrales, lo lamento por ellos. Moralmente hablando, y hasta donde yo sé, no hay neutralidad. Que Gringo se rasgue las vestiduras si quiere, pero siempre lo hará frente a la persona equivocada y por el motivo equivocado.
Vuestro punto de vista es tan radical que no puedo compartirlo. Ya he dicho antes que los cristianos discutimos mucho y no es la primera vez que no estoy de acuerdo con alguno. Acabo de discutir con otro en otro foro porque se empeñaba que la ira procede del orgullo y no estoy de acuerdo con punto de vista tan simplista. Sólo los ateos se refuerzan entre si, nosotros no tenemos por qué hacerlo, pero lo que estáis diciendo va en concordancia con el libro que comentamos: vosotros estaríais de acuerdo con quemar los libros, otros estarían dispuestos a alterar su sustancia modificándolos convenientemente. No sé cuál de las dos posturas es peor.
No será más bien que son ingleses?
Palas, tú te jugarías el cuello para salvar un Corán o un ejemplar de "El origen de las especies? .
Eres tú la que me acusa de no protestar si se quemaran determinados libros. Eres tú la que has dicho que si el hoguera hubieran quemado a Kempis no hubiera dicho nada.
Jaime Fernández de Córdoba, la mayoría de personas que escriben aquí usan un nick.
Y por cierto creo que peor que quemar un libro o no leerlo, es leerno y no enterarse de nada.
El libro que mencionas sobre Alejandro Magno seguro es la biografía de Mary Renault. Y en el no se dice que lo malo de las batallas sean que mueran elefantes, ni que encontrara neandertales.
Lo que sí dice es que según las crónicas, en el viaje de regreso desde la India pasando por el desierto de Gedrosia, los exploradores encontraron tribus de ictiofagos, muy atrasados y de aspecto rudo y primitivo. Sin duda era un pueblo tecnológicamente en el neolítico, y se sugiere la posibilidad de que fueran alguna tribu de los últimos neandertales. Solo se sugiere.
El cura y el barbero quemándole los libros a D. Quijote no consiguieron nada porque D. Quijote era un idealista y los idealistas, sean fantasiosos, anarquistas o nazis, ya tienen tendencia a la demencia. Nietzsche y Hölderlin se volvieron locos irremediablemente porque el uno se inventó la teoría del superhombre y el otro era un romántico empedernido incapaz de poner los pies en el suelo. En cambio los materialistas no se vuelven locos sino pedestres y pierden totalmente el espíritu que a los otros les sobraba. El equilibrio es difícil. Por eso el anarquista ve espíritu en San Juan de la Cruz y cree entenderlo porque San Juan de la Cruz asciende a dónde el anarquista quisiera ascender-y yo también, por supuesto- pero no puede. La obsesión del anarquista es la libertad, pero el místico busca a Dios y asciende más. Sorprendentemente los místicos no tienen propensión a perder la cordura porque Él es la única vía de ascenso posible sin pagar el peaje de la razón.
Me molestan todas las ideologías de izquierda.
No todos los ingleses son malos. Incluso los hubo buenos. Si son ingleses o no, es poco relevante, si se tiene en cuenta que, si desaparecieran el 95% de los libros escritos en Hispanoamérica, tampoco los extrañaría.
Con esta descripción la autora añade "Probablemente eran neandertales".
Bueno, Renault no lo da por seguro aunque dice que es probable y sinceramente, la descripción de las crónicas de la época hacen pensar a cualquiera que o se trataba de alguna comunidad de enfermos a los que se abandonó conscientemente, o desde luego eran seres que estaban todavía en el paleolítico.
No creo que fueran neandertales, pero desde luego Mary Renault tampoco lo afirma tajantemente.
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